ABORTO – ENJUICIADOS SOBRE LOS ASOMBROSOS FETICIDIOS

Jorge Hessen

El primer país da era pos-moderna a legalizar el aborto fue la Unión Soviética, el 8 de noviembre de 1920. Los hospitales soviéticos instalaron unidades especiales denominadas abortórios, concebidas para realizar las operaciones a un ritmo de producción en masa. La segunda nación o que legalizo el aborto fue Alemania Nazista, en junio de 1935, mediante una reforma de la Ley para la Prevención de las Dolencias Hereditarias para la Posteridad, que permitió la interrupción de la gravidez de mujeres consideradas de "mala hereteriedad" ("no-arianas" o portadoras de deficiencia física o mental).

Entre 1996 y 2009, “al menos 47 de los 192 países de la ONU aprobaron leyes con artículos más liberales. En todos los países de Europa, excepto Malta, el aborto no es penalizado en situaciones controladas. Los países ibéricos son ejemplos de liberalización. En 2007, Portugal legalizo el aborto sin restricciones hasta la 10ª semana de gestación y, después de ese período, en casos de malformación fetal, de estupro o de peligros para la vida o la salud de la madre. En España, la ley con términos semejantes comenzó a vigorar en 2010. Cuba es el único país hispánico en el que el aborto es legal sin restricciones.

En los Estados Unidos la condenación de una mujer a 20 años de prisión por el crimen de "feticidio" reanudo el debate sobre aborto en la tierra del “Tio San” y ha provocado alarmas sobre la criminalización de gestantes que interrumpen el embarazo. El caso de Purvi Patel, de 33 años, es el primero en el país en que una mujer es acusada, condenada y sentenciada por "feticidio" después de la interrupción del propio embarazo, según la Nacional Advocaste por Pregnant Women (NAPW), organización nacional de defensa de los derechos de la mujer y de grávidas, con sede en Nueva York.[1]

El aborto es legal en los EUA, y la ley prohibitiva [2] no se aplica a abortos hechos en clínicas. Patel fue condenada porque, según la acusación, en vez de haber recurrido a una clínica, había tomado remedios ilegales para inducir el aborto. Por lo menos 42 Estados americanos prohíben abortos después de terminado el período de gestación, y 26 obligan a las mujeres que buscan abortos a esperar por lo menos 24 horas antes de realizar el procedimiento.

Recientemente, el caso de una grávida que fue apuñalada y tuvo el feto retirado de su vientre por otra mujer, en Colorado, (EUA) , provoco muchas reacciones en favor de leyes sobre feticidio, principalmente por parte de grupos antiaborto. Muchos Estados norteamericanos restringen la realización de abortos en menores de edad, exigiendo consentimiento de los padres. Hay aún leyes estatales que restringen la cobertura de abortos por planos de salud y otros que permiten que instituciones se recusen a realizar abortos, sea por motivos religiosos u otros. [3]

Los americanos están despertando de esa pesadilla hedionda de la legalización del asesinato de bebés en los vientres criminales. Al contrario de ese despertar americano contra el aborto , hay insanos abortistas (que tuvieron el derecho de (re)nacer) pugnando para que el aborto sea legalizado en Brasil. Los abortistas de estas tierras tupiniquins evocan las pésimas condiciones en que son realizados los procedimientos en las clínicas clandestinas. Sin embargo, en que pese el argumento, no nos engañemos, imaginando que el aborto oficial en Brasil irá resolver la cuestión del asesinato de las niños en el útero; al contrario, lo aumentará bastante! Y lo peor, continuará a ser practicado en secreto y no controlado, pues la clandestinidad es cómplice del anonimato y no exige explicaciones de las mujeres que esconderán de la sociedad el monstruoso delito del aborto practicado.

Con excepción de la gestación que coloque en riesgo la vida de la gestante, cualquier otras justificativas son inaceptables para una mujer decidir por el aborto. Si comprehendiese las implicaciones siniestras que están reservadas para ella, ciertamente rechazaría millones de veces antes de extinguir un ser indefenso del propio vientre.

Defender el derecho de la mujer sobre su propio cuerpo, como argumento para a descriminalización del aborto es delirio insano. El cuerpo del embrión no es el de la mujer, visto que ella abriga, durante la gravidez, un otro cuerpo que no es, de forma alguna, la extensión del suyo. El niño por nacer no es un objeto cualquiera semejante a una máquina de carne, que puede ser desligada de acuerdo con intereses circunstanciales, y si un ser humano con derecho a protección, en el lugar más fantástico y sublime que Dios creo: el templo d la vida, o sea, el útero materno.

No nos engañemos, la medicina que ejecuta el aborto en los países que ya legalizaron el asesinato del bebé en el vientre materno es una medicina criminal. No hay ley humana que atenué esa situación ante la Ley de Deus. Parece que en Brasil la tasa de interrupción de gravidez supera la tasa de nacimiento. Esa situación ha estimulado grupos dispuestos a legalizar el aborto en Brasil, lo torna fácil, accesible, higiénico, jurídicamente “correcto”.

Con todo, aunque eso pueda venir a ocurrir, JAMAS olvidemos que el aborto ilegal o legalizado SIEMPRE será un CRIMEN ante las Leyes Divinas!

Chico Xavier advierte que "admitimos sea suficiente breve meditación, en torno del aborto delictuoso, para reconocer en el uno de los grandes ofrecedores de las molestias de etiología obscura y de las obsesiones catalogables en la patología de la mente, ocupando vastos departamentos de hospitales y prisiones [4] Y acrecienta: “si años pasados hubiese la legalización del aborto, y si aquella que fue mi querida madre entrase en la aceptación de semejante legalidad, legalidad profundamente ilegal, yo no habría tenido mi actual existencia, en la que estoy aprendiendo a conocer mi propia naturaleza y a combatir mis defectos, y recibir el amparo de tantos amigos.”[5]

El apuntamiento del Sublime hijo de Pedro Leopoldo no puede ser tirado en el Baúl de los escombros, al contrario, debe ser conservado perene en la caja fuerte de la consciencia lúcida del ser humano..