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Comphutum, 5, 1994: 163-195 ARTE PALEOLÍTICO DE LA ZONA MERIDIONAL DE LA PEN1NSULA IBÉRICA José Luis Sanchidrián Tort * REsuumv.- En las últimas décadas la zona meridional de la Península Ibérica y en particular An- dahucía se ha convertido en un importante núcleo de poblamiento referido al Paleolítico superior, tanto por el número de hallazgos de su cultura material como en estaciones artísticas. En estas - ginas presentamos una visión general del estado de la cuestión sobre las manifestaciones figurati- vas pleistocenas d¿ los yacimientos conocidos en la actualidad. A partir de ciertos factores cronológicos (análisis comparativo formal con la columna estratigráfica de Parpalló, las superpo- siciones cromáticas de La Pileta y los caracteres tecno-estilísticos) aislamos los distintos horizontes artísticos y establecemos la secuencia diacrónica de un total de veinte “santuarios”. A continua- ción, se describen los principales rasgos morfológicos y constructivos de la fauna, así como aspec- tos técnicos globales con indicación de algunos tiempos de ejecución invertidos en la plasmación de las composiciones. Una vez ordenados y agrupados los temas desarrollados pasamos revista a los parámetros espaciales y funcionales, a nivel micro y macro espaciaL Hemos hecho hincapié en las combinaciones de signos expresadas en un conjunto de santuarios solutrenses, poniendo de re- lieve la existencia de códigos gráficos normalizados que además recurren a similares normas es- tructurales en los dispositivos topo-iconográficos, lo cual permitirá dilucidar territorialidades, regionalizaciones o circuitos culturales. ABSTRACT.- The Southern part of the Iberian Peninsula has become an important area of Upper Palaeohithic discoveries in the last decades, both because of ¡he number of its cultural materialfin- dings and its artistical places. This anide aims to present a general view on the current state of re- search on pleistocene figurative art of the known sites. Based on certain chronological facts (i. e. formal co,nparative analysis with the Parpalló stratigraphic columns, the chromatic layers in the Pileta Cave plus the techno-styhistic features), we isolate the different artistical honizons and esta- bush Ihe diacronical sequence of twen~y “sanctuaries’~ We then describe Ihe main constructive ¿md morphologícal features of the fauna Likewise, we describe the global technical aspects indicating ¡he times of execution spent in the composition of the shapes. Having outlined the topics ive have dealt with, we a look at ¡he functíonal and spatial parametresfrom both a micro and macro point of v¡ew. We have insisted on the combination of signs which are conveyed in a group of Sohutrean sanctuanies, emphasizing the exístence of regularised graphíca¡ codes that make use of similar structural rules withim the topo-iconographícal devices. This wi¡l allow us to determine the dujerent aneas, regions and cultural networks. PAtiB&~s Ci~tw Arte Paleolítico. Península Ibérica Andalucía. Dispersión yacimientos. Análi- sis Cronológico. Análisis Compositivo. Kn’woRns: Palaeolithic Ant. Ibenian Peninsula. Andalousia. Site Distribution. Chronological Analysis. Compositive Analysis. * Area de Prehistoria. Facultad de Letras. Universidad de Córdoba. Plaza Cardenal Salazar, 3. 14003 Córdoba.

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Comphutum,5, 1994: 163-195

ARTE PALEOLÍTICO DE LA ZONA MERIDIONALDE LA PEN1NSULA IBÉRICA

JoséLuisSanchidriánTort *

REsuumv.- En las últimas décadas la zona meridional de la Península Ibérica y en particular An-dahucíaseha convertidoen un importantenúcleodepoblamientoreferido al Paleolíticosuperior,tantopor elnúmerodehallazgosdesuculturamaterialcomoenestacionesartísticas.En estaspá-ginaspresentamosuna visióngeneraldel estadode la cuestiónsobrelasmanifestacionesfigurati-vas pleistocenasd¿ los yacimientosconocidosen la actualidad. A partir de ciertos factorescronológicos(análisiscomparativoformal con la columnaestratigráficade Parpalló, lassuperpo-sicionescromáticasdeLa Piletay loscaracterestecno-estilísticos)aislamoslosdistintoshorizontesartísticosy establecemosla secuenciadiacrónica de un total de veinte “santuarios”. A continua-ción, se describen los principales rasgos morfológicos y constructivos de la fauna, así como aspec-tos técnicosglobalescon indicación de algunostiemposde ejecucióninvertidosen la plasmaciónde las composiciones.Una vezordenadosy agrupadoslos temasdesarrolladospasamosrevista alosparámetrosespacialesyfuncionales,a nivel micro y macroespaciaLHemoshechohincapiéenlas combinacionesde signosexpresadasen un conjuntode santuariossolutrenses,poniendodere-lieve la existenciade códigosgráficos normalizadosque ademásrecurren a similaresnormases-tructuralesen los dispositivostopo-iconográficos,lo cual permitirá dilucidar territorialidades,regionalizacioneso circuitosculturales.

ABSTRACT.-TheSouthernpart ofthe Iberian Peninsulahasbecomean importantareaof UpperPalaeohithicdiscoveriesin the last decades,bothbecauseof¡he numberofits cultural materialfin-dingsand its artisticalplaces.Thisanideaimsto presenta generalviewon thecurrentstateofre-search on pleistocenefigurative art of the known sites. Basedon certain chronologicalfacts(i.e.formal co,nparativeanalysiswith theParpalló stratigraphic columns,the chromatic layersin thePileta Caveplus the techno-styhisticfeatures),we isolate thedifferentartistical honizonsandesta-bushIhediacronicalsequenceoftwen~y“sanctuaries’~ WethendescribeIhemainconstructive¿mdmorphologícalfeaturesof thefauna Likewise,we describetheglobal technicalaspectsindicating¡he timesofexecutionspent in the compositionofthe shapes.Having outlinedthe topicsive havedealtwith, we a look at¡hefunctíonalandspatialparametresfromboth a micro andmacropointofv¡ew. We have insistedon the combinationofsigns which are conveyedin a group ofSohutreansanctuanies,emphasizingthe exístenceof regularisedgraphíca¡ codesthat make use ofsimilarstructural ruleswithim the topo-iconographícaldevices.This wi¡l allow us to determinethedujerentaneas,regionsandcultural networks.

PAtiB&~s Ci~tw Arte Paleolítico. PenínsulaIbérica Andalucía.Dispersiónyacimientos.Análi-sis Cronológico.AnálisisCompositivo.

Kn’woRns: PalaeolithicAnt. Ibenian Peninsula.Andalousia. Site Distribution. ChronologicalAnalysis.CompositiveAnalysis.

* Area de Prehistoria. Facultad de Letras. Universidad de Córdoba. Plaza Cardenal Salazar, 3. 14003 Córdoba.

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164 JOSÉ LUIS SANCHIDRIAN TORTI

1. HISTORIOGRAFiA

Las investigaciones sobre Arte Paleolíticoen el sector meridional de la Península Ibérica sur-gen bastante pronto, con el descubrimiento de laCueva de La Piletal A partir de los artículos del Co-ronel Willoghby Verner en la revista The Sa¡urdayReview (1911), donde daba a conocer una curiosagruta en plena Serranía de Ronda que conservabarestos arqueológicos y “letreros”, el Abate HenriBreuil tuvo noticias de la existencia de una cavidadprehistórica decorada en el sur de Europa. Al año si-guiente en una expedición encabezada por Breuil,Obermaier y el propio Vemer, a la que se añaden Ca-bré y Wernet, inician el estudio del magnifico yaci-miento rupestre de la cueva de la Reina Mora o deLos Letreros, rebautizada para el futuro como La Pi-leta.

Fruto de estos trabajos es la publicación en1915 de la clásica monografia sobre el arte parietalde la estación artística rondeña. Los autores confec-cionaron un exhaustivo inventario gráfico dc prácti-camente todo el acervo pictórico, incluyendo tantolas manifestaciones de atribución paleolítica comolas post-pleistocenas, encuadradas las primeras por laseriación Auriñacíense, Perigordiense, Magdalenien-se y Aziliense.

Después de las campañas en La Pileta,Breuil no abandona las prospecciones por tierras an-daluzas. Durante varios años recorre las provinciasde Cádiz, Málaga y Granada dedicándose a docu-metar las obras rupestres de numerosos abrigos y co-vachas pero sin detectar elaboraciones de indiscutiblefiliación paleolítica. En 1918 visita otra vez Málagacon motivo de una gira de conferencias, desde la ciu-dad realiza salidas a algunas cavidades encontrandoarte pleistoceno en dos de ellas: Doña Trinidad deArdales y Suizo (también denominada La Cala, Hi-guerón o Tesoro) en Rincón de la Victoria.

Con posterioridad a esto asistimos a una pa-ralización de las investigaciones en nuestras latitu-des, recibiendo toda la atención La Pileta pero laactividad no superó la declaración de MonumentoNacional (1924), apertura del acceso turístico actual(1926), exploraciones superficiales que proporciona-ron el hallazgo de otras galerías (1933), urbanizaciónde la red principal, descenso a la Gran Sima y locali-zación de pequeñas salas (1944), a lo que habria quesumar en 1942 una malograda excavación sin limitesestratigráficos, en el mismo lugar del sondeo efectua-do por Obermaier, y que ofreció como contrapuntouna riqucza dc material impresionante.

En ese año salía a la luz la publicación delas excavaciones en la Coya de Parpalló (Gandía,

Valencia), donde se habían exhumado piezas connuevos elementos para enjuiciar mejor el arte de lasestaciones meridionales. Pericot distinguía en la seriedel yacimiento valenciano niveles Auriñaciense su-perior, Solutrense inferior, medio y superior, un cu-rioso Solútreo-auriñaciense y los Magdalenienses 1 aIV; estas industrias permanecían bien caracterizadasen lo lítico y óseo, siendo novedad la presencia demiles de losetas decoradas. Las pinturas y grabadosmobiliares aparecen en todos los horizontes cultura-les, con espléndidos testimonios artísticos de ampliadiversidad técnica e iconográfica. La colección mue-ble de Parpalló era muy paralelizable en el orden for-mal con los excepcionales repertorios parietales delsur peninsular, circunstancia advertida por Pericotentre zoomorfos de La Pileta, Ardales y algunas pla-quetas parpallenses.

Sin embargo, Breuil al culminar su síntesisdel arte rupestre pleistoceno (Quatre centssiéclesd’ant pariétal) no parece otorgar demasiada impor-tancia al enorme caudal de información crono-esti-listica que emanaba de los sedimentos dc la gruta va-lenciana, pues apenas apuntó la semejanza entreciertos cérvidos grabados de Doña Trinidad y losetasde Parpalló.

En la misma línea se inscribe Giménez Rey-na cuando edita su trabajo sobre La Pileta (1951), alno reconocer tampocoel interés del lote mobiliar dcLevante. Este autorlleva a cabo un resumen del estu-dio de Breuil, Obermaler y Verner narrando la histo-ria de los descubrimientos y da algunas pinceladas desu hipótesis del “primer ganadero” o la visión parti-cular del significado de los signos ovales tipo “tortu-gas”.

Es Jordá en 1955 quien empieza a valorarde manera explícita las posibilidades del arte parpa-llense. Plantea la contemporaneidad de motivos deLa Pileta y plaquetas solutrenses de Parpalló, sur-giendo así las discrepancias entre las nuevas pro-puestas cronológicas y las dataciones de Breuil, de-fendidas por éste incluso después de los hallazgos deParpalló.

Por esta época Graziosi publica su corpusdel arte paleolítico en el cual agrupa los yacimientostanto rupestres como muebles de la fachada del Me-diterráneo, desde -Italia hasta la Península Ibérica,bajo la etiqueta común de “provincia mediterránea”en oposición a las demás cavidades paleolíticas delárea clásica o “provincia franco-cantábrica” (referen-cias sobre el estado de la cuestión cf Fortea 1978,Villaverde 1988-1992, Sanchidrián 1992a).

Un paso hacia adelante en la toma de con-ciencia del interés de las zonas marginales del artepleistoceno se produce en el Congreso Nacional de

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ARTE PALEOLÍTICO DELA ZONA MERIDIONAL DE LA PENINSULA IBÉRICA 165

1960, donde Giménez Reyna expone dibujos de ani-males parietales encontrados meses atrás en Cuevade Neija. Estos hallazgos son como si animasen areiniciar losestudiosrelacionadoscon las manifesta-ciones paleolíticas, puesto que en los años siguientesa la comunicacióndel descubrimientose acometenintervencionesarqueológicasdedistinta índoleen lasotras tresgrutaspaleolíticasconocidaspor entoncesen Andalucía.Así, Ripolí establecela cronologíare-lativa a travésde las superposicionesdel diverticulodel Santuario de La Pileta; Giménez Reyna y Lazaemprendenla excavacióndecuevade la Calao Suizoextrayendovariaspiezasqueconstituíanla oportuni-dad de atestiguaren Málagaalgunafase industrialdel Paleolítico superior cotejable con las obras parie-tales; igualmente, consecuencia de la labor de Gimé-nezReynaen D. Trinidad fue la traducciónal cas-tellano del primer artículo de Breuil ilustrado concalcos no muy fidedignos.

A mediadosde la décadade los sesenta,trasel óbitode H. Breuil, renacenlas cuestionesentomoa la fechadelartecuaternarioadmitiéndosela proba-bilidad de modificar los esquemas secuenciales. Eneste orden de cosas quedarían enmarcados los traba-jos de Almagro, Ripolí y Jordá.En esteestadoBel-trán y GiménezReynapresentanciertas novedadessobremotivos y técnicasinéditas de La Pileta, pro-clamandola necesidadde revisióndel conjuntoartís-tico de la cavidad rondeña. Fuera de nuestras fron-teras, Graziosi sistematizalas caracteristicasde a-quellos zoomorfos integrados en la provincia medite-rráneay Leroi-Gourhanpublica su síntesisdel artepleistoceno, donde acepta la regionalización medite-rránea de conceptualización similar a la franco-can-tábrica pero cuya definición cronológica es proble-mática.

En el primer lustro de los setentaaumentanlas aportaciones al registro iconográfico de adscrip-ción mediterránea por el hallazgo de las cuevas delNiño (Ayna, Albacete) y Toro en Málaga, a la vez seincorporaal conjuntoartístico paleolíticoandaluzlaprimera obra de carácter mobiliar: hueso de Cuevade la Mora en Jabugo(Huelva). Acabandola décadaDams edita sus trabajos sobre La Pileta, envueltospor una dudosa rigurosidad y mediocre calidad.

Pero sin duda,es Fortea(1978) quien ponelas bases para el estudio actualizado del arte paleolí-tico meridional. Este autor analiza la evolución artis-tica de las plaquetas de Parpalló, pasando revista conposterioridad a todas las estaciones mediterráneas enlas cuales aplica las conclusiones obtenidas de la es-tratigrafia valenciana.

Por nuestraparte, comenzamosen 1979 aexperimentar las técnicas fotográficas infrarrojas enfiguras de Cueva de Neija, donde pudimos observaralgunas obras pictóricas inéditas. A principio del añosiguiente documentamos las manifestaciones de cue-va Navarro que incrementaba a cinco los yacimientosrupestres pleistocenos de Andalucía. Motivados porlos nuevos descubrimientos decidimos visitar las- ca-vidades próximas al complejo cárstico de Navarro,apareciendo en cueva Victoria (Rincón de la Victo-ria) vestigios de ideomorfos muy asimilables a los dela cercana Cueva del Higuerón-Cala-Suizo. En losmeses iniciales de 1981 comenzamos el estudio y re-visión de E?. Trinidad, en Ardales, alcanzando unosresultados insospechados ante la avalancha de pane-les y galerías incógnitas. Después, tras la comunica-ción personal del Dr. Jordá de la existencia de unaestación paleolítica fuera de los comunes limites ma-laguefios, conseguimos al término de ese mismo añola documentación de cueva Morrón en Jaén, la cualtambién recibió la atención de otros autores (López ySoria 1983).

Más tarde continúa progresando el listadode enclaves artísticos y por fortuna alejados del nú-cleo malacitano. De este modo se publican los picto-gramas de Cueva de Malalmuerzo en Moclín pro-vincia de Granada (Cantalejo 1983). Alrededor deesta época Damsnos vuelve a sorprender con dos ar-ticulos de igual corte, uno sobre D~. Trinidad y otroreferente a Nerja.

Al final de 1985 llevamos a cabo una cam-paña de estudio sistemático del arte parietal en La Pi-leta. En el transcurso de 1986 dimos por concluida larecogida de datos de campo en Nerja, abordada añosatrás, presentando algunas noticias, un sucinto avan-ce y la novedad del primer objeto mueble con contex-to arqueológico procedente de las excavaciones delprofesor Jordá.

En los últimos tiempos diversos autores hancolaborado en el mejor conocimiento del Arte Paleo-lítico Mediterráneo y en concreto meridional, ofre-ciéndonos hoy en día un panorama prometedor. A ta-les efectos cabria destacar las aportaciones tanto mo-biliares como rupestres de Cacho y Ripolí en Ambro-sio, las piezas muebles con referencias estratigráficasde El Pirulejo estudiadas por Asquerino, y en la face-ta parietal los trabajos de Espejo y Cantalejo en Hi-guerón, Santiago con la noticia de una nueva cavidaddecorada en Cádiz, así como los singulares yacimien-tos de Peñas Blancas y Almaceta descubiertos porMartínez en Alme¡ia.

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166 JOSELUÍS SANCHIDRIAN TORIl

2. PORLAMIENTOPALEO-SUPERIOR

El arte de los pueblos prehistóricos no puedeser desligado de su contexto cultural ni analizado co-mo una disciplina aislada Para intentar entender elsentido del arte es necesario conocer a “nivel cotidia-no” a sus autores, así como el escenario donde desa-rrollaron sus actividades, marco cronológico, etc.,puesto que en definitiva las manifestaciones “artísti-cas” obedecen a un aspecto particular de la cultura deesos grupos humanos, siendo en ocasiones muchomás expresivo su estudio en el orden social que elhallazgo esporádico de ciertos artefactos líticos.

Por desgracia, en Andalucía son bastante li-mitados y escasos los trabajos emprendidos con el finde esclarecer la dinámica de las culturas wúrnuensesdesarrolladas en el territorio. La investigación se ha-lla en un estadio inicial y apenas tenemos secuenciasreferenciales, colecciones,.., y por supuesto descono-cemos con exactitud los factores paleoecológicos-c-conómicos-temporales.

La falta de excavaciones sistemáticas en de-pósitos pleistocenos ha motivado la paradójica afir-mación de Fortea sobre el Paleolítico superior anda-luz: “...dándose el caso insólito de que se conocemejora su ante que a susindustrias”. (Fortea 1986:73). Las líneas de estudio se han enfocado más en ladescripción de las obras artísticas conservadas en lascavidades profundas que en esbozar siquiera la seria-ción de los vestigios de las comunidades autoras deesas actividades rupestres. De este modo, carecemosde un soporte firme que dote al arte meridional de unsentido crono-cultural nítido.

Sin embargo, las perspectivas son esperan-zadoras. Si situamos todos los indicios topográfica-mente (ng. 1), nos sorprenderá el número y la dis-persión de esos datos que rellenan el sector meridio-nal de Europa, ofreciéndonos un panorama impensa-ble hace unas décadas. En los últimos años se reali-zan campañas arqueológicas y proyectos de investi-gación en algunos, pocos aún, yacimientos emblemá-ticos (Ambrosio, Carigílela, Nerja y cavidades de Gi-braltar) que en un futuro permitirán establecer, almenos, la añorada secuencia industrial para Andalu-cía. Pero, por el momento, seguimossupeditadosaseries y esquemas obtenidos fuera de las latitudesmeridionales, que aunque posibilitan encuadrar enmayor o menor grado los materiales andaluces, en-mascaranen cierto modo los presumiblesrasgoses-pecíficosde lasculturasde nuestraórbitaespacial.

Por tanto, nos serviremosde los modelosbien estructuradosy máspróximos al marcogeográ-fico en donde ahoranos movemos,tomando como

puntode referenciala dinámicade los gruposcaza-dores-recolectoresdocumentadaen el áreacentraldelMediterráneo peninsular, cuyos paradigmas recaenen las columnascrono-estratigráficasde Parpalló,Mallaetesy Beneito,entreotrasde menor espectro,dotadasde patronesextrapolablesa los repertoriosandaluces.Así pues,procuraremoscotejar las colec-cionesindustrialesconel panoramadel levanteespa-fbI, subrayando de nuevo la imposibilidad de cubrirla secuenciaregional debidoa la carenciade infor-mación.

Los comienzos de la ocupación paleo-su-perior en Andalucíano puedensermás problemáti-cos.Apanede lacuestióndel carácterretardatarioenla zona de los complejos industriales de afinidadMusteriensey/o la pervivencia del Horno sapiensneandentalensis,se ha argumentado en distintos fo-ros sobre un lote lítico coincidentea nivel tecno-ti-pológíco con el Chatelperroniense, pero sus funda-mentosno hansido lo suficientementeexplicitadosatravés de bases objetivas.

Nopodemosobviar enla discusiónunaseriede datos,envueltosen ese carizde imprecisióny a-puntalamientoque rodea la gran mayoriade las in-dustrias pleistocenasandaluzas,que apoyarian laexistenciaen estaslatitudesde algunosde los clási-cos repertorios materiales (líticos y óseos) del Paleo-lítico superior inicial. A tal efecto, citaremos un con-junto de piezas localizadas en Cueva Ambrosio o Te-soro (Vélez Blanco, Almeria) y procedentes de la co-lección Siret que Fortea (1973) atribuye al Auriña-ciense; asimismo, Botella (1975) menciona instru-mentosauriñaciensessubyacentesa la serieSolutren-se de este yacimiento, entre los que destacan “.. ras-padorescarenados,enhocico, hombrera,piezasconretoqueauriñaciensey azagayasconbasemásahor-quillada quehendida” (IFortea 1986: 69). Ya en laprovinciade Granada,en CuevaHorá (flarro), exhu-madas en las excavaciones de Pellicer, se ha señala-do cerca de una docena de piezas adscribibles tipo-lógicamente al Auriñaciense (Toro y Almohalla1979; Toro, Almohalla y Marín 1984), si bien la co-liunna recientemente obtenida no confirnió nada deesto. Pocas noticias proporcionan por el momento losniveles inferiores de la secuencia de Cueva de Nerja(Málaga), aunque por su posición estratigráfica pre-solutrensey cierto estilotipológico permitenhablaraJordá (1986) de un Auriñaciense si, sin aportarma-yores precisiones debido al escueto registro y lo cons-treñidodel áreaexcavadapor entonces;peroestamossegurosquecuandolos trabajosrealizadosseanpu-blicados, contaremos con un caudal de documenta-ción con el quecomenzara enjuiciarde otro modolos inicios del Paleolítico Superior. Igualmente, in-

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ARTE PALEOLÍTICO DELA ZONA MERIDIONAL DELA PENINSULAIBÉRICA 167

Egura 1.- Mapa de localizacionesdel PaleolíticoSuperioren Andalucía.1: Ambrosio; 2: Zájara;3: Serrón;4: Morceguillos;5: PeñasBlancas;6: Almaceta;7: Carihuela; 8: Horá; 9: Malalmuerzo;10: Pantanode Cubillos; 11: Ojos; 12: Neija; 13: Higuerón; 14: Victoria; 15: Humo; 16:Navarro; 17: Hoyode la Mían; 18: Bajondillo; 19: Tapada;20: Toro; 21: Zafarraya;22: Tajo deJoror, 23: Doña Trinidad; 24: La Pileta;25:Gorham;26:Motillas; 27: Paja;28: Chorrito; 29: Levante;30: Higueral;31: Arenosa;32: Ermita del Calvario;33: Máni,oles;34: El Pirulejo;35: Peñadela (irieta;36: Morrón.

cluiríainos la datación de la capa D de Gorham’s Ca-ve (Gibraltar) -28700 4 200 y 27860 + 300 B.P.(Waechter1964)-acordecon losprincipiosdela cul-tura materialdel periodoquecomentamos.Porúlti-mo, decir que la ausencia total de buriles y los ca-racteres técnicos modernos del “taller lítico” de ElChorrito (El Burgo, Málaga), nos obligan a desechareste yacimiento como paleolítico y más aún comoAuriñaciense.

Respectoal Gravetiense,ninguna excava-ción moderna ha detectado todavía depósitos adjudi-cados a esta industria. Comotal se viene sustentandoun lote descubierto por Siret en Cueva Zájara II(Cuevas del Almanzora, Almería) (Cacho 1980-1982-1983;Fortea 1986), consistenteen un efectivode 70 útiles entre raspadores, buriles, truncaduras,piezasescotadasy de dorso,y microgravettes.Tam-bién, con numerosasreservas,suelenencasillarseenesta etapa los escasísimos artefactos del nivel inferiory medio de Serrón (Antas, Almeria), así comola

puntaescotaday piezasdedorsodeCuevadel Higue-rón (Rincónde la Victoria, Málaga)(Lópezy Cacho1979)aunqueal mismo tiempo encajaríanjunto conlas puntas de pedúnculo y aletas viendo entonces unSolutrenseevolucionado,no obstanteel dilemaquedairresoluto dado la falta de contexto del material.

Por fortuna, el Solutrenseacreditauna ma-yor presenciaen la región, con un impactomáspa-tente en sus fasesfinales y repartido prácticamentepor todo el territorio administrativoactual, a excep-ción de las provinciasde Huelvay Sevilla. El Solu-trenseinferior no ha sido identificado, peroel Solu-trense pleno parece converger tanto en Nerja (Jorda1986; Aura 1988) como en Ambrosio (iRipoíí 1988).El nivel de la primera está localizado en la Sala delVestíbulo(capa8’ y 8) y de las campañasreseñadaspor el prof. Jordá se recogen entre otros instrumentosun fragmento de hoja de laurel, varias piezas bifacia-les y trespuntasde caraplana,así como unaproba-ble escotadura distal que tenderia a momentos más

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168 JOSELUÍS SANCHIDRIAN TORIl

recientes,y condatacionesabsolutasde 18420 + 530y 17940 + 200 B.P. que apuntan al Solutrense Super-ior (Jorda, Aura y Jorda 1990).

Mención apane merece la secuencia de lacueva almeriense (Ripolí 1988), que atestigua unacolumnaininterrumpidaintercalandocapasfértilesentre paquetes estériles. El depósito inferior, nivelVI, muestra un repertorio de Solutrense pleno carac-terizado por puntas de cara plana y hojas de laurel,fechado con una amplia desviación estandar en16950+ 1400 B.P. El nivel IV ostenta una cronolo-gía (16620 + 280 B.P.) que sintonizamejor con lasserieslevantinasrelativasa un elenco industriales-pecificadopor un descensode las puntasdecarapía-un, aumentode las bifaciales y la novedadde laspuntas de pedúnculo-aletasy las puntas escotadas:Solutrenseevolucionadoo Solutrensesuperior.El ni-vel que cierra la secuencia por el momento, datadoen 16500 + 280 B.P., plantea una etapa evolutivamás avanzada a la adyacente, prevaleciendo las pun-tas de pedúnculo y aletas y las puntas de escotadurafrente al utillaje foliáceo bifacial, atributos éstos delSolutrense evolucionado mediterráneo o Solutrensesuperior evolucionado como lo bautiza su excavador.

El resto de las estaciones solutrenses apues-tan por una clasificación en algunas de las etapas delSolutrense evolucionado. La infonnación que dispo-nemos de ellas resulta bastante designal, y la mayoriason encuadradas aqul gracias a los “fósiles directo-res”, puesto que desconocemos otros factores que a-yuden a su determinación.

En Almeria hallamos las piezas recuperadaspor Siret en Los Morceguillos (Lubrín) y Serrón (An-tas); de la primera provienen tres puntas escotadas yuna de pedúnculo y aletas, y de la segunda tres frag-mentos bifaciales, una punta con escotadura y otra depedúnculo-aletas (Jordá 1955; Fortea 1973, 1986).

En Granada contamos con tres enclaves, dosen cursode excavacióno análisisy otro inédito. Dela cueva de los Ojos (Cozvíjar) (Toio y Almohalla1985) se recuperó una colección lítica donde sobresa-le el grupo solutrense con puntas de cara plana, unapunta de pedúnculo y aletas esbozadas y hojas de lau-rel, en definitiva un claro Solutrense superior (siem-pre atendiendoalutillaje tipico). Un yacimientomuypeculiar es el asentamiento hoy en dia al aire libredel Pantano de Cubillas (Albolote) (Toro y Ramos1985), que tras dos campañas ha contabilizado 150útiles de entre miles de piezas líticas; de ese conjuntodecantamos un buen número de bordes abatidos y es-citaduras distales así como bastantes puntas escota-das y un foliáceo, lo que concuerda con períodos re-cientes del Solutrense evolucionado. Sin publicarpermaneceel efectivo Solutrenseextraídoen Cueva

de Malálmuerzo (Moclin), a pesar de conformar unode los mejores lotes de esta industria en Andalucía.

Parailustrar el SolutrenseevolucionadodeMálaga nos referiremos en primer lugar a los útilesdel Higuerón/Cala/Suizo/Tesoro (Rincón de la Victo-ria), dondesealsló, deun cúmulo importantede ob-jetos inconexos,dos puntas de pedúnculoy aletasjunto con otra de escotadura(López y Cacho1979;Fortea 1978). De estemismo horizonteparticiparíaCuevadelasVacaso Tajo deJorox (Alozaina);el re-gistro tiene su origen en accionesclandestinasperoMarquésy Ruiz (1976) diferenciaronprototiposlíti-cos quepostulanesacatalogación,en particularunapiezabifacial y unapuntaescotada.Ultimamentesehandadoa conocerunaspocaspiezasde revueltodelBoquetede Zafarraya(Alcaucín) (Barrosoy Hublin1991),sobretodopuntasconescotadurasy elementosfoliáceos;del mismo modoy tambiéndescontextualí-zadas, nombraremos una punta de pedúnculo y aletasasociadaa larninitasdebordeabatido(J. Ramos,co-municaciónpersonal)halladasenlos tramosresidua-les del complejo cárstico de Humo (Málaga), muypróximo a CuevaNavarroy en la zona deHoyo delaMía. Peroparapaliarel desasosiegocausadopor laprocedenciade losartefactosrelacionadoshastaaho-ra, vieneun extraordinarioefectivo lítico documenta-do a nivel estratigráficoen Cuevadel Bajondillo (To-rremolinos)(Marquésy Ferrer1992); entresusmate-riales hay un buen lote de puntas escotadasy unacentuadocomponentemicrolaminar,queharíapen-sarenunaadscripeiónSolútreo-GravetienseII.

En fechasrecientesla fachadaatlánticadeAndalucía,provinciade Cádiz,ha adquiridouna re-levancianotableal incorporarseal listadode estacio-nessolutrensescon cuatrositios. Los datos maneja-dosprovienendeprospeccionessuperficialespero,enunfuturo quedeseamoscercano,la excavacióndelosyacimientosnos ofreceráuna documentaciónnadasuperflua. Comenzamosla enumeraciónconun triorelativamentepróximo: Cubetade la Paja,CuevasdeLevante (Sanchidrián1992b)y Chorrito (no confun-dir con el topónimo malagueño)(Medina Sidonia-Benalup); las tres muestranentresusprototiposlíti-cosciertaspiezasquenosllevana definir la industriacomo Solutrenseevolucionado,al conjugar elemen-tos foliáceos(puntasde pedúnculoy aletas),utillajemicrolaminarde retoqueabruptoy unapuntaescota-dadescubiertaenLevante.El cuartodepósitogadita-no es Cuevadel Higueral(Arcos de la Frontera)(Gi-les et a/ii 1992) permaneciendosu estudioinédito,no obstantesabemospor los avanceseditadosqueconservaun nutrido Solutrenseevolucionado(conexcelentespuntasde pedúnculo-aletas)y quizástam-biénpleno.

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ARTE PALEOLÍTICO DE LA ZONA MERIDIONAL DE LA PENINSUL4 IBÉRICA 169

Porúltimo, de las provinciasno costerasdeCórdobay Jaén,señalamosvariasnoticiasqueapun-tan unavezmáshacia industriasdelosepisodiosepi-gonalesdel SolutrenseIbérico. Así, se confirma denuevoel hallazgode las característicaspuntasde pe-dúnculoy aletastantoen El Pirulejo (Priegode Cór-doba) (Asquerino 199lb) como en La Peña de laGrieta (Porcuna,Jaén)(Arteagaet alii 1993).

En trabajose intervencionespúblicas,ha si-do cuestionadalaatribuciónSolutrensede ciertases-taciones andaluzasarriba citadas (Ripolí y Ripoíí1992; Ripolí, Jornadas Anqueologia Andalucía1993).En particular, se planteala dudasobrelosre-gistroslíticos de Cuevadelos Ojosde Cozvíjary delPantanode Cubillas, fundamentandoel argumento

¡ en la ausenciade útiles con retoqueplanoy aducien-do quela puntaescotadade tipo mediterráneoadole-ce de unaacusadaperduración,y por consiguientesiestano se halla asociadaa piezasconel modoplanono debeser consideradacomo solutrense.Efectiva-mente,como ya hemoscomentado,no disponemosa-penasde otros elementosde juicio para las culturasdel PleistocenoSuperiorFinal queno seanlos deri-vadosde los caracteresartefacto-morfológicos,luegocuando podamos manejar los datos crono-estrati-gráficos, páleocconómicos,paleoambientales,etc.,inferidosde la analíticallevadaa caboen la actuali-dadde los enclavesen estudio,gozaremosde mayorcapacidadcon el fin de entablary sustentarel debate.Peroen el estadopresente,serianarbitrariaslas opi-nionesdescalificadorassobrelosyacimientoscitadosy no otros como por ejemploTajo de Jorox, Higue-rón, Serróno Zájara (siemprequebarajemossólo ladocmnentaciónpublicada),puesen el singular yaci-miento deCubillas sí estápatentela asociaciónreto-queplano-puntaescotada,y aunqueno existierapo-seeotros agentesqueorientanla adjudicaciónal So-lútreo-gravetiense1-Il/Solutrense Evolucionado II-Til/Solutrense SuperiorEvolucionado/Parpallenseocomo se quieracalificar, en concretolas piezasconescotadurasdistales. En cuantoal lote lítico de Cue-va de los Ojos, creemosqueno cabenrecelosa tenorde su magnifico conjunto bifacíal, donde prevalecenlas típicaspuntasdepedúnculoy aletas.

AA abordarel último complejo industrialpaleo-superiordiremosqueel Magdalenienseestabaubicadohastahacepoco exclusivamenteen la líneade costa, casi limitado a la provincia de Málaga y entornoa labahíade lacapital, cuyosextremoslo mar-cabanpor levante Nerja y poniente Gibraltar. Perolas excavacionesde Asquerino(1989-1991b)en ElPirulejo (Priegode Córdoba)parecenhaberpuestoderelieve un Magdaleniense regido por un fuerte con-junto microlaminar de dorso y una industria ósea con

varillas semicilíndricas decoradas, si bien los traba-jos continúan abiertos y no sabemos lo que nos po-drán deparar.

Hoy por hoy, sólo la secuencia de Nerja per-mite establecerla periodizacióny dinámicainternadel tardiglaciar en las latitudes meridionales de laPenínsulaIbérica(Aura 1986-1988).Este Magdale-niense andaluz se introduce plenamente desarrolladoalrededordel XIII milenio, compareciendoen susfa-ses finales o Magdaleniense superior mediterráneo,circunstancia que quizás obedezca al desmantela-miento de los paquetessedimentariosinfrapuestospor fenómenoserosivosde alta energía,queexplica-rían la inexistenciade depósitosatribuiblesal Mag-dalenienseantiguoen Andalucía(Aura 1988-1989).De cualquiermanera,quedapor dilucidar sobreunabaseestratigráficamásprecisalaevolucióndel Solú-treo-Gravetiensey su posicióncon relaciónal Mag-daleniense,ya quehastala fechanadamásqueNerjamantiene niveles magdalenienses superpuestos a lossolutrenses, aunque el contacto es erosivo y en estecaso no englobarían un conjunto Solútreo-Grave-tiense claro. Las largas secuencias prehistóricas acu-muladas en las dos salas principales, Vestíbulo y Mi-na, han corroborado unas importantes series pleis-tocenasqueencierrantres capasdel Magdaleniensesuperior en cada estancia, respectivamente los nive-les 5-6-7 y 14-15-16; las dataciones (Jordá, Aura ySordA 1990 -Nerja capa Mina-16: 12270 + 220 y12060 + 150 H.P.) expresanen líneasgeneralesunafecha afin a este momento industrial, que aquí se ti-pifleaenesenciapor unarelaciónR/B a favor de losburiles, una buena representación del grupo de utilla-je microlaminar, y la asociación triángulo escaleno ylos arpones (Aura 1986-1988).

Comohemosreseñado,la bahíade Málagaresultaserun territorio excepcionalenfunción de laslocalizacionesdevestigiosindustrialesmagdalexden-ses.Contabilizamoscuatroestaciones,todasexcava-dasdeantiguo lo cual mediatizacualquierestudiouobservaciónmetodológica.De este a oestetenemosen primer lugar Cueva del Higuerón, que donó dosfragmentosde arponessin referenciaestratigráfica(GiménezReynay Laza1964; López y Cacho1979).Muy cercanaa la anterior discurre Cueva Victoria(Rincón de la Victoria), que ha ofrecido otro pardearponestambién descontextualizados(Fortea 1973-1986).Algo máshaciaoccidenteestáHoyo de la Mi-na (ya en el término de la capital), el repertorioin-dustrial ke extraído a principios de siglo por Such(1919), quien concibió como capsiense un nivel infe-rior donde los elementoslíticos y óseostienden alMagdaleniensesuperior, comopudo detenninarFor-tea (1973). Del otro extremo de la bahía conservamos

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170 JOSELUIS SANCHIDRIAN TORTI

una azagayamonobíseladaasimilada al Magdale-niense(Fortea1973), quepresumiblementeaparecióen la actualidadincógnitaCuevaTapada(Torremoli-nos).

No nos resistimos a insertar, una vez más,unosdatosqueescapana la demarcaciónadministra-tiva andaluza,peroquegeográficamenteestáninscri-tos en el ámbitoque observamos.Se trata del yaci-miento de Gorhain’s Cave, nivel B, en Gibraltar(Waechter 1964), con unos elementosindustrialesque aprovechamospara completar la visión de lasculturasmaterialesdel tardiglaciar.

Restan reseñar unas cuantas colecciones demateriales que, bien por su escueta magnitud o porhallarse en estudio,no pueden ser clasificadas aún

dentro de los horizontes industriales sistematizados:capassuperioresprecerámicasde Carihuela(Grana-da), niveles 3-4 de Cueva de los Mármoles (Córdo-ba), y los indicios líticos de Navarro (Málaga), Are-nosas (Cádiz) y Tarazona II (Sevilla).

En un amplio sentido, hemos verificado laexistenciaen nuestrazonade los grandescomplejostecno-industríalespaleo-superiores;de un Paleolíticosuperior inicial intuido pasamos a las postrimeríasdel Solutrensecon unaextensareparticiónterritorial,paraacabarconbastantesejemplosdel Magdalertien-se superior ibérico recorriendo la costa meridional.De este modo, reunimosla información mínimayjustaparaapoyar,al menos, las definicionescrono-industrialesde las elaboracionesartísticas,premisaque añosatrásse antojaríaarriesgadae improbableen susfundamentos.

Por otra parte, en la fecha de redaccióndeestas páginas, disfrutamos de un total de 14 cavida-descon arteparietaly tresenclavesquehanofrecidola versión mobiliar. Luegoel artepleistocenolocali-zadoen nuestromarcogeográficodespliegalas dosvertientestradicionalesrespectoalaclasede soporte:aquelloselementosplasmadossobre las superficiesrocosas,engeneralcavidadescársticas,y losqueuti-lizan cantos,losetasy hueso.

Como comprobamos,Andalucía se ha con-vertidoen un núcleoimportanteencuantoal númerode estacionescon figuracionesparietales,pero porcontra, y quizáscomo consecuenciade insuficientesinvestigacionesy excavacionessistemáticas,el aspec-to mobiliar está atestiguado sólo en unos pocos luga-res,pues el ejemplaróseode Cueva de la Mora enJabugo(Huelva)manifiestaa nuestroentenderdema-siadasdudaspara hacerverosímil su atribución, re-clamandoun estudioy analíticaactualizadaparasol-ventarladisquisición.

Una primerapiezamuebleprocededel yaci-mientoalmerienseCuevaAmbrosio (Cachoy Ripolí

1987),aunquepordesgraciacarecedeposiciónestra-tigráfica.muestraun équidodeestiloen armoníaconel ambienteartísticomeridional.Por fortuna,el restode las colecciones mobiliares fueron extraídas de de-pósitos con basescrono- estratigráficas.Un lote deplaquetascompuestoporunosquinceobjetosha sidoobtenido en la serie sedimentariade El Pirulejo(Priegode Córdoba),sobresaliendouna losetaexhu-madaen una capaMagdalenienseque contieneunmagnifico prótomode cáprídoentreotras plaquetasde lecturaabstracta(triangulifonne,trazosparalelos,línea de doble curva, ...) (Asquerino1991). Asimis-mo, citaremoslos cantosdecoradosprocedentesdelos niveles magdaleniensesde Cueva de Nerja, entrelos que destacanunapiezacon trazadosserpentifor-mes múltiples (Sanchidrián 1986) y una plaqueta conhacesrectilíneosen una cara y un prótomo omito-morfo en la otra (Pellicer y Acosta 1986; Vallespí1990), datadas en el XIII milenio y encuadradas enel Magdaleníensesuperiormediterráneo;deestemis-mo horizonte son varios útiles óseos con motivos enV y zig-zags,así comouna probablecabezade cua-drúpedo.De las capassolutrensesprovienenvariasplaquetas con grabados estriados y evidencias de pig-mentación roja, fechadas en 18420 + 530 y 17940 +200 B.P. Paraacabareste capítulo, debemoshacermención de unos instrumentos de hueso magdale-nienses que conservan unos escuetos elementos figu-rativos: azagayade CuevaTapaday amonesde Cue-va Victoria, ambasenMálaga.

Los catorceyacimientosde arte rupestre es-tán ubicadosen un arco que abarcadesdeCádiz aJaén, siguiendoen general los plegamientoscalcá-reos béticos. Por ahora, el enclave más occidentalquedainscrito enlas sierrasgaditanas,la denomina-da Cuevade las Motillas (Santiago1990),sectordelcomplejo cárstico Motillas-Parralejo desarrollado en-tre Ubriquey Cortesde la Frontera.En la provinciade Málagacontamoscon la máxima concentraciónde grutas:La Pileta en Benaoján(Breuil, Obermaiery Vemer 1915). Doña Trinidad en Ardales (Breuil1921), Toro o Calamorroen Benalmádena(ForteayGiménez 1973), Navarroen el término de la capital(Sanchidrián1981), Victoria e Higuerón en Rincónde la Victoria (Brenil 1921; Espejo y Cantalejo 1989)y Nerja en el municipio epónimo(GiménezReyna1962; SanchidriánlSSlb-1986-1994).Continuandohacíaoriente encontramosen Almería las estacionesde PeñasBlancasen Escúllar (Martínez 1988), Al-macetaenLúcar (Martínez 1992)y Ambrosio en Vé-lez Rubio (Ripolí 1992). Los itinerarios interioresestarían jalonados por Malalmuerzo (Moclín) enGranada(Cantalejo1983)y Morrón (Torres) ya en laprovinciadeJaén(Sanchidrián1982; Lópezy Soria

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ARTE PALEOLÍTICO DE LA ZONA MERIDIONAL DE LA PENINSUL4IBÉRICA

YACIMIENTOS

Ambrosio

Zájara

Serrón

¡ Nlorceguillos

PeñasBlancas

Almacela

CariInicia

Horá

Ojos

Cubillos

Malalniuerzo

Neija

Higuerón

Vidoria

Humo

Navaro

H.Mina

Bajondillo

Tapada

Toro

7

2 3 4 5

JAEN P. Griega

Morrón

Zafarraya

Tajo Jorox

DoñaTrinidad

La Pileta

La Paja

Chonito

Levante

Higueral

Arenosas

Motí¡las

El P¡rulejo

E. Calvario

Mármoles

7

171

ALMERIA

GRANADA

MÁLAGA

CADIZ

CÓRDOBA

1.- Paleolítico Superior Inicial; 2.- Solulrense;3.- Magdaleniense;4.- Arte Mobihaiz5-Arte Parietal

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172 JOSELUÍS SANCHIDRIÁN TORTI

1983), sumándose en las últimas fechas la cavidadcordobesade la Ermita del Calvario en Cabra(As-quemo1991a).

Por otro lado, señalamosqueciertascuevasdecoradascatalogadascomo paleolíticasno superanconéxito, atenordelosdatosexistentesenestosmo-mentos,losexámenespropios paraesaclasificación;seríanlos casosde Palomay Tajo de las FigurasenCádiz, PechoRedondoy Gatoen Málaga, y St. Mí-chelenGibraltar.

Del análisis de todo este colectivo de sitiosartísticos,exceptuandolas cuevasquepermanecenenestudio(Motillas, Ambrosio y Ermita del Calvario),deducimos20 santuariosu horizontesfigurativosco-herentes,aisladosen función de sus factoresteeno-estilísticos, temáticosy cronológicos,de los cualesocho hallamosen La Pileta (A-B-C-D-E-F-G-H), unpardeellos tantoen NerjacomoenDoñaTrinidad,yel resto repartidospor las demás estaciones(San-chidrián 1990).

En resumeny como conclusión, los yaci-mientosandaluces(vercuadro)juntoconlosde Mur-cia y Albacete,jalonanel sur-suresteenlazandoconlos núcleos levantinos, facilitándonos un primer en-cadenamientoque ayudaráa observar los circuitosculturales.Asimismo,asistimosa un progresivodes-plieguedehallazgose investigacionessobreel Paleo-lítico superior en Andalucía, que produciránen unfuturo, que deseamosinmediato, un marco lo sufi-cientementeválido paraaccedera la comprensióndelas comunidadescazadoras-recolectoras/pescadorasque al final del Pleistoceno operaron en el sur de laPenínsulaIbérica.

3. FACTORES CRONOLÓGICOS

En el apartadocronológicohemos intentadootorgarunaclasificacióncrono-culturalal acervoar-tístico estudiado, en base sobre todo a los rasgos deestilo,paralelismosconobrasfechadasy lassuperpo-sicionesanalizadasen La Pileta. En dicho apartadoha sido de fundamentalinterésla secuencíamobiliardeParpalló,puespesea la problemáticaqueenvuel-ve un análisiscomparativoentrelas dos modalidadesdel Arte Paleolítico(mobiliary parietal) (Cf peCo-loque International dAn Pariétal Paléolothique1984; ColloqueInternationaldArt Mohilier Paléoli-thique 1987),creemossobradamentejustificaday ra-zonadaesa capacidaden la excepcionalcolecciónmueblevalenciana(Cf. trabajos de Jordáy Fortea1978; Villaverde 1988-1992).

Indiscutiblemente,Coya de Parpallóes unodeloslugaresparadigmáticosdel artepaleolíticoeu-

ropeo. Desdeel punto devista cuantitativosobrepasacon ventajalas clásicasestacionesde arte mobiliar,puessuscercade cinco mil piezaslo hacendestacardel resto de colecciones artísticas sobre soporte mue-ble. Pero el valor fundamentalde Parpallóradicaenel hechodequeeseelevadocúmulo de obrasestáali-neadoa lo largo de una secuenciacrono-estratigrá-fica, aglutinando de manera casi ininterrumpidaprácticamentetodas las etapasdel Paleolítico supe-rior, permitiendode estemodo establecerun análisisdiacrónicoy organizarla evoluciónartística,al me-nosen la zona,imposiblede llevar a caboenlos de-másyacimientosde estrechoespectrotemporal. Sí atodo estoaducimosquelas pautasfigurativasparpa-llensesobtienenun fiel reflejo enestacionesmueblesy parietalesde la órbita de influenciamediterránea,no dudaremosen calificarlocomoexcepcional.

En las últimasdécadas,un importanteequi-po deinvestigadoreshavolcadosusesfuerzosendes-entrañarlas especificidadesemanadasde la columnadeParpalló,desdelas distintasfacetasdeestudioquedemandaun enclavede este tipo y con una puestaapuntode susdocumentos;en el nivel quenosocupa,el artístico,cabecitar los trabajosde Fortea(1978),Villaverde y Marti (1984),Villaverde et allí (1986)yVillaverde (1988-1992).

La mayorpartedel arteandaluzse inscribeen ese mundo mediterráneoo ibérico, participandoen concepcionesfigurativas que en ocasionessor-prendenpor sus extraordinariasanalogias,cuestiónya advertidadesdelosprimerostrabajossobreel ya-cimientovalenciano(Pericot1942) y más tardesiste-matizadapor Fortea(1978). En efecto, los términosconvencióntrilineal, pico de pato con crineraenes-calón, extremidadesen arco o perspectivabiangularrecta,proyecciónde cuellosy cabezas,cuartostrase-ros triangulareso masivos,bovinoscon cornamentahaciaadelanteen 5’, etc.,sonalgunosdelos atribu-tos explayadosen los zoamorfosde Parpalló y quetan familiaresnos resultancuandocontemplamoselcorpusde artepaleolíticode Andalucía.Asimismo,anivel temáticosonobvios los contactos,conunafau-na cálidadondeabundanlos équidos,bóvidos,cérvi-dos tanto machoscomo hembras,y un conjunto deideomorfoscon signosplenos(cuadrangulares,trían-guliformes,circulares,retículas,...)y lineales(mean-dros múltiples y simples, haces rectilíneos,puntua-ciones...).Incluso lossistemastécnicoshallansusré-plicas respectivas,salvandolas disparidadesen latransposiciónde las técnicasa los diferentestipos desoportes,configuras pintadasy grabadas,en las tresgamascromáticasy de aplique similar (tinta planaymodelante,líneacontinua,etc.),aunquequizáseche-mos enfalta enlossantuariosmeridionaleselgraba-

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ARTE PALEOLÍTICO DE LA ZONA MERIDIONAL DE LA PENNSULA IBÉRICA 173

do de trazoestriadotancaracterísticode algunostra-mos parpallenses.Pero las fórmulasvalencianasnoquedanextrapoladasúnicamentea los lienzos roco-sosde las cavidadessureñassino tambiéna la ver-tientemobiliar, puesel cantode la capa16 deNerjasintonizagráficay cronológicamenteconlos motivosdel tramo final de Parpalló.Porconsiguienteel artepleistocenodel mediodiapeninsularcomulgaría,bajocriteriosqueintuimos másallá de lo meramenteesti-lístico, en granmedidaconlos parámetrosiconográ-ficos logradospor la serie mueblede Parpalló,almenosen determinadasetapasculturales.

Como dijimos, cadauno de los horizontesosantuariosfueron enjuiciadostemporalmenteal des-pejar sus atributos estilísticosy convencionalismosfigurativos, y contrastarloscon los documentosex-traídosde la secuenciamobiliar de Parpalló.Asiniis-mo, tambiéncolaborarona estefin algunassuperpo-sicionestécnicasde La Piletay en menormedidalosfactorestemáticos,que siempreverificaron las ase-veracionesderivadasdel estudiocomparativo.

Comoconsecuencia,podemoscomprobarlafrecuenciade los motivos bajo criterios diacrónicos,basadosen los enunciadosculturalesdiferidosen elexamenparticular de cadaestación subterránea.Laclasificacióninicial estáacordeconla seriaciónpro-puestaporVillaverde (1988),dondeel artepleistoce-no se orientahaciados ciclos figurativos, Solutrensey Magdaleniense,en los cualeses posibledilucidarsendosperíodos(antiguo y reciente)que coordinanlosdiversosestadiosindustriales.

Así pues, y teniendo presente la extensabandade indeterminación,pervivenciasy recurren-cias, las composicioneshomogéneasmeridionalesofreceríanla siguienteordenacióncrono-cultural.Dela fase antiguadel Ciclo Solutrenseanotamóstressantuarioslocalizadosen La Pileta e infrapuestosalos demás:los horizontesA, B y C; un cúmulo másnumerosoestaríaincluido en el Solutrensereciente,en concretoPileta-E y Pileta-Djunto con Nerja-A,Trinidad-A, Navarro,Toro, Almaceta,PeñasBlancasy Malalmuerzo, aunquelos últimos de la relacióntiendana episodiosiniciales.Pertenecientesal CicloMagdaleniense,estadiosrecientes,confirmarnoscin-co complejosfigurativos, o seaTrinidad-E, Nerja-E,y los horizontesde La PiletaF, Gy H. Nos sobraríantres estacionescon dataciónproblemáticamotivadapor distintaspeculiaridades:Morrón apuntaa etapaspleistocenasrecientespero los paralelosmobiliaresparpallensesla retrotraena fechasantiguas,Higue-rón denunciaunadisparidadestilísticay técnicaquesoportaun gradientecronológicode demasiadaam-plitud, y Victoria no acreditadatosconcluyentesparasu encuadretemporal. El resto de los yacimientos

quepermanecenen estudiopareceajustarse,a tenordelas noticiasqueconocemos,alaetaparecientedelSolutrense.

4. RASGOSESTILÍSTICO-FORMALES

La faunaandaluzaadscribiblea los estadiosantiguosdel artepleistocenomuestraunosprototiposbastantessimples. Los perfiles de los animalesserealizanen silueta absolutay en perspectivalateral,los cuerpossoportanuna fuertedesproporciónde lasdiferenteszonasanatómicas,másque nadaentre lacabezay el restodel contorno.Las extremidades,ge-neralmenteunaporpar, se resuelvenconescuetaslí-neasindicadorasde supresencia,sin sobrepasarnun-ca la mitad inferior de laspatas.Por supuesto,comovienesiendotradicionalen losesquemasdiacrórticosformales, carecen de detalles anatómicoscomple-mentariosy ningúntipo de despieceo modeladoin-terior, acostumbrandoa recaertoda la atencióndelartistaen el dibujo de la cabeza,la cual estádotadade los minimos atributosparafacilitar la identifica-ción zoológica del animal, muchasveces bastanteconflictiva como consecuenciade esaparquedaddeldiseño.

A medida que avanzamosen la evoluciónartística los modelosanimalisticos añaden mayorproporcióna las siluetas,equilibrandolas zonascor-poralesen un intento de acercarsea la realidad.Igualmenteacudenlos rellenosinternosy los despie-ces,centradosen la mitaddelanterao inferior de loscuadrúpedos.No obstante,pesea las innovaciones,elbestiariopermaneceestancadoen los rasgosarcai-zantesdel sustrato.

Tendremosque esperaral impactotardigla-ciarparadisfrutarde obrasde mejorfacturay cuida-do acabado,así como una liberalizaciónde las for-mas desestimandoel estricto “academicismo” solu-trenseparacolmataral animal devolumen,corporei-dad y verismo. Perosi los individuos estánrepletosde detallessuplementariosno pierdendefinitivamen-te cierta simplicidad, máspronunciadaen la mitadlongitudinal inferior ya que los bajosde los cuadrú-pedosapenasse modificany aúnno sabemosde nin-gúnejemplodepezuñaclara.

Desdelos primerosmomentosel listado deestereotiposquecondicionala morfologíafaunisticaes relativamentecuantiosoy diversificado. A conti-nuaciónescogemosaquellasconvencionesreinciden-tes envariosyacimientosy quepor tanto puedenserutilizadascomo mediadoresestilísticos, dejandoa-

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174 JOSELUIS SANCH[DRJAN TORil

bierto el análisisde ‘autoría” porotra parteevidenteen algunoshorizontesartísticos(pe. Pileta-A, en elcual zoomorfosde disparclasificacióntaxonómicasesubordinana normasconstructivasparitarias).

Uno de lospatronesmásrígidosdel reperto-rio faunístícosolutrense,referido en particulara losprótomosde équidos,es innegablementela fórmulaen “pico depato”. La versiónandaluzaestáconstitui-da por una mandíbulamuy sinuosaterminadaen unhocicorectilíneoqueimprimea la figura un claroas-

pecto“chato” (fig.2). En contraposicióna las cabezasen pico de pato nosencontramosconun esquemadetrazado máxilo-inferior arqueadoque posibilita unmorro redondeado,dandouna sensaciónde prótomoglobular; los ejemplaresmás significativosaparecenen Higueróny en un conjunto de equinosdel Hori-zonteA deLa Pileta.

~2c

h~c~A—]

NERJA LA PililA O’ TFJNIOAD PAWALIO

Figura 2.- Ejemplosdela versiónmeridional de prótonios equinos enpico de pato.

Prosiguiendocon los rasgosde las cabezasde caballoscabereseñarla importanciaque los artis-tasdelosciclosantiguosotorgana lascrineras.La u-sual crineraen escalóndescritapor Fortea(1978) laexaminamosen bastanteséquidos de nuestrocatálo-go, nombraremosa nivel ilustrativo varios ejempla-resde D

5. Trinidady dePileta-C.Al margendeestosindividuos clásicos,desvelamosuna modalidaddon-de el escalonamiento,o pasobruscodel perfil de lacrin ala líneanaso-frontal,es muchomássutil o me-nos ostentoso;a este grupo corresponderíanentreotros el équidode Malalmuerzoy algunossujetosdelHorizonteA deLa Pileta.

Silos equinossolutrensestiendena adoptar“inflexibles” cánonesestilísticos,en el casode lasciervas el “academicismo”llega a cotasinsospecha-dasal no permitir casivariacionessobreun únicoar-quetipo. Ya conocemoslas convencionalesmanerasde concebirla cabeza,la denominadaconvencióndetriple trazo (Fortea1978; Villaverde 1988-1992),lacual subdividimosen tresacepcionesa partir del po-limorfismo observadoen el amplio repertoriode D5.Trinidad: trilineal A (simple o abierta),B (cerrada)yC (compleja). Hastael momentonadamás Ardalespreservael subtipocomplejoo C, las otrasdosclasesse dispersanpor los santuariosdondedibujaronestetaxón animalistico;así, A en D5. Trinidad, Nerja yPileta,y B en Ardalesy Nerja.

Al relegar los prótomosy fijamos en loscuerpos de las ciervas también contemplamosnor-mascomunes,en concretola proyecciónexageradade los cuellos e incluso cuerpo, conviniéndoseenmodeloslongilíneoscuyo exponentemásdepuradoesla Gran Cierva Negra de IY. Trinidad, aunquelacualidadestá igualmenterepresentadapor otros e-jemplaresdel mismoyacimientoy Nerja(fig.3).

Figura3.- Modelos de ciervas longilíneas de Doña Trinidad y Nesja.

Los bóvidos tampoco desechandetermina-dasreglasquesubyuganla confecciónenvariascavi-dades,si bien los uros materializanmásconvencio-nalismosqueloscápridos.Estossuelenoptarpor unao doslíneascurvasdirigidashaciaatrásdefiniendolacornamenta.En cuantoa los bovinos despuntandemaneranotable las defensasqueadquierengranva-riedadformal peroal mismotiempola testuzpromi-nentey realzado,siendoesterasgoenalgunosproto-tiposmuchomásdistintivo quelaspropiasy caracte-rísticascuernas,comoseríael casodel uro mochodeNavarroy otros especímenescotejablesde PiletaC yE.

Por otro lado, acreditamosen un grupodesantuariosafines(Navarro,D5. Trinidad,Nerjay qui-zasPileta-E)una clave generalizadaparala elabora-ción delosbajosdelos cuadrúpedosy queno necesa-riamenteaprovechauna categoríaanimalistica ensingular, puesto que satisfacea bovinos, cápridos,cérvidosy équidos.Comprendela realizaciónde las

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extremidadesanteriorespor medio de dostrazosmáso menosparalelos,una línea subcurvilinealparaelvientrey las ancasacabadasde forma masivaen án-gulo o triangulifonne (fig.4). Otra modalidad algomás extendidaentrelas cavidadesy con mayorgra-diente cronológico sería cuando ambos pares deapéndicesfueron asumidospor esosdos trazossub-paralelossin cerrar,o seael trazadointerno de la mi-tad inferior del cuadrúpedose solventa con unaespeciede “M” tumbadaencajadaal restodela silue-ta de formaabierta.El restodel colectivopuederen-nirseentipos con componenteconvencionalun pocomás variado, como extremidadesperpendiculares(trazo inserto directamenteen el contorno),parale-las, en ánguloo “V” (convergendoslineasparadeli-nearlos brazuelos),en “Y” y en arco o perspectivabiangularrecta.Nota apartemerecenlas extremida-desde los cuadrúpedosqueexplorandistintosgradosdeanimación;por el momentosólo tenemosdosnor-mas: replegadasy en animacióncoordinadade “sal-to”.

Figura 4.- Modo convencional de construir las exlreinidades de algu-nos zoomorfos. a: Cáprido de Neija; E Ciervo de La Pileta, e Uro deNavarro; d: Cérvido de Neja.

Continuandocon los patronesconstructivosdela faunameridionaldebemoshacerunareferenciaa los llamadosmodosde despieceso modeladosin-ternos.De entradadiremosqueestosatributosno sedejanprodigarennuestroregistroiconográfico.Con-tamosconescasossujetosqueaglutinenensíalgunosde esosprincipios. Los dobles contornos parcialestiendena centrarseen la zonadorsalo arrancardes-de la cruz, las seriesde rectastransversalesal ejelongitudinaldel especimenpuedendiscurrira lo lar-go del cuerpoo limitarseal áreadel cuello,enciertoscérvidosexiste una línea mesial oblicuabien en elcuelloo en la cabeza,losdespiecesa tinta planare-saltanlos trenesdelanteros,el propio trazo mode-lante en un reducido lote de animales favorece elrealzadode varias zonas anatómicas(giba, grupa,bandacrucial, “cebraduras”,masamuscular,mancha

escapular...),y los escasosmodeladosabdominalesno llegan a definir la clásicaM tan emblemáticaenotraszonasdel artepaleolítico.

Respectoa las fórmulassobrela perspectivaindividual de los zoomorfos,domina la visión planao perfil absoluto,aunqueatendiendoa las defensasyorejas,y antela ausenciade ejemploscon dos paresde extremidades,podemoscalcularqueentrelos per-files de animalescon algún grado de desviaciónob-tiene una acentuadaresonanciala perspectivabian-guIar rectao visión torcida,admitiendotambiéncon-tadoscasosde biangularoblicua. Susfrecuenciasnoestán interrelacionadascon los estadiosculturales,pudiéndosereconocerla norma a lo largo de todoslos módulostemporalesconequivalentesparámetrosporcentuales.

5. ASPECTOS TÉCNICOSGENERALES

En una primera aproximaciónal registrografico distinguimosentredosmétodostécnicosfun-damentales,o seala pinturay el grabado.No obstan-te, en baseal cromatismo,los caracteresde rehun-dimiento y sistemasde aplicación,cada fórmula essusceptiblede subdivisión, pe. rojos, negros, ama-rillos, grabadodigital, ensurco,acanalado,simple...

Estas versiones técnicas se reajustancondistintasmagnitudesen las diferentescavidades.Lassustanciasrojas y negras surgen distribuidas porprácticamentetodas las cuevas,y por el contrario lagamade amarillosy losdiversosmodosde grabadossonexclusivosde La Piletay de DoñaTrinidad.Encuantoal binomio temático,es deciranimalesy sig-nos, en relacióncon cadauno de los agentestécni-cos, diremos que las abstraccionesdisfrutande unasupremacíafrente al complejo faunístico(por ejem-pío, en el registrode pintura roja el 95.4 % remiteaesquemasideomorfos).

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176 JOSELUIS SANCHIDRIAN TORIl

Todo el elencofaunisticopresentaunacon-siderablevariedadtécnica,y en generaltodaslas es-peciesfiguradaslo fueron concasi la totalidadde lasmodalidadesartísticas;en cambio,entrelos signossípercibimos cierto determinismo,pues varios tiposson siemprede un color o grabadoparticular. Delmismo modo,subrayamosla cualidadunitariadeca-da figura en cuantoque nuncarecurren a la polí-bicromíao a la dependenciade la pinturay el graba-do parasolucionarun motivoconcreto.

Desdeun punto de vista diacrónico, com-probamoscómo los dossistemastécnicosfundamen-tales,pintura y grabado,fueron usadospor distintascomunidadesseparadaspor una bandacronológicaamplia. Como consecuenciadeesto, esimposiblees-tablecerparael artemeridionalunaevoluciónbasadaen la incorporaciónde unau otra gamacromáticaomodalidaddegrabar.

Sobreel origen de las materiascolorantes,suscomponentesy recetasnadasabemoscon seguri-dad. En la actualidadnoshallamosinmersosen unaserie de proyectosanalíticos que nos conduzcanaconclusionesobjetivas a partir de estudios fisico-químicosy de dataciónradiométrica,de los cualeslos resultadosde La Piletaserándefinitivos tantopa-ralas manifestacioneswfirmiensescomo las post-pa-leolíticas.

Los artistasde las cavidadesandaluzastra-bajaronpor lo común sobre alturas de magnitudesmedias(entre71 y 200 cm.), referidassiemprea loslienzosverticales.Asimismoexistenexcepcionesquesobrepasanlos 200 cm., por ejemploenLos ÓrganosdeNerja y enLa Pileta, perolos paneleselevadosdeesta última cavidad procuransuficientes presasyapoyosparaaccedera ellossindemasiadasdificulta-des,si bien en algunospuntosla actividad artísticadebió discurrir con no poco riesgo e inestabilidad.Porotraparte,tambiénsonabundanteslos conjuntospictóricosennivelespróximosal suelodela estancia,pongamoscomo pruebavarios ideomorfosde Nava-rroy La Pileta,y sobretodo losgrabadosenlas carasdebloquesclásticosde Da. Trinidad, aunqueen estecasola altitud estámotivadapor la eleccióndel so-porte.

La localizaciónde motivos alrededorde lostres metros sobreel pavimentoen Los ÓrganosdeNerja conllevaríala permanenciaen eselugar de almenosdospersonaso el usode implementosadicio-nales, siendo por el momento el indicio que nosorientahacia la necesariapresenciade másde un in-dividuoal mismotiempoenla cueva,puesel restodecavidadesy panelespudieronhaber sido decoradospor un/a único/a artista, y ademásciertos espaciosconstreñidosimplican sólola labordeun/aautor/a.

Al margende las horas (?) estimadasendeambularpor los espaciossubterráneos,en la mayo-ría delas ocasiones,la estrictaintervencióndecorati-va no tuvo queconsumir excesivotiempo. Nuestrasexperiencias,nos demostraronque un/a artista ave-zado/aconuna fuentedeluz pobre,el colorantepre-paradoy denwcadoel soporte,puedepintarun cua-drúpedocompleto de unos 80 centímetrosde longi-tud enunamediade 120segundos.Así pues,un san-tuario pequeñocomo Malalmuerzoduraría su pro-ducción un mínimo de poco más de 10 minutos(tiempo efectivo); por otra parte,un complejoartísti-co de amplio volumen como Nerja, añadiendoeltiempodeprogresiónpor la cavidad,seríafactibleenunas6 horas,lo quenosconducea pensarque es po-sible llevara caboenunajornadade trabajola totali-dad de motivos del santuario,o tal vez, a lo más,tansólo serequierededosdíasparacompletarla misión,uno quizásparala exploracióno planificación globaly el siguienteparasuplasmación.Portanto,y si estofue así, deduciríamosun coste no muy elevadoparael grupo, al interveniren la confecciónartisticaa losumo dos de sus miembrose invirtiendo un par dedíasenjornadacontinuada(Sanchidrián1990-1994).

6. DIAGNOSTICO YORDENACIONESTEMATICAS

Todo el contingenteparietalpuedeseragru-padoendosbloquestemáticos,definidospor los zoo-morfos e ideomorfos.Referentea los animaleshemosaislado sólocinco especieszoológicas,aunqueprefe-rimos considerarloscomo siete modelosanimalísti-cos,por haberclarasdiscrepanciasa nivel estadisticoy funcional entre los sexosde los cérvidos. Así dis-tinguimos un elenco de zoomorfos materializadospor uros (Bv), caballos(Cb), ciervas (Cva), ciervos(Cvo), cabras(Cr) y pisciformes(Pz), a los que seañadenel acervo de especímenessin determinacióntaxonómica(1) por carecerde rasgosanatómicosquepermitansu filiación. Como vemos,asistimosa unaselecciónconscientede la faunapleistocenade climacálido, dondeestáausenteel bisontey otros cuadrú-pedoshabitualesen los lienzosrupestrespaleolíticosseptentrionales.

En cuantoa los signosla cuestiónse com-plíca.Al cotejarnuestroextensoconjunto de abstrac-tos con cualquierade las tipologíaspropuestasparaestaspeculiaresimágenes(Leroi-Gourhan,Casado,Sauvet,Corchón,...)enseguidatopamoscon dificul-tades,ya que por un lado ciertas elaboracionessonsolapadaspor categoríasformalesde índole superior,

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ARTE PALEOLÍTICO DE LA ZONAMERIDIONAL DE LA PEN?NSULA IBÉRICA

y por otro varias representacionescon fuerte poten-cial cuantitativono hansidorecogidasdemaneraex-plícita por ningún autor. Ante estascircunstanciascreemosoportuno confeccionarun listadoparticularparael artemeridional,en líneacon las grandescla-sificacionesgeneralesperovalorandoalgunosrasgosque de otro modoapareceríandifuminados.La tablatipológica es un cuadro abierto a nuevasaportacio-nes, la mayoríade los tipos sonflexibles y aceptan

¡ matizaciones,y estálimitada al partir de un métodosubjetivo(fig.5).

El cómputoactualde vestigiosparietalesdeorigenantrópicoasciendehastacercade los dosmildoscientoselementos.Estascifrassedecantancon unacusadodesfasecuantitativoentrelos dostemasbási-cos (animalesy signos),a favor dela modalidadabs-tracta frente a una escasarepresentatividadde losespecímenesfaunísticos:zoomorfos8.7%e ideomor-fos 91.2%del total. Del mismo modo, el registro fi-gurativo quedarepartido de maneradesigual entrelos 20 núcleosartisticos,acaparandotres santuarioslos máximosvaloresde la producciónglobal, en or-dennuméricoNerja-A(conel 29.3%del registroge-neral),Trinidad-A(20.8%)y Pileta-E(17.9%).

Trasun análisisdonde implicamosdos va-riablesbásicas(los totalesde santuariosy morfotiposfigurados), inferimos en primer lugar que no hayningúnmotivo constanteen todaslas composicionessubterráneas,lo queen principio noshablaríadeunafaltade uniformidaden el arteandaluz,induciéndo-nosa pensaren estructurasdistintasa lo largo de suevoluciónduranteel Pleistoceno.

Respectoa la dualidadtemática,animaleseideomorfos,disfrutamosde faunaentodaslas grutasy horizontesartísticosaexcepciónquizásde la malo-gradaCuevaVictoria. No obstante,juzgamosimpor-tanteel hechodela incidenciadezoomorfosentodoslos yacimientosy magnificamosel dato como propiodel fenómenoparietalpaleolítico,en sintoníacon elarte europeo occidentalde la época. Como contra-punto, encontramoshorizontesque casi desprecianlos signosabstractos,cuandolo común,a la vista delos porcentajesde todo el repertorio,es apreciarunabuenacifra de ellos e incluso sobresalirnumérica-mentedela fauna.

Ante esta perspectiva,es posible detallarunasistematizaciónde los santuariosa raízdelos te-masiconográficosplasmados,sobre todo al manejarfactoresde convivenciao rechazo.Barajandoel bes-tiario y su frecuenciaen las veinteunidadesgráficasprecisamosquelo usualseriala presenciade unare-ducida cantidadde especiesen cadauna, de tresacuatroclasesadmitiendo la discriminaciónentreeldimorfismo sexual de los cérvidos, esdecir enten-

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Figura 5.- Cuadro de formas ideoniorfas del arte meridional.

diéndosepor separadola ciervadel ciervo. De estaforma, si marginamoslos animalesindetenninados,novislumbramosningunacomposiciónqueconjuguelos seistipos zoológicosquecomportael registrome-

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178 JOSELUIS SANCHIDRIAN TORIl

ridional, lo cual recelaríaen cierta manerade laspremisasclásicas.

Despuésde una visión global de las dife-rentesdistribucionesde loszoomorfospor los santua-rios, podríamosanunciarla jerarquizaciónanirnalis-tica de estos,dominadospor el uro, la cierva, el pis-ciformey en menor medidapor la cabray el caballo.Parecencoexistir trespatronesesencialesen la faunadentro de los complejos iconográficospleistocenos,en uno priva el uro, en otro actúade protagonistalacierva y un terceropresididopor las imágenespiscí-colas.El inicial establecimientodeestaorganizaciónenfuncióndel animal primordial se nosrevelaescla-recedoradesdeun enfoquediacróitico, al corroborarcomola vigenciade losbovinosresistetodoel espec-tro temporal, ciñéndoselos santuariosde ciervasamomentossolutrensesy, por el contrario, los quepresentanictiomorfos estánrelegadosa los períodosepigonalesdel Wúrm. A la vez, atisbamostresmode-los de composicionesencabezadaspor otros tantoszoomorfosaxialesquemanifiestanuna extraordina-ria diversificacióndelas grutasdeestaslatitudes.

Así puesy en resumen,tenemosuna ternazoológicaflindaniental dondeel animal axial puedeserasumidotantopor el uro como por la cierva,pro-vocandoen la mayoríadelas ocasionesunarivalidadacusada;de estemodo,planteariandosversionesdeuna misma fórmula: 10) uro-caballo+cabray 20)cierva-caballo-4-cabra. La primeraestaríarepresen-tadade forma nítida por Pileta-A, Pileta-Cy ciertaadecuaciónde Pileta-E; la segundala contemplaría-mos en la Galeríadel talvario de DoñaTrinidad yenun sectordeNerja-A.

Al igual atestiguamoshorizontesartísticoscon escasosespecímenesfaunísticosy un espectacu-lar derrochedeideomorfos.En estaotraclasedearti-culacionestambiénhallamos la dicotomía entre eluroy la ciervay la animadversiónentreellos, dándo-se la norma general de un único cuadrúpedoaxialacopladoa un cúmulo, en proporciónexagerada,devariadosideogramas.Los ejemplos que compartenestaspremisasson, con uro-signos:Pileta-E,Malal-muerzo, Toro y Navarro; y con cierva-signos:LosOrganosde Nerja y la composición unitaria de lasGaleríasAltas deDoñaTrinidad.

Otras veces, las coleccioneshomogéneasapenasempleancategoríasabstractasy el zoomorfoaxial sueleestarasociadoa varios individuosde unasola especie.Aquí no cabríahablarde la rivalidaduro versus cierva, puestoqueen Pileta-Bel uro secombinaconprototiposde ciervas,aunquequizáses-ta “anomalía” encuentresu explicación si observa-mosel fenómenodesdeun puntode vistadíacrónicoy entrevemosuna bifurcación temáticaen épocas

avanzadasdel Solutrense,con un alza de “rango” eindependenciadelas ciervas.Aparte del mencionadoHorizontePileta-B, eí bloque apareceríaconstituidopor Pileta-D quecontraponevarios cápridosa un so-litario uro (uro-cabras),y unaconcertaciónen la Salade las Columnasde Hérculesde Nerja en la cual uncérvidocentralestáenmarcadopor doséquidos.

Es posiblequeun par de horizontesde LaPileta(Pileta-Oy Píleta-H) crearanentreellos otrotipo de santuario,en el quesólointervienenlos bovi-noscomo animal primordial apoyadopor los ciervosy losmotivos enmeandros.

Porúltimo entraríaenjuegolo quedenomi-namoscomo “capillas” monotemáticas,con dos va-riantes:a)unaestrictamentemonotemáticay en con-sonanciano expresanadamás que una especiedcbestiarioy b) otraen dondeno plasmanningunodelos doszoomorfosconcapacidadde dirigir las com-posiciones,o seauro y cierva; estasegundaacepcióntiende a introducir un único ejemplarfaunistico alque incorporan varias elaboracionesideomorfas,CuevaMorrón, PeñasBlancasy la estanciade los ic-tiomorfosdeNerja-B comprenderíanlosconjuntosdela primeramodalidad,los monotemáticosrelativosloperfilanTrinidad-B,Higuerónexceptuandoel discor-danteéquidode la SaladeMarcoCrasoy Píleta-F.

En síntesisy deformaesquemática:

GR UPO animal axial-signos- SubvarianteBovino-Signos= Pileta-E global, Ma-lalmuerzo,Toro,Navarroy Almaceta(2).- SubvarianteCierva-Signos= Nerja-Órganos,Gale-ríasAltas deDolía Trinidad.

GRUPO triada animal axial-caballo1-cabra- Subvariantecon Bovino = Pileta-A,Pileta-C,Pile-ta-E sectorcentral.- Subvariantecon Cierva= SectorCataclismoNerjay CalvariodeDoñaTrinidad.

GR UPO animal axial-una especie- Subvariantecon bovino = Pileta-H (cierva), Pileta-D (cabra).- Subvariantecon cérvido = Columnasde Hérculesde Nerja(caballo).

GR UPO uro-ciervo +meandros- Pileta-Oy Pileta-H.

GR UPO monotemático- Subvarianteestricta= Nerja-B (pisciformes),Mo-rrón (cápridos)y PeñasBlancas(caballo).- Subvarianterelativa= Trinidad-B (pisciforme),Hi-guerón(cápridos)y Pileta-F(caballo).

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ARTE PALEOLtIICO DE LA ZONA MERIDIONAL DE LA PENINSULA IBÉRICA 179

7. PARAMETROSESPACIALESYFUNCIONALES

7. 1. Adecuaciones inicro-espaciales

Al estudiarcada una de las composicionesartísticasesfactibleaproximarnosa las clavessegui-dasen losdiferentescamposefectivoso paneles.Pa-ra ello inventaríamosuna cifra cercanaa los tres-cientosgruposfigurativos, prescindiendode un con-tingente a nuestroentenderde pocaelocuenciaquehabría desviadolas tabulacionesenmascarandoencierta medidala información.

En principio extraemostres modelosde pa-neles (según las prescripcionesde Sauvet el alil1977): los quesólo cuentancon animales,aquellosque nada más poseendocumentosabstractosy losmixtos en los cualesse coordinanfauna y signos.Una simpleoperaciónpruebaque el 68% de los pa-nelesúnicamentemuestranideogramas,despuésel17% disponede diseños animalísticosy en el 14%convivenambostemasbásicos,es decirzoemorfoseideomorfos.En cuantoa la temáticatratadaen cadapanel,sin contabilizarel total de individuosquepar-ticipan, tenemoslos siguientesporcentajes:

N0 deTEMAS 1 2 3 45678

508 233 159 49 31 1 0 07

En consecuencia,lo cuantitativamentehabi-tual eslocalizaráreasproductivasde cortamagnitud,perocuandoencadenanvariosmotivos lo normalse-ría queagrupende dosa tres formasdiversas,porquelos ejemplosde cuatroy cinco tipos alcanzanuna in-cidenciapocosignificativa. Contrastandoestosdatos

• entrelas tres clasesde panelesreferidos, obtenemos• de nuevoesainercia en la claraproporcióninversa,

disminuyela frecuenciaa la vez queasciendeel nú-merode ejemplaresadmitidosen losgruposfigurati-vos. Es bastanteraro detectarlugaresdondese arti-culennadamászoomorfos,casisiempreestánacom-pañadosde signos, pero en los escasoscasosque lohacenes usual identificar de 2 a 3 especies;estospa-rametrossonaplicadospor igual en los panelesdiri-gidospor ideomorfos,puessi bien manejan8, 6 y 5categoríasdistintas, las sumas mayoreslas lograncuandoreúnen un par o una triada de ideomorfosdispares.En los panelesmixtos, suelesucederque laselaboracionesabstractasdominenen profusión al co-lectivo animalístico.

Al hilo de lo anterior nos interrogamosacercade la facultadasociativade nuestroámbitoti-pológico. En total hemos catalogadocerca demil

ciento cincuentaasociacionesbinarias, los dobletesasociativosfueron acuñadossalvandolas divergen-ciasdiacrónicasentrelascavidades,es decirdictami-nandosobrecomposicioneshomogéneasprocurandorechazarlas interferenciastemporales.

La capacidadasociativade cadamodelode-pendeen cierto grado de la cantidadde ejemplaresque consiguió confeccionaren el registro general,aunquesi existierauna tendenciao reglaasociativacomúnquedaríaevidenciada.La dinámicade asocia-ción viene dadapor su combínabilidadconotros su-jetos,y debemosdestacarqueningúntemaaseguralarelación con todos los otros morfotipos, quizásporseralgunosde ellos muyespecíficosde unacomposi-ción concreta.

Porotro lado, trasel establecimientode lasescalasasociativas,contemplamosa nivel algebráicoun repertoriode parejasposibles,de las cualesnadamásdibujaronel 46’6%, luego asistimosa una con-tundentereducciónde las posibilidadesaleatoriasve-rificadasenel inventarioactualde arteparietalanda-luz, y tal vez pudiéramosintuir determinadaselec-ción intencionalde los temasdobles.Perola frecuen-cia de esasparejasrealesesmuyanárquica:el 38’9%de las combinacionesdobles llevadasa cabopor losartistaspaleolíticoslas realizaronen 1 ocasión,un49’2% entre2 y 5 , el 73%con6 y 10 del totaldebi-nomios,el 2’4% de 11 a 13 y nadamásun grupo de4 dobletesque comportanel 2% sobrepasanlos 15casosfigurados.

Las parejasmás versátilesseríanaquellasecuacionesreflexivas de bastones,trazospareadosypuntuaciones.También0pta por unapresenciaacu-sadala asociaciónrecíprocadebastonesy trazospa-reados,así como la dicotomíaB-P y B-Rt. A conti-nuación repararíamosen otros paresreflexivos, losconstituidospor curvilineales simples y meandros(CS-CS y M-M). Porúltimo reconocemoslas dife-rentesversionesde puntuacionesy un pardepuntos,y la remisión progresivade los binomios TzPd-PI,TzPd-Rt,P-Rt,M-CS, Rt-Rt, TzPd-Py B-CS.Contodo, las unidadesiconográficascon más atributosasociativossonarquetiposabstractoslinealesy pun-tuacíones.

Peropor contrapartida,al procesarcadaya-cimiento, los binomiosmás proliferos no tienen sucorrespondenciaen la ocupaciónde unacifra elevadade cuevas,obviandoquizása B-B, puessóloun san-tuario puedeacaparartodo el efectivode un binomiosingular. Por esta razón es convenienterevisar lacuantíadelos binomiosenbasea los santuarios,paradesvelarsi experimentanalgún tipo de constanteenel espacioy el tiempo.Trasla tabulacióndelosdocu-mentostenemos:

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180 JOSELUIS SANCHIDRIÁN TORTI

N0 deBINOMIOS 1 3 8 22

N0deSANTUARIOS 6 5 4 3

Por tanto, no hay ningún binomio que seacapazde acaparartodaslas composiciones.La granpartede lasparejasasociativassólo fueron plasmadasen uno o dos santuarios.Nada más que 22 dobletesestánen tres grutasdistintas, cuandoel númerodesantuariosaumentadesciendenlos parescoinciden-tes. De estemodo, tan sóloel 11 ‘2% de losbinomiosrealesseñaladosencuentranubicaciónen treso máscomposiciones,y ello nosimpide hablarde unaten-denciao regla asociativabinariageneralizadaen to-doslossantuariosde nuestroterritorioy a lo ¡argodela evolucióntemporaldel arteandaluz.

Porconsiguientehabríaqueenfocarla cues-tión hacia las coleccionesartísticasisócronas,bus-candofenómenosquedespejenfórmulasbásicasrati-ficadaspor el mayorcontingentede santuariosposi-bles, circunstanciaséstasya vislumbradascon ante-rioridad. Cada santuariofuncionade manerainde-pendiente,sin comulgarestrictamenteuno con otro,las confluenciasquesin duda surgen soncomparti-daspor composicionesde datacióny patronesicono-gráficos equiparables,revelandoduranteel Pleisto-cenouna diversificaciónamplia deconceptosquepo-demosaislarenbloquessegúnfactorescronológicos.

Dejandoal margenlos principios de latera-lización, orientación,nivelacióny construcciónde lafauna,nos centraremosen unavisión superficial delas adecuacionesmáshabitualesdesarrolladasen lasdiferentesformasdeconcebirlos paneles.

No conocemosen el arte rupestreandaluzdemasiadosejemplosde lienzosdondeaparezcanva-ríos especímeneszoomorfos. El gruesode ¡os frisosnadamáspresentanun par de individuos, con inde-pendenciade su categoríazoológica. Casi todos lossistemasde agrupamientolo integransujetosfaunís-ticos heterogéneos,y suelen obedecera pautasdecomponentesimbólico o mitográfico más que dedi-carsea elaborarconjuntosde caracterespictográfi-cos; no obstante,aún podemoshallar escasosgruposartísticos que tal vez demuestrenalgunaclase deconjunciónescénica,como el afrontamientode cérvi-dos machos(Pileta-C) o la disposiciónconvergentedeun cervatoy unacierva(Trinidad-A) (fig.6).

Porotro lado documentamosun exiguo lis-tado de panelesmultifaunísticosconla normade or-ganizacióngeométricavertical, quecon creceseseltipo de articulaciónanimalísticamás empleadaporlos artistaspaleolíticosmeridionales.Usualmentees-tán confeccionadosa basede doszoomorfosde espe-ciehomogénea,aunqueaceptanexcepcionesde ma-

Figura 6.- Ejemplos de probables pictografias.

yor cantidady heterogéneas,éstassonpresididasporuna de las dosvariantesde animal axial sito ademásen el nivel superior,asimismoel sentidode orienta-ción es igual paratodoslos individuos de la compo-sicion.

Sobrelos panelesmixtos, en los cualesper-viven zoomorfose ideomorfos, los horizontessolu-trensesmás significativos radican en aquellossan-tuarioscon temáticasupeditadaal uro-signoso cier-va-siguos;dependiendodel animal axial la soluciónseríadistinta instalandoideomorfosplenoscircularesen los primerosy cuadrangularesen los segundos,sibien el patrón generalizadodefiende la plasmaciónde un sólo cuadrúpedoenvuelto por una pléyadeideomorfa,cuyascodificacionesespecíficasestánre-lacionadascon el grupo temático al quepertenezca.A modode recapitulaciónvalgan los panelescentra-les dc Pileta-E,Navarro,Toro,Los ÓrganosdeNerjay algunosconjuntosdeDoñaTrinidad.

En santuariosde fechamásreciente,pesealacentuadoabandonode losmotivos ideomorfos,tam-bién visionamosesa preocupaciónen remarcarconsignosun diseño zoomorfo,claro estáhancambiadolas categoríasque influyen enlos nuevosanimales.Aefectosilustrativoscitaremosel panelde Pileta-Fconun probableéquidoanexoa unaanialgamade pañosreticularesy la dualidadasociativacúprido-meandrosdifundida por algunos de los horizontes magdale-nienses(Pileta-Gy Pileta-H,y tal vezcon menosfor-tunaenHiguerón).

1<

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ARTE PALEOLÍTICO DE LA ZONA MERIDIONAL DELA PENINSULAIBÉRICA 181

Paraconcluir, repasaremoslos lienzos me-ramenteideográficos,o seadondecon exclusividadcoexistencreacionesabstractas.A esterespectosonbastanteelocuenteslos resultadosemanadosde losregistrosde santuarioscuyostemasbásicosmanifies-tanun sucintoelencofaunisticoy por contraun enor-me caudaldeideomorfos:Nerja-A, Trinidad-A,Pile-ta-E, Navarro, Malalmuerzo,Almacetay Toro. Enellos, frente al aspectocaótico de los panelesconideogramasprevaleceun mensajegráfico codificadoconsustanciala cada cavidado composiciónglobal,acotandoreglasesencialessupraestructuralescomu-nes.

De estamaneray trasun discursoanalítico(Sanchidrián 1993b) es posible hablar de ciertascombinacionesabstractasnormalizadasquebautiza-moscomo oraciones,las cualesrigen enalguname-didala sintaxisentrelos signosenformade epítome,concibiendonuevasecuacionesal ir sumandootroselementosgráficos siempreafinesa la sinopsisfun-damental,que nosestimulanen la ideade la presen-cia, al menos,depautascombinatorias.

Así, en el modelode CuevaNavarroacepta-mos en principio dos proposiciones:los mensajeshomogéneosy los mensajesheterogéneos.Los pri-merosexpresanlas posibilidadescombinatoriasde-tectadasentreelaboracionesdeunamismacategoría,pe. combinacionesde puntoso de bastones.En losmensajesheterogéneosse mezclan todos los tipossimbólicos o grafías y por tanto discernimosentreoracionesbinarias(de dossignosdistintos)y tema-¡las (detressignosdispares).

Los mensajeshomogéneosafilian las grafiasde máximopotencial asociativodel yacimiento, esdecir los puntosy bastones.Los puntospuedencon-sensuarseentresí de numerosasmaneras.Nosotrosextrajimoscincocódigoscapacesde sersubdivididos,la mayoría,en al menoscuatrovariantes.Con las le-tras SP indicamoslo queparaentendemosnombra-mos sintagmasde puntos o binomioshomogéneosde puntos,que no es más que la yuxtaposicióndedos elementosconfeccionadospor medio de puntua-ciones:

SN (a=P+3P,b=P+XSP)

SP2(a2P+JXP,b=2P+21P,c=2P+31P,d”2P+4EP)SP3(a=3P+XEP,b=3P+2ZP,c”’3P+3EP,d=3P+4ZP)SP4 (a’4P+1EP,b=4P+2EP,c=4P+3SP,&4P+4XP)

SF5 (XP+ZP)

Los sintagmasde bastoneso hacesrectilí-neos(SB) enNavarrosólo respondena dosformula-ciones:SRI (3B+3B)y SB2 (3B+ZB).

Lasconcertacionesbinariasheterogéneases-tán conformadasen su mayor partepor la asimila-ción delos distintoscódigosdepuntosy bastones,lasrestantesarticulanlos dobletesde las demásgrafías.Nadamás contamoscon tres tipos de oracionester-nariasheterogéneas;OT1 es la adiciónde bastones,puntosen líneasy trazospareados(EB+EP+Tr.Pd)y, comohacemosdeformahabitual,segúnelnúmerode hilerasqueconservacadaXi’ facilita hastacincosubtipos.La fórmula de estos tres factoresla intui-mos muy indicativa de la composición global delsantuario,por lo que la bautizamoscomo OraciónNavarro(ON. = OTL).

Al hilo de estoes posibleseccionarvariospanelescrípticosen clavesconvencionalesde menorcapacidad. En efecto, si observamoslos gruposNy. 12 y Nv.43 (fig.7), vemos como ambosgruposmantienenun mismo mensaje codificado, muchomás elaboradoen el segundoque en el primero. Sileemosla estructuradeNy. 12 reconocemosunaclaraOraciónNavarro(OTL) en la zonasuperiorderecha,a la queadjuntaronunasolitariasucesióndepuntosasu izquierda(enmarcadaenun rectánguloennuestrocroquis), convirtiéndoseen OT1IlLP. Hacia la iz-quierday másabajoconfeccionaronen negroel típi-co sintagmahomogéneode puntosSP4.A la derechay sobreun replieguerocoso,en mediode las creacio-nesanteriores,advertimosunaseriede bastones.Enresumen,la cábalaquedaríadescritapor (ON/1EP)+SP4complementadapor B, en desarrollo:(OTL-lil ¡lEP)+Si’4aaB.

El grupo Nv.43 muestralas mismaspremi-sas,aunqueaquí las oracionesNavarroacentúansuvalor con cuatrotestimonios, asumiendocada unotantasversionesde OTl como hemosverificado. Así,en el margensuperiorizquierdoplasmaronunaOra-ción Navarro III consu línea de puntos,a la derechaOT1 -V más la usual 1 LP, inmediatamentedebajounaOTl de tipo IV tambiéncon lxi’ y hacia la iz-quierda,algo másbajo,dosposiblesOT1-II o quizásuna más SP2b.Entre las cuatro oracionesNavarrodisponemosen negro del sintagma 5P4(de versiónc). Paraterminar,el grupo Nv.42, sito a la derechayadaptadoentreunosbordes naturales,nos continuael suplementode bastonesque faltaba, El esquemaglobal sugiereelde Ny. 12, y queensíntesissería:

4(ON/IXP)+SP4 a B

Sin embargo,Pileta-Eevidenciaotrasposi-bilidades.En primerlugarlas grafíassonmuchomásvariadas,ton prototiposúnicosde estehorizontepic-tórico. Sólo hemos cuantificado nuevepanelescon

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182 JOSELUIS SANCHIDRIAN TORTI

Figura7.-Desgloseen claves menores de dos paneles de Navarro con similar condición.

combinacionesbinarias;cuandoestudiamoslas ade-cuacionesternariaslos casossufrenuna drásticare-ducción hastacinco, entrandoenjuego nuevasnor-masy perdurandoparejasya clasificadasen el apar-tado binario.Otroscinco ejemploscontienenlas ora-cionescuaternariasy tambiénen ellas verificamosconcertacionesnovedosaso bien la participacióndegrafíassimplesy binomiostípicos. Así sucesivamen-te hastalas oracionesde ocho signos, conjugandosiempre oraciones conocidas (binarias, ternarias,etc.) conotroselementos.

Con todo, convenimosen que las grandescomposicionesde ideomorfosson provocadaspor laconjunción de los códigos sencillos repartidosporotrasunidadesiconográficas,y enconcretope. nues-tro panelPl.156 reúñeen si las mismaspautasfigu-rativas dispersasen pequeñosgrupos a lo largo delsegundotramodela Galeríadelas Serpientes(fig.8).

• Aparte de las combinacionesespecíficasob-tenidasenlos panelesal tabulartodassusrepresenta-dones,destacamosalgunasrelacionessignificativassin abarcarel registro gráfico global del lienzo. Deesamanera,la asociacióntripartita Int+T+PI (quecalificamoscomo OraciónPileta 1) apareceen va-rios sitios,y dependiendode un cuarto individuo, alcual sueleasociarse,proponetresvariantes:l~) rela-cionadacon un parde anguliformes,2~) relacionadacon una espiral-meandro,y 35) relacionadacon cir-culares.

Figura 8.- Secuencia de paneles normalizados a partir de la fórmulade oración Pileta-li.

1ca

•1

SP4

Nv.12 Nv.43-42

0V

SP4

Oración Navarro. SF4 C a

Oración Navarro, SF4 CB

Qn

Pisa

FONOO GALERÍA OE LAS $EflPIENTES

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ARTE PALEOLÍTICO DELA ZONA MERIDIONAL DE LA PENJNSULAIBÉRICA 183

Otracombinacióncon suficienteentidades-tá formadapor bastones,trazospareados,trazorecti-líneo aislado,rectilíneosparalelosalargadosy comocatalizador dobles rectas unidas en un extremo:TzPd+B+PI+Rt+U (OraciónPiletaII). Además,lascategoríasesencialesdel colectivo (bastones,rectilí-neoy dostrazosrectosasociados-tanto enversióndetrazospareados,doble rectaunida en un extremoocomodoslíneasparalelasalargadas-)sonfundamen-talesy actúancomo baseen numerosascomposicio-nesdeestehorizonteartístico.

En otras estacionesartísticasde la mismaórbitatemáticano huboposibilidaddedilucidar nadasimilar, sobretodo por falta de informaciónquehi-cieraverosímilel tipo de análisissistemático.Apartede estadificultad, las composicionestanto de Nerja-OrganoscomoDoñaTrinidad-A, Malalmuerzoy To-ro procuraríanun esquemaen armoníacon Navarroy Pileta-Eal catalogarTzPd,P y B; peroel precarioestadode conservaciónde las sustanciascolorantesno resisteun examenmetódicoquereafirmeunavezmáslo quevenimosinfiriendo.

En apoyo de la estrechavinculación entreNerjay Navarro,podríamoshablarde otros parentes-cos, al margendel semejanteordentopo-iconográficoy la paridaden susvalorestemáticos(comoveremosmásadelante),concretadosen la repeticióndevariospanelessimbólicos,por ejemplo ambos yacimientosacuñaronla fórmula PI+3P+ZP(doble líneaparalelaalargada,unafila de trespuntose hilera depuntua-ciones),o algunosde los sintagmashomogéneosdebastones(SB1 = 3B 4- 3B ó SB2 = 3B 4- 1 B), asícomootrosbinomiosmássingulares:SF2= 2i’ + Xi’.PorÚltimo, la Oración Nerja-Organosestábasadasobretodo enunatriadaesencialqueaglutinaun es-quemarectilíneosimpleasociadoa trazospareadosytres líneasparalelas(Rt+TzPd+3B),que,si supone-mos derivadoso al menos relacionadoslas doblespuntuacionescon los trazospareados,como así pare-ce sucederen algunosyacimientos,paralelizaríamoscon el grupoNv.21al conjugarRt+2i’+3B ó OT2adeCuevaNavarro.

A un lado de las pautasanteriores,los sig-nos de máxima fhcultad asociativa(puntos, hacesrectilíneosy trazospareados),de estebloquede cue-vas,prometenpor separadodirectricescombinatoriasinternas.Navarropermitetestimoniarun acervova-riado y normalizadoen la elaboraciónde asociacio-nes a partir de una sola clasede ideomorfos, sobretodo las combinacionesentresídehacesrectilíneosypuntuaciones,peroalgunasde esasecuacionesparti-cularessonpersonificadasa la vez envarios santua-rios con diversos gradosde frecuencia, lo que nospruebala vigenciadel esquemaenun entornoterrito-

rial más amplio fuera de las paredesde una únicagruta; serían entreotros los casosde los sintagmashomogéneosde bastones(SB1=3B4- 3B y 5B23B 4-

IB) quelo ratificanDoñaTrinidad ademásdeNava-rro, Neija-Organosy Pileta-E.Algo parecidoaconte-ce con las puntuaciones,aunqueno corroboramosenlos otros santuariostodaslas diadashomogéneasex-playadasen Navarro; sin embargouno de los bino-mios mássingularescomo es 5P2(2P4-IP)sí asegurasu resonanciaenprácticamentetodaslas composicio-nesdel bloque,estáenNavarro,DoñaTrinidad,Pile-

ta-E, Malalmuerzoy Nerja-Organos;el dobleteXP+IP concuerdaconcasi las mismascavidades.

Otro motivo de fuerte energíacompositivason los trazospareados.En Navarroeranunaparteindispensablede lospanelesmáscomplejosy un fac-tor integradoen la OraciónNavarro.En Nerja-Órga-nos su cúmulo y parámetrosasociativosdemandanun protagonismonotable.Tambiénlos ejemplaresdePileta(HorizonteE) sonmuynumerosos,si bien qui-zás en estacueva los trazospareadosexpresantodosu potencialsintáctico; poseenmúltiples funcionali-dades,puestoquesolitariossirvencomo “marcadoresespaciales’entre lienzosdecoradoso pasosentrees-tanciasdiferentes,asociadosen variasseriesejercenen panelesmixtos y abstractos,pero el aspectoquemásatraela atenciónes como agentecatalizadorpa-ra llevara cabosignosmásevolucionadosatravésdeprocesosepigénicosde integración,superposiciónyyuxtaposiciónconotrascategoríasesenciales.

7 . 2. Estructurastopo-iconográficas

Durantela segundamitadde siglo, sobreto-do desdelosestudiosde Laxning-Emperairey Leroi-Gourhan,la bibliografíaha argumentadocon profu-sión acercade la intrínsecarelaciónentreel soportesubterráneoy la figuración pleistocena,al igual quesobrelaprogramacióndelas representacionesartísti-cas. Al disociar esos caracteresen el repertorio desantuariosandalucesahora conocidos,nos asaltaeldesasosiegoal comprobarla relativamenteabundantevariabilidaden tan corto colectivo, pues si bien esverdadquedocumentamoscomposicionesordenadasbajo criterios “clásicos” (pe. Pileta-A o O -flg.9-) lagranmayoríase apartande ellos. Sin embargo,unaspocasgrutasrepiten unaspautasgeneralesbastanteparalelizables,conlo quetal vezpodamosextraeror-ganizacionescoincidenteshasta en niveles cronoló-gicos.

Cuandoexaminamoscadayacimiento,tuvi-mosla oportunidadderevisarla distribuciónespacialde los diversosvestigiosquealternana lo largo delmedio subterráneodecorado,poniendoderelieve las

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184 JOSELUIS SANCHIDRI N TORTI

A

Figura 9.- Secuencia topográfica de los paneles de Pileta.A y Pileta-tEl.

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ARTE PALEOLÍTICODE LA ZONA MERIDIONAL DELA PENÍNSULA IBÉRICA 185

áreasocupadasy la concentraciónde la producción,en definitiva la sectorizacióntemáticadel espacio.Los diferentescalificativosusadosparaclasificar laszonastopográficaso las secuenciasfigurativasen re-lación a los soportes,estabandeterminadospor lospropios marcos topo-iconográficosindividuales decadacavidad,pues lógicamentelas cuevasprofesanmagnitudes,formas y relleno litoquimico dispares,resultadode la génesisy evolucióndel cavernamien-to. Deestemodonosestremendamenteproblemáticoaplicar con valor universal los términos prescritospor Leroi-Gourhan,y asimismoconsideramosaven-turado el compartimentarel espacíode forma con-vencionaly a vecesarbitraria, puesel métodoen síconilevaun notableprocesode abstraccióny consus-tancialmentepérdidade información,ya quenuestraanalíticaactualno serviráparacaptaren toda sudi-mensiónlos maticesy componentesquerodearíanalfenómenofigurativo en el mediocavernícola.Lasan-tenorescircunstanciasmediatizannuestrasconclu-siones,aunqueno obstantetendremosque refrendaralgunosconceptos,dotándolosde mayorflexibilidad,fijándonosen cadacasoparticularmásqueforzarloshaciaunageneralización.

A continuaciónrelacionamosvarios casos,sin ser exhaustivos,que nos ofrecen un panoramaglobaldel fenómeno.

7.21. Santuariosdel SolutrenseAntiguo

El HorizonteA de La Piletacarecede ele-mentosideomórficosclaros; el panelcentral identifi-cadoa travésde un uro estáubicadobastantecercadel inicio de la composición,limitándoseéstaa to-mar tresespeciesfaunístícas.Los équidosadoptanu-na acusadaversatilidadfuncional, abreny cierran laestructuracióny a la vez acudena los pasos,facultadéstaalparecersólodemandadaporel únicoejemplarde cabra.El conjuntosustentaunacomposiciónum-tana(un sólo ‘panel central”)y dispersa,con un iti-nerarioamplio en una trayectoriaalternay un tramode accesoconsiderable.Su distribución croquizadasería:

El horizontei’ileta-B tambiénobedecea unatrayectoriaalterna,las áreasproductivassonmuy li-mitadasy dispersas,demarcándonosuna composI-ción múltiple con trespanelescentrales.Su esquemasecuencialmuestra:

Introduciría de entrada un especimendeéquido,varios metros adelantetenemosun prótomodecierva trilineal, despuésllegamosa los trespane-les centralescolocadosmuydistantesuno de otro ydesembocandoun parenlos fondos.La fórmulaaxialrepite la misma clave binaria, en la queun bovinococxisteen dosocasionescon ciervasy enla sobranteconun zoomorfoindeterminado.

711. Santuariosdel SolutrenseReciente

Cuandoclasificamoslos santuariosen basea su dataciónrelativay a la temáticaprincipal, yaatisbamosqueenciertomodoalgunascomposicionesavocaríanhacia similares fórmulas topo-iconográfi-cas;esdecir, algunasorganizacionesisoeronasmate-rializanpatronestemáticosy espacialescomunes.Es-to es particularmentenotorio en el paquetede cavi-dadescuya producciónes pletóricaen ideomorfosyescasaen zoomorfos, a pesarde la disociacióndelanimal axial tanto en uro como en cierva: Navarro,Nerja-A, Trinidad-A, Malalmuerzo,Almaceta,Toroy Pileta-E.

Grupo animalaxial-signos,subvariantebovinoEl santuariomássimplede todo el efectivo

esel conservadoen Cuevadel Toro o Calamorro,porsu conciso listado de representacionesy al mismotiempo remitir un esquemabásico que entendemosbastantenormalizado.Sufórmula sucintaendesarro-llo linealquedaría:

C b—Cv

C Bv Cb Cb—Cb

C r—C b /1

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186 JOSELUIS SANCH[DRIAN TORTI

Poseetres zonasproductivasnetasde esca-sasdimensiones,unadeentradarestringidaa unase-ríede hacesrectilíneos,la salacentralguardael temafundamentaldel yacimiento,cuyaversiónrespondeauro-signos (bovino y puntos), muy cerca espeleote-mas teñidosde rojo (ET) más un escaliforine(H), yal fondo del cavernamientoel efectivo se reduceados arquetipossimbólicos. Así pues,comprendeunatrayectoriacontinuacon una composiciónunitariaynuclear.

Un poco máscomplicadoresultala cuevadeMalalmuerzo.Tampocoaduceun excesivocúmulode manifestacionesrupestres,peroéstasson másdi-versificadas.El esquemasimplificado se revelaríaco-mo sigue:

Despliegacuatroáreasproductivasexplíci-tas concamposefectivosmuyconstreñidos,la prime-ra actuaríaen nuestrosdíascomo panelde entrada(suponemosla existenciade otros elementossoterra-dosenla actualidad)y estáresueltapor signoscircu-laresconfeccionadospor medio depuntuaciones,losgruposde “paso” lo perfilan, como motivo significa-tivo, un équidoy varios ideomorfosque dibujan unaspay líneasde puntos;en unagalería lateral o “di-vertículo” plasmaronun friso de manchasrojas sobreconcrecionescenitales(ET) y otro modelo circulardelineadopor digitaciones;la sala másespaciosare-tienela últimazonaproductivaconel animal axial alfondo, de nuevoel uro, y otras hilerasde puntuacio-nesensusaledaños.Conesto,Malalmuerzodefiendeel mismo tema que la cavidad comentadaanterior-mentey a la vez unacomposiciónunitariay nuclearrondandoun mismosectorde la cueva.

Tenemosaúnotro yacimiento,CuevaNava-rro, quecasi retomala clave de los doscitados.Estagrutaexpresatambiénuna composiciónunitaria, in-tensivay nuclear, al emplazarla mayoríade supro-

ducción en una cortaestancia,insertandoasimismoel tema ya aludido de uro-signos.Discrepade lossantuariosprecedentesal intercalarmayor cantidadde motivos,aunqueredundaen casi los mismospro-totipos quehemosvisto en Toro y Malalmuerzo.Ensíntesisobedeceríaal siguientecroquis:

Al presidirel conjuntounaacentuadaconti-nuidad,es muy problemáticodiscernirentresectorestopográficoscon especializaciónfigurativa; sin em-bargo,la únicafiguraanimal fue situadaenel centrode la composición,envueltaa su vezpor una grancohorteabstractade P y 8; a ambos lados del zoo-morfo pintaron,en un margensignoscircularesy enel otro un ideogramaen aspa;por otra parte, unacoordinaciónespecialde símbolos(OraciónNavarro)sonadosadasen las paredeslateralesde la sala; lospanelesde entraday fondo estaríansolventadosporsendosgruposde puntuacionesy algunosespeleote-masteñidosderojo.

A pesarde queCuevaAlmacetasólo contie-ne un par de panelesdocumentados,su disposicióngeneraly los elementosintegrantesde los mismosnosobligan a encasillaríaen este apanado.Efectiva-mente,prótomoequinoasociadoa un rectilíneosIm-píe,espeleotemasteñidos, alineacionesde puntosa-dosadosal eje longitudinal de pliegues parietales,puntuacionesy signoperpendicularannonizanconelregistroy el ambienteiconográficode las cavidadesmencionadasaqui.El problemaradicaen la ausenciade un modelo claro que asumael papel de animalaxial (uroo cierva), peroquizásen un futuro tras laexploracióny eliminaciónde losdepósitosarcillososqueobstruyenel accesoa otrasgalerías nospropor-cionealgunasorpresa,o nuevosjuicios parasuvalo-ración definitiva. No obstante,un croquis lineal desusmotivos pictóricospareceratificar lo queapunta-

OndónNavan

yo

OradónNavarro

P/E

T

O—Cb~~TrP

T—O

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ARTE PALEOLITICO DE LA ZONA MERIDIONAL DE LA PENINSULA IBÉRICA 187

mos, puescompáresepongamospor casoconla se-cuenciadeMalalmuerzo:

Siguiendocon los santuariosdedicadosaluro acompañadodeideomorfos,y continuandoconelordendecomplejidad,llegamosal HorizonteE deLaPileta. Disfruta de la bastaahora habitual fórmulabase,si bien incorporacategoríasabstractasdescono-cidasy cantidadespoco usuales.El itinerario discu-rre por dos galeríasy consigueunamagnituddesta-cada. Igualmente,Pileta-E desentonaa nivel com-positivo de los santuariosantepuestosque suscribíanun único”panelcentral”, puesel yacimientorondeñoadmiteal animal dominanteen cuatrolugares,posi-bilitandounacomposiciónmúltiple.

De modoesquemático,la seriacióndel es-cuetocolectivofaunisticoseria:

Parafigurar la secuencialineal del hori-zonte artísticoque nosocupa, decidimosresumir almáximosusdocumentosdebidoa la enormeavalan-chade signosacumulados,seriandotan sólolos gru-poso diseñosmásilustrativos,de lo contrarioel es-quemaresultadauna reiterativay auténtica cábalanadaesclarecedora.(Hg. 11).

• Paneles con Uro

• Paneles con Integrado

A Oración Pileta-li

U Trazos pareados ¡~¡ =4\+ (bit + T + y)

Paraempezar,a lo largo de la trayectoriacontamosen cuatrositioscon el animal axial (uro).Los tresprimerosconcurrenen unazonacontiguaymanifiestanindependientementeuna triadadeboví-

nos asociadosa otros morfotipos: ® Bv-B-O-i’l,(2) reajustaríala mismaclave esencialengrosadaconotros modeloscomo trazospareadosy quizásun as-pa, si identificamosasí a unasuperposicióncruzadade dos ejemplareselipsoidales(Bv-B-O-PI----TzPd-T), (3) asegurala concertacióndetresespecieszooló-

gicas distintas,o seaBv-Cb-Cr. El cuartouroresideal fondo de la red topográficaprincipal, ce-rrandola trayectoriasuperior,y encontradesuscon-géneresprefiere estar solitario sin otros motivosalrededor.

En su momentoya constatamoscómo lostrazospareadosadquiríanenestehorizontedeLa Pi-leta un protagonismosingular,favoreciendola solu-ción de otros prototipos gráficos tras procesosdeyuxtaposicióne integración(Sanchidrián1 993b).Pe-ro al mismo tiempoparecenejercerdeacotadoreses-pacialescuandooptanpor estaraislados,puesabreny cortanel santuario,“señalan” los estrechamientos,cambiosdeestanciaso extensasáreasproductivas.

Aparte de los panelescentralespresididospor los bovinos,el HorízonteE de La Piletadisponede gruposfigurativos articuladospor ideomorfosqueinsinúanuna subyugacióna estructurascodificadas.En estalíneacabemencionarlosconjuntosreseñadosen el croquispor un triángulo, en los cualesoperanhacesrectilíneos, trazospareados,paralelasalarga-dasy paralelaunida en un extremo-OraciónPileta-(B-TzPd-PI-U), combinaciónquesurgesola aunquetambiéninscritaenfrisosmásevolucionados.

Con un cuadradoindicamoslos lienzosqueacuñansignosintegrados(frt), contabilizandoun to-tal de cinco paneles:uno próximoal principio de lacomposicióny otro en un camaríntambiénal iniciodel santuario;el tercerolo pusierona la entradade lagalería lateraly muestraun signointegrado, un cru-ciforme o perpendicular (T2), angulíformesy unaco-rrelaciónA (OraciónPileta); los dosrestantesse lo-

calizanenlos sectoresterminalesdela Galeríade lasTortugasy de las Serpientes,recurriendode nuevo

ensíntesisala fórmula, 3 0 peroenestasocasionescompartenel panelconfigurascirculares,o sea4 0y50 esiguala:

-lnt-T-V>4-04(OraciónPileta)+(Int-T-V)]+O

Grupo animal axial-signos, subvariante ciervaDespuésde observarel comportamientode

las composicionescon el temauro-signos,exmnina-remosquéacontececonla segundamodalidaddees-te lote o ciervas-signos.Porahorasólo hallamosdosyacimientoscon estascircunstancias,lascuevasdeNerjay DoñaTrinidad.

Cb/Rt— P ET— T Bv?

1 Bv Bv BvCb Cr—Cb BCr

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188 TOSE LUIS SANCHIDRL4N TORil

Figura II.

1

II—E 2— E/M/P/B - n—Ó)---~ ¡— ~—vj\---Ój-—Q)—i~—C7§jj)

ii-ii-WII II

00

Cr—1

Cr/CC/O — Cb

o-Ch

Cvo

6

Cb

Cr/CS/O

Figura ¡2.

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ARTE PALEOLÍTICO DELA ZONA MERIDIONAL DE LA PENÍNSULA IBÉRICA 189

El complejo Nerja-A es otro santuariodeprolongadoitinerario, elaborandouna composiciónmúltiple dedisparconcentraciónde imágenes.El re-cuentopictórico global deNerja acumulacifrascon-siderables,lo queharía imposible la fácil esquema-tizaciónespacialquevenimosensayando,por lo cualnosceñiremosa enjuiciarla faunay aquellosarqueti-posabstractosmásrepresentativos,sabiendoque losartistaspleistocenosinundaronprácticamentetodo elmedio cavericolade las galeríasinferiores contra-zos rectilíneosaislados(Rt) y concrecionescenitalesmanchadasdecolor rojo (ET).

Comopodemosapreciar(Hg. 12) el animalaxial, en estecasola cierva,despuntaen seis lugarescon atributos y estructurasdistintas. En principiomarginaremosel conjunto n0 6 por entenderloalgoposterioral restode las manifestaciones.Al igual co-mo sucedióconla composiciónmúltiple de Pileta-E,tenemosunospanelescentralesdondela ciervasóloconvivecon signosy otro dondelo hacecon especí-menesanimalesdiferenciados;inclusoambossantua-ríos sintonizanademásen el hechode dibujar unaveza su cuadrúpedoprimordial en solitario (Pileta-

y Nerja-A:(2) ). El grupo (1) englobaunaciervaen ver- sión prótomo relacionada con una cabezaabreviadade caballo, (3) sustentauna cierva casicompletaa- rropadapor cuantiososideomorfos,entrelos quesobresalenhacesrectilíneos,trazospareados,puntua-cionesy cuadrangulares(cierva-signos);en® existeotra ciervadecuello proyectadoal lado deun ciervo, dosprótomosequinosy un animal incom-pletoacéfalo(Cva-Cvo-Cb-I);por último, ® acogeun divertículo dondedetallaronenla paredde fondouna cier- va junto a un équido y un cáprido(Cva-Cb-Cr).

El principio y final dela composicióngene-ral vienemarcadopor un especimende caballo(aesetaxónpareceorientarseel indeterminadoinicial), y ala vez existendos conjuntosperiféricos, de paso ofondo, dirigidos por cápridoscon modeloscurvili-nealesy circularesdepequeñoformato.

Pero los “paneles centrales” (3) y (~)merecencomentariosaparte,justificados por las re-percusionesestructuralesqueconllevan. El segundofue colocadoal final de unacortaoquedadoriginadapor las carasde grandesbloquesgravitacionales,pe-ro antesdel panelconCva-Cb-Crpermaneceun gru-po pictórico en el cualdestacaun signoenaspa,asi-mismo pintarona la entradadel camaríndostrazosrectilíneosverticalessin llegaraefectuarun tipo Pl.Sustancialmentesusecuenciagráficasería:

Si recapitulamos,eseesquemaesmuyseme-

janteal enunciadopor Malalmuerzoy, como poste-riormenteverificaremos,casi idéntico al de GaleríasNuevasde DoñaTrinidad. En otroordendecosas,elelementoen aspa(T) tambiénse acoplabaen Nava-rro (próximo al panel central), Almaceta, MaJal-muerzoy Pileta-E.

La adecuación(3) de Nerja designaal sitioconocidocomo Los Órganos.Lo formanmásde cua-tro decenasde plieguesparietalesempleadoscomolienzos.En un pliegue del sectorcentral aparecelafigura de ciervaasociadaa puntuacionesy seriesdebastones,en susaledañosproliferan los trazosparea-dos, los hacesrectilíneosy losparesdepuntosacapa-rando los soportes longitudinales; tanto hacia laizquierdacomoenla derechadel cérvidoregistramosvarias figuras cuadrangulares.Aún en el sectoriz-quierdovemosun signoen T y enel margenmásha-ciael fondoelprototipo deun cáprido.

Si comparamosa distintos niveles las com-posicionesde Nerja-Órganosy Navarro se despren-den un cúmulo sorprendentede confluencias.Enprimerlugarelrepertoriodeambascavidadesesmuysemejante,cuantificandounosíndicestemáticosbas-tanteequiparables,puesel I.Zmes 1.3 enNavarroy0.7 para Nerja-Organosy los I.Sgrespectivos98.6 y99.2. Bajo unaperspectivaespaciallos dosse disper-sanenunaúnicaestanciade pocaamplitud, saturan-do deelaboracionespictóricaslos soportesparietales.En el ámbito de la organizacióngráfica, el animalaxial surgeenlasáreasproductivascentralesrodeán-dose de unapléyadede abstractos,los cualessuelenestarconstituidosenlosdossantuariospor hacesrec-tilíneos,trazospareadosy diferentesmodalidadesdepuntuaciones;a la vezlos dosyacimientosdisponende un símbolocruciforme. Las divergenciasestaríanpuestasde relieve a travésde los ideomorfosplenosque complementana los personajesaxiales,ya queen el ejemplodel uro de Navarro radicanen repre-sentacionescircularesy en la cierva de Los Órganosse resuelvenconcuadrangulares.

Las afinidadesentre las dos estacionesencuestióntiendena ir algo másallá, confinnandolamismaordenaciónsectorialconuna ititida lateraliza-ción de las manifestacionesa partirde un teóricoejeestablecidopor el zoomorfocentral, como enelcro-

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Figura10.- Croquis comparativo entre los temasbásicos y lateralizacién de Navarro y Ne,ja-Órganos.

quis esquemáticoanexo reproducimos(fig. 10). Esdecir, apartede los comunesparesde puntuaciones,bastones,seriesdobles de tres lineas-2(3B)-y trazospareados,los signos complejosestánuno a la iz-quierdadel cuadrúpedoprioritario y los demása suderecha,coincidiendoen la zona izquierdalas cate-goríascruciformes(TI y T2). Con todo, despejaría-mos una programaciónrecurrenteen las dos com-posiciones,en lasqueoperandiseñossimplesanálo-gosy cuyasdistincionesestaríandenunciadaspor suspersonalescódigos internos (por ejemplo OraciónNavarro)y la implantacióndela dualidadCva-Cuenlos conjuntosdedicadosa esteanimal y la de Dv-Oenlos santuariosencabezadospor bovinos.

Paraconcluir el epígrafede santuariosconciervasy signostrataremosdela CuevadeDoñaTri-nidad. Tendremosque distinguir entreel escenariosubterráneodesarrolladoen las galeríasinferioresoconocidasy el que se abre pasopor los conductosnuevoso galeríassuperiores.

El santuarioinferior abarcauna trayectoriacontinuaconáreasproductivasdesigualesenfunciónde la intensaexplotaciónde los soporesy composi-ción múltiple. Proponetressectorestopográficosbiendeterminadospor lamorfología cársticay por sues-

pecializaciónartística.Deun lado la zonade entradadondeabundanexclusivamentegruposdeP, E y es-peleotemasteñidosde rojo; las galeríascentralesylateralescasi repiten monótonamentelosmismos di-señossimbólicos; el sectordefondo es quienpolarizatodo el elenco faunistico, tanto de animalesaxialescomo secundariosy/o complementarios(équidos,cá-pridosy ciervo).El esquemalineal muy simplificadoresultaría:

Las composicionescon ciervas se reiteranenbastanteslugares,pudiéndosematerializarde ma-nera aislada, en asociacióncon signoso bien conotrosejemplaresde su mismaespecie.En la caraver-tical deun clasto grabaronuna cierva completacir-

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NavarroNerja

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ARTE PALEOLÍTICO DELA ZONA MERIDIONAL DE LA PENINSULA IBÉRICA 191

cundadapor ideomorfosrectilinealesy un tipo CuSdelantedel hocico, haciendo hincapiéquizás en lanormaCva-Cu.

En la otra zonadecoradade Dt. Trinidadvemosuna composiciónunitariadiferenciadade lasdel restode la cavidad,pero propiciadapor laciervaen peculiar ecuacióncierva-signo(Cva-Cu). Su si-nopsisnosdemostraríalas siguientespautas:

O/Rt T~B/OO CvaCu

El panelprimordial se plasmaal final de lasecuencia,lo cual le haceconectarcon la modalidaddel tramo inferior de la misma cueva,pero tambiéncon Malalmuerzo y una sucinta galeria de Nerja(composición® ). Esconestasdosúltimascoleccio-nespictóricascon quienesarmonizaconmayorsegu-ridad, puesal cotejar sus esquemasacreditamoslapresenciainsistentede la categoríacruciforme(TI óT2) como elementode pasoo anterioral panelprin-cipal de fondo; a la vez, Malalmuerzocomenzabaelsantuarioconmorfotiposcircularescomoocurreaho-ra en D5. Trinidad: el panel inicial reúnea O y unrectilíneo,el aspaen el medio,un grupo dondeparti-cipanhacesrectilíneasy otros circulares,y paraaca-bar el cuadrúpedoemplazadojunto a un rectangular;los circularesde menorentidady magnitudactúandeforma secundaria,al igual quesucedeenNerjadondeesasabstracciones(00 de pequeñoformato) se res-tringen al fondode un ramalu oscilan entrelos con-juntosquemantienenel animal axial.

En síntesisy a modo de resumen,diremosquesegúnla trayectoriade las cuevasde esteaparta-do podemosdesligarlas pequeñas(en tomo a los 100metros)deaquellasqueocupanal menos200 metros.Por un lado tendríamosNavarro,Almaceta,Toro yMalalmuerzoqueentrana formarpartede laprimeravariantey por otro a Pileta-E,Nerja-A y Trinidad-Aqueilustran la segunda.Estasúltimas, al margendeutilizar dispareszoomorfos axiales, en aparienciacompartenvariaspremisas.Por ejemplo, es curiosoque los santuariosde trayectoria extensadespliegantambién un tipo de composición múltiple en un tra-yecto con mayoro menorgradode continuidadpro-ductiva; al igual, esascomposicionesmúltiples perfi-lan panelesconel animalaxial almenosen tresface-tas distintas: I~) solitario, 2~) asociadoaotros especí-menesconausenciao escasezde motivos abstractos,y

3a) relacionadosconsignosquecircundanla silueta

del cuadrúpedo.Por el contrario, las cavernasde

trayectoriaabreviadapresentanunacomposiciónuni-taria, o seasólo cuentancon un panelcentral,si bienreincidenen el trazadocontinuosin zonasde tránsi-to.

Con referenciaa los santuariospertenecien-tes al tema uro-ideomorfos,estosprecisan,aunquedentrode susespecificidades,una coherenciaproce-dentede la plasmaciónde categoríasiconográficasparitarias.Asimismo, en los santuariosde ciervasylos de uros hay cierta uniformidadcompositivaconprototipos gráficos comunes: puntos, hacesrectilí-neos,aspas discrepandodel zoomorfoaxial y enla clasede signoplenoque losacompañan,encuantoque la tendenciaes adjudicarlos circularescenadosdegranmagnituda las grutasconbovinosy loscua-drangularesa lasciervas.

La ubicación de los panelescentralesenfunción de la trayectoriatambiénessignificativa,ha-ciéndolossusceptiblesdedividir en dosparcelasqueposeenademásbastantessimilitudes en la progra-mación de los motivos: a) panelesprimordialessi-tuadosal fondo dela trayectoria(Nerja, Malalmuer-zo y GaleríasAltas de Doña Trinidad), b) panelesprimordialessitos en las inmediacionesde la trayec-toria (Navarro,Toro, Nerja-Órganosy Pileta-E).

7.2.3. Santuariosdel MagdalenienseReciente

Cuandolas composicionesestánregidasporlas pautas magdalenienses,apartede la incorpora-ción de la faunapiscícolatanto en la modalidaddecapilla monotemáticacomo en los propios “santua-rios”, el animal axial continuasiendo el bovino vi-genteasí durantela evoluciónglobal del Pleistocenoy encontrapartidaconlíevala desaparicióntotalde laciervaen todassusfunciones.

Abrimos el siguientegrupocon el horizonterondeñoPileta-O por desplegaruna estructuracasisimétricacuandose esquematizay simplifica de ma-nerasecuencial:

Elige exclusivamentelas galerías lateralesde La Pileta.Las áreasproductivasrespondenenpri-merlugaraunacomposiciónunitariasitagrossomo-do en las inmediacionesdel trayecto,y a grupos decamposefectivos notablescreciendoa medidaquenosaventuramospor el santuario.

Bv

B~Cr~B Cvo B Cr__MM E MB

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El panelcentralexpresaun bovinocompletoenlazadoa un posible cérvidoen ocultantientopar-cial, envueltosen hacesrectilíneosamarillosde téc-mca tridigítal Estosúltimos signosdesempeñanunpapel catalizadorentre todos los espaciosy gruposartísticos,así estánimplicadosenel friso principal yal mismo tiempoen algunossecundarios,cuidandelos sectoresdepasoy abrenla composición.Porotrolado, antesy despuésdel friso con el uro, reconoce-mos dos panelesde similar conjugación pues conbastanteprobabilidaddibujarondos cápridosagrupa-dos con signos meandriformes,modelo ésteque seexplayaenel fondo de la composiciónponiendofinalal santuario.

Otro horizontepictórico de La Pileta, Hori-zonte-H, retienevarios de los principiosgráficosdelefectivoprecedente,no obstanteprocuraseralgo máspródigo e imbricado. Es el fruto de la cohesióndedos bloquestecno-estilísticosafines. Las áreaspro-ductivasnos manifiestanuna composición múltiple,con un parde lienzosprincipalesy camposefectivosque consumenextensassuperficies, tanto por el ele-vadotamañode lasfigurasanimalísticascomopor laalineacióndevariasde ellas. El esquemasecuencialreflejalas siguientesdirectrices:

Representadoasí, comprobamoscomo laaperturay final del sectorsuperiorviene marcadopor una mismaecuación,dondeincide un ictiomorfodegrantallay un prótomodecáprido.Los meandrosrecaensobretodoen frisos intermedioso depaso,re-lacionadosen ocasionescon animales (cabras).Unagaleríalateral recibiríauna parejade pisciformes,ypor otro lado colocaron dos paresde cuadrúpedos(caballo y cabras)antes de contactarcon el lienzoterminalen las galeríasinferiores. Los panelescen-traleslos intercalaronuno casial principio de la tra-yectoria y otro ¡imitando el fondo en las galeríaslaterales;ambosrequierende losbovinoscomo espe-cieaxial, vinculadosa personajesindeterminadosy

signos serpentiformes,los elementosdiscordantesconsistenen un cápridoausenteen el primeroy unciervoqueno apareceenel segundo:

(1) = Bv-Cvo-I-M y = Bv-Cr-I-M

Aparte de la innovaciónde la faunapiscíco-la, Pileta-IIconcuerdaengranmedidaconel registrodePileta-Oatravésde laconfrontacióndirectacápri-do-meandros(Cr-M), y un panelcentralconfecciona-do por mediode uro pleno orientadoa la derechaycon ocultainientoparcial de un ciervo en igual sen-tido.

Nosfijaremosahoraen el lote de elaboracio-nesqueconvenimosenllamar Nerja-B y Trinidad-E,las cualesconstituyendos ejemplosde “capillasmo-notemáticas”.Las dos refrendanal ictiomorfo comoúnicoprotagonistafaunisticodel repertorio,reprodu-ciéndoloseisvecesel primeroy nadamásuna el se-gundo,aunqueen ésteestánapoyadosademáspor i-deomorfoscurvilineales.

El campoefectivode Triidad-B cubreunasuperficierelativamenteextensa,consustancialal ca-nondel zootipoqueentraríadentrode los parámetrosde los pecesde Pileta-II. En el croquissucintotene-mos:

Conel recorridolineal los meandrosy arcosconcéntricosactúandepreámbuloal diseñoictiomor-fo ubicadoal fondo, sugiriendoquizás la secuenciaatestiguadaenelhorizonterondeñoPíleta-H.

El elenco de Nerja-E materializaun acervounitemáticocontrescamposefectivosincrementandolas magnitudesa la vez que nos adelantamosen ¡aestancia,operandoasimismoenun camposuinamen-terestringido(Sanchidrián1986-1994).

En síntesis,a lo largo de laexposiciónpre-cedentehemos asistidoavarias recurrenciasdentrode la acentuadavariabilidaddel propio medio conti-nentede las obrasartísticas,queal menoshanayu-dadoa entrevery describiralgunoscaracterestopo-iconográficosde nuestrossantuarios.

Pz/Pz

~ Cr¡M’ M—Pz/Cr

Wcb/cr— cr—.cr—Q

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