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Friedrich Hölderlin, Fiesta de La Paz, Trad. Gutiérrez Girardot

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Taducción de La Feiesta de La Paz de Friedrich Hölderlin

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Fr i e d r i c h h ó l d e r l i n

N A C I Ó E L 2 0 D E M A R Z O

D E 1 7 7 0 E N L A U F F E N ,

U N A P E Q U E Ñ A P O B L A ­

CIÓN A O R I L L A S D E L RÍO N E C K A R ,

A L S U R E S T E D E A L E M A N I A . S U

C O N D I C I Ó N S O C I A L Y F A M I L I A R L O

D E S T I N A B A A L S A C E R D O C I O L U ­

T E R A N O , Y PA RA T A L E F E C T O E N ­

T R Ó A E S T U D I A R EN L A F A M O S A

F u n d a c i ó n (St ift) d e T u b i n g a ,

U N A E S P E C I E D E S E M I N A R I O L A I ­

CO E N D O N D E F U E C O N D I S C Í P U L O

DE H E G E L Y D E S H E L L I N G , L O S

PA DRE S D E L I D E A L I S M O A L E M Á N .

S I N E M B A R G O , A L T E R M I N A R

S U S E S T U D I O S S E H I Z O P R E C E P -

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Fiesta de !a paz

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FRIEDRICH HÖLDERLIN

Fiesta de la pazT r a d u c c ió n y p r ó lo g o d e R a f a e l G u t ié r r e z G ir a r d o t

EL ÁNCORA EDITORES

Page 6: Friedrich Hölderlin, Fiesta de La Paz, Trad. Gutiérrez Girardot

Primera edición: El Áncora Editores Bogotá, 1994

ISBN 958-36-0000-8

Portada: diseño de Camila Cesarino Costa © Derechos reservados: 1994. Rafael Gutiérrez Girardot

El Áncora Editores A partado 035832 Bogotá. Colombia

Composición y fotomecánica: Servigraphic Ltda.Impreso en los talleres de Formas e Impresos Panamericana Impreso en Colombia Prinled in Colombia

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PRÓLOGO

Para Marliese,

“ Wem sonst als D ir? "

En un poema de 1837 preguntó Hölderlin a sus amigos por la causa que “perturba mi mirada solitaria” y respondió retóricamen­te: “ ...es débil impulso hacia el vuelo de Píndaro, es combatiente aspiración a la grandeza de Klopstock?” “Mi propósito” es el título de este poema desesperanzado que afirma en la penúltima estrofa: “...nunca alcanzo el / vuelo abarcador del mundo de los grandes. La / certidumbre del vano esfuerzo le arrancó un obstinado desafío a sí mismo: / ¡Mas no! ¡Arriba al magnífico sendero del honor! / ¡Arriba, arriba , en sueño incandescente audaz para a lc a n z a r ­los!, debo una vez también muriendo aún balbucear: olvidadm e, amigos” '.

1. “M ein V orsatz” , en H ölderlin , Sämtliche Werke und Briefe, ed . de M ich ae l Knaupp, Ed. Carl Hanser, M unich, 1992, t. I, pág. 43. En adelante se cita según esta ed ición con las siglas W W , e l tom o en número romano y la página.

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Q uince años después, H ölderlin alcanzó a K lopstock y a Píndaro po r el “sendero del honor” : con las odas “C hiron” , “G anim edes”, “La paz”, “La m uerte por la patria”, “ El río a ta­do”, en tre muchas m ás, llevó a la plenitud el género introducido por K lopstock, y con los llam ados “poemas tardíos” , cuyo len­guaje y dureza sintáctica reflejan la asim ilación de Píndaro hasta el punto de que se los suele llam ar “cantos pindáricos” .

Precisam ente los “poemas tardíos” abrieron el cam ino a la recuperación y al culto de Hölderlin en el siglo presente. Dilthey afirmó en 1910 que la “nueva m elodía que se desplegó en este genio m usical... fue una creación profètica. En ella se preparó e l e s tilo rítm ico de N ie tzsch e , la líric a de un V erla ine , B audelaire, Swinburne y lo que busca nuestra m ás reciente poesía”2. E l ju ic io de Dilthey no era nuevo. Rudolf H aym había destacado a H ölderlin en su clásica obra La escuela romántica (1870) y lo había llamado “brote m arginal del rom anticism o” , resum iendo con ello positivam ente una actitud negativa de a l­gunos de sus contemporáneos y la resignada de Hölderlin mismo. Goethe y Schiller, sus modelos, no pudieron o no quisieron prestarle atención, pese a las devotas cartas que les escribió. En una carta a Susette Gontard (D iótim a) de septiembre de 1797 se quejaba Hölderlin am argamente de que Goethe, Schiller y su amigo de juventud Schelling no respondieron a su invitación a colaborar en la revista Iduna que proyectaba: “Se avergüenzan tanto de m í los hombres... Los famosos, cuya participación habría de servirm e de escudo, me dejaron de lado...” , aunque el pro­yecto e ra de importancia fundam ental para su existencia. No sólo la aversión de Goethe, que im puso a su protector Schiller, lo aislaba. En una carta de noviem bre del mismo año escribió a su herm ano: “Estoy bastante en oposición al gusto actualm en­

2. D ilth ey , Das Erlebnis ur.ddie Dichtung, Teubner, L eip zig , 1 9 1 0 , pág. 351 .

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te dominante, pero en lo futuro no cedo poco a mi obstinación, y espero imponerme. Pienso como Klopstock: ‘los poetas que sólo juegan / no saben lo que ellos y los lectores son . / El lector cabal no es un niño. / Más quiere sentir su viril corazón que ju g a r’ ”3. Esta oposición al “gusto actualm ente dom inan­te” corresponde a su desarraigo social, determ inado po r su biografía.

A los catorce años abandonó su hogar, y cuando tenía dieciseis pasó a M aulbronn, donde vivió dos años; a los dieciocho se trasladó a Tubinga, donde estudió durante cinco años en el sem inario de teología, el famoso “Stift” , en el que trabó am is­tad con Hegel y con Schelling, con quienes, según cuenta la significativa leyenda, bailó en tom o al árbol de la libertad en homenaje a la Revolución Francesa. Cuando terminó sus estu ­dios, vivió apenas un año en W altershausen y medio en Jena, donde asistió con entusiasm o a los cursos de Fichte. En d iciem ­bre de 1795 entró a trabajar com o preceptor de los hijos del banquero “C obus” Gontard. Gozó a llí los tres años más plenos y decisivos de su vida, al lado de Susette, la madre de los pupilos, la D iótim a que había sospechado íntim am ente en su novela Hiperión. Gontard lo humilló desde el principio, y cuan ­do supo de la relación amorosa, lo expulsó y prohibió que se m encionara su nom bre. Después de casi dos años en B ad Hom burg, cerca de Francfurt/M , donde se encontraba secreta­m ente con D iótim a, se detuvo m edio año en Stuttgart, luego cuatro meses en Hauptwil, Suiza, y el resto del año 1801 en N ürtingen, con su fam ilia. En enero de 1802 partió a p ie a B urdeos, pero regresó en la prim avera, ya golpeado po r los prim eros azotes de la enajenación. Dos años antes de que lo internaran en la clínica de Tubinga, en 1806, se refugió de3 . H öld erlin , W W , II (C artas), pág. 825. L a carta al herm ano, pág . 6 6 5 .

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nuevo en Bad Homburg. El m édico consideró que su caso era incurable y a com ienzos de m ayo de 1807 fue confiado al car­pintero Ernst Zimmer. M áxim o tres años de vida le concedió el m édico, pero m urió a los 73 años de edad, después de pasar 36 años en la torre que hoy lleva su nom bre, en el único lugar que lo libró de su peregrinación.

En uno de sus encuentros secretos con Diótima en 1799 le entregó el segundo tomo de Hiperión con la dedicatoria: “¿A ' quién, sino a ti?” , y una carta resignada y am arga a la vez en la que decía: “ ...pero clama al cielo cuando debemos pensar que tal vez tenem os que desaparecer con nuestras mejores fuerzas porque nos hacem os falta... y ya no sabemos lo que somos y tenem os, apenas nos conocemos a nosotros mismos.... esta eter­na lucha y contradicción en el alma debe matarte lentam ente, y si ningún dios puede apaciguarlas, no tengo otra elección sino la de m architarm e sobre ti y sobre mí, o no atender a nada más que a ti y a buscar un cam ino contigo que nos acabe la lucha”4. La nostalgia de un camino que acabara con la lucha y la contradic­ción, con la incertidumbre de sí mismo, y la lejana esperanza en un dios que las apaciguara, subyacen a su oda “Fantasía de la tarde”:

Ante su cabaña está sentado sosegadamente el arador, al sobrio humea su homo.Hospitalaria suena al peregrino en el pueblo pacífico la campana de la tarde.También por cierto vuelven ahora los barqueros al puerto, en lejanas ciudades, alegremente disipado del mercado el ruido laborioso; en callado follaje brilla a los am igos la cena afable.

4 . H o ld er lin , W W , II, pág. 83 3s.

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¿Mas a dónde yo? Los mortales viven de jornal y trabajo; cambiando esfuerzo y descanso todo es alegre; ¿por qué pues nunca duerme sólo para mí en el pecho la espina?En el cielo de la tarde florece una primavera; innumerables florecen las rosas y tranquilo parece el cielo dorado; ¡oh!, hacia allí tomadme, nubes purpúreas, y que arribase me diluyan en luz y aire el amor y la pena.Mas como espantado por necio ruego huyeel encanto; oscurece y solitariobajo el cielo, como siempre, estoy yo. "¡Ven ahora, suave sueño!, demasiado desea el corazón; mas, por fin, juventud, ¡te extingues tú, inquieta, soñadora!Pacífica y serena es entonces la ancianidad3.

La resignación con la soledad y la esperanza trunca y ambi­gua de la paz in te rio r no son sólo m anifestaciones de su voluntaria y, a la vez, im puesta soledad, sino sustancia de su pensam iento filosófico, es decir, efecto de su participación en la vida intelectual de su tiem po, en especial de la recepción de Kant y de su estim ación crítica en el idealism o de sus amigos Schelling y Hegel y de sus m entores Schiller y Fichte. Esa participación no fue m arginal. D ieter H enrich asegura que Hegel debió a Hölderlin un im pulso decisivo para elaborar su sistema e indica una fuente, descuidada hasta hoy, esto es, e l poem a “La relación amistosa” (Die Bekanntschaft) de Isaak von Sinclair, su am igo y protector, que reproduce una conversación de los

5. Hölderlin, WW, I, pág. 23013

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tres sobre la filosofía de Kant6. Un esbozo de la posición filo­sófica de Hölderlin que Sinclair contrapuso a Hegel, se encuentra en el fragm ento “Juicio y ser” (“Ser, ju ic io y m odalidad” , lo titu la M. Knaupp) de 1795, publicado por prim era vez en 1961. En el fragm ento Hölderlin reflexiona sobre lo que cabría llamar la d ialéctica del yo, es decir, sobre la relación de sujeto y ob­je to (el yo en la frase “yo soy yo”), sobre la “separación” de los dos, que es necesaria, y sobre la relación entre esta “separa­c ión” y la “unión” originaria y anterior, es decir, “el ser en cuanto ta l” o el “ser absoluto” , incognoscible7. M enos que la significación decisiva que H enrich atribuye a este fragm ento, im porta para el caso destacar en él los filósofos a quienes se refiere y el problem a que lo mueve. Pues tales filósofos, esto es, Kant, Spinoza y Hem sterhuis, determinaron la actitud vital de m uchos de sus contem poráneos y proporcionaron un lengua­je y un repertorio conceptual con los que se dilucidaron y hasta se crearon íntimos problem as cotidianos. Detrás de la obra dra­m ática de Heinrich von Kleist y de su suicidio, por ejem plo, se asom a la lectura de Kant, lo que se conoce com o la “crisis debida a Kant” (Kant-Krise). E n el amor inocente de Novalis a la adolescente Sophie von Kühn se halla entretejida la filosofía de Fichte. Y el prim er tom o de Hiperión, que anhelaba y pre­veía a D iótim a, la real Susette Gontard, concluye con esta frase: “Sólo habrá una belleza; y la humanidad y la naturaleza se mirarán en una deidad que todo lo abarca”8, es decir, con un postulado filosófico que delata la “filosofía de la unión” de H em sterhuis y su interpretación por Herder en su ensayo “Amor

6 . C it. por D ieter H enrich en “H eg e l und H ölderlin” , en Hegel im Kontext,Suhrkam p, F rancfurt/M , 1971 , pág. 24 .

7 . H öld erlin , W W , II, pág. 49 s.8. H öld erlin , W W , I, pág. 695 .

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e ipseidad”9. El lenguaje culto de la época fue esencialm ente f ilo só fico y las re flex iones poe to lógicas y filo só ficas de H ölderlin, quien llamó “tirana” a la filosofía, fueron la forma más cercana y hasta natural de dilucidar los aspectos y las in ­quietudes de su desarraigo com o contem poráneo y com o poeta, es decir, del problem a que determ inó su existencia y su poesía. El Fragmento de Hiperión (1794), conocido con el nombre de Thalia-Fragment porque se publicó en la revista Thalia, de Schiller, comienza con la explicación de la diferencia entre dos “ideales de nuestra existencia” que cabe resum ir com o el ideal de la naturaleza (“estado de la suprema ingenuidad”) y el de la cultura (“estado de la suprema formación”) para designar la relación entre ellos como “vía excéntrica” : “La vía excéntrica que recorre el hombre, en general y en particular, desde un punto (de la inocencia más o menos pura) a otro (de la formación más o menos plena) parece ser siempre igual hacia sus direcciones esenciales"'0. Con esta noción, Hölderlin no sólo interpretó la complejidad de su propio desarraigo sino lo elevó a categoría antropológica universal y le dio, con el concepto de “excéntrico”, un sentido dinámico. Lo “excéntri­co” es el m ovimiento recíproco de dos fuerzas: hacia lo infinito y hacia la lim itación11. El concepto de excéntrico es un concep­to de la astronom ía que tiene en Hölderlin carácter sim bólico. La “vía excéntrica” sufrió una prueba lírica y trágica: Diótima, quien, com o un eclipse paradójicam ente luminoso, unió las dos fuerzas por unos momentos de absoluta armonía, y cuando ésta se destruyó con la separación y la muerte de la amada, lo lanzó al abism o y lo rodeó con tinieblas.

9. U . Gaier, Hölderlin. Eine Einführung. Francke, Tubinga y B asilea , päg, 140.10. H öld erlin , W W , I, päg. 4 8 9 .11. W . S ch ad ew ald t, “D as B ild der exzen tr ischen Bahn bei H ö ld er lin ”, en

Hellas und Hesperien, A rtem is, Z ürich , I9 60 , päg. 668 .

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“U rania” y la “A teniense” son los primeros nom bres que usó H ölderlin para sugerir a sus amigos la figura de Susette Gontard. U rania, la diosa de la armonía, encam ó en Diótim a, la A teniense, porque Platón había sim bolizado en e lla la m ediadora del amor. S usette Gontard fue para Hölderlin la diosa de la arm onía y la m ediadora del amor, pero no fue sólo él quien trazó los rasgos espirituales de esa plenitud, sino D iótim a m ism a en sus cartas, escritas sin pretensión alguna de legarlas a la posteridad. La in m ed ia tez y la in tim id ad las co n v ierten en un poem a involuntario. Involuntario no sólo porque carecen de intención literaria, sino porque lo involuntario adquiere en ellas la tierna transparencia de una entrega absoluta sin negación de sí misma, de una pasión que la consum e sin que el fuego la sacrifique, de una dulzura y gracia que calm an las lágrimas, la angustia y el do lor que arranca la sospecha de la inevitable separación. “Po­cos son como tú”, escribió D iótima a Hölderlin, pero no ejercía con ello el hábito de la m ujer que celebra y justifica su elec­ción, pues su entrega noble la había excluido de toda rutina. Sobre los dos pesaba m arginalm ente el adulterio, porque los h ijos que U rania y la A teniense debían a su indiferente banque­ro y propietario habían encontrado en Hölderlin, com o ella, la calidez y la guía que les negaba el com erciante. Sin embargo, el paréntesis a la im perativa convención social, al “aburrim ien­to del siglo” , como decía Hölderlin en Hiperión, estaba lleno de sombras: del fin inevitable del am or, que facilitó a D iótim a la m uerte y trajo a H ölderlin la noche del alm a. Diótim a tuvo conciencia de ello, y la mención resignada pero jubilosa de su fin despertó en Hölderlin una vez más la corroboración de su desarraigo y de su indecisión, de su “bipolaridad” , como llama Schadew aldt la constante del carácter de H ölderlin12, del parén­

12. W . Schadew aldt, op. cit., pág. 6 6 9 .

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tesis de plenitud que le deparó la m ujer con “un rostro esp iri­tual celestialm ente excitante” (Hölderlin); la m ujer que le exigía d iscreta y dulcem ente el reconocim iento “de los sentidos (no sensualidad) en el am or”, cobró una nueva significación. Pues la oscilación entre plenitud del amor y am enaza de su fin fue un círculo que buscaba su centro, es decir, fue una “vía excén­trica”. Pero las fuerzas que se relacionaban en ella ya no eran la naturaleza y la form ación o cultura, sino la plenitud del am or y la inmanente am enaza y presencia de su im posibilidad, de su fin. Tras el fin del am or con Diótima, ésta se despide en su última carta, de mayo de 1800, con un reiterado “adiós, adiós, la bendición sea contigo” . Entre las pocas cartas de Hölderlin a Susette Gontard que salvó la posteridad, la que acom paña la entrega del prim er tomo de Hiperión term ina con esta frase: “Ya he pensado que tam bién pudiéram os v iv ir de la negación, que tal vez esto tam bién nos hace fuertes antes de que decid i­dam ente dijéram os adiós a la esperanza” 13. ¿Era “el fin final” , para decirlo con C ésar Vallejo, o era un nuevo comienzo, el del período que se suele llam ar “tardío”?

En su ensayo sobre “Hölderlin y la esencia de la poesía” , aseguró Heidegger que “ ...la poesía de Hölderlin estaba soste­nida por la determ inación poética de poetizar propiam ente la esencia de la poesía. Hölderlin es para nosotros, en un sentido destacado, el poeta del poeta”14. La afirm ación no se proponía esclarecer una cuestión de ciencia literaria, pero independiente­mente de la intención filosófica de la desafiante interpretación, la exclusividad con la que Heidegger m enciona a H ölderlin coincide en parte con la com probación histórica de D ilthey.

13. H ölderlin , W W , II , pag. 834.14. M . H eidegger , “H ölderlin und das W esen der D ich tu n g” , en Erläuterungen

zu Hölderlins Dichtung, K losterm ann, Francfurt/M ., 19 51 , pag. 32 .

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Pues la “determinación poética de poetizar propiam ente la esen­cia de la poesía” es en realidad la “determ inación” de la poesía com o un absoluto, es decir, la concepción de la poesía m oderna tal com o culm ina en M allarmé. La poesía es lo abso lu to porque

• su m eta es la expresión de lo absoluto.¿Q ué fue lo absoluto para H ölderlin? Como en A ristó teles el

ser, lo absoluto se dice en Hölderlin de diversas m aneras. En Hiperión es la muerte com o retorno a la naturaleza y unión con ella; es la naturaleza o son los dioses o un dios. P ero las d iver­sas m aneras — también el am or o la belleza— tienen de com ún lo que H ölderlin llama “el ideal de una totalidad v iviente” que im plica “la orgullosa negación de todo lo accidental” . Esta fra­se form a parte de una explicación de la “más rigurosa de todas las form as poéticas” , es decir, de la tragedia, que dio a N euffer en una carta de ju lio de 1799, en la que exponía su “m étodo y , m anera” de escribir su id ilio “Emilia ante su d ía de novia” 15. C uatro años antes, Hölderlin había elaborado e l proyecto del dram a La muerte de Empédocles y en ese mismo año de 1799 había abandonado la prim era versión de la tragedia. La segunda versión quedó igualmente inconclusa, pero los esfuerzos de lle­var a térm ino el plan provocaron una reflexión teórica en la que concluye la dilucidación sobre la relación dialéctica entre natu­raleza y arte con la siguiente frase: “Este sentim iento forma parte quizá de lo supremo que puede experim entar el hombre, pues la arm onía actual le recuerda la relación an terior inversa pura y se siente y siente a la naturaleza doblemente, y la unión es infin ita” 16. Este sentim iento supremo era el del poeta que Hölderlin ejemplifica con la figura de Empédocles: “Según todo, parece haber nacido para ser poeta, parece pues tener en su

15. H ö ld er lin , W W , II, pág. 7 8 1 .16. H öld er lin , W W . I, pág. 8 6 1 .

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naturaleza subjetiva activa aquella insólita tendencia hacia la generalidad que en otras circunstancias o por intelección y por evitar su dem asiado fuerte influencia se convierte en aquella consideración sosegada, en aquella plenitud y determinación continua con la que el poeta mira hacia una totalidad...” 17. Lo absoluto es tragedia, la tragedia es poesía y la poesía es dialéctica. Pero no es la dialéctica filosófica de Hegel sino la que “media” en tre lo originario, lo abarcador del todo, lo uno y la contradictoria variedad sin que esa ‘‘mediación”suprim a los contrarios o los “suspenda conservándolos” , como en la cono­cida Aufliebung de Hegel. Para esa dialéctica, cercana a la hegeliana, Hölderlin acuñó el concepto de “arm ónico-contra­puesto” 18. Con todo, no sólo esta concepción de la poesía com o d ia léc tic a , cuyo m ov im ien to llam a H ö ld erlin “m e tá fo ra ” (transposición), lleva la expresión al límite de su capacidad. El absoluto como lo divino engendró en él una fe trágica que caracteriza en una de las notas de sus traducciones de Sófocles com o “un país que se ha vuelto yerm o y que en la exuberan te fertilidad o rig inaria forta lece dem asiado los efectos de la luz del sol y po r eso se hace árido” 19. Esa aridez que no p ie rd e los efectos de la luz del sol es una im agen de su re lación con lo divino: su lum inosa cercanía lo consum e y lo marchita. Pero esa aridez divina, si así cabe decir, puede servir com o m etáfora para ilustrar la peculiaridad de su poesía llam ada “tardía” , o lo que Hölderlin m ism o designó como los “cantos patrió ticos” .

Sobre esta poesía se observa unánim em ente su difícil acceso. Karl Reinhardt y W olfgang Schadewaldt resaltan en ella la “dura

17. H ölderlin , op , cit, pág. 871 .18. H ölderlin , W W , II, pág . 83 .19. H ölderlin , W W , II, pág. 3 7 2 .

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verbalidad” , despiadada y desnuda20. Esto lo d icen sus traduc­ciones de Sófocles, pero cabe asegurarlo , en parte, de sus “him nos tardíos” . Especialm ente del him no Fiesta de la paz, del que afirma uno de sus primeros intérpretes, W olfgang Binder, que las diferencias y dificultades de la interpretación com ien­zan ya con “la explicación lógico-gramatical de palabras y frases singulares” , y que en uno que otro caso “no se pueden aclarar plenam ente las relaciones sintácticas”21. El herm etism o que causa la “dura verbalidad” tiene su origen paradójico y, si se quiere, d ialéctico en una reflexión sobre la presencia ejem plar de la tradición griega y el futuro de la poesía alem ana. En una carta fundam ental a C . von B öhlendorf escribió: “Pienso que no co­mentarem os a los poetas hasta hoy, sino que la m anera de cantar en general tom ará otro carácter, y que no em ergem os por eso, porque desde los griegos comenzamos otra vez a cantar patrió­tica y naturalm ente, en realidad originalm ente”22. Lo patriótico era para Hölderlin lo innato, lo natural y, por eso, lo original o, m ás exactam ente, lo originario. Esta naturalidad u originariedad im plicaba no atender a las reglas establecidas po r los griegos, aunque Hölderlin decía que lo originario es “lo más d ifícil” y tiene que ser “aprendido” . El hermetismo consistía en el intento de configurar esta originariedad difícil y aprendida, esta liber­tad calculada. E l “poeta del poeta”, quien consideraba al poeta com o profeta y guía, logró que la palabra dejara para siempre de jugar y que, en cam bio, aconteciera, que el canto fuera acón- \

2 0 . K . R einhardt, “H ö ld er lin und S o p h o k le s” , en Tradition und Geist, V andenhoeck & Ruprecht, Göttingen, 1960, pâg. 387ss. W. Schadewaltd, “Hölderlins Übersetzung d es Sopokles” , en Hellas und Hesperien, pag. 767ss.

2 1 . W . B inder, “F ried en sfe ier” , en Hölderlin. Beiträge zu seinem Verständnis in unserem Jahrhundert, com p, por A . K elletat, M ohr, T ubinga, pags. 34 2 , 349.

2 2 . H ölderlin , W W , II, pag. 9 2 0 .

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tecim iento, com o asegura Schadew aldt23. Esta interpretación, que com parte B inder, plantea el problem a propio de toda a fir­mación sorprendente y bella. ¿Cóm o acontece un poem a? ¿En la “dura verbalidad”?

¿No peca H ölderlin de contradictorio a l afirm ar que “desde los griegos com enzam os otra vez a cantar” natural y originaria­mente cuando el modelo que da a su poesía esa “dura verbalidad” era la traducc ión interlineal que hizo de P índaro? ¿E ra la originariedad una originariedad histórica, transpuesta al presen­te, una originariedad “m etafórica”? El him no Fiesta de la paz puede poner a prueba esa interpretación. Pero ¿qué acontece en ese him no? No hay probablem ente un poem a de H ölderlin que, como la Fiesta de la paz, haya conm ovido de tal m anera la vida literaria y haya provocado tantas disputas interpretativas. Ya el hecho de que el títu lo no tiene artículo dio ocasión a que se zanjara la prim era incógnita, esto es, ¿quién es el príncipe de la paz, C risto o N apoleón?, con la tesis de que el him no no cele ­bra ni al uno ni al otro, sino a la paz (W. Binder)24. El him no fue suscitado por la paz de Lunéville entre Francia y A ustria en febrero de 1801, que llenó a Hölderlin de indecible alegría, como escribió a su hermana desde Suiza: “Creo que ahora es­tará muy bien el mundo. Puedo contem plar el tiempo próxim o o el pasado hace mucho, y todo me parece días raros, los días de la bella hum anidad, los días de la bondad segura y sin tem or, y para producir convicciones que son tan igualmente serenas

23 . W . S ch ad ew a ld t, “H öld er lin s W e g zu den G öttern ” , en Hellas und Hesperien, pág. 6 5 8 s s . Sobre e t e s t i lo que N. vo n H ellingrath llam ó, con nom bre de la retórica del de H alicarnaso “arm onía áspera" “harte F ügun g” y que corresponde a la “dura verbalidad” , co m p . H ellingrath , Hölderlin- Vermächtnis, B ruckm ann, M unich, 1944 , pág. 2 5 con pág. 6 6 5 .

24. W . B inder, “F ried en sfeier” , en Hölderlin, co m p . K elletat, pág. 3 7 0 .

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com o sacras, tan igualm ente sublim es como sencillas”25. E l en­tusiasm o no se lim itó al acontecim iento político sino lo llenó de plenitud in terior, que exaltó “la gran naturaleza en estas reg io ­nes” hasta llevarlo a decir: “ ...ahora estoy satisfecho y sin perturbación para dar gracias de todo corazón por lo que exis­te”26. H abía sufrido penas, pero la paz de Lunéville y la esperanza de que con ella llegara el fin de la revolución, lo había recon­ciliado con el mundo.

“Conciliación” es el tema dominante del himno Fiesta de la paz. La versión en prosa lo sugiere: “Ahora somos un coro”, dice al comienzo, y a la primera versión en verso se le dio el título de la primera línea: “Conciliador, tú en el que nunca se había creído...” La continuación de la línea (“ahora estás ahí, figura de amigo para mí / tomas inmortal, mas por cierto / reconozco lo alto / que me doblega la rodilla...”) es el núcleo del himno en su versión final.

Las dificultades de la lectura del himno radican en la libertad sintáctica y gram atical y en la superposición de las alusiones al mundo griego, al mundo cristiano y al presente político, esto es, al de las esperanzas que despertó la revolución francesa, pero tam bién en la densidad de algunas palabras que tras la sencillez ocultan y encierran diversas significaciones. El adjetivo “habi­tada de dicha” (seeliggewohnte), por ejemplo, quiere decir que la sala está habitada para que los huéspedes se sientan dichosos y que la sala está habituada en general a que los huéspedes se sientan dichosos; significación que puede ser reforzada por el otro adjetivo de la sala, esto es, altgebauter, de antigua cons­trucción27. Holderlin, además, logró con perfección helenizar el metro alem án, y esa asimilación im plicó la helenización de la

25 . H old er lin , W W , II, pág. 862.26 . H old er lin , op. cit, loe. cit.27 . U . G aier, Holderlin, pág. 247.

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gramática alemana. En las traducciones de Sófocles observó el editor de la obra completa, Friedrich Beissner, “un desplazamiento allí donde la sintaxis y el metro alemanes exigen cosas diferen­tes”28. Esto tiene como posible consecuencia la elipse, que también delata la exaltación del himno. En 1803, cuando se supone que lo había enviado al editor, ya se mostraban en Hölderlin inequívocas señales de su enfermedad. En una carta a Hegel de julio de ese m ismo año com entó Schelling que “su aspecto fue para m í estremecedor: descuida su semblante hasta lo asqueroso y, como su hablar no indica locura, ha adquirido las maneras exteriores de quienes se encuentran en tal estado”. Schelling culpa al viaje a Francia de ese estado y pide a Hegel que se haga cargo de él, recordando quizá la influencia benéfica que tenía en el amigo y el respeto que éste le profesaba25. Pero Hegel respondió con evasivas.

En 1802 murió D iótim a. La noticia lo perturbó profundam en­te. Fue sometido a tratam iento porque se tem ía un “arranque de ira”. Sin embargo, la ya manifiesta enferm edad no socavó su fuerza creadora. En el dintel de las tin ieblas de su espíritu ( Umnachtung, es decir, “enteneblecim iento” , suele decirse en . vez de locura), H ölderlin escribió sus más grandes poemas, los “cantos patrióticos” . Pero como la luz del sol, que produce aridez, la plenitud de sus poemas “tardíos” está penetrada por las tinieblas del silencio. ¿Es ese tenso lím ite entre sol y aridez, entre palabra y silencio, entre originariedad y arte el lugar trá­gico en el que acontece la poesía?

En un ensayo de im presionante título filológico, “parataxis”, cuyas tesis centrales fueron formuladas po r W alter Benjamin, sostiene Adorno que “el ideálico Hölderlin (ideálico es un con-

2 8 . F. B eissner, Hölderlins Übersetzungen aus dem Griechischen, M etzlersche V erlagsbuchhandlung, Stuttgart, 1961, pág. 135.

2 9 .En H ölderlin , W W , 111 (d ocum en tos), pág. 6 1 9 .

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cepto de H ölderlin) inaugura aquel proceso que confluye en las frases con estilo de actas, vacías de sentido de B eckett” . La relación de H ölderlin con la teología, que A dorno exp lica con su brillante oscuridad, es en su opinión “lo em inentem ente moderno en él”30. El dictamen del discurso apunta con vocablo burocrático (“estilo de actas”) a lo que Paul Celan expresó de m anera profunda y sugestiva en su poem a dedicado a H ölderlin, “Tubinga, enero”:

A la ceguera per­suadidos ojos.Su - “nenigma puramente escapado” - su recuerdo denadadoras torres de Hölderlin, por gaviotas rodeadas.Visitas de ahogados carpinteros en estaspalabras emergentes:Si viniera,si viniera un hombre,si viniera al mundo un hombre, conla barba iluminadade los patriarcas: podría,si hablara de estetiempo, élpodríasólo balbucear y balbucear,

30. Th. W . A do rn o, “Parataxis. Zur späten Lyrik H öld erlin s”, en Noten zur Literatur III, Suhrkam p, Francfurt/M ., 1965, pag. 194.

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continua-continua- mente mente.(“Pallaksch. Pailaksch”)31.

La palabra de la línea final es enigm ática y tiene varias acep­ciones. Su primer biógrafo, C. T. Schwab, supuso que Hölderlin la u tilizaba en el sentido de sí o no. Schelling, a quien consultó Schwab, precisó que era una “in-palabra” (Unwort), que según el diccionario de G rim m es una palabra ofensiva, que no hay ni debe haber, y signo de desagrado. Celan se refiere a una escena en la T orre de Tubinga en la que H ölderlin mostró su disgusto por el ruego insistente de Schwab de que le indicara un párrafo preferido del Hiperión. En la interpretación de Celan, “este tiem ­po” es, para decirlo con frases de “pan y v ino” de Hölderlin, e l del poeta “en tiem po m enesteroso” , en el que “llegamos dem a­siado tarde”... “aunque son... como los sagrados sacerdotes del dios del vino/que peregrinaron de país en la sacra noche”32. Y el balbuceo y la plurívoca “in-palabra” son la “sacra noche” o, como Celan observó con precisión en su discurso de recepción del prem io Büchner, El Meridiano: “C ierto, el poem a — el poe­ma hoy— muestra, y eso tiene que ver, creo, sólo m ediatam ente con las dificultades — que no hay que subvalorar— de la elec­ción de la palabra, con el más veloz declive de la sintaxis o con el más despierto sentido — para la elipse— el poem a muestra, y eso es inequívoco, una fuerte incünación a la mudez^31. Pero la mudez, respuesta y eco a la vez del “caos del tiempo” , lleva con­sigo la certeza de que, como escribió en “Patmos”,

31 . P. C ela n , Gesammelte Werke, ed. B . A llem ann y S. R eichert, Suhrkam p, Francfurt/M ., 1 9 8 3 ,1.1 , pág. 226 . E! poem a ap areció en Die Niemandsrose (1 9 6 3 ) .

32 . P. C elan , Gesammelte Werke, t. III, pág. 197.33 . Ibid., pág. 197.

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mas allí donde hay peligro, crece también lo salvador, de quedesde la mañana,desde que somos un diálogo y oímos los unos

de los otros,mucho ha vivido el hombre; mas pronto seremos canto.

Tras la conciliación, tras el canto fraternal y salvador, se encuentra el eco del entusiasmo y de las esperanzas que desper­tó en los am igos del Seminario de Tubinga, Hegel, Schelling y Hölderlin, la revolución francesa y su consigna “libertad, igual­dad, fraternidad” . Sin embargo, esa consigna no se tradujo en una posición política clara, y aunque Hölderlin secundó el plan simplemente em otivo de su amigo y protector Isaak von Sinclair de asesinar al príncipe elector de W ürttem berg, no cabe deducir de ello un propósito revolucionario. Su novela Hiperión ha sido interpretada com o expresión de su actitud revolucionaria, pero ésta se m anifestó más constante y claram ente en la poesía, que se nutrió de la versión estética que dio Schiller a la “aurora de la razón” (H egel), según la cual la verdadera revolución des­cansa en la “educación estética” , es decir, en la transposición de sus im pulsos y exigencias al “espíritu” , a la “form ación” y a su cum bre, la belleza. Con todo, esta idealización de la co­rriente revolucionaria no aniquiló su fuerza, y la revolución social y política se desplazó a la filosofía y a la poesía. Hölderlin no se sustrajo a esa transform ación, tan propia de la cultura alemana de su tiempo. Con clarividente ironía, Heinrich Heine describió este proceso en su libro Sobre la historia de la reli­gión y la filosofía en Alemania (1834): “Las cabezas que ha utilizado la filosofía para meditar, puede decapitarlas después de la revolución para cualesquiera fines. Pero la filosofía nun­ca hub iera podido u tilizar las cabezas que hubieran sido

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decapitadas por la revolución, si ésta hubiera precedido a aqué­lla”34. La fam osa frase de M arx acerca de que “los filósofos han interpretado diversam ente al mundo, lo que im porta es trans­formarlo” 35, es la consecuencia hegeliana de ese proceso, cuya dialéctica previo H eine al asegurar que tal filosofía ha desatado fuerzas que provocarán el terror y la adm iración en Europa. No por ser su precursor — que no lo fue— H ölderlin cayó en ma­nos de abanderados de esas fuerzas. Tanto el nacionalsocialism o com o la resistencia contra H itler abusó o invocó sus “cantos patrió ticos” . Georg Lukács lo sometió al tribunal de la revolu­ción eslava y decretó que su fidelidad a los orígenes de la revolución francesa y la desilusión de su intento de mediar entre ideal y realidad dieron a su destino un rasgo trágico y lo llevaron a refugiarse, en su obra “tardía”, en una m ística apo­lítica desesperada36. Ernst Bloch, por su parte, transform ó estas líneas de su poema “A los alem anes” (...o v iene, com o viene el rayo de la nube, / del pensam iento el hecho? V iven pronto los libros” ), en una pregunta m arxista37. Sin em bargo, la posibili­dad de in te rp re tar po lítica-p ragm áticam en te la u to p ía que H ölderlin alimentó con su “republicanism o” , con su asim ila­ción y transform ación de los ideales de la revolución francesa y de su venerado Rousseau, radica en una sim plificación de la perspectiva. El rechazo de todo valor burgués, al que N ietzsche llam ó la “realidad... en el sentido de ‘razón de filisteo ’ ” , y a

3 4 . H e in r ic h H ein e , Zur Geschichte der Religion und Philosophie in Deutschland, en Werke, ed . por H. S chanze, In sel V erlag , Francfurt/M ., 1968 , t. IV , pag. 163 (tercer libro).

3 5 . M arx, Tesis sobre Feuerbach (N o . I I ) .3 6 . L ukäcs, “H ölderlins H yperion” , en Goethe und seine Zeit, A ufbau-V erlag ,

B erlin , 1955, pag. 158s.3 7 . E . B lo c h , Das Prinzip Hoffnung, Suhrkam p, Francfurt, 1959 , pag . 1615.

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la que, según él, sucumbió H ölderlin38, no era sólo político y social sino, en mayor medida, el del poeta con la conciencia de su singularidad radical. Su lucha no buscaba vencer la realidad; buscaba ilum inarla, denom inarla de nuevo, es decir, encontrar una m anera de articularla y, para ello , rescatarla de las ruinas que había dejado la destrucción inevitable (la cultura) de la unidad originaria (naturaleza) que en la historia encarnó en la perfección social, política y hum ana de Grecia, su modelo. El rescate es destrucción y riesgo: “N o temáis al poeta cuando noblem ente se enoja, su letra / mata, pero el espíritu vivifica los espíritus” , escribió Hölderlin en su poem a “Sófocles”39, y en la prim era versión del poema “Regreso al hogar. A los parien tes” preguntó: ¿Debemos callar con frecuencia, faltan los santos nom bres,/ los corazones palpitan, y sin em bargo queda atrás el habla? /¿cuitas como éstas debe, con gusto o no, en el alma/ llevar el cantor y con frecuencia, pero los otros no?40

En las notas a las traducciones de Sófocles com entó Hölderlin sobre Edipo en Colono#que “ la palabra que sale de boca en tu ­siasta es terrible y mata”41. L a palabra que mata o la palabra “peligrosa”, com o también dice, es la “más inm ediatam ente fáctica en cuanto sobrecoge al cuerpo más espiritual”42. ¿V ivi­fica p o r eso los espíritus? E sta pregunta es exclusiva del poeta, es su “cuita” , es la pregunta perm anente por el habla que queda atrás. R ilke la asumió en su poema A Hölderlin:

Estancia, tampoco en lo más confiado,nos es dada; de las colmadas

38. N ie tz sc h e , Unzeitgemässe Betrachtungen, I, en Sämtliche Werke, ed . C o lli- M ontinari, d tv-de Gruyter, B erlin , 1980 , t. I, pag. 170

39. H ö ld er lin , W W , 1, pag. 271.40. H ö ld er lin , op. cit, I, pag. 3 2 2s .41. H ö ld er lin , W W , II, pag. 374.42. R ilk e , Gesammelte Briefe, In se l, L eip zig , 1939, t. IV , päg . 39.

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imágenes cae el espíritu demasiado súbitamente a las quehay que colmar: mareshay tan sólo en lo eterno. Aquí la caída eslo más hábil. Del sentimiento diestrodescender precipitándose a lo presentido, más allá.Para ti, tú, magnífico, fue, para ti fue, tu conjurador,

toda unavida la imagen apremiante cuando la pronunciaste, la línea se cerró como destino, una muerte estuvo hasta en la más suave, y tú entraste en la muerte; mas el dios que guía te condujo al otro lado.¡Oh, tú, espíritu caminante, tú, el más caminante! Como ellos todosmoran en el poema cálido, y largamente se quedan en la angosta comparación. Participantes.

Tú sólopasas como la luna. Y abajo se ilumina y se oscurece tu nocturno paisaje, el sacramento sobresaltado que tú sientes en despedidas. Nadie las consagró más sublimes, las devolvió al todo más ilesas, más sobrias. Así también jugaste santamente durante años ya no calculados con la suerte infinita, como si no estuviera dentro,

como si yaciera al derredor perteneciendo a nadie en el suave césped de la tierra, abandonada por los hijos divinos.Ah, lo que anhelan los más altos lo pusiste con gozo sillar sobre sillar: quedó firme. Pero aún su derrumbamiento no te confundió.¿Por qué, puesto que un tal, eterno, existió, desconfiamos todavía de lo terrenal? ¿En vez de aprender seriamente

en lo provisional los sentimientos para qué inclinación, hacia lo futuro en el espacio?

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El poem a, suscitado por la lectura de la edición legendaria de la obra com pleta de Hölderlin de N orbert von H ellingrath, amigo de R ilke, se sirve de procedim ientos específicos de H ölderlin (“ arm onía austera” o “dura” , repetición de palabras, anti-rit- m o), pero no fue eso exclusivam ente lo que asum ió R ilke, cuyas Elegías de Duino se asem ejan y llevan ese cuño. E n una carta a E lsa Bruckm ann del 8 de febrero de 1915, pocos m eses des­pués de haber terminado la Oda, escribió: “Al percibir el decurso m agnífico de Hölderlin se reconoció tam bién en el silencio el propio existir, siempre, bajo el c ielo espiritual de todos aque­llos que nunca fueron por vías claras, por encim a de las cumbres y de las sim as del destino”43. Lo que asumió R ilke fue parte del “decurso m agnífico de H ölderlin” , su desarraigo que explicó en la prim era “Elegía” de Duino:

...¡Ah! ¿A quién podemos pues necesitar? Angeles no, hombres no, y los ingeniosos animales perciben ya que no estamos muy seguramente abrigados en el mundo comprendido................. Pues quedarse nohay en ningún lugar44.

Esta ausencia de lugar es la utopía en el sentido etim ológico de la palabra “no hay tal lugar”, y ese vacío trata de llenarlo la poesía, que para Rilke, “poeta en tiempo m enesteroso” que pre­sintió Hölderlin,

4 3 . R ilk e , Werke, ed . H. N alesw k i, In se l, L eip zig , 1 9 7 8 ,1 .1 , pág. 5 7 9 y 581.44 . H öld erlin , W W , I, pág. 2 6 5 .

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.................... sólo esel comienzo de lo terrible que apenas soportamos y tanto lo admiramos porque serenamente rehúsa destruim os...

¿Qué es lo terrible? En un fragm ento del poem a titu lado“En el bosque” escribió Hölderlin:

Pero en cabañas habita el hombre, y se cubrecon tímida túnica, pues más íntimoes más solícito también y que conserve el espíritu,como la sacerdotisa la llama celestial,esto es su entendimiento.Y por eso se le ha dado arbitrio y más alto poder de faltar y ejecutar al semejante a dios, el más peligroso de los bienes, se le ha dado el

lenguaje al hombre, para que creando, destruyendo y extinguiéndose, y retornando a la eternamente viva, a la maestra y madre, para que testimonie lo que ha heredado, aprendido de ella, su suprema divinidad, el amor que todo conserva45.

El lenguaje es lo terrible, “el más peligroso de los bienes” , pero la poesía, la suprema creación del lenguaje, es tam bién “el más inocente de todos los asuntos”, com o escribió a la m adre, y da testim onio del amor que todo conserva, es decir, de la permanente conciliación. Entre estos dos polos se m ueve la esperanza de llegar a ser “semejante a dios” o, en el lenguaje de Hölderlin, a los “dioses” , de que el “habla” no se “quede el lenguaje, como lo escribió en otro poem a fragm entario titulado “El lenguaje”:

45 . H ölderlin , op. cit, pág. 2 3 5 .

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Page 32: Friedrich Hölderlin, Fiesta de La Paz, Trad. Gutiérrez Girardot

En la tormenta habla el dios Con frecuencia tengo el lenguaje dijeron la ira es suficiente y vale para Apolo.Si tienes suficiente amor enójate por amor sólo siempre.Con frecuencia el canto he intentado, mas ellos no te oyen. Pues así lo quería la santa naturaleza. Tú cantaste tú para ellos en tu juventud no cantandotú hablaste a la divinidad, pero esto lo habéis olvidado, que siempre los primogénitos a mortales no, que ellos a los dioses pertenecen.Más de todos, más cotidiano debe llegar a ser primero el fruto, entonces será propio de los mortales.

La fiesta de la paz espera y celebra el diálogo de los hombres entre sí y la paz que ha de reinar cuando “pronto seremos canto” .

L a traducción se basa en el texto publicado en las Obras completas editadas en 1992 por M ichael Knaupp y se atiene a él, es decir, no pretende em bellecer y desempedrar la “dura verbalidad” ni solucionar los problemas que plantean las elipses, com o lo hacen Jean Bollack en la traducción francesa y M ichael

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Ham burger en la traducción inglesa. La transposición del m etro griego (cuantitativo) al alem án, que H ölderlin logró plenam en­te, crea una barrera insuperable a la traducción al castellano. Por eso se ha preferido intentar una aproxim ación que W olfgang Schadew aldt ejem plificó en sus traducciones alemanas del tea­tro griego y que él llama traducción “docum ental” . Su propósito no es principalm ente filológico, porque esas traducciones están concebidas para su escenificación, es decir, para un público amplio y actual. La traducción “docum ental” consiste en “reproducir lo que está en el tex to y tal com o está, es decir, sin abreviaciones y com plem entos. En conservar en el tex to traducido las nocio­nes, los co n cep to s y las im ágenes in m o d ificados en su peculiaridad, sin retoques modernos. En mantener en el texto traducido, en la medida de lo posible, la secuencia de estas nociones, la ‘s in tax is’ —com o la secuencia de las cosas y fuer­zas del m undo que se le presentan sucesivam ente al poeta— , hasta la posición de la palabra singular en la frase y en el verso” . La d ificultad que ofrece la lectura de Hölderlin en el original no sólo consiste en las audacias sintácticas, en la repe­tición de palabras con las que subraya la expresión de llam ada o entusiasm o, en la formación de palabras combinadas (adver­bio y adjetivo, etc.), y en conceptos abstractos derivados de adjetivos, sino sobre todo en su propósito de expresar la unidad de im agen y noción con el ritm o, es decir, de rom per el ritm o de la estructura lógica de la frase para que la imagen im ponga el decurso de la oración. M uchos poemas de Hölderlin son frag ­m entos o tien en el c a rác te r de frag m en to s y a lg u n as “ incorrecciones” gram aticales requieren, para su com prensión, sup o n er el co n tex to em otivo y p lá s tic o que llev a a superposiciones de tiempos verbales, uno de los cuales se subsum e en una desinencia, por ejem plo, o al desplazam iento de un com plem ento a una de las frases siguientes, esto es, a lo

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Page 34: Friedrich Hölderlin, Fiesta de La Paz, Trad. Gutiérrez Girardot

que cab ría llam ar “acum ulaciones” . Entre los pocos estudios sobre la pecu liaridad estilística de H ölderlin , el de W alter H of (Hölderlins Stil als Ausdruck seiner geistigen Welt, A. Hain, M eisenheim am G lan, 1954) afirma que el lenguaje del Hölderlin “tard ío” es el de l H ölderlin ya enferm o que, sin em bargo, con­tin ú a la te n d en c ia an tin o rm ativ a d e su p rim era fase . La enferm edad no basta para explicar el balbuceo que form ó un círculo en su vida, desde la am bición juvenil de alcanzar el vuelo de K lopstock y Píndaro hasta la negación de su nom bre com o autor y com o persona, que escuchó Schwab cuando le m ostró una ed ición de sus poemas: “S í — dijo— , los poem as son auténticos, son míos; pero el nom bre es falsificado, yo nunca me he llam ado H ölderlin , sino Scardanelli o Scrivari o Salvator Rosa o algo así” . La lectura de H ölderlin debe presuponer la tensión y la intensidad de ese círculo del balbuceo que dejó la obra poética m ás alta y densa de la literatura alemana. A las dificultades de la expresión se agregan las que implican los recónditos sentim ientos de quien usó recurrentem ente dos pala­bras preferidas: pena y entusiasmo.

La traducción quiere ser un homenaje a Fem ando Arbeláez, amigo generoso y poeta sereno en su isla, que ha tenido el privilegio de no atender a los gritos de los dómines, en recuer­do de la lectura y diálogo con su prim er libro de poemas, hace más de cuatro decenios, y está dedicada a la memoria de Aurelio Arturo, en su “ ...noche / que arde vorazm ente en una llam a tácita” .

Rafael Gutiérrez Girardot

Page 35: Friedrich Hölderlin, Fiesta de La Paz, Trad. Gutiérrez Girardot

FRIEDENSFEIER FIESTA DE LA PA Z

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Ich b itte dieses B latt nur gutmüthig zu lesen. So wird es sicher nicht unfasslich, noch weniger anstössig seyn. Sollten aber dennoch einige eine solche Sprache zu wenig konventionell finden, so muss ich ihnen gestehen: ich kann nicht anders. An einem schönen Tage lässt sich ja fast jede Sangart hören, und die Natur, wovon es her ist, nimmts auch wieder.

Der Verfasser gedenkt dem Publikum eine ganze Sammlung von dergleichen B lättern vorzulegen, und dieses soll irgend eine Probe seyn davon.

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Page 37: Friedrich Hölderlin, Fiesta de La Paz, Trad. Gutiérrez Girardot

R uego leer sólo bondadosam ente esta hoja. A sí no será segu­ram ente ni incom prensib le ni insólita. Si em pero a lgunos encontraran un tal lenguaje demasiado poco convencional, debo concederles: no puedo de otra manera. En un bello día puede oírse casi toda m anera de cantar, y la naturaleza, de donde viene, también la retoma.

El autor se propone presentar al público toda una colección de hojas semejantes, y ésta ha de ser alguna prueba de ella.

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D er him m lischen, still wiederklingenden,D er ruhigwandelnden Töne voll,U nd gelüftet ist der altgebaute,Seeliggew ohnte Saal; um grüne Teppiche duftet D ie Freudenwolk’ und weithinglänzend stehn, G ereiftester Früchte voll und goldbekränzter Kelche, W ohlangeordnet, eine prächtige Reihe,Zur Seite da und dort aufsteigend über dem G eebneten Boden die Tische.D enn ferne kommend haben Hieher, zur Abendstunde,Sich liebende Gäste beschieden.

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Page 39: Friedrich Hölderlin, Fiesta de La Paz, Trad. Gutiérrez Girardot

1

De celestiales, quedam ente resonantes tonos que en sosiego se presentan llena y aireada está la antiguasala habitada de dicha; en tom o a verdes tapices huelela nube de la alegría y brillando a lo lejos,plenas de madurísimos frutos y cálices coronados de oro,arm ónicam ente ordenados, una suntuosa fila,al lado ahí y allá ascendiendo sobreel suelo allanado, están las mesas.Pues viniendo de lejoshasta aquí, a la hora de la tarde,se han citado amantes huéspedes.

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Page 40: Friedrich Hölderlin, Fiesta de La Paz, Trad. Gutiérrez Girardot

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Un däm m ernden Auges denk’ ich schon,Vom ernsten Tagwerk lächelnd,Ihn selbst zu sehn, den Fürsten des Fests.Doch wenn du schon dein Ausland gern verläugnest, Und als vom langen Heldenzuge müd,D ein Auge senkst, vergessen, leichtbeschattet,Und Freundesgestalt annim m st, du A llbekannter, doch Beugt fast die Knie das Hohe. Nichts vor dir,Nur Eines weiss ich, Sterbliches bist du nicht.Ein W eiser mag mir manches erhellen; wo aber Ein G ott noch auch erscheint,Da ist doch andere Klarheit.

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Page 41: Friedrich Hölderlin, Fiesta de La Paz, Trad. Gutiérrez Girardot

2

Y con ojo crepuscular pienso ya, sonriendo de la seria jornada, verlo a él, al Príncipe de la fiesta.Pero si ya niegas gustoso tu país extranjero, y cuando cansado de larga y heroica marcha bajas tu ojo, olvidado, levem ente ensom brecido, y tom as figura de amigo, tú de todos conocido, sólo lo alto casi doblega la rodilla. Nada antes de ti, sólo una cosa sé; no eres mortal.Un sabio puede esclarecerm e mucho; pero dondeaún aparece un dios,hay a llí empero otra claridad.

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Page 42: Friedrich Hölderlin, Fiesta de La Paz, Trad. Gutiérrez Girardot

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Von heute aber nicht, nicht unverkündet ist er;Und einer, der nicht Fluth noch Flamme gescheuet, Erstaunet, da es stille w orden, umsonst nicht, jezt,D a H errschaft nirgend ist zu sehn bei Geistern und

M e n s c h e n .Das ist, sie hören das W erk,Längst vorbereitend, von M orgen nach Abend, jez t erst, Denn unerm esslich brausst, in der Tiefe verhallend,Des D onnerers Echo, das tausendjährige W etter,Zu schlafen, übertönt von Friedenslauten, hinunter.Ihr aber, theuergewordne, o ihr Tage der Unschuld,Ihr bringt auch heute das Fest, ihr Lieben! und es blüht Rings abendlich der Geist in dieser Stille;Und rathen muss ich, und wäre silbergrau.

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Page 43: Friedrich Hölderlin, Fiesta de La Paz, Trad. Gutiérrez Girardot

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Mas no de hoy, no sin anunciación es él; y uno que no ha temido ni el torrente ni la llama, se sorprende, porque se ha hecho silencio, no en vano, ahora, cuando por ninguna parte se ve dom inación en los esp íritus y

en los hombres.Porque oyen la obra,preparando desde hace tiempo, desde la m añana hasta la tarde,

tan sólo ahora,pues ruge infinitam ente, extinguiéndose en la profundidad, el eco del trueno, la tempestad m ilenaria, para dormir, acallada por sonidos de paz.Mas vosotros, que os habéis vuelto caros, ¡oh, vosotros, d ías de

la inocencia,vosotros también traéis hoy la fiesta, oh am ados!, y florece en derredor por la tarde el espíritu en esta quietud; y debo aconsejar, y sería gris plateado.

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Page 44: Friedrich Hölderlin, Fiesta de La Paz, Trad. Gutiérrez Girardot

D ie Loke, o ihr Freunde!Für K ränze zu sorgen und M ahl, jez t ew igen Jünglingen ähnlich.

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Page 45: Friedrich Hölderlin, Fiesta de La Paz, Trad. Gutiérrez Girardot

el rizo, ¡oh vosotros, amigos!,para que procuréis coronas y alim ento, ahora sem ejantes a

eternos adolescentes.

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Page 46: Friedrich Hölderlin, Fiesta de La Paz, Trad. Gutiérrez Girardot

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Und m anchen m öcht’ ich laden, aber o du,D er freundlichem st den M enschen zugethan,Dort unter syrischer Palme,W o nahe lag die Stadt, am Brunnen gerne war;Das K ornfeld rauschte rings, still athm ete die Kühlung Vom Schatten des geweiheten Gebirges,Und die lieben Freunde, das treue Gewölk,U m schatteten dich auch, damit der heiligkühne Durch W ildniss mild dein Stral zu M enschen kam, o Jüngling! ' Ach! aber dunkler umschattete, mitten im Wort, dich Furchtbarentscheidend ein tödtlich Verhängniss. So ist schnell Vergänglich alles Himmlische; aber um sonst nicht;

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Y quiero invitar a muchos, pero oh tú,que con amable gravedad eres devoto de los hom bres,allí bajo la palma siriadonde cerca yace la ciudad, gustoso estaba en la fuente; el trigal murmullaba en derredor, calladamente respiraba el fresco de la sombra de la m ontaña consagrada, y los amados am igos, la nube fiel, tam bién te rodeaban de som bra, para que el santam ente audaz, suavizado por el yerm o venga tu rayo a los hom bres, ¡oh

adolescente!¡Ah!, pero más oscuro te rodea de som bra, en m edio de la

palabra,decidiendo terriblemente una mortal fatalidad. Así es velozmente fugaz todo lo celestial; mas no en vano.

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D enn schonend rührt des Maases allzeit kundig N ur einen Augenblik die W ohnungen der M enschen E in Gott an, unversehen, und keiner weiss es, wenn? A uch darf alsdann das Freche drüber gehn,U nd kommen muss zum heiligen O rt das W ilde V on Enden fern, übt rauhbetastend den W ahn,U nd trift daran ein Schiksaal, aber Dank,N ie folgt der gleich hernach dem gottgegebnen

Geschenke;Tiefprüfend ist es zu fassen.A uch war’ uns, sparte der Gebende nicht Schon längst vom Seegen des Heerds U ns Gipfel und Boden entzündet.

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Pues cuidando, siem pre sabiendo la medida, roza sólo po r un momento las m oradas de los hom bres un dios imprevisto, y nadie lo sabe, ¿cuándo?Y entonces lo insolente puede pasar sobre ello,y al lugar sacro debe venir lo rudodesde confines lejanos, ejerce ásperamente la locuray encuentra allí un destino, mas gratitudnunca sigue después al regalo donado por dios;ha de captarse con hondo examen.Así, si el donante no ahorraraya desde hace tiem po de la bendición del hornonos encendería la cumbre y el suelo.

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Des G öttlichen aber em pfiengen wir D och viel. Es ward die Flam m ’ uns In die Hände gegeben, und Ufer und M eersfluth .V iel mehr, denn m enschlicher W eiseSind jene m it uns, die fremden Kräfte, vertrauet.U nd es lehret G estirn dich, dasV or Augen dir ist, doch nimmer kannst du ihm gleichen.Vom Allebendigen aber, von demViel Freuden sind und Gesänge,Is t einer ein Sohn, ein Ruhigmächtiger ist er,Und nun erkennen w ir ihn,Nun, da w ir kennen den Vater U nd Feiertage zu halten D er hohe, der GeistD er W elt sich zu M enschen geneigt hat.

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Pero de lo divino recibim os mucho. N os fue confiada la llam a y la ribera y la marea.M ás aún, pues de m anera hum anaestán fam iliarizadas con nosotros aquéllas, las fuerzas extrañas.Y el astro te enseña, elque te está a la vista, pero nunca puedes asem ejarte a él.Mas del todo viviente, del quevienen m uchas alegrías y cantos,uno es un hijo, un sosegadam ente poderoso es él,y ahora lo conocemos,ahora que conocem os al padre,y para celebrar días de fiestael alto, e l espíritudel mundo se ha inclinado a los hombres.

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Denn längst war d e r zum Herrn der Z eit zu grossUnd w eit aus reichte sein Feld, wann hats ihn aber erschöpfet?Einm al mag aber e in Gott auch Tagew erk erw ählen,G leich Sterblichen und theilen alles Schiksaal.Schiksaalgesez ist d iss, dass A lle sich erfahren,Dass, w enn die S tille kehrt, auch eine Sprache sei.W o aber w irkt d er Geist, sind w ir auch m it, und streiten,Was w ohl das B este sei. So dünkt mir je z t das B este,W enn nun vollendet sein B ild und fertig ist der M eister,Und selbst verklärt davon aus seiner W erkstatt, tritt,Der stille Gott d er Z eit und nur der L iebe Gesez,Das schönausgleichende gilt von hier an b is zum Himmel.

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Pues desde hace mucho e ra dem asiado grande para ser señor del tiem po

y lejos se extendía su cam po, ¿mas cuándo éste lo agotó? Pero una vez puede eleg ir un dios también una jornada, igual que los mortales, y com partir todo destino.Ley del destino es ésta, que todos se com penetren, que, cuando vuelva la quietud, haya también un lenguaje.M as a llí donde obra el espíritu, estam os tam bién y disputam os, que será por cierto lo mejor. A sí ahora me parece lo m ejor, cuando su imagen está p lenifícada y dispuesto e l m aestro, y transfigurado por ello sale de su taller el sosegado dios del tiem po y sólo la ley del amor, la que bellam ente arm onizando vale desde aquí hasta el cielo.

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V iel hat von M orgen an,Seit ein G espräch w ir sind und hören voneinander, E rfahren der M ensch; bald sind w ir aber Gesang.Und das Z eitbild , das der grosse G eist entfaltet,E in Zeichen liegts vo r uns, dass zwischen ihm und ändern E in Bündniss zwischen ihm und ändern M ächten ist.N icht er allein, d ie Unerzeugten, E w ’genSind kennbar alle daran, gleichwie auch an den PflanzenD ie M utter Erde sich und Licht und Luft sich kennet.Zulezt ist aber doch, ihr heiligen M ächte, fü r euchDas Liebeszeichen, das ZeugnissDass ihrs noch seiet, der Festtag.

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Desde la mañana,desde cuando som os un d iálogo y oímos los unos de los otros, mucho ha sabido el hom bre; mas pronto somos canto.Y la im agen del tiem po que despliega el gran espíritu, un signo yace ante nosotros, que entre é l y otros hay una alianza entre él y otros poderes.No sólo él, los increados, eternosson todos conoscibles en que como tam bién en las plantasla m adre tierra se conoce y la luz y el aire.M as en fin, vosotros, sagrados poderes, para vosotros hay el signo del am or, el testim onio de que aún lo sois, el d ía d e fiesta.

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D er A llversam m elnde, wo Himmlische nicht Im W under offenbar, noch ungesehn im W etter,W o aber bei Gesang gastfreundlich untereinander In C hören gegenwärtig, eine heilige Zahl D ie Seeligen in jeg licher W eise B eisam m en sind, und ihr G eliebtestes auch,A n dem sie hängen, nicht fehlt; denn darum rie f ich Zum G astm ahl, das bereitet ist,D ich, U nvergesslicher, dich, zum Abend der Zeit,0 Jüngling, dich zum Fürsten des Festes; unde eher legt Sich schlafen unser G eschlecht nicht,Bis ihr V erheissenen all,A ll ihr U nsterblichen, uns Von eurem Himmel zu sagen.D a seid in unserem Hausse.

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El que todo reúne, donde lo celestialno se revela en el m ilagro, ni inadvertido en la tem pestad,mas donde con canto m ezclados hospitalariam entepresentes en los coros, un sacro númerolos bienaventurados de cualquier maneraestán ju n to s y lo que más am an también,a lo que se acogen, no está ausente; pues por esto te llaméal banquete, que está dispuesto,a ti, inolvidable, a ti, en la tarde del tiem po,oh adolescente, a ti (para que vengas), al príncipe de la fiesta;

y antes no se tiende a dorm ir nuestro linaje, hasta que vosotros los prom etidos todos, todos vosotros los inm ortales, nos habléis de vuestro cielo.Entonces estaréis en nuestra casa.

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Leichtathm ende Lüfte V erkünden euch schon,Euch kündet das rauchende ThalUnd der Boden, der vom W etter noch dröhnet,Doch Hoffnung röthet die W angen,Und vor der Thüre des Hausses Sizt M utter und Kind,Und schauet den Frieden Und w enige scheinen zu sterben Es hält ein Ahnen die Seele,Vom goldnen Lichte gesendet,Hält ein Versprechen die Ä ltesten auf.

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Aires levem ente respirandoya os anuncian,os anuncian el valle hum eantey e l suelo que aún se estrem ece de la tem pestad,m as esperanza enrojece las mejillas,y ante la puerta de la casaestá sentada la madre con el niño,y contem pla la pazy pocos parecen m orir;un presentim iento sostiene el alma,enviado por dorada luz,una prom esa detiene a los más ancianos.

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W ohl sind die W ürze des Lebens,Von oben bereitet und auch H inausgeführet, die Mühen.D enn A lles gefällt jezt,E infältiges aberAm m eisten, denn die langgesuchte,Die goldne Frucht,U raltem StammIn schütternden Stürmen entfallen,Dann aber, als liebstes Gut, vom heiligen Schiksaal selbst M it zärtlichen Waffen umschüzt,D ie G estalt der Himmlischen ist es.

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Cierto es que las especies de la vida, preparadas desde arriba y tam bién cosechadas, son las penas.Pues todo gusta ahora, pero lo ingenuomucho m ás, pues el largam ente buscado,el dorado fruto,de añejo troncocaído en vibrantes borrascas,pero entonces, como bien amadísimo, por el sacro destino

m ism o, protegido con tiernas armas, es la figura de los celestiales.

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W ie die Löw in, hast du geklagt,0 M utter, da du sie,Natur, die K inder verloren.Denn es stahl sie. Allzuliebende, dirDein Feind, da du ihn fastW ie die eigenen Söhne genommen,Und Satyren die Götter gesellt hast.So hast du manches gebaut,Und manches begraben,Denn es hasst dich, was Du, vor d er Zeit A llkräftige, zum Lichte gezogen.Nun kennest, nun lässest du diss;Denn gerne fühllos ruht,Bis dass es reift, furchtsamgeschäfftiges drunten.

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Como la leona, te has quejado, oh madre, porque tú a ellos, naturaleza, has perdido a los hijos.Pues te los robó, amadorsísima, a ti tu enemigo, cuando tú casi lo tom aste com o a los propios hijos.Y has juntado a los sátiros los dioses.A sí has construido mucho, y mucho sepultado.Pues te odia lo que tú, antes del tiem po, todo-vigorosa, trajiste a la luz.Ahora conoces, ahora deja esto;pues gustoso descansa insensible,hasta que madure, medrosamente ocupado debajo.

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FRIEDENSFEIER(Prosaentw urf)

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Ein Chor nun sind wir, Drum soll alles H im m lische, was genannt war, eine Zahl, geschlossen, heilig, aus gehen rein aus unserem M unde.

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FIESTA DE LA PAZ(Esbozo en prosa)

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Un coro somos ahora. Por eso todo lo celestial que fue nom brado, un número, cerrado, santo, debe salir puro de nuestra boca.

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D enn sieh! es ist der Abend der Zeit, die Stundewo die W anderer lenken zu der Ruhstatt. Es kehrt baldEin Gott um den anderen ein. Dass aberihr geliebtestes auch, an dem sie alle hängen, nichtfehle, Und Eines all in dir sie all, sein,und alle Sterblichen seien, die w ir kennen bis hieher.

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¡Pues mirad! Es la tarde del tiempo, la hora en que los peregrinos se dirigen al lugar de descanso. Pronto

entraun dios tras otro. Pero que su más amado, del que todos son devotos, no esté ausente. Y Uno todo en ti todos ellos, sean, y sean todos los mortales que conocem os hasta aquí.

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D arum sei gegenw ärtig, Jüngling. K einer, wie du, g ilt statt d er übrigen alle. Darum haben die denen du es gegeben, die Sprache alle geredet, und du selber hast es gesagt, dass in W ahrheit w ir auf Höhen und geistig auch anbeten w erden in Tem ­peln. Seelig w arst du damals aber seeliger jezt, wenn w ir des Abends m it den Freunden dich nennen und singen von den H ohen und rings um dich die D einigen all sind. Abgelegt nun ist die H ülle. Bald wird auch noch anderes klar seyn, und w ir fürchten es nicht.

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Por eso estad presente, adolescente. Ninguno, com o tú, vale en vez de todos los dem ás hombres. Por eso han hablado aquellos a quienes les has dado el lenguaje, y tú mismo lo has dicho que en verdad adorarem os en alturas y espiritualm ente tam bién en tem ­plos. D ichoso eras entonces pero más dichoso ahora, cuando por la tarde con amigos te nom bram os y cantam os desde las alturas y en torno están todos los tuyos. D espojada está ahora la envoltura. Pronto también otra cosa c lara será, y no la tememos.

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FRIEDENSFEIER (Erster Versentw urf)

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V ersöhnender der du nim m ergeglaubt Nund da b ist, Freundesgestalt m ir A nnim m st Unsterblicher, aber wohl Erkenn ich das HoheDas mir d ie Knie beugt,Und fast w ie ein Blinder muss ich Dich, him m lischer fragen wozu du mir,W oher du seiest, seeliger Friede!Diss Eine weiss ich, sterbliches bist du nichts,Denn m anches mag ein W eiser oder Der treuanblikenden Freunde e iner erhellen, wenn aber Ein Gott erscheint, auf Himmel und Erd und Meer Körnt allem euende Klarheit.

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FIESTA DE LA PAZ (Prim er esbozo en verso)

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C onciliador tú en el que nunca se ha creído ahora estás ahí, figura de amigo para mí tomas Inm ortal, mas por cierto reconozco lo altoque me doblega la rodilla, y casi com o un ciego debo a ti celestial preguntar para qué tú a mí, de dónde eres, ¡dichosa paz!E sto único sé yo: no eres mortal, pues mucho puede un sabio ouno de los amigos que miran fielmente aclarar, mas cuando aparece un dios, en e l cielo y en la tierra y en el mar viene claridad que todo lo renueva.

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E inst freueten w ir uns auch,Z ur M orgenstunde wo stille die W erkstatt war Am Feiertag, und die B lum en in der Stille,W ohl blühten schöner auch sie und helle quillten lebendige

Brunnen.Fern rauschte der Gem einde schauerlicher Gesang,W o heiligem Wein gleich, die geheim eren Sprüche G ealtert aber gewaltiger einst, aus Gottes G ew ittern im Sommer gewachsen,D ie Sorgen doch mir stilltenUnd die Zw eifel aber nim m er w usst ich, wie m ir geschah, D enn kaum geboren, w arum breitetet Ih r mir schon über die A ugen eine Nacht,D ass ich die Erde nicht sah, und mühsam Euch athm en musst, ihr him m lischen Lüfte.

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En otro tiempo tam bién nos alegramos, a la hora del alba, cuando estaba callado el taller el día de fiesta, y las flores en el sosiego por cierto florecían también ellas y claram ente brotaban vivas

fuentes.Lejos susurraba el canto horroroso de la parroquia,donde igual al sacro vino, las más secretas sentenciasenvejecidas pero más poderosas en otro tiem po, delas torm entas de dios crecían en verano,pero me calmaban las cuitasy las dudas mas nunca supe cómo me ocurrió,pues apenas nacido, por qué me entendisteisya sobre los ojos una noche,así que no vi la tierra, y penosam entedebí respiraros, vosotros, aires celestiales.

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Zuvorbestim m t wars. Und es lächelt Gott,W enn unaufhaltsam aber von seinen Bergen gehemmt Ihm zürnend in den ehernen Ufern brausen die Ströme;T ie f wo kein Tag die begrabenen nennt.U nd o, dass im m er allerhaltender, du auch mich So haltest, und leichtentfliehende Seele m ir sparest,Drum hab ich heute das Fest, und abendlich in der S tille B lüht rings der G eist und wär auch silbergrau mir die Loke, D och würd ich rathen, dass wir sorgten ihr Freunde Für Gastmahl und Gesang, und Kränze genug und Töne Bei solcher Zeit unsterblichen Jünglingen gleich.

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Estaba decidido anteriorm ente. Y dios sonreía, cuando irrefrenablem ente em pero reprim ido por sus m ontañas enojándose en las férreas riberas le rugen los ríos; profundam ente donde ningún d ía nom bra a los sepultados.Y ¡oh!, que siem pre sostenedor de todo, tú a mí tam bién así me sostengas, y me evites alm a fácilm ente huidora, por eso tengo hoy la fiesta, y por la tarde en el sosiego florece en torno el espíritu y si tam bién para m í fuera gris

plateado el rizo, yo em pero aconsejaría que procuráram os, vosotros, am igos, el banquete y canto, y coronas suficientes y tonos en tal tiem po sem ejantes a adolescentes inmortales.

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U nd manchen möcht ich ladenaber o du,

im goldenen bekant, am Brunnen,

Es leuchtet zugethan den M enschen freundlichernst un ter den syrischen Palm en, und die lieben um hüllten dich das treue Gewölk,

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Y a muchos quiero invitarpero oh tú,conocido en lo dorado,

en la fuente,resplandece afecto a los hom bres am ablem ente serio bajo las palmas sirias, y los amados te revistieron la nube fiel.

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Sei gegenwärtig Jüngling, jezt erst, denn noch ehe du ausgeredet R ief es herab, und schnell verhüllt w ar jenes Freudige, das Du reichtest, und weitumschattend breitete sich über dir Und furchtbar ein Verhängniss,So ist schnellvergänglich alles H im m lische, aber um sonst nicht.Des M aases allzeit kundig rührt m it schonender HandDie W ohnungen der MenschenEin Gott an, einen Augenblik nurUnd sie w issen es nicht, doch langeGedenken sie dess, und fragen, w er es gewesen.W enn aber eine Zeit vorbei ist, kennen sie es.

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Estad presente, adolescente, ahora tanto más, pues antes aun de que hayas acabado de hablar

lo invocó desde arriba, y velozm ente velado estuvo aquel júbilo, que

tú deparaste, y ensom breciéndose dilatadam ente se difundió sobre ti

y terriblem ente una fatalidad,así es velozm ente fugaz todo lo celestial, mas no en vano. Siem pre conocedor de la medida, roza con indulgente m ano las moradas de los hombres un dios, sólo por un momento y ellos no lo saben, mas por mucho tiempo lo recuerdan y preguntan quién fue.M as cuando el tiem po se ha ido, lo conocen.

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Und m enschlicher W ohlthat folget d er Dank,A uf göttliche G aabe aber jahrlang D as Laid erst und das Irrsaal,D ass m ilder auf die folgende Zeit D er hohe StralDurch heilige W ildniss scheine.Darum , o Göttlicher! sei gegenwärtig,U nd schöner, wie sonst, o sei Versöhnender nun versöhnt dass w ir des Abends M it den Freunden dich nennen, und singen Von den Hohen, und neben dir noch andere sein. Denn versiegt fast, all in O pferflam m en W ar ausgeathm et das heilige Feuer Da schikte schnellentzündend der V ater Das liebendste, was er hatte, herab D am it entbrennend,

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Y al beneficio hum ano sigue la gratitud,pero al don divino por añosante todo la pena y el extravío,para que más suave sobre el tiem po que sigueel alto rayobrille por el santo desierto.Por eso, ¡oh divino!, estad presente, y más bello que siem pre, oh, sed conciliador ahora conciliado para que por la tarde con los am igos te nom brem os y cantem os desde las alturas, y jun to a ti estén otros.Pues seco casi, en llam as de sacrificio todo había expirado el fuego sagrado cuando encendiendo velozm ente el padre envió lo más am ado que tenía, para que ardiendo,

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Und wenn fortzehrend von G eschlecht zu G eschlecht,Die M enschen wären des Seegens zu voll,Dass jed er sich genügt und überm üthig vergässe des H im m els, Dann sprach e r soll ein neues beginnen,Und siehe! was du verschw iegest,Der Zeiten V ollendung hat es gebracht.W ohl w usstest du es, aber nicht zu leben, zu sterben w arst du

gesandt,Und im m er grösser, denn sein Feld, wie der G ötter Gott Er selbst, m uss einer der anderen auch seyn.

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y cuando consum iéndose de linaje en linaje, los hombre estuvieran dem asiado llenos de bendición, y así cada uno se basta y altivam ente olvidara el cielo, habló él entonces debe haber un nuevo com enzar,¡y ved! lo q u e callaste, lo trajo la p len itud del tiempo.Bien lo sabías, pero no para vivir, para m orir fuiste enviado.Y cada vez m ás grande que su campo, com o el dios de los

diosesél mismo, debe ser también uno de los otros.

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W enn aber die Stunde schlägtW ie der M eister tritt er, aus der W erkstatt,Und ander Gewand nicht denn E in festliches ziehet er an Zum Zeichen, dass noch anderes auch Im W erk ihm übrig gewesen.G eringer und grösser erscheint er.Und so auch duUnd gönnest uns, den Söhnen der liebenden Erde, Dass w ir, so viel herangewachsen D er Feste sind, sie alle feiern und nicht D ie G ötter zählen, Einer ist im m er für alle M ir gleich dem Sonnenlichte! göttlicher sei Am Abend deiner Tage gegrüsset.Und m ögen bleiben w ir nun.

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Mas cuando llega la hora como el M aestro surge, del taller, y no o tra túnica sino festiva se vistecomo señal de que aún otra cosa tam bién le ha quedado en trabajo.Más pequeño y m ás grande aparece.Y así tam bién túy nos concedes, a los hijos de la tierra amante, que nosotros, tan crecidos estamos de las fiestas, todos celebren y no enumeren a los dioses, ¡uno está siem pre para todos a mi igual a la luz del sol!, más divinam ente te saludo en la tarde de tus días.Y que ahora quedem os.

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Page 89: Friedrich Hölderlin, Fiesta de La Paz, Trad. Gutiérrez Girardot

T O R D O M É S T I C O , S E R E L A C I O N Ó

C O N S H I L L E R Y G O E T H E , S E E N ­

T U S I A S M Ó CON L A S B A N D E R A S D E

LA, R E V O L U C I O N F R A N C E S A Y

C O M E N Z Ó A E S C R I B I R . D U R A N T E

L O S Ú L T I M O S A Ñ O S D E L S I G L O XVIII»

P U B L I C Ó S U N O V E L A H Y P E R I O N ,

t r a d u j o a S ó f o c l e s y d i o a

C O N O C E R LA M A Y O R P A R T E D E

S U S O D A S , D R A M A S Y C A N T O S

P O É T I C O S , P E R O E N 1 8 0 2 , A L

R E G R E S A R DE U N V I A J E A F R A N ­

CIA , S U S A L U D M E N T A L S E D I S L O ­

C Ó POR C O M P L E T O Y “ L A P L E N I ­

T U D D E L E S P Í R I T U S E L E T O R N Ó

L O C U R A ” , PARA D E C I R L O CON UN

v e r s o s u y o . C i n c o a ñ o s m á s

T A R D E , L U E G O D E S O M E T E R S E A

D O L O R O S O S T R A T A M I E N T O S M É ­

D IC O S , S U F A M I L I A LO C O N F I Ó A L

C U I D A D O D E U N M O D E S T O C A R ­

P I N T E R O D E S U P U E B L O N A T A L

E N C U Y A CASA VIVIÓ, H A S T A 1 8 4 3 ,

I N M E R S O EN U N A D E M E N C I A S I ­

L E N C I O S A Y PACÍFICA, I N T E R R U M ­

PIDA POR E S P O R Á D I C O S M O M E N ­

T O S D E L U C I D E Z .

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G o e t h e n u n c a p u d o s u p o n e r q u e

SU RIV AL S E R Í A A Q U E L H Ö L D E R L I N

D E Q U I E N É L H A B L A B A C O N T A N T A

C O N D E S C E N D E N C I A . R E S I S T I M O S LA

T E N T A C I Ó N F Á C IL D E H A C E R U N P A R A L E L O E N T R E

AMBOS; G O E T H E NO S E L IM IT Ó A E S C R IB IR P O ES ÍA ,

SINO Q U E INTERVIN O COMO A FIC IO N A D O EN M U C H A S

M A TE R IA S C I E N T Í F I C A S Y A R T ÍS T IC A S Y E S O A Y U D A ,

EN PARTE; A SU GRANDF.7A.. HÖL D F R 1 J N . C O N F I ­

D E L ID A D A D M IR A B L E , NO F U E S IN O A Q U E L L O A Q U E

SU D E S T I N O L E L L A M A B A : U N P O E T A . P E R O A H Í

N A D IE L E HA S U P E R A D O E N SU PAÍS, NI E N O T R O

PAÍS C U A L Q U I E R A .

Luis C e r n u d a

m