18
Pastoral Urbana – Großstadtpastoral Proyecto internacional e interdisciplinario de investigación www.pastoral-urbana.uni-osnabrueck.de Prof. Dr. Margit Eckholt, Institut für Katholische Theologie, Universität Osnabrück Pastoral Urbana Las transformaciones de las megaurbes latinoamericanas provocan la conversión pastoral. Apuntes metodológicos Documento de trabajo del proyecto internacional de investigación Las megaciudades latinoamericanas están enfrentando transformaciones profundas en diferentes áreas de una realidad cada vez más compleja. Este es el punto de partida del proyecto internacional e interdisciplinar de investigación sobre „Pastoral Urbana“ que actualmente está estudiando „las actuales transformaciones sociales, culturales y religiosas de las megaciudades latinoamericanas como desafíos a la Iglesia católica y su praxis pastoral“. El presente documento de trabajo recoge las proposiciones metodológicas y los hilos temáticos compartidos en el primer encuentro taller de los integrantes del proyecto internacional realizado en la ciudad de Montevideo, entre el 22 y el 25 de febrero de 2011, así como los primeros resultados de un estudio bibliográfico sobre el tema, con el objetivo de preparar una base común y sólida para el trabajo interdisciplinario. El texto se divide en tres capítulos, de los cuales el primero está dedicado al estudio interdisciplinario de la realidad urbana en la megaciudad; el segundo aborda el tema desde una perspectiva teológica, y el tercero se concentra en las consecuencias pastorales posibles o ya realizadas para una respuesta cabal a los desafíos presentados en la megaciudad. Se observará que esta metodología corresponde al trinomio „ver – juzgar – actuar“ propio de las elaboraciones teológicas latinoamericanas. I. Ver: Transformaciones de la realidad megaurbana La megaciudad y sus características La realidad urbana experimentada en una ciudad con un número de habitantes muy elevado difiere de la vivida en ciudades más pequeñas. El número que define estadísticamente el paso de una ciudad grande a una megaciudad – las Naciones Unidas manejan un límite de 10 millones de habitantes 1 1 United Nations (ed.): World Urbanization Prospects: The 2003 Revision. New York 2003. http://www.megacities.uni-koeln.de/documentation/megacity/statistic/wup2003.pdf

Pastoral Urbana Großstadtpastoral - Universität … · consiste en la apertura a las perspectivas de otras disciplinas, desde un trabajo disciplinar serio y consistente, tomando

Embed Size (px)

Citation preview

Pastoral Urbana – Großstadtpastoral Proyecto internacional e interdisciplinario de investigación

www.pastoral-urbana.uni-osnabrueck.de

Prof. Dr. Margit Eckholt, Institut für Katholische Theologie, Universität Osnabrück

Pastoral Urbana

Las transformaciones de las megaurbes latinoamericanas provocan la conversión pastoral.

Apuntes metodológicos

Documento de trabajo del proyecto internacional de investigación

Las megaciudades latinoamericanas están enfrentando transformaciones profundas en diferentes áreas de una realidad cada vez más compleja. Este es el punto de partida del proyecto internacional e interdisciplinar de investigación sobre „Pastoral Urbana“ que actualmente está estudiando „las actuales transformaciones sociales, culturales y religiosas de las megaciudades latinoamericanas como desafíos a la Iglesia católica y su praxis pastoral“. El presente documento de trabajo recoge las proposiciones metodológicas y los hilos temáticos compartidos en el primer encuentro taller de los integrantes del proyecto internacional realizado en la ciudad de Montevideo, entre el 22 y el 25 de febrero de 2011, así como los primeros resultados de un estudio bibliográfico sobre el tema, con el objetivo de preparar una base común y sólida para el trabajo interdisciplinario. El texto se divide en tres capítulos, de los cuales el primero está dedicado al estudio interdisciplinario de la realidad urbana en la megaciudad; el segundo aborda el tema desde una perspectiva teológica, y el tercero se concentra en las consecuencias pastorales posibles o ya realizadas para una respuesta cabal a los desafíos presentados en la megaciudad. Se observará que esta metodología corresponde al trinomio „ver – juzgar – actuar“ propio de las elaboraciones teológicas latinoamericanas.

I. Ver: Transformaciones de la realidad megaurbana La megaciudad y sus características La realidad urbana experimentada en una ciudad con un número de habitantes muy elevado difiere de la vivida en ciudades más pequeñas. El número que define estadísticamente el paso de una ciudad grande a una megaciudad – las Naciones Unidas manejan un límite de 10 millones de habitantes1 –

1 United Nations (ed.): World Urbanization Prospects: The 2003 Revision. New York 2003.

http://www.megacities.uni-koeln.de/documentation/megacity/statistic/wup2003.pdf

Pastoral Urbana: Documento de trabajo [2]

simboliza, como figura matemática, todo un conjunto de diferencias significativas entre la realidad de una ciudad grande y la de una megaciudad. Desde el punto de vista cultural y sociológico, las diferencias cualitativas son mucho más interesantes que el paso meramente cuantitativo, aunque aquéllas se producen de una manera complejamente interdependiente de éste. De este modo, el concepto “megaciudad” no se define tan solo desde la cantidad estadística de sus habitantes, sino también por diferencias socioculturales que se producen en las acumulaciones urbanas mayores en todo el mundo2. ¿Cómo se pueden describir estas diferencias características de las megaciudades? Esta es la primera tarea importante en el camino de entender e interpretar a la megaciudad latinoamericana. La complejidad de la realidad vivida en la megaciudad exige una pluralidad de enfoques científicos. Son muchas disciplinas que se acercan a la megaciudad “desde un ángulo propio y con metodologías específicas”3. M. Palacio menciona, a manera ilustrativa y no exhaustiva, “urbanística, economía, sociología, política, comunicación, derecho, antropología cultural, geografía [,] [...] la filosofía y la teología.”4 Se precisa, por tanto, un enfoque interdisciplinario en los estudios sobre la ciudad. Multiplicidad de realidades y perspectivas Las realidades y perspectivas que pueden servir como „porta de entrada na complexidade da realidade urbana“5 son muchas. Una perspectiva muy importante es, por ejemplo, la sociogeográfica y topológica. Los lugares y espacios en los que viven y se mueven los y las habitantes de las megaciudades inciden muchas veces de manera decisiva sobre la realidad sociocultural que pueden o deben vivir. Partiendo del caso de la segregación residencial en el área metropolitana de Buenos Aires, A. L. Suárez describe toda una gama de realidades socioculturales emergentes de la exclusión social: “circuitos educativos diferenciales”, “circuitos de acceso a la salud diferenciales”, “creciente heterogeneidad en las condiciones de vida”, y “el consumo de droga”6, entre otros. Se llega a hablar de una “geografía de oportunidades”7, en la que el mero hecho de vivir en una y otra región urbana resta o suma a las posibilidades sociales de la persona. El reclamo por el “derecho a la ciudad”8 relaciona esta pista de acercamiento a la realidad megaurbana a otra que estudia el desarrollo y las transformaciones del concepto de ciudadanía9 en las grandes ciudades. Este tema se relaciona con la experiencia de “la creciente individualización” en la megaciudad “en el contexto de una débil sociabilidad,” para usar las palabras de T. Mifsud.10 La fragmentación de la vida en la ciudad produce la necesidad de “que cada persona define por su propia cuenta quién es, su propia identidad”11. Esto significa para el sujeto no solamente, que pueda ejercer su propia autonomía, sino al mismo tiempo que está sometido a un esfuerzo obligatorio. El 2 Spreitzhofer, Günther: Megacities: Zwischen (Sub)urbanisierung und Globalisierung. Friedrich Ebert-Stiftung,

Online Akademie, Modul Globalisierung (2006). http://library.fes.de/pdf-files/akademie/online/50340.pdf; Bronger, Dirk: Metropolen, Megastädte, Global Cities. Die Metropolisierung der Erde. Wissenschaftliche Buchgesellschaft, Darmstadt 2004 3 Palacio, Marta: La interdisciplinariedad en los estudios sobre la ciudad: http://pastoral-urbana.uni-

osnabrueck.de/textos/montevideo2011/palacio.pdf, p.1. 4 ibíd.

5 Brighenti, Agenor: Evangelizacão inculturada e mundo urbano. Id. org. : Pastoral Urbana. ategorias de nálise e Interpela es Pastorais. rasília: , 7-38, aquí 17 6 Suárez, Ana Lourdes: Dinámicas urbanas que desafían el derecho a la ciudad. El caso de la Región

Metropolitana de Buenos Aires. http://pastoral-urbana.uni-osnabrueck.de/textos/montevideo2011/suarez.pdf, p.10-12. 7 Ibíd. p. 6-9.

8 Ibíd. p. 1, cf. Lefebvre, Henri: El derecho a la ciudad, Barcelona: Península, 1976.

9 Seibold, Jorge: La ciudadanía intercultural. Un nuevo desafío para nuestros pueblos latinoamericanos y

caribenos. Stromata (2008) 219-232 10

Mifsud, Tony: La Gran Ciudad. Interrogantes y propuestas éticas. Ponencia presentada en el II Seminario sobre Pastoral de Megápolis organizado por el CELAM. 11-13 de marzo 2003. Santiago de Chile. http://www.iglesia.cl/iglesiachile/especiales/megapolis/mifsud.html 11

Ibid.

Pastoral Urbana: Documento de trabajo [3]

individualismo y la fragmentación en las megaciudades conllevan el problema de la gobernabilidad. Los grandes espacios megaurbanos no solamente exigen la responsabilidad compartida entre políticos y gobiernos nacionales, municipales y locales sino dificultan al mismo tiempo la participación activa de las y los habitantes y por tanto el ejercicio de la ciudadanía. Otra puerta de entrada para el análisis sociocultural de la vida en la megaurbe es la migración que presenta un desafío no solamente cuantitativo, sino ante todo cultural y social a las ciudades. Mons. N. Strotmann presenta un análisis muy profundo del contraste cultural entre la cosmovisión, la percepción social y la religiosidad de las personas de cultura andina que migran a la ciudad y los y las habitantes de una megaciudad como Lima12. El encuentro intercultural es una realidad continua e importante en la vida de la megaurbe. Las diferencias culturales afectan la manera de comunicación, de interrelación y de organización social y – no por último – la religiosidad de las personas. Las grandes dimensiones numéricas de la realidad megaurbana son decisivas para la experiencia de fragmentación cultural y de una pluralidad desconcertante. Strotmann concluye constatando que “la incalculabilidad de la sociedad y la relacionalidad cambiante que la mueve, son ciertamente problemas profundos”, pero también un “motor” que no debe y no puede ser apagado13. También el estudio sociocultural de las realidades religiosas de las megaciudades presenta una pista de acercamiento interesante e importante a la experiencia megaurbana, no solamente desde el punto de vista teológico-pastoral. Como las convicciones religiosas figuran, para muchas personas, entre las motivaciones personales más profundas, e inciden sobre el inconsciente individual, no se puede relegar la identidad y la praxis religiosa de los y las habitantes de la megaciudad a un plano secundario o marginal. Las transformaciones religiosas en las grandes ciudades son objetos de estudio muy importantes para el análisis de las realidades socioculturales. Por esto, B. Carranza sitúa su investigación sobre las transformaciones del pentecostalismo protestante y católico en São Paulo dentro de un marco de relaciones con el mundo de los medios masivos, de la gerencia empresarial de las ofertas religiosas, de sus aspiraciones políticas y de su eficiencia con respecto a la cohesión social de las personas, entre otros. No son cuestiones solamente religiosas (en un sentido estricto) si la práctica religiosa se transforma de una manera u otra y si una corriente religiosa tiene mayor atractividad social que otra. Estos procesos socioreligiosos se interconectan de manera muy profunda con las demás realidades socioculturales y económicas de la megaurbe, y ofrecen, por tanto, una puerta de acceso no solamente al mundo de las religiones en la ciudad, sino a la compleja e interconectada realidad global de la megaciudad. De la misma manera, el hecho de que dentro de las megaciudades no solamente se producen cambios profundos a las maneras tradicionales de vivir las religiones, sino además se están desarrollando nuevos tipos de espiritualidad, como expone V. R. Azcuy14, apunta a la capacidad creativa de las y los habitantes de la megaciudad de interpretar y resignificar las experiencias que se están dando en las transformaciones y fragmentaciones de sus vidas. Estudiar la espiritualidad en procesos de cambio, no solamente abre el paso a la interpretación teológica de la realidad vivida por las personas que viven en la megaurbe, sino puede interconectar con las aspiraciones profundas, la resiliencia y el potencial creativo de la población megaurbana. La espiritualidad y la religiosidad, la interculturalidad y la migración, la ciudadanía y la segregación residencial no pueden documentar o retratar todos los aspectos de la vida y la realidad de las personas que viven en una megaciudad. Tampoco lo pueden hacer otras vías de acceso a esta realidad compleja, fragmentaria e interconectada. Estas vías de acceso, entre otras, deben ser accedidas desde una actitud abierta al diálogo y a la interdisciplinariedad para desarrollar su potencial analítico con respecto a la megaciudad. Sin embargo, cada una de estas perspectivas concretas puede aportar algo al cuadro de las transformaciones actuales de la realidad megaurbana. Cada una de ellas puede caracterizar el modo específico de ser de las ciudades grandes en América

12

Strotmann, Norberto: Experiencias de Pastoral Urbana en la ciudad de Lima / en la Diócesis de Chosica. http://pastoral-urbana.uni-osnabrueck.de/textos/montevideo2011/strotmann.pdf, p. 3-8. 13

Ibíd. p. 6. 14

Azcuy, Virginia R.: Sed de espiritualidad en la ciudad. El reto de un signo de estos tiempos. http://pastoral-urbana.uni-osnabrueck.de/textos/montevideo2011/azcuy.pdf, p. 9-10.

Pastoral Urbana: Documento de trabajo [4]

Latina en el presente. Tomando en cuenta que ninguna ciencia puede analizar todos los aspectos de la realidad, y además “sem esperar […] que as ciências sejam capazes de explicar tudo“15, se hace imperioso, para el estudio de „las actuales transformaciones sociales, culturales y religiosas de las megaciudades latinoamericanas”, como reza el título de nuestro proyecto, el trabajo interdisciplinario. La interdisciplinariedad como herramienta de investigación Para comprender mejor el término de la interdisciplinariedad, cabe confrontarlo con dos conceptos diferentes: Por un lado, es necesario pasar de una mera multidisciplinariedad que simplemente yuxtapone los resultados de las investigaciones de diferentes disciplinas, a un diálogo interdisciplinario. Por otro lado existe el concepto complementario de la transdisciplinariedad que implica una ruptura de los marcos epistemológicos de las disciplinas.16 El trabajo interdisciplinario consiste en la apertura a las perspectivas de otras disciplinas, desde un trabajo disciplinar serio y consistente, tomando en cuenta la preliminariedad de todos los resultados de una investigación monodisciplinar17. Los estudios sobre la realidad sociocultural deben reconocer la existencia y la influencia de las estructuras de poder imperantes en la realidad, y también tomar en cuenta que éstas pueden incidir sobre el mismo diálogo interdisciplinario. Los Estudios Culturales o Cultural Studies que se relacionan con la Escuela de Birmingham ponen un énfasis del acercamiento intercultural en la observación y el análisis de las estructuras de poder, desde las diversas disciplinas académicas. Precisamente en el análisis de la realidad megaurbana, la atención a las estructuras de poder es de suma importancia. Dentro del trabajo interdisciplinario, las ciencias deben responder a un doble desafío hermenéutico: Por un lado, cada disciplina debe demostrar la autenticidad, independencia y especifidad de la propia metodología y el significado de los resultados así obtenidos. Por el otro lado, se precisa de un lenguaje apto para la comunicación entre las disciplinas participantes que pueda hacer transparente la epistemología propia de cada enfoque disciplinar. Ambos desafíos están interrelacionados. Al primer desafío se debe responder con la mayor exactitud metodológica posible, sin desconocer el carácter fragmentario y limitado de cada disciplina académica. La conciencia de que las ciencias analizan la realidad siempre desde una perspectiva de fragmentación, no nos exime de la necesidad de aplicar las herramientas propias con rigor. En cuanto al segundo desafío, es preciso aceptar la fragmentariedad del propio enfoque y no solamente el de las demás disciplinas, y buscar, al mismo tiempo, el acercamiento a la perspectiva de las otras disciplinas participantes del trabajo interdisciplinario. El objeto de conocimiento se va construyendo en el intercambio de las perspectivas, epistemologías y metodologías diferentes. Metodológicamente, el diálogo interdisciplinario no es un proceso fácil, por la dificultad de mantener la comunicación entre lenguajes diferentes. Sin embargo, para un objeto tan complejo y fragmentario como la realidad megaurbana, no existe alternativa. El análisis de las realidades sociales como pertenecientes a códigos de comunicación facilitará la comunicación sobre la realidad. Por esto, en el camino de la interdisciplinariedad puede ayudar el enfoque sociosemiótico como propone F. Altbach18. La realidad urbana corresponde a los códigos no solamente de un lenguaje, sino de un conjunto de reglas de comunicación. Para descodificarla, se precisará prestar atención no solamente a las comunicaciones abiertas, sino también a los símbolos y su fuerza ilocutiva. La creatividad y al mismo tiempo fragmentariedad del lenguaje simbólico podrá formar una pista interdisciplinar para entender y descifrar la realidad megaurbana.

15

Brighenti: Evangelizacão inculturada, op. cit. 17 16

Palacio: Interdisciplinariedad, op.cit. 3-4. 17

Cf. Fortin-Melkevik, Anne: Los métodos en teología. El pensamiento interdisciplinar en teología. Concilium 256 (1994) 147-159. 18

Altbach, Federico: Sociosemiótica y diaconía en la urbe latinoamericana

Pastoral Urbana: Documento de trabajo [5]

Características y transformaciones de la megaurbe ¿Cómo se caracteriza la megaciudad y cómo se está transformando actualmente? La respuesta a esta pregunta doble no puede ser anticipada en este estadio del proyecto de investigación interdisciplinaria. Simplemente quiero ofrecer algunas bases para la investigación posterior. Quizás la característica más sobresaliente de la megaciudad latinoamericana en la actualidad es su creciente pluralidad. La ciudad ya no existe como una unicidad global, con un significado y un objetivo común para sus habitantes, lo que quizás se dio en las ciudades europeas medievales, sino como una pluralidad interrelacionada de significados y sentidos, estilos de vida y búsquedas personales. Se puede hablar, dentro de una megaciudad, de ciudades diversas, fragmentarias y hasta “ciudades invisibles”19. Este concepto de las ciudades invisibles, por un lado puede servir para documentar la fragmentación de la realidad megaurbana. Por otro, pone de manifiesto también el deseo de muchas personas de superarla y asociarse con otras personas en la ciudad de una manera más homogénea y cercana. Al mismo tiempo, la existencia de las ciudades invisibles incrementa la fragmentación y pluralización de la realidad sociocultural en la megaciudad. Otra característica actual de la realidad megaurbana es precisamente la fragmentación. Esta experiencia se da en muchos ámbitos de la organización y de la percepción. La biografía regular en la megaciudad es la biografía fragmentada. La mayoría de las familias, las vecindades, la militancia política, la educación, el trabajo: Muchas experiencias sociales que en tiempos anteriores y en culturas más cohesivas tenían o tienen un carácter más estable y dieron unidad e identidad a la vida aparecen, ante todo en la megaciudad actual, fragmentadas y fragmentarias. Se habla de una urbanidad líquida, o como dice el sociólogo alemán, Frank Eckardt, “flow-Urbanität” 20. Estas experiencias conllevan la inseguridad personal y social, y hasta el sentido de temor que reina en muchas megaciudades. Sin embargo, no se debe adscribir a la fragmentación tan sólo un valor negativo, porque puede ser también fuente de creatividad y de resiliencia21. Un aspecto de la fragmentación muy importante es que las partes sigan interrelacionadas. No se trata de una atomización de la vida en la ciudad, sino de una multipolaridad recíproca en la que la ciudad debe considerarse como algo superior a la suma de sus partes.22 Un hecho que acrecienta todavía la fragmentariedad de la megaurbe, es la interculturalidad compleja que sigue aumentando en importancia por motivo de la migración y de la globalización. La pluralidad de culturas urbanas que se interrelacionan, no se debe solamente a la integración de diferentes culturas rurales, indígenas y afroamericanas que a lo largo de la historia de las urbes latinoamericanas llegaron a la ciudad, sino también a la pluralidad de culturas mundiales que siguen llegando a través de los medios de comunicación y actuales procesos de migración. El encuentro (y a veces choque) de culturas dentro de la megaciudad produce, además, como en un laboratorio, permanentemente nuevas formas y expresiones culturales, algunas efímeras, otras duraderas. De esta manera, la interculturalidad se encuentra dentro de un proceso de una creciente pluralización. A esta complejidad intercultural se suma la experiencia de la interreligiosidad dentro de la ciudad. Un cuarto aspecto digno de mencionar aquí es la gobernabilidad de la ciudad que se vuelve cada vez más compleja y difícil. El creciente número de habitantes, cada vez más plurales y fragmentarios lleva a toda una serie de dificultades socioculturales, políticos y económicos. Se consta la exclusión social de un número crecido de personas que viven en la ciudad. Se nota además la pluralización de la exclusión, ya que se interrelacionan procesos de exclusión por motivos de género, de cultura, de 19 García Canclini, Néstor: La ciudad de los viajeros. Travesías e imaginarios urbanos, UAM-Grijalbo, México,

1996. Scheinig, Jorge Eduardo: La pastoral en las ciudades invisibles de la urbe. Ponencia en el „Encuentro sobre Cultura Urbana y Conversión Pastoral a la luz de Aparecida, en el horizonte de la Misión Continental“ en Buenos Aires, 1 al 5 de Marzo de 2010. Cf. Calvino, Italo: Ciudades Invisibles, Siruela, Madrid, 1999. 20

Eckardt, Frank: Soziologie der Stadt, Bielefeld 2004, 9. 21

Vietmeier, Alfons: Gott wohnt in der großen Stadt. Basisdokument des Kongresses: um ins Gespräch zu kommen…, en: ravo, enjamin / Vietmeier, lfons ed. : Gott wohnt in der Stadt. Dokumente des Internationalen Kongresses für Großstadtpastoral in Mexiko 2007 (Theologie und Praxis Abteilung B, Bd. 23), Zürich-Berlin: LIT 2008, 23-52 22

Brighenti: Evangelizacão inculturada, op. cit. 28

Pastoral Urbana: Documento de trabajo [6]

economía, de política, y otros. En esta situación, el derecho a la ciudad, por un lado, está seriamente amenazado, y por otro lado, inspira a muchas personas dentro de la megaciudad a buscar los medios para hacer realidad su propia ciudadanía, aunque sea de manera fragmentaria. Agudizado cada vez más por cada uno de los aspectos enumerado hasta ahora, destaca entre las características de la megaurbe latinoamericana actual el de la precariedad de la pobreza de la mayoría de sus pobladores. Procesos largos de migraciones a las ciudades, muchas veces forzadas por la violencia, la pobreza rural, la falta de perspectivas o el desempleo, contribuyeron y están contribuyendo al crecimiento incontrolable y casi ilimitado de las grandes urbes. A las experiencias de muchas esperanzas frustradas tras la llegada a la ciudad se suman los problemas de abastecimiento, de salud, de educación, de trabajo, de participación. En muchos casos la alimentación escasea, falta el agua o se vende a precios injustos, el medio ambiente está peligrosamente deteriorado. Hasta las relaciones sociales se vuelven precarias. Esta imagen de precariedad generalizada contrasta de una manera llamativa con el lujo exorbitante que permita a una pequeña minoría de personas a vivir en los niveles de vida más altas del mundo. La proximidad de estas dos maneras de vivir demuestra la injusticia de la estructura social determinante de la pobreza generalizada. Finalmente hay que destacar que las megaciudades latinoamericanas no pueden, como a veces se sugiere, y como puede parecer plausible tomando en cuenta estas características, considerarse ciudades fracasadas. Se debe esto a la potencialidad de resiliencia de sus habitantes. Aún entre los más débiles se encuentran personas, que desde su propia creatividad y a través de la solidaridad cada vez reinventada, construyen soluciones viables para responder a los desafíos que les presenta la vida en la megaurbe. Entre estas capacidades humanas de resiliencia se puede percibir la construcción de nuevas formas de espiritualidad. Este aspecto interesa no solamente desde el punto de vista pastoral, sino también porque – si no se limita el término a una experiencia solamente eclesial – la espiritualidad es una expresión profunda de la persona humana y su capacidad de no solamente adaptarse a situaciones nuevas, sino también de transformar las situaciones para mejorar las condiciones de vida. Al concluir esta primera parte, cabe decir, que las transformaciones actuales de las megaciudades latinoamericanas son muy complejas y tienen diferentes aspectos. Si se pretende estudiarlas más a fondo, para llegar a conclusiones pastorales pertinentes, habrá que tomarlas en cuenta como procesos multifacéticos en lugares plurales y fragmentarias, o en las palabras de A. Brighenti: “ cidade não es simplesmente um espaço físico, mas [...] uma nova cultura”23.

II. Juzgar: ¿Babilonia o Jerusalén? Hacia una teología de la ciudad. El proyecto internacional e interdisciplinar „Pastoral Urbana“ se propone estudiar „las actuales transformaciones sociales, culturales y religiosas de las megaciudades latinoamericanas como desafíos a la Iglesia católica y su praxis pastoral“. Por lo cual, el proyecto tiene una motivación teológico-eclesial. Entre los fundamentos de la perspectiva teológica del proyecto cabe mencionar en primer lugar el Concilio Vaticano II y el Magisterio de la Iglesia latinoamericana, que insisten mucho sobre el diálogo teológico con las perspectivas y ciencias no teológicas. La enseñanza eclesiológica del Concilio enfatiza la imagen de una Iglesia inserta dentro de la humanidad que comparte con ella sus diversos modos de vivir y sentir y que va buscando el diálogo con toda la humanidad para llegar a soluciones viables para las grandes preguntas humanas. En esta línea reciente del Magisterio de la Iglesia, se entiende el contexto vital de la teología, la sociedad en la que está inmersa como lugar privilegiado de su validación. La Iglesia no existe dentro de un mundo aparte o como una entidad cerrada dentro del mundo seglar. Por lo contrario, como la Iglesia es parte del mundo humano, comparte con él todas las experiencias positivas y negativas de la 23

Brighenti: Evangelizacão inculturada, op. cit. 9

Pastoral Urbana: Documento de trabajo [7]

vida humana, y está llamada a compartir “con todas las personas de buena voluntad” (GS 21s) sus propios esfuerzos para la realización de un mundo mejor. Por esto, se precisa un discernimiento teológico sobre la realidad humana, cultural y social de las megaciudades para determinar las consecuencias pastorales. Si bien el desarrollo de una teología de la ciudad apta para la realidad específica de las megaciudades latinoamericanas actuales será una tarea más amplia que no puede ser acabada por completo dentro de nuestro proyecto, será importante dar unas pautas aquí, y dar unos pasos hacia adelante en el camino hacia una teología de la ciudad del siglo XXI24. ¿Babilonia o Jerusalén? Valoraciones negativas y positivas de la ciudad. La realidad megaurbana no es solamente, como vimos en el primer capítulo, plural y compleja, sino se valora de manera muy diversa, desde diferentes puntos de vista y según indicadores muy diversos. Mientras algunas corrientes de la sociología europea caracterizan a las megaciudades ante todo desde la percepción del orden amenazado, de la gobernabilidad difícil y de la reinante exclusión social, y utilizan los conceptos de “caos” y “crisis” para designar la vulnerabilidad de la megaurbe y atribuirle un valor negativo, la sociología y las ciencias culturales emergentes de las mismas megaciudades latinoamericanas enfatizan la creatividad y la resiliencia de las ciudades y sus habitantes. Las mismas valoraciones negativas y positivas se encuentran desde la perspectiva de la teología de la ciudad, ya desde los modelos urbanos que maneja la Biblia.25 En la Biblia, la imagen de la ciudad puede ser Babilonia o puede ser Jerusalén.26 La ciudad es vista, ya en el Antiguo Testamento, como el lugar de la comunión de Dios con su pueblo y también como el lugar del destierro y de la esclavitud. La ciudad puede ser valorado con un atributo culturalmente positivo, como por ejemplo “virgen” o “hija”, pero también con atributos que sirven para atribuir valores negativos en la cultura bíblica, como “adúltera” Ez 6,3 27. A los atributos corresponden teologías divergentes: En el libro del apocalipsis, la ciudad puede ser descrita como lugar de abominación y deshumanización, pero también como el modelo esperado de la salvación28. En los evangelios, se narra la vida de Jesús ante todo fuera de las ciudades grandes de su tiempo, salvo la subida a Jerusalén, descrita como un lugar hostil, que termina en su muerte en la cruz. A continuación, y en forma de contraste, los Hechos de los Apóstoles narran, como el evangelio de Jesucristo se extiende exitosamente ante todo por las ciudades principales del Imperio Romano hasta llegar a la metrópoli29.

24

Cf. Azcuy, Virginia R.: Apuntes para una teología de la ciudad. En el camino hacia una reflexión interdisciplinaria. Teología 100 (2009); Berryman, Phillip: Religion in the Megacity: Catholic and Protestant Portraits from Latin America Maryknoll, NY: Orbis 1996; Bravo, Benjamin / Comblin, José / Libânio, João B. (ed.): La iglesia en la ciudad. México : Dabar, 999 Comblin, José / Calvo, Francisco Javier: Teología de la ciudad, Navarra : Verbo Divino, 1972. 25

Comblin, José / Calvo, Francisco Javier: Teología de la ciudad, Navarra: Verbo Divino, 1972, 18-19; 31-50. Sievernich, Michael: Urbanität und Christentum. Konturen einer Theologie der Stadt. Pastoraltheologie 79 (1990) 3, 95-115. 103-105 26 Theobald, Michael / Simon, Werner (ed.): Zwischen Babylon und Jerusalem. Beiträge zu einer Theologie der

Stadt (Schriften der Katholischen Akademie in Berlin 2), Berlin: Morus / Hildesheim: Bernward 1988; Frosini, Giordano, Babele o Gerusalemme? Per una teologia della cittá, Paoline, Milano 1992 27

Maier, Christl: Daughter Zion, Mother Zion. Gender, Space, and the Sacred in Ancient Israel, Minneapolis 2008; Häusl, Maria (ed.): Tochter Zion auf dem Weg zum himmlischen Jerusalem. Rezeptionslinien der "Stadtfrau Jerusalem" von den späten alttestamentlichen Texten bis zu den Werken der Kirchenväter. Leipzig 2011 28

Saviano, Brigitte: Pastoral urbana. Herausforderungen für eine Großstadtpastoral in Metropolen und Megastädten Lateinamerikas, Berlin: Lit 2006, 128-140. 29

Ebner, Martin: Parademissionar Paulus. Perspektiven der gegenwärtigen exegetischen Diskussion. Herder Korrespondenz 62 (2008) 465–470.

Pastoral Urbana: Documento de trabajo [8]

Para José Comblin, la crítica profética de la Biblia hacia la ciudad se dirige ante todo contra “la arrogancia, la presunción, la ostentación de riqueza y poder”30 sobre las que se edifica la ciudad. La desigualdad e injusticia socioculturales que se multiplican y agudizan en las ciudades, y en mayor escala, cuando crecen más, motivan la polémica contra ellas, en nombre de un Dios de la justicia. Ante todo en el Antiguo Testamento, las ciudades aparecen como lugares paganos, donde se adora a dioses falsos y donde no se practica la justicia de la ley del Dios de Israel. omblin dice: “En muchos lugares de la Biblia, edificar una ciudad es un pecado de desconfianza en Dios y de confianza en sí”.31 La voz profética de la Biblia se dirige contra el poder de estas ciudades y la explotación que reina en ellas. No solamente apunta a las ciudades paganas. También la ciudad de la alianza, Jerusalén, puede ser objeto de la crítica profética, cuando se olvida de las exigencias de la ley de Dios y trata de imitar a las ciudades paganas. Sin embargo, la crítica bíblica contra las ciudades no se limita a lo que se pudiera considerar la actitud reservada (y algo romántica) de un pueblo rural y nómada contra la vida urbana. Comblin señala que el último libro de la Biblia termina con la imagen de la ciudad como lugar del encuentro entre Dios y las personas humanas y como realización de la comunidad humana perfecta. La concepción novotestamentaria de una misión cristiana hacia toda la humanidad que se realiza ante todo dentro del ámbito urbano del Imperio Romano demuestra que la voluntad de Dios hacia la humanidad comprende la salvación de las ciudades: “Los cristianos son enviados a la ciudad, no para asimilarse a ella y disolverse en sus estructuras, sino para transformarla, para liberarla de sus pecados, para adaptarla para una verdadera comunidad humana.”32 La experiencia urbana llama a los cristianos a ejercer su propia responsabilidad frente a la vida en la ciudad.33 La ciudad, por tanto, no se puede valorar sin más, desde el punto de vista teológico, de manera solamente negativa o positiva. Es Babilonia y es Jerusalén a la vez, porque dentro de las ciudades existen múltiples situaciones humanas, complejas e interdependientes. Si éstas impiden o promocionan la realización de la vida humana, debe ser el objeto de estudios concretos de cada caso. Es preciso ver las ciudades desde esta doble perspectiva teológica para no caer en los extremos de una apoteosis de la ciudad o de su condenación completa. Desde la perspectiva de los pobres. La mirada teológica sobre una realidad humana injusta e imparcial nunca puede pretender ser imparcial y neutral. Si la teología pretende discernir sobre la vida humana desde la perspectiva de Dios, debe asumir una actitud solidaria con las personas que sufren la injusticia, porque la vida y la dignidad humanas son de Dios, y Dios se mostró solidario con los que sufren. Esta es la idea fundamental detrás de la opción por los pobres tan propia de la teología y del magisterio latinoamericanos.34 Por esto, en las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano, desde Medellín hasta Aparecida, los obispos latinoamericanos insistieron en esta opción que “está implícita en la fe cristológica en aquel Dios que se ha hecho pobre por nosotros” (DA 392). La opción por los pobres rige, sin embargo, no solamente la acción pastoral de la Iglesia, sino influye también, y de manera decisiva, sobre el quehacer teológico. Ella es, en las palabras de Juan Luis Segundo, una “clave hermenéutica para entender el evangelio”35. No se entiende el evangelio, si no es a partir de la perspectiva de aquellos para los que esta buena noticia está destinada. A propósito

30

Comblin / Calvo: Teología de la ciudad (op. cit.) 60 31

Comblin / Calvo: Teología de la ciudad (op. cit.) 44 32

Comblin / Calvo: Teología de la ciudad (op. cit.) 81 33

Sievernich: Urbanität (op. cit.) 106-107. 34

Para dar tan sólo unos referentes importantes sobre el tema, ver Oscar Romero: La dimensión política de la fe desde la opción por los pobres. Una experiencia eclesial en El Salvador, Centroamérica, en: RELaT 135; Clodovis Boff, Jorge Pixley: Die Option für die Armen, Düsseldorf: Patmos 1987; Gustavo Gutiérrez: Die Armen und die Grundoption, en: Ignacio Ellacuría; Jon Sobrino (ed.): Mysterium Liberationis. Grundbegriffe der Theologie der Befreiung, Vol. 1, Luzern: Exodus 1995, 293-311. 35

Juan Luis Segundo, La opción por los pobres como clave hermenéutica para entender el evangelio. Sal Terrae 74 (1986) 473-482.

Pastoral Urbana: Documento de trabajo [9]

del locus theologicus de los pobres dice Luiz arlos Susin: “ partir desse lugar entende-se melhor, mais concretamente e mais universalmente, o que Deus revela em Cristo, o que quer da Igreja e como salva a humanidade.”36 Esto significa para la Iglesia, como dice Jon Sobrino, que debe ser “des-centrada por la misericordia”37 y buscar el lugar adecuado para su misión. Para nuestro proyecto, esto significa que la teología de la ciudad debe partir también de la perspectiva de los débiles, de los excluidos, de las víctimas38, siempre bajo el debido discernimiento cuidadoso sobre los diferentes procesos y contextos de exclusión y victimización en las sociedades complejas de las megaciudades de hoy. Para entender mejor la naturaleza de la vida de los pobres hoy, se están tomando cada vez más en cuenta el trabajo biográfico y narrativo sobre las experiencias de la vida de personas individuales39, y los estudios sobre la cotidianidad40. Estos métodos permiten tomar en cuenta la vida real de las personas, las situaciones concretas de exclusión y de marginación, las estructuras y los hechos de violencia, pero también las posibilidades reales de acción, la resiliencia, las esperanzas y las alegrías cotidianas de las personas. Estos datos permiten reconstruir la realidad concreta de la vida en la megaciudad tal como se presenta desde la perspectiva de los pobres. Además confieren la posibilidad para la teología de descubrir dentro de estas situaciones de vida la presencia de Dios y pistas para la liberación. “Dios habita en la ciudad”41. Los signos de los tiempos en la megaciudad Si es cierto – como afirman los obispos en Aparecida – “que Dios vive en la ciudad, en medio de sus alegrías, anhelos y esperanzas, como también en sus dolores y sufrimientos” (DA 514), es posible discernir su presencia en ella. La herramienta más importante para conocer los designios de Dios dentro de la realidad humana, es la teología de los signos de los tiempos desarrollada ante todo a partir del Concilio Vaticano II.42 La realidad misma es comprendida, en este concepto teológico, como un signo que apunta hacia la realidad divina que se revelará a quien sepa leer los signos de los tiempos. Tanto las experiencias positivas como las negativas, igual que las experiencias más complejas que no se reducen a esta valoración bipolar, pueden revelarse como signos de los tiempos que desvelan la voluntad divina sobre la realidad. Por lo tanto, podemos acercarnos a Dios tanto desde el sufrimiento como desde la resiliencia, tanto desde el dolor como desde la alegría que manifiesta la voluntad hacia la vida de los y las habitantes de la ciudad.

36

Susin, Luiz arlos: O privilégio e o perigo do „lugar teológico“ dos pobres na Igreja, en: Vigil, José María ed. : Descer da cruz os pobres. Cristología da libertação, São Paulo: Paulinas 2007, 322-329.327. 37

Jon Sobrino, El principio-misericordia. Bajar de la cruz a los pueblos crucificados (Presencia Teológica 76), Santander: Sal Terrae 1992, 39. 38

Camargo, Alberto: Una pastoral urbana pensada desde una Iglesia samaritana, al servicio de la dignificación y reivindicación de las víctimas : http://pastoral-urbana.uni-osnabrueck.de/textos/montevideo2011/camargo.pdf 39

Azcuy, Virginia R. / Eckholt, Margit: Citizenship - Biographien – Institutionen. Perspektiven lateinamerikanischer und deutscher Theologinnen auf Kirche und Gesellschaft. Erster Deutsch-Lateinamerikanischer Theologinnenkongress in Buenos Aires vom 25. - 27. März 2008, Wien: Lit 2009. Eckholt, Margit / Pemsel-Maier, Sabine (ed.): Räume der Gnade. Interkulturelle Perspektiven auf die christliche Erlösungsbotschaft, Ostfildern 2006 40

Carmen Nanko-Fernández: Theologizing en Espanglish. Context, Community, and Ministry. (Studies in Latino/a Catholicism) Maryknoll, New York, US : Orbis Books, 2010. Ada María Isasi-Díaz: Mujerista Theology: A Theology for the Twenty-First Century, Maryknoll: Orbis 1996. 41

Este era el título del Congreso sobre Pastoral Urbana del 6 al 9 de agosto de 2007 en México DF. Bravo, Benjamin / Vietmeier, Alfons (ed.): Gott wohnt in der Stadt. Dokumente des Internationalen Kongresses für Großstadtpastoral in Mexiko 2007 (Theologie und Praxis Abteilung B, Bd. 23), Zürich-Berlin: LIT 2008 42

Segundo, Juan Luis: Revelación, fe, signos de los tiempos, en: Ellacuría, Ignacio / Sobrino, Jon (ed.): Mysterium Liberationis: Conceptos fundamentales de la Teología de la liberación. Madrid: Trotta, 1990. Tomo I, 443-466. Azcuy, Virginia R.: Sed de espiritualidad en la ciudad. El reto de un signo de estos tiempos : http://pastoral-urbana.uni-osnabrueck.de/textos/montevideo2011/azcuy.pdf.

Pastoral Urbana: Documento de trabajo [10]

Si se comprende la megaciudad como un conjunto de códigos semióticos que deben ser descifrados para entender la vida urbana, como indica F. Altbach43, se pueden percibir, en la mirada teológica sobre la ciudad, los signos de los tiempos que nos ayudan a encontrar la realidad viva de Dios quien vive en la ciudad. La megaciudad es un lugar privilegiado para la percepción de los signos de los tiempos, porque sus características sociales la convierten en un “laboratorio” de culturas, como dicen los obispos en parecida: “Las grandes ciudades son laboratorios de esa cultura contemporánea compleja y plural. La ciudad se ha convertido en el lugar propio de las nuevas culturas que se están gestando e imponiendo, con un nuevo lenguaje y una nueva simbología.” (DA 509-510) Por esto, el análisis y la interpretación de los signos de los tiempos en la megaciudad se hacen imperiosos para una teología de la ciudad latinoamericana actual y para la pastoral urbana. Para dar un ejemplo de la compleja relación entre la realidad megaurbana, el signo y el valor al que apunta, quiero mencionar uno de los signos de los tiempos que fueron discutidos en el encuentro-taller que sostuvimos en Montevideo: La ciudad como espacio de salvación. Muchas personas perciben la megaciudad como el lugar en el que pueden adquirir una especie de “salvación”, ante todo en el sentido económico-social. Es el motivo de la migración de muchas personas del área rural o de otras ciudades a la megaciudad. También dentro de la ciudad, muchas personas están buscando lugares o oportunidades de salvación, de mejorar su vida, de solucionar sus problemas. Este anhelo no coincide plenamente con el concepto de salvación manejado tradicionalmente por las Iglesias. Mientras esta diferencia puede llevar a una crítica, de parte de la Iglesia, frente a los conceptos seculares de salvación, también puede apuntar a una conversión del concepto teológico de salvación. Entender a la ciudad como espacio de salvación puede significar, que la Iglesia apoya las búsquedas de salvación de las y los habitantes de la megaciudad.

III. Actuar: Conversión pastoral - „de una pastoral en la ciudad a una pastoral urbana“44 Si la vida urbana en las megaciudades latinoamericanas se está transformando, en este momento, de una manera profunda y compleja, este hecho constituye no solamente un signo de los tiempos que convoca a construir una nueva teología de la ciudad, sino además un desafío para la praxis de la Iglesia en el espacio físico de estas megaciudades. omo “la pastoral de la Iglesia no puede prescindir del contexto histórico donde viven sus miembros,” como dicen los obispos en parecida D 367 , ellos proponen la “conversión pastoral” D 365-372) como el método apropiado para la transformación de los instrumentos pastorales de la Iglesia, también en la megaurbe. Conversión pastoral. Transformaciones profundas de la praxis eclesial en la megaciudad. Los estudios sobre la pastoral urbana en la megaciudad latinoamericana coinciden en que la mera continuación de la pastoral tradicional no será suficiente para dar una respuesta adecuada a los desafíos que presenta la megaurbe.45 Frente a las diferencias cualitativas que la realidad megaurbana

43

Altbach, Sociosemiótica, op. cit. 44

Mancera Casas, Jaime Alberto: De una pastoral en la ciudad a una pastoral urbana. Revista Seminarium Bogotense (2002) 1. http://pastoralurbanabogota.blogspot.com/2009/01/revista-seminarium-bogotense-n-1-2002.html 45 f., ante todo: ravo, enjamin / omblin, José / Lib nio, Jo o . ed. : La iglesia en la ciudad. México :

Dabar, 1999; Bravo, Benjamin / Vietmeier, Alfons (ed.): Gott wohnt in der Stadt. Dokumente des Internationalen Kongresses für Großstadtpastoral in Mexiko 2007 (Theologie und Praxis Abteilung B, Bd. 23), Zürich-Berlin: LIT 2008; Brighenti: Pastoral Urbana, op. cit.; Equipo Espacio de pastoral urbana (ed.): La Ciudad: Desafío a la evangelización : primer congreso interamericano de la pastoral urbana, Segunda Parte, México:

Pastoral Urbana: Documento de trabajo [11]

caracterizan se precisa una nueva calidad pastoral. Jorge Seibold, en un estudio dedicado a la propuesta de pastoral urbana dentro del Documento Conclusivo de Aparecida, habla de la pastoral urbana como “nuevo paradigma”46. No será suficiente adaptar una y otra forma de pastoral para aplicarla más fácilmente dentro de una realidad tan profundamente compleja y diversa como la megaurbana. Esta realidad desafía la pastoral cristiana a convertirse, a desarrollar nuevas formas de pastoral, y a despedirse de formas tradicionales que ya no sirven para la práxis eclesial dentro de esta nueva cultura megaurbana. En este sentido, los obispos reunidos en Aparecida exigen a todos los protagonistas de la pastoral eclesial no solamente a “entrar decididamente, con todas sus fuerzas, en los procesos constantes de renovación misionera”, sino al mismo tiempo a “abandonar las estructuras caducas que ya no favorezcan la transmisión de la fe” D 365 . La conversión pastoral en la megaurbe comprenderá, por tanto, una actitud de indiferencia ignaciana frente a las estructuras y los hábitos pastorales tradicionales para abrirse plenamente a los signos de los tiempos, los desafíos que plantea la vida en la ciudad. Se debe entrar en la construcción del nuevo paradigma pastoral que exige la conferencia de Aparecida, para que, en las palabras de Jaime Mancera, la pastoral “en la ciudad” se convierta en una verdadera “pastoral urbana”47. Este nuevo paradigma que ya se está perfilando, será profundizado y agudizado por los trabajos investigativos que nos proponemos en este proyecto interdisciplinar. En los próximos párrafos, avanzaremos algunas ideas preliminares, tal como ya aparecieron en la literatura al respecto, no para delimitar el campo de investigación, sino para abrir los horizontes. El proyecto de investigación presentará resultados más maduros para avanzar hacia un nuevo concepto y una nueva praxis de la pastoral urbana. Las dimensiones fundamentales de la pastoral Para tener en cuenta la amplitud y la complejidad de la acción pastoral en la Iglesia Católica, cabe recordar el modelo ya conocido de las tres o cuatro dimensiones fundamentales de la pastoral. orbert Strotmann se refiere a la encíclica “Deus aritas Est” en la que el Papa explica que “la naturaleza íntima de la Iglesia se expresa en una triple tarea: anuncio de la Palabra de Dios (kerygma-martyría), celebración de los Sacramentos (leiturgia) y servicio de la caridad (diakonía). Son tareas que se implican mutuamente y no pueden separarse una de otra.” D E 5 . Strotmann complementa la “triple tarea” por una cuarta dimensión fundamental, también utilizada frecuentemente dentro de la teología pastoral, y también mencionada por el papa, la koinonía, o sea “la comunión”48. También el documento conclusivo de Aparecida menciona las cuatro tareas, aunque sin utilizar los mismos nombres (DA 516). Estas cuatro dimensiones fundamentales demuestran que la acción pastoral de la Iglesia no se limita al servicio litúrgico, y que tampoco se reduce a las actividades realizadas dentro de los espacios físicos dedicados a la Iglesia. Refleja, por el contrario, el concepto de pastoral manejado por el

Dabar 2003; Filho, Onofre Guilherme dos Santos: O rosto da Igreja na cidade. A Igreja e a estrutura comunitária paroquial no mundo urbano, Universidade atólica de Goiás: Saviano, rigitte: Pastoral urbana. Herausforderungen für eine Großstadtpastoral in Metropolen und Megastädten Lateinamerikas, Berlin: Lit 2006; Trigo, Pedro: Pensar la sociedad de hoy ante la postmodernidad (II). Líneas pastorales para la ciudad latinoamericana. SIC 731 (2011) 19-25 46

Seibold, Jorge: Dios habita en la ciudad. Aportes de Aparecida para una nueva pastoral urbana en Lateinamerika y el Caribe. CIAS 568-569 (2007) 47

Mancera: De una pastoral en la ciudad, op. cit. 48

Strotmann, Norberto: Experiencias de Pastoral Urbana en la ciudad de Lima / en la Diócesis de Chosica : http://pastoral-urbana.uni-osnabrueck.de/textos/montevideo2011/strotmann.pdf, 8-9. Cf. id.: Planificación Pastoral - Elementos y materiales. Lima; Fac. de Teol. Pont. y Civil 1989, 119 -143 y Zerfaß, Rolf: Lebensnerv Caritas: Helfer brauchen Rückhalt, Freiburg: Herder 1992, 86-88. Otros, como Sievernich, Michael: Urbanität und Christentum. Konturen einer Theologie der Stadt. Pastoraltheologie 79 (1990) 3, 95-115, y Saviano: Pastoral Urbana, op. cit., utilizan tan solo la terna de diakonía, liturgia y martyría empleada también por el Papa.

Pastoral Urbana: Documento de trabajo [12]

Concilio Vaticano II, que tiene como centro de atención a la persona humana dentro de la sociedad y el mundo en general (GS 3), poniendo de relieve la identidad pastoral de la Iglesia misma49. En relación con la tarea pastoral en la ciudad, es obvio que la conversión pastoral no solamente puede cernirse a la renovación litúrgica o catequética, sino debe extenderse a nuevas formas diaconales y misioneros que tomen en cuenta la realidad vivencial compleja y interrelacionada de todas las personas que viven en la megaciudad, su situación social, política, económica y cultural. Es una tarea grande que crece además a la medida del crecimiento de las megaciudades. Perfiles de conversión de la Pastoral Urbana En las diferentes Iglesias Locales de América Latina, y en sus diversas megaciudades, ya existen experiencias de conversión pastoral y propuestas de pastoral urbana que han sido reflexionado y estudiado. Por la complejidad del tema y de la realidad megaurbana, sin embargo, no existe todavía ( y quizás no podrá existir) un perfil común o ampliamente aceptado de una pastoral urbana renovada. lfons Vietmeier propone “tres opciones pastorales”50 que le parecen imprescindibles en la megaciudad: la “evangelización integral” que compromete todas las personas y toda la persona, la descentralización “radical” de las parroquias hacia comunidades de base y 3 la pastoral dentro de los medios sociales y profesionales de las personas. Por su parte, Brigitte Saviano aboga por (1) el modelo de la Iglesia doméstica “Hauskirche”51), (2) una pastoral de los medios sociales, (3) el liderazgo de los laicos y (4) una Iglesia como red de comunidades. Para dar un tercer ejemplo, desde el contexto alemán, Norbert Mette y Michael Schäfers52 enumeran cinco estrategias diferentes de la acción pastoral en la ciudad: (1) la parroquia, (2), la acción misionera, (3) la diakonía, (4) el ámbito político y (5) la inserción cultural (entendido como un concepto de élite). En lo que sigue, propondremos, a manera de esbozo, cinco características de la conversión pastoral en la megaurbe que se nutren por un lado de las propuestas y experiencias de pastoral urbana ya descritas en la discusión teológica, por otro lado, sin embargo, también de los desafíos y retos descritos en el primer capítulo de este documento de trabajo, y de las reflexiones teológicas hechas en el segundo capítulo. Es de esperar que las investigaciones que se realizarán dentro del marco de nuestro proyecto aporten el material suficiente para verificar o falsificar cada una de estas propuestas. (1) Una acción pastoral desde las realidades socioculturales La conversión pastoral en la megaurbe tomará en cuenta las diferentes realidades socioculturales existentes en la ciudad. La pastoral, por tanto, debe asumir una identidad, por un lado, inculturada, dentro de ciertos contextos vitales, y por otro, intercultural, porque todas las experiencias de vida en la ciudad están interconectadas. Es necesario que la pastoral no solamente esté consciente de las topografías existentes en la megaurbe, sino además que se exponga a ellas. Ella misma se debe convertir en una pastoral topográfica, diferente según los retos que le presenta cada lugar en la ciudad. Es obvio que entre los desafíos topográficos sobresalen las relaciones de poder, injusticia y exclusión que caracterizan la vida de muchas personas que habitan en las megaurbes latinoamericanas. La pastoral urbana debe responder a estos desafíos, no solamente uniéndose a las víctimas en la búsqueda de caminos de solución, sino también desde la autocrítica consciente para evitar participar de las mismas injusticias prevalescentes en la sociedad y la cultura.

49

Klinger, Elmar: Pobreza, un desafío de Dios. La fe del Concilio y la liberación del hombre, San José: DEI 1995, 73-148. Knobloch, Stefan: Praktische Theologie. Ein Lehrbuch für Studium und Pastoral, Freiburg: Herder 1996, 161-186. 50

Vietmeier, Gott wohnt, op. cit. 39. Por lo que sigue: 38-45 [traducciones mías]. 51

Saviano: Pastoral Urbana, op. cit. 195, cf. 190-212. 52

Mette, Norbert / Schäfers, Michael: Kirche in der Stadt. Bestandsaufnahme und Problemanzeigen. Pastoraltheologie 79 (1990) 3, 116-131

Pastoral Urbana: Documento de trabajo [13]

(2) Pastoral de búsqueda y de acogida La pastoral urbana no puede ser meramente una pastoral de acogida pasiva, en la que los representantes de la Iglesia esperan dentro de sus ambientes la llegada de los demás para escuchar sus penas y esperanzas y compartir el mensaje de salvación. Mientras esta parte de la acción pastoral sigue siendo importante para la vida comunitaria de la Iglesia, la megaurbe de hoy exige cada vez más la dinámica opuesta, en la que el mensaje del Evangelio puede salir de los espacios físicos de la institución eclesial para ir a buscar a las personas que viven en el mismo o en otros espacios de la ciudad. No hay que olvidar que a la Iglesia pertenecen no solamente sus representantes visibles y conscientes, sino todas las personas bautizadas, aunque nunca pisen el terreno de la institución. Por esto, en el documento de Aparecida esta búsqueda de los demás forma parte de la “pastoral de acogida” dirigida también “a los que ya viven en” la ciudad D 5 7.i . Se proponen “nuevas estrategias” como “visitas a las casas, el uso de los nuevos medios de comunicación social, y la constante cercanía” ibid.). A través de diferentes procesos de inserción y de empoderamiento en los diferentes lugares y espacios de la ciudad se podrá llegar a construir todavía más, y diferentes, estrategias de acogida y de búsqueda. Ante todo habrá que contar con la potencialidad evangelizadora de las mismas personas que caracterizan un cierto espacio o que forman un medio social, porque entre los laicos que no son representantes visibles de la Iglesia, se hallan a menudo, como dice Pedro Trigo, “cristianos que son testigos de Jesús, de su Dios y de su reino, con su vida y con su palabra. [...] Se los encuentra en todos los estratos sociales, pero sobre todo en el pueblo pobre.”53 (3) Pastoral urbana para el bien de toda la megaciudad La acción pastoral está destinada hacia el bien de todos. No se dirige únicamente a sus destinatarios inmediatos, ni mucho menos debe buscar el bien de la Iglesia solamente. La meta de la pastoral está situada fuera de la Iglesia, como dice el Concilio Vaticano II, porque sirve para colaborar en “el advenimiento del reino de Dios y la salvación de toda la humanidad” GS 45 54. La pastoral urbana se dirigirá, por tanto, también hacia el bien de todos los habitantes de la ciudad, y más allá. No puede ser una pastoral pensada únicamente para los católicos bautizados o para los miembros activos de las comunidades. Es una acción en bien de la vida de la ciudad y dentro de ella. En las palabras de Onofre Guilherme dos Santos Filho: “É preciso, historicamente, que a comunidade católica vá superando o ‘paroquialismo pastoral’ uma a o religiosa centra em si mesma , o que n o significa necessariamente o fim das paróquias.”55 Precisamente porque la pastoral urbana apunta al bien de toda la megaciudad, debe tomar en cuenta que a una gran parte de los y las habitantes de ella se les niega el derecho de ciudadanía. Por esto, el trabajo para la ciudadanía de todas y todos en la ciudad es una estrategia primordial de todo el trabajo pastoral en la megaciudad. Mientras se niega la ciudadanía a una persona que vive en la ciudad, difícilmente puede adquirir otros derechos y necesidades básicos. Por esto, las acciones pastorales particulares no se dirigen a una meta global abstracta, como la idea del “bien de la megaciudad” podría sugerir, sino tienen objetivos muy concretos. Es el conjunto de la pastoral urbana que debe estar dirigido al bien de la ciudad, mientras la acción particular se dirige al bien de ciertas personas o grupos de personas. Sin embargo, lo que importa es la perspectiva

53

Trigo, Pedro: Perfil del sujeto evangelizador de la gran ciudad. El caso latinoamericano. Christus 725 (2001). http://www.sjsocial.org/crt/puntos.html 54

Cf. Silber, Stefan: Los laicos somos la Iglesia. “Otro modo de ser Iglesia” ya es una realidad. Alternativas 12 (2005) 30, 123-146. 55

Filho, Onofre Guilherme dos Santos: O rosto da Igreja na cidade. A Igreja e a estrutura comunitária paroquial no mundo urbano, Universidade atólica de Goiás: , 89.

Pastoral Urbana: Documento de trabajo [14]

fundamental: La acción pastoral en la megaciudad debe dirigirse al “buen vivir”56 de las personas que viven en ella, y no solamente de sus destinatarios inmediatos. Se practica de manera participativa, en una actitud de empoderamiento: La pastoral urbana no fomenta ni “asistencialismo ni promoción sino relación horizontal y mutua como único camino para hacer justicia”57. Por esto la pastoral urbana abarca los más diversos ambientes, lugares y momentos de la vida real de los y las habitantes de la megaciudad: la ecología, la sexualidad, la ciudadanía, el transporte, la segregación, la educación, el trabajo, para mencionar tan solo algunos. Es una pastoral al servicio de la ciudad y sus habitantes. (4) Iglesia en la megaciudad: múltiples redes de comunidades Si bien la acción pastoral está dirigida hacia una meta más allá de la Iglesia, existe una dimensión importante de la pastoral que enfoca la construcción de la estructura orgánica interna de la Iglesia: la koinonia. La vida interna de la Iglesia forma parte de la pastoral, también en la megaciudad, y está interrelacionada con las otras dimensiones pastorales. Si bien desde la edad media toda la pastoral de la Iglesia Católica fue concebida alrededor de la parroquia, en la discusión sobre la pastoral urbana, la mayoría de las voces coinciden en los procesos de descentralización y en el fomento de pequeñas comunidades. Por esto también el documento de parecida prioriza “una sectorización de las Parroquias en unidades más pequeñas que permitan la cercanía y un servicio más eficaz” D 5 8.c para convertir “a las parroquias cada vez más en comunidades de comunidades” D 5 7.e . Los obispos en parecida abogaron además por “la experiencia de comunidades ambientales, integradas en nivel supraparroquial y diocesano” (DA 517.f). Estas comunidades que no necesariamente se construirían de manera geográfica, sino en correspondencia con ambientes sociales y culturales, intereses comunes y estilos de vida, podrían ayudar a la Iglesia a inculturarse en los más diversos estratos sociales de la megaciudad. La parroquia no podría ser la única “comunidad de comunidades”. Se precisarán múltiples redes que respondan a la multiplicidad y diferencia de las redes sociales y culturales que viven las y los habitantes de la megaciudad hoy. (5) El protagonismos de los laicos “En términos generales esto pide el desarrollo de un protagonismo laical mucho más decidido, no sólo desde los ámbitos profesionales propios, sino también desde su espiritualidad específica. Son ellos quienes hoy viven y desarrollan la ciudad.”58 Estas frases corresponden a las conclusiones del encuentro del CELAM “sobre ultura Urbana y onversión Pastoral” celebrado en uenos ires en el año 2010. El protagonismo de los laicos no es tan solo una preocupación constante del episcopado latinoamericano desde la conferencia de Santo Domingo, sino además un imperativo cada vez más urgente en la realidad sociocultural de la megaciudad. La complejidad y diversidad de las realidades sociales solamente pueden ser asumidas pastoralmente si los protagonistas de la pastoral están insertos desde su vida personal en las realidades más diversas. Es más: Como la acción pastoral no se limita a la actividad visible y oficial de los representantes de la Iglesia, sino forma parte de la vida

56

El concepto andino del „buen vivir“ es usado ampliamente en mérica Latina para designar una vida en plenitud y solidaridad. Cf. Estermann, Josef: Gut Leben als politische Utopie. Die andine Konzeption des „Guten Lebens“ und dessen Umsetzung im demokratischen Sozialismus oliviens, en: Raúl Fornet-Betancourt (ed.), Gutes Leben als humanisiertes Leben. Vorstellungen vom Guten Leben in den Kulturen und ihre Bedeutung für Politik und Gesellschaft heute, Mainz, 2010,261-286; Suess, Paulo: Prospectivas y tareas. Una mirada crítica a los desafíos de la realidad en vista del "buen vivir" (sumak kawsay) de todos. Amerindia [http://www.amerindiaenlared.org/estructura/download.php?b=1204] 57

Trigo, Pedro: Pensar la sociedad de hoy ante la postmodernidad (II). Líneas pastorales para la ciudad latinoamericana. SIC 731 (2011) 19-25. 24. 58

CELAM: Encuentro sobre Cultura Urbana y Conversión Pastoral a la luz de Aparecida, en el horizonte de la Misión Continental. Conclusiones. [http://www.diocesisancristobal.com.mx/CELAMCE.htm]

Pastoral Urbana: Documento de trabajo [15]

diaria de los creyentes59, es precisamente el protagonismos de los laicos el que logra penetrar los ambientes de trabajo, de vida social, de la política y tantos otros espacios de la vida urbana. Por esto, la pastoral urbana debe ser concebida no solamente desde la acción de todos los miembros del pueblo de Dios, sino primordialmente desde el protagonismo laical. Esto significa, que se debe tomar mucho más en cuenta y darle mayor cabida a la organización y formación laical. Los laicos como sujetos de la fe60 son también sujetos de la pastoral urbana. (6) La importancia de las experiencias de las mujeres Las personas laicas son varones y mujeres, y las personas que viven en las megaciudades también son hombres y mujeres. Sin embargo, dentro de un contexto de exclusión y marginación, es preciso dar una mayor importancia a las experiencias de las mujeres muchas veces marginadas y silenciadas61. Es más, porque la cultura todavía predominantemente machista de muchas megaciudades latinoamericanas conlleva experiencias y contextos de discriminaciones complejamente plurales, la pastoral megaurbana debe dirigirse expresamente en contra de la discriminación sexual y de género en general62. Para la pastoral urbana, esta exigencia debe tener una doble consecuencia. Por un lado, se debe prestar atención expresamente al papel de las mujeres en la megaurbe, a través de su vida diaria, sus experiencias, sus cuerpos. Y por otro lado, dentro del ámbito mismo de la pastoral, hay que dar cabida al protagonismo de las mujeres en la pastoral. Es decir que la importancia de las experiencias de las mujeres en la pastoral urbana existe ad intra y ad extra. El concepto de ciudadanía puede aplicarse no solamente en el ámbito secular, sino también dentro de la Iglesia, y con mayor acierto cuando se trata de la participación y de la responsabilidad de las mujeres en la Iglesia. (7) Una pastoral urbana en un horizonte ecuménico Aunque este proyecto de investigación está situado casi exclusivamente dentro de un marco católico, no puede negarse el hecho de que América Latina se está convirtiendo en un continente ecuménico y multireligioso. Por esto es preciso tomar en cuenta que dentro de las megaciudades latinoamericanas muchas personas están viviendo experiencias de ecumenismo, del conflicto entre denominaciones y religiones, pero también de doble o triple pertenencia.63 La pastoral urbana deberá respetar el hecho de que para la mayoría de los y las habitantes de la ciudad, actualmente la pluralidad de denominaciones y hasta religiones se ha constituido en una realidad normativa. Desde otro punto de vista, también la reflexión teológica pastoral sobre la megaciudad se ha vuelto ecuménica. Ante todo los estudios realizados en el mundo angloparlante constituyen una fuente insustituible para la reflexión teológica pastoral64. Como toda la reflexión teológica en América Latina se está volviendo cada vez más ecuménica o por lo menos abierta al ecumenismo, se sobreentenderá que también la reflexión sobre la pastoral urbana se abrirá a las experiencias de otras Iglesias

59

Cf. Silber, Stefan: La misión de los laicos: Renovar la faz de la tierra, evangelizar a la Iglesia. Alternativas 13 (2006) 32, 145-164. 60

Altbach, Federico: Das Subjektsein der Laien in der Kirche : ein Beitrag zur Theologie der Großstadt in Lateinamerika, Münster : Lit, 2005, 265-310. 61

Virginia R. Azcuy/Margit Eckholt (ed.), Citizenship – Biographien – Institutionen. Perspektiven lateinamerikanischer und deutscher Theologinnen auf Kirche und Gesellschaft, Zürich/Berlin 2009 62

Cf., entre otros, Aquino, María Pilar / Tamez, Elsa (ed.): Teología Feminista Latinoamericana, Quito: Abya-Yala, 1998; Althaus-Reid, Marcella M.: La teología indecente: perversiones teológicas en sexo, género y política, Barcelona: Bellaterra 2005. 63

Alfonso Maria Ligorio Soares: Sincretismo religioso y desafíos a la teología de la liberación. Alternativas 11 (2004) 27, 127-138. 64

Cf. Michael Northcott (ed.), Urban Theology. A Reader, London-England /Herndon-USA, Cassell, 1998; Kathryn Tanner, Spirit in the Cities. Searching for the Soul in the Urban Landscape, Minneapolis, Fortress Press, 2004

Pastoral Urbana: Documento de trabajo [16]

cristianas. Incluso sería importante reflexionarla en un horizonte interreligioso65 y macroecuménico (en el sentido que José María Vigil66 le da a la palabra). Por otra parte, el ecumenismo se constituye también, muchas veces, en un problema para la convivencia de las personas en la ciudad. Ante todo algunos grupos pentecostales, tanto católicos como protestantes, entraron en un marketing extenso de la demanda y oferta religiosa y tienen como objetivo la satisfacción inmediata del cliente religioso. Muchos de estos grupos no procuran colaborar a nivel ecuménico y muchas veces se resisten al ecumenismo y atacan a los demás grupos y denominaciones cristianas.67 Una pastoral urbana en un horizonte ecuménico debe tomar en cuenta la multiplicidad de las experiencias ecuménicas e interreligiosas en las megaurbes latinoamericanas. Consecuencias para la formación teológica y para la administración eclesial La propuesta de una conversión pastoral para la megaciudad tiene consecuencias para las instituciones de formación y de investigación teológica, así como para la administración de las Iglesias Locales. Mencionaremos algunos, a modo de cerrar este capítulo.

Las facultades e institutos teológicos tendrán que enfrentarse a la tarea de la elaboración de este nuevo paradigma de la pastoral urbana y también de profundizar la teología de la ciudad desde las nuevas experiencias e interpretaciones de la megaciudad. Esta tarea necesariamente implica un trabajo interdisciplinar.

Las instituciones de formación teológica y pastoral en las megaciudades, tanto para laicos y laicas como para los profesionales de teología, deberán revisar sus currículos y construir nuevas carreras de formación adaptadas en cuanto a su contenido como a su método a los desafíos que presenta esta realidad megaurbana transformada.

Se deberá repensar la formación de los laicos insertos en las diferentes realidades megaurbanas, ya que ellos, a través de su vida diaria, su trabajo, su profesionalidad colaboran en los procesos de transformación de la ciudad y pueden ser agentes de su evangelización.

Los obispos y demás responsables para la pastoral en la megaciudad deben acompañar y protagonizar los procesos de conversión pastoral, tal como ya se está practicando, a través de cartas pastorales, sínodos diocesanos y otros procesos adecuados para esta meta. Lo propio vale para las iglesias a nivel de parroquia o de barrio, también a nivel interdiocesano, en el caso de que existan varias diócesis en una ciudad.

Varios de los proyectos locales propuestos para nuestro proyecto internacional, tienen como objetivo el estudio de uno y otro de los temas mencionados en este párrafo. Esperamos que este proyecto contribuya a los procesos de conversión pastoral para que la Iglesia pueda asumir su tarea evangelizadora en la pastoral de las megaciudades latinoamericanas.

65

Luiz Carlos Susin, Jesus: ein “Ort”, um zu leben. hristentum im ufbruch und Kirchenbildung im Süden, en: Arnd Bünker, Eva Mundanjohl, Ludger Weckel, Thomas Suermann (ed.), Gerechtigkeit und Pfingsten: Viele Christentümer und die Aufgabe einer Missionswissenschaft, Ostfildern 2010, 113-131 66 Vigil, José María: Macroecumenismo: teología de las religiones latinoamericana, in: Alternativas 11 (2004) 27, 109-126 67

Carranza, Brenda: Fe a la medida: provocaciones de una religiosidad en movimiento. Exposición en el Encuentro Taller „Pastoral Urbana“ en Montevideo, al 5 de febrero de id.: Catolicismo Midiático, Aparecida: Editora Idéias & Letras 2011

Pastoral Urbana: Documento de trabajo [17]

IV. Los objetivos del proyecto de investigación ¿Cuáles son nuestros objetivos? Para concluir este documento de trabajo es preciso anotar brevemente, cuál será la tarea que nos hemos propuesto. Estos objetivos se darán de manera muy global y general, ya que cada proyecto local de investigación está participando con sus propios objetivos generales y particulares o específicos, y no es necesario referirlos en este lugar. Es preciso, sin embargo, tener una idea clara de la tarea que nos espera y de las hipótesis que nos mueven en este proyecto internacional e interdisciplinario. Lo dividiremos en tres apartados, correspondientes a los tres primeros capítulos de este documento de trabajo.

1. Estudiar las transformaciones de la megaciudad Hipótesis La realidad sociocultural de la megaciudad es tan compleja y fragmentada y en

constante proceso de transformación que la vida se vuelve cada vez más difícil y precaria para muchos de sus habitantes, aun para los que disponen de los medios suficientes. Al mismo tiempo surgen, en muchos lugares, experiencias de resiliencia y de potencialidad creativa.

Objetivo

A través de diferentes estudios concretos colaboramos a la comprensión de los actuales procesos de transformación de las megaurbes latinoamericanas, ante todo a nivel sociocultural. Estos estudios corresponden al rigor científico de su propia disciplina y se inscriben en un proceso de diálogo interdisciplinario.

2. Desarrollo de una teología de la megaciudad en un horizonte interdisciplinar Hipótesis La megaciudad latinoamericana presenta estructuras de pecado y espacios de

salvación. Desde la perspectiva teológica, se puede discernir los signos de los tiempos en la megaciudad para reconocer los desafíos que presenta a la Iglesia. Para el estudio de los signos de los tiempos es particularmente propicia la perspectiva de los que sufren.

Objetivos

Se analizan y se sistematizan los estudios sobre la teología urbana en la megaciudad latinoamericana, tanto como los pronunciamientos del Magisterio sobre el tema. Se contribuye al desarrollo de una teología de la megaciudad que tomará en cuenta las transformaciones actuales usando las herramientas del trabajo interdisciplinario.

3. Análisis y propuestas de Pastoral Urbana Hipótesis La pastoral tradicional basada en la parroquia ya no puede dar una respuesta

adecuada a los desafíos que plantea la megaciudad actual. Existen ya numerosas propuestas de una pastoral urbana renovada. Los signos de los tiempos de la megaurbe llaman a una verdadera conversión pastoral.

Objetivos

Se documentan y analizan propuestas de pastoral urbana ya existentes en algunas megaciudades del continente. Se elaboran y profundizan nuevos modelos de pastoral y de formación pastoral para la megaciudad latinoamericana.

Pastoral Urbana: Documento de trabajo [18]

Como ejes transversales de todos los estudios a realizar en este proyecto de investigación, los representantes de los grupos de investigación se pusieron de acuerdo para elegir las grandes sensibilidades o temas propios de América Latina de los últimos decenios:

género

etnia

pobreza

exclusión

clave generacional y

procesos de resiliencia, resistencia y empoderamiento. Mientras algunas investigaciones particulares escogerán uno y otro de estos temas como objetivo propio del estudio, todas las investigaciones partirán de las sensibilidades de estos ejes transversales. Los estudios partirán de datos cualitativos empíricos, recogidos en equipos interdisciplinarios. Estas experiencias locales y concretos serán la base fundamental para el desarrollo científico posterior que incluirá los estudios sobre otras experiencias en pastoral urbana que ya se documentaron en América Latina y la evaluación compartida y debe culminar en propuestas para una conversión pastoral de la acción eclesial en las grandes megaurbes del continente.

Conclusión El aporte que este proyecto de investigación puede dar a la evangelización de las megaciudades latinoamericanas, es más que humilde. Sin embargo, confiamos que a través de los procesos de diálogo y de cooperación, a través de los diferentes estudios e investigaciones, y a través de los encuentros y publicaciones que implica el proceso de nuestro proyecto, podemos aportar algo al camino de la Iglesia latinoamericana para el bien de sus megaurbes. El camino ya recorrido por las Iglesias locales en América Latina, ante todo desde las experiencias del Concilio Vaticano II y las asambleas episcopales continentales, demuestra que la credibilidad de la Iglesia en el mundo moderno depende en gran medida de su capacidad de dar respuestas cabales a los signos de los tiempos. En la megaurbe de hoy, la Iglesia está redescubriendo su papel de servicio dentro de la humanidad, ante sus necesidades diversas y complejas. A través de este proyecto queremos ayudar a leer los signos de los tiempos correctamente y dar respuestas que corresponden a la misión que la Iglesia definió para sí misma en el Concilio. Esperamos además que este proceso de aprendizaje común sea un aporte al intercambio teológico y cultural entre América Latina y Alemania, y que la Iglesia alemana, que no encuentra todavía en sus ciudades las experiencias que caracterizan las megaciudades latinoamericanas, al menos en esta profundidad, vaya acompañando este camino y aprendiendo de la pastoral urbana latinoamericana lo que puede ayudar a la Iglesia a ser fiel a su misión.

Osnabrück, junio de 2011

Prof. Dr. Margit Eckholt / Dr. Stefan Silber