ANEXO
ANEXO
Kritischer Rckblick auf
Krankheit zum TodeMai 1848
13. Mai 1848
Rapport betreffs der Krankheit zum TodeDies Buch hat eine
Schwierigkeit; es ist zu dialektisch und streng, als da es das
Rhetorische richtig anwenden knnte, das Erweckende, das
Ergreifende. Der Titel selber scheint darauf hinzudeuten, dass es
Reden sein sollten, der Titel ist lyrisch.
Vielleicht ist das Buch berhaupt nicht zu brauchen. Auf jeden
Fall aber hat es mich mit einem vortefflichen Schema bereichert,
welches jederzeit, wenn auch mehr versteckt, in Reden verwenden
werden kann.
Die Sache ist die, bevor ich damit anfangen kann, das
Rhetorische zu brauchen, mu mir das Dialektische stets ganz un gar
gelufig sein, ich mu es zu vielen Malen durchgangen haben. Dies ist
hier nicht der Fall gewesen.
Sollte sie (Die Krankheit zum Tode) rhetorisch angelegt werden,
so mte man sie sammeln unter gewissen Hauptprdikaten, deren jedes
eine Rede wrde.
Wie man es versteht soll mit der Ausdruck Krankheit zum
Tode.
No. 1. Ihre Verstecktheit.
Nicht allein, da der, welcher sie hat oder einer, der sie hat,
wnschen mag, sie zu verbergen. Nein, das Furchtbare, da sie dermaen
versteckt ist, da jemand sie haben kann, ohne es zu wissen.
No. 2. Ihre Allgemeinheit.
Jede andre Krankheit ist doch auf eine oder andre Art begrenzt,
durch Klima, Alter usw.
No. 3. Ihre Fortdauer.
Durch alle Alter in der Ewigkeit.
No. 4. Wo sie ihren Sitz hat?
Im Selbst.
Verzweifelte Unwissenheit, da man ein Selbst hat; indem man
davon wei, da man ein Selbst hat, verzweifelt nicht man selbst sein
wollen, oder verzweifelt man selbst sein wollen.
Die Sache ist die: fr eine rhetorische Anlage (des Buchs) ist
die Aufgabe zu gro, sofern dann jede einselne Gestalt zugleich
dichterisch gezeichnet werden mte. Die Buchstabenrechnung des
Dialektischen macht es besser ab.
Aber hier wre es doch am Besten, den Titel, die Krankheit zum
Tode zu brauchen; er si so rhetorisch.
Die Lehre von der Snde knnte vielleicht folgendermaen
vorgetragen werden.
1. die Stelle im Jakobusbrief [Jak. 1, 13 f]:
Niemand wird von Gott versucht, ein jeder wird versucht von sich
selbst (das Selbst).
2. Rm. 7 [23]
Fleisch und Blut. Ein andres Gesetz im Fleische.
3. Eph. [6, 12]
Wir haben nicht blo mit Fleisch un Blut zu kmpfen sondern mit
Frstentrmern und Gewalten.
Hier die Selbstsucht
verzeifelt nicht man selbst sein wollen
oder verzeifelt man selbst sein wollen.
4. Wer Snde tut, der ist der Snde Knecht [Joh. 8, 9]
Die Sndenknechtschaft.Consideracin crtica a
La enfermedad mortal
Mayo, 1848
13 de mayo de 1848
Reporte concerniente a La enfermedad mortalEste libro tiene una
dificultad: es demasiado dialctico y riguroso como para que se
pueda utilizar correctamente lo retrico, lo que despierta, lo que
conmueve. El ttulo mismo parece significar que deberan ser
discursos; el ttulo es lrico.
Quizs este libro no es til en absoluto. En cualquier caso, sin
embargo, me ha enriquecido con un eximio esquema, el cual en cada
momento, aunque sea ms bien escondido, puede ser utilizado en
discursos.
La cosa es sta: antes de que pueda empezar a usar lo retrico, me
debe ser siempre lo dialctico completamente familiar, debo tener
eso repasado muchas veces. Este no ha sido aqu el caso.
(La enfermedad mortal) debera ser retricamente considerada, de
esa manera se le debera resumir bajo determinados predicados
principales, de los cuales cada uno podra volverse un discurso.Lo
que se debe entender con la expresin Enfermedad mortal:N 1: Su
ocultamiento.
No slo aquel que la tiene o cualquiera que la tenga gusta en
desear esconderla. No, lo temible es que ella est tan escondida que
alguien puede tenerla sin saberlo.
N 2: Su universalidad.
Cualquier otra enfermedad est, en efecto, determinada de una u
otra manera por el clima, la edad, etc.
N 3: Su perpetuidad.
A travs de todas las edades en la eternidad.N 4: Dnde tiene su
sitial?
En el yo.Desesperada ignorancia de que se tiene un yo; sabiendo
que se tiene un yo, se desespera queriendo no ser s mismo o se
desespera queriendo ser s mismo.
La cosa, no obstante, es sta: para un anexo retrico (del libro)
es demasiado grande la tarea, en tanto que cada forma en particular
debera ser a la par delimitada poticamente. El clculo algebraico de
lo dialctico conviene ms. No obstante, lo mejor sera utilizar el
ttulo La enfermedad mortal: es bastante retrico.La doctrina del
pecado podra ser expuesta, quizs, de la siguiente manera:
1. El pasaje en la Epstola de Santiago (St. 1, 13):
Nadie es tentado por Dios, cada uno es tentado por s mismo (el s
mismo, el yo).2. Rom. 7, 23Carne y sangre. Otra ley en la carne.3.
Ef. 6, 12No tenemos que luchar simplemente con la carne y la
sangre, sino que con principados y potestades.
He aqu la orientacin hacia s mismo:
Desesperadamente no querer ser s mismoo desesperadamente querer
ser s mismo
4. Quien comete pecado es siervo del pecado (Jn. 8, 34)
La servidumbre al pecado.
Esta consideracin aparece escrita por Kierkegaard en los Diarios
(VIII, A, 651-653), casi una ao antes de la publicacin oficial del
texto, la que se llev a cabo el 30 de junio de 1849.
En alemn das Erwckende. En el ttulo definitivo acuado por
Kierkegaard a La enfermedad mortal, aparece zur Erweckung, lo que
es traducido como para despertamiento. Cabe sealar, eso s, que
erwecken, verbo de donde deriva esta construccin, tambin puede
significar resucitar.
Esta palabra, gelufig, aparece originalmente escrita por
Kierkegaard en alemn, pero con la terminacin danesa: gelaufigt
(Nota del traductor alemn).
La Biblia dice (St. 1,13): Nadie en la tentacin diga: "Soy
tentado por Dios". Porque Dios ni puede ser tentado al mal ni
tienta a nadie.
La Biblia dice (Rom. 7, 23): () pero siento otra ley en mis
miembros que repugna a la ley en mi mente y me encadena a la ley
del pecado, que est en mis miembros.
La Biblia dice (Ef. 6, 12): () que no es nuestra lucha contra la
sangre y la carne, sino contra los principados, contra las
potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra
los espritus malos de los aires.
La Biblia dice (Jn. 8, 34): Jess les contest: En verdad, en
verdad os lo digo que todo el que comete pecado es siervo del
pecado.
