19
MAX WEBER Gesamtausgabe (Obras completas) y Studienausgabe (Edición de estudio) (J. C. B. Mohr —Paul Siebeck—, Tubinga, 1984-199?) Quien, conociendo a Max Weber como un clásico de la Sociología y de la Ciencia Política y sabiéndolo autor de Economía y Sociedad y de La ética protestante y el espíritu del capitalis- mo, intenta adentrarse o profundizar en cualquier aspecto de su obra, sue- le encontrarse inmediatamente descon- certado más incluso que por la rique- za y variedad enormes de su obra por la variedad de sus ediciones y títulos, que siendo mucha en alemán, llega a ser desconcertante en castellano y, so- bre todo, en inglés. En alemán, apar- te de Economía y Sociedad, hay una cierta homogeneidad en las coleccio- nes de «artículos» o «ensayos» orde- nadas por temas (sobre Metodolo- gía, Política, Religión, Historia So- cial y Económica), homogeneidad de- bida principalmente a los trabajos de Marianne Weber y luego de Johannes Winckelman. Pero en inglés hay va- riadísimas selecciones o ediciones sin- gulares de estos ensayos, bajo títulos y traductores distintos, y en castella- no la confusión es todavía, si cabe, mayor al haberse traducido del inglés y del alemán varias de estas recopi- laciones. Sólo Economía y Sociedad, en el FCE, y los Ensayos Reunidos de Sociología de la Religión, recien- temente publicados por Taurus, cons- tituyen obras estándar, mientras que los ensayos sobre política o metodo- logía andan dispersos en una enorme confusión editorial. En 1981, J. C. B. Mohr (Paul Sie- beck), de Tubinga, anunciaba una edi- ción completa (Gesamtausgabe) de la obra de Max Weber. El plan de la edición preveía la publicación de 22 Reís 46/89 pp. 205-223

CRÍTICA DE LIBROS. (REIS Nº 46. CRÍTICA DE LIBROS)

  • Upload
    others

  • View
    5

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: CRÍTICA DE LIBROS. (REIS Nº 46. CRÍTICA DE LIBROS)

MAX WEBER

Gesamtausgabe (Obras completas)y Studienausgabe (Edición de estudio)

(J. C. B. Mohr —Paul Siebeck—, Tubinga, 1984-199?)

Quien, conociendo a Max Webercomo un clásico de la Sociología y dela Ciencia Política y sabiéndolo autorde Economía y Sociedad y de La éticaprotestante y el espíritu del capitalis-mo, intenta adentrarse o profundizaren cualquier aspecto de su obra, sue-le encontrarse inmediatamente descon-certado más incluso que por la rique-za y variedad enormes de su obra porla variedad de sus ediciones y títulos,que siendo mucha en alemán, llega aser desconcertante en castellano y, so-bre todo, en inglés. En alemán, apar-te de Economía y Sociedad, hay unacierta homogeneidad en las coleccio-nes de «artículos» o «ensayos» orde-nadas por temas (sobre Metodolo-gía, Política, Religión, Historia So-cial y Económica), homogeneidad de-bida principalmente a los trabajos de

Marianne Weber y luego de JohannesWinckelman. Pero en inglés hay va-riadísimas selecciones o ediciones sin-gulares de estos ensayos, bajo títulosy traductores distintos, y en castella-no la confusión es todavía, si cabe,mayor al haberse traducido del inglésy del alemán varias de estas recopi-laciones. Sólo Economía y Sociedad,en el FCE, y los Ensayos Reunidosde Sociología de la Religión, recien-temente publicados por Taurus, cons-tituyen obras estándar, mientras quelos ensayos sobre política o metodo-logía andan dispersos en una enormeconfusión editorial.

En 1981, J. C. B. Mohr (Paul Sie-beck), de Tubinga, anunciaba una edi-ción completa (Gesamtausgabe) de laobra de Max Weber. El plan de laedición preveía la publicación de 22

Reís46/89 pp. 205-223

Page 2: CRÍTICA DE LIBROS. (REIS Nº 46. CRÍTICA DE LIBROS)

CRITICA DE LIBROS

tomos (luego aumentados a 23) de es-critos y discursos, ocho tomos de car-tas y dos tomos de apuntes y notasde clase. Responsables de la edición,encargada por la Academia Bávarade las Ciencias, eran cinco de losmás notorios especialistas alemanesen Weber: Horst Baier, M. RainerLepsius, Wolfgang Mommsen, Wolf-gang Schluchter y Johannes Winckel-man (que fallecería poco después).Ellos, junto con otros especialistas,son también los responsables de laedición de cada uno de los tomos.Hasta la fecha han aparecido al me-nos, aunque con ciertos retrasos, ZurPolitik im Weltkricg, Schriften undReden, 1914-18, editado por Momm-sen y Hübinger (vol. 115, 1984), DieLage dcr Landarbeiter im ostelbischenDeutschland, editado por M. Riese-brodt (vol. 13, en dos tomos, 1984),Die Rómische Agrargeschichte inihrer Bedeutung für das Staats— undPrivtrecht, editada por J. Deininger(vol. 12, 1986) y Zur NeuordnungDeutschlands, Schriften und Reden1918-1920, editado por W. Mommseny W. Schwentker (vol. 116, 1988).

La finalidad de esta gigantesca em-presa editorial es que el especialistay el estudioso de Weber disponga deuna edición sistemática y ordenada delas obras de Weber. También, comoen toda edición crítica, se trata de fijarun texto definitivo para otro tipo deediciones, de «estudio» o de «lectu-ra», desprovistas de parte o de todoel aparato crítico. La inspiración pro-viene, evidentemente, de la ediciónhistórico-crítica de las obras de Marxy Engels (MEGA) realizada conjunta-mente por los Institutos de Marxismo-

Leninismo de la Unión Soviética y laRepública Democrática Alemana, queplanea la publicación de 100 tomosconteniendo escritos, cartas y toda cla-se de extractos y notas de lectura.En el caso de Weber, el proyecto que-da aún lejos de este ideal de exhaus-tividad, debido a la falta de un único«legado Max Weber» y a la poca im-portancia de los apuntes y notas sinpublicar: los escritos y discursos ocu-parán 23 volúmenes, las cartas ochoy los apuntes —principalmente paraclases— sólo dos. Con todo, del es-fuerzo realizado da cuenta el hechode que las obras recuperadas entre1975 y 1981 sobrepasen las sesenta.

Una edición se llama crítica cuandose propone el establecimiento del tex-to auténtico o definitivo. Una edicióncrítica es, además, histórica cuandopretende la documentación del desa-rrollo histórico de ese texto, y repro-duce sus distintas versiones y varian-tes, procedan éstas de la transmisióno de la génesis del texto (esto últimolo más frecuente en el caso de Weber).Si, además de histórico-crítica la edi-ción pretende ser documental, enton-ces, a diferencia de la edición inter-pretativa, se limita a poner ante ellector las distintas variantes del textoy sus problemas y renuncia a armo-nizarlas o a resolverlos.

Esta Gesamtausgabe se ha planea-do con estas tres características. En lamisma página que el texto principalse presentan sus variantes y sus co-rrecciones. Las variantes son, desdeluego, mucho menos abundantes queen ediciones de autores antiguos; en elcaso de los escritos se deben al propioautor y sólo cuando éste no dejó una

206

Page 3: CRÍTICA DE LIBROS. (REIS Nº 46. CRÍTICA DE LIBROS)

CRITICA DE LIBROS

versión escrita —como en ciertos dis-cursos— se deben a los transmisores.En el primer tipo la Gesamtausgabese atiene habitualmente al «principiode la última versión», dando como va-riantes las versiones anteriores, excep-to cuando el texto primero tuvo publi-cidad independiente. Así ocurre, porejemplo, con la primera versión deLa ética protestante y el espíritu delcapitalismo, que se imprime dos ve-ces, una como texto independiente yotra como «variante» de la segundaversión. En el segundo tipo, del quepuede servir de ejemplo la ponencia«En el umbral del tercer año de gue-rra», la Gesamtausgabe recoge hastacuatro reseñas periodísticas distintas.Las correcciones son las imprescindi-bles para establecer, junto con las va-riantes, un texto seguro. Las aclaracio-nes constituyen la tercera parte delaparato editorial. Se refieren a la li-teratura citada con harto descuido yheterogeneidad por Weber, a las citasliterales y a veces a las indirectas, ya las personas, acontecimientos y con-ceptos citados en el texto, que apa-recen al final de cada volumen enforma de índices.

En conjunto, cada tomo de laGesamtausgabe se abre con una intro-ducción general, a la que siguen losdiversos textos con sus variantes ycorrecciones, cada uno precedido deuna nota previa sobre su génesis,transmisión y edición. Tras el cuerpodel volumen vienen las aclaraciones,organizadas en índices: un índice depersonas, acompañado de breves bio-grafías; las referencias bibliográficascompletas de las obras citadas casisiempre de forma irregular o fragmen-

taria por Weber; un índice de lasvariantes textuales; por último, sen-dos y exhaustivos registros de perso-nas y materias y, para lectores viejos,las correspondencias entre la pagina-ción de la nueva edición y las de lasmás corrientes anteriormente.

Muy poco o nada queda que el es-pecialista pueda echar de menos parasu trabajo. La Gesamtausgabe recupe-ra buena cantidad de escritos (por su-puesto menores) weberianos y de va-riantes, sitúa su génesis en el contex-to histórico y personal, hace accesi-bles mediante referencias exactas lasobras en las que Weber se inspiró ocon las que polemizó, nos presentauna galería de los personajes más in-fluyentes en cada caso. La considera-ción de obra maestra editorial es uná-nime entre los críticos (Dahrendorf,Poggi, Zilch) y no cabe duda de quese convertirá inmediatamente en laúnica edición de referencia, sustitu-yendo la dispersión de las edicionesanteriores.

Ahora bien, se trata de una ediciónpara especialistas e investigadores,fundamentalmente una edición de con-sulta. Así está pensada, para no fal-tar en ninguna biblioteca y para fi-gurar principalmente en bibliotecas.Para el sociólogo, el politólogo, el eco-nomista, el historiador o el estudiosode las religiones común y corriente re-sulta una obra excesiva, por muchoque, como Dahrendorf, algunos pue-dan apreciar, además de su calidadcientífica, su papel, sus tipos de letray su encuademación y paguen gusto-sos el elevado precio de todos (rebajapor suscripción) o algunos de los vo-lúmenes (aproximadamente 25 pesetas

207

Page 4: CRÍTICA DE LIBROS. (REIS Nº 46. CRÍTICA DE LIBROS)

CRITICA DE LIBROS

la página). Los editores son conscien-tes de ello y ofrecen al público, para-lelamente, una edición de estudio, unaStudienausgabe que recoge en tipogra-fía más apretada los textos estableci-dos en la edición crítica, las introduc-ciones y una parte de las aclaracionesy prescinde de la mayor parte de lasvariantes y correcciones y de la reseñade obras perdidas. De este modo, elprimer volumen publicado, que es el15 de la sección I (Escritos y dis-

cursos), Sobre política en la Gue-rra Mundial, 1914-1918, editado porW. Mommsen y G. Hübinger, tienenen la Gesamtausgabe 864 páginas ysólo 444 en la Studienausgabe. Peroel precio de esta última no es la mi-tad, sino más de diez veces más bajo(de 450 a 39 marcos), tan al alcancede los modestos bolsillos universita-rios como cualquier libro que cuesteentre 2.000 y 3.000 pesetas.

Tulio CARABAÑA

Un ensayo sobre la cuestión democrática

ULRICH RÓDEL, GÜNTER FRANKENBERG, HELMUT DUBIEL

Die demokiatische Frage(Suhrkamp Verlag, Frankfurt am Main, 1989)

El presente libro nace en el marcode la «Deutsche Forschungsgemein-schaft» (Asociación de InvestigaciónAlemana), dentro de un proyecto lla-mado «cambios en la comprensión dela democracia». Reinhardt Brandt,Klaus Günther, Jürgen Habermas, en-tre otros, apoyaron con sus valiosassugerencias.

Los autores realizan una aproxima-ción a la cuestión democrática. Prime-ramente, contraponen las democraciasliberales de Occidente a las democra-cias populares del Este. Ambas com-piten, utilizando diferentes estrategiasinstitucionales, por la soberanía po-pular y la autodeterminación. En lasdemocracias liberales predomina el de-recho electoral general (pluripartidis-mo, listas abiertas, etc.), el sistema re-presentativo, la división real de los

poderes, la primacía de los derechosindividuales y la despolitización deuna economía altamente socializada,posibilitado por un marco jurídico-civil. En las democracias populares seobserva el monopolio absoluto delpartido en el poder, la supuesta uni-dad entre la clase obrera y el pueblo,la ideocracia, es decir, la ocupación«ideológica» de lo público, y la es-tatalización de los medios de produc-ción (p. 8). Seguidamente, el binomioantitético «institucionalismo» versus«anti-institucionalismo» es analizadopor los sociólogos, posicionándose cla-ramente en la segunda opción. Las ins-tituciones políticas ya no tienen quejustificarse ante el ciudadano, sinoque son éstos los que tienen la obli-gación legitimadora de enfrentarse alos órganos estatales con exigencias.

208

Page 5: CRÍTICA DE LIBROS. (REIS Nº 46. CRÍTICA DE LIBROS)

CRITICA DE LIBROS

Estas obligaciones de legitimación, de-positadas en los ciudadanos, se expli-citan en la fidelidad constitucional.Cierra el capítulo un escueto análisisdel antagonismo existente entre «opo-sición de base» (Fundamentalopposi-tion) y «política realista» (Realpoli-tik), ejemplificándolo ilustrativamen-te con el partido político de los Ver-des (die Gruñen). Ellos se oponíana participar en las instituciones polí-ticas, a pesar de haber logrado unarepresentación parlamentaría. Perouna vez dentro de la dinámica insti-tucional, el ala realista del partidoestaba dispuesto a colaborar e inclusobuscar alianzas con los socialdemócra-tas. De esta forma observan los auto-res un cambio en la estructura insti-tucional que transforma a su vez elsistema de referencia simbólico, con elcual evalúan los ciudadanos la raciona-lidad y la legitimidad de las institu-ciones parlamentarias. Y es justamen-te el cambio simbólico de la cuestióndemocrática, su justificación históricay teórica, el leitmotiv del presenteensayo.

Así, se habla en el segundo capí-tulo de la «desobediencia civil» comopraxis simbólica de la cuestión demo-crática. Esta transgresión de la normajurídica se diferencia de otras infrac-ciones en su valor simbólico, que laconvierte en una cuestión política:el desobediente lucha por algo queno satisface sus intereses individualesy egoístas, apelando a los gobernan-tes y a las mayorías silenciosas, paraconseguir en último término la revi-sión de la decisión política. La desobe-diencia civil no es un acto revolucio-nario, vanguardista o partisano, es

simplemente «cives»; es un ciudadanoactivo que se justifica y se limita enla protesta para hacer eco público dela igualdad política. Un tema espino-so es relacionar la «desobediencia ci-

>. vil» con la «violencia» y el «orden pú-blico», dada la facilidad con que unaacción se convierte en otra. Los auto-res, después de hacer un análisisjurídico-formal (Ley Fundamental deBonn, sentencias del Tribunal Consti-tucional y Código civil) y teórico (teo-ría del Estado), concluyen que los es-quemas bueno/malo, positivo/negati-vo y legal/ilegal no son útiles para de-finir su dimensión simbólica. Piensanque la desobediencia civil es el dis-curso propio de los «movimientos so-ciales». Por lo tanto, estos movimien-tos no tienen que unirse al discursojurídico-estatal, es decir, a la regla dela mayoría, al principio de represen-tación, a los partidos estatales o alparlamentarismo. Todo lo contrario:tienen el derecho a un lenguaje propioque movilice a sus simpatizantes (ma-nifestaciones, cadenas humanas, ocu-paciones, etc.). La «desobediencia ci-vil» no es ilegalidad o no es elitismoantidemocrático, sino legítima drama-tización de las tensas relaciones entreel Derecho positivo, los procedimien-tos democráticos existentes y sus insti-tuciones, por un lado, y la idea dedemocracia como «autogobierno», porel otro, que, además, no se agota enel Derecho actual ni en el status quoinstitucional (p. 42).

Para entender mejor la apología dela «desobediencia civil» hacen una in-cursión en la historia política y susideas. La «libertad pública», que sur-ge con las revoluciones americana y

209

Page 6: CRÍTICA DE LIBROS. (REIS Nº 46. CRÍTICA DE LIBROS)

CRITICA DE LIBROS

francesa, es la condición previa parala aparición de aquélla. La separaciónentre Iglesia y Estado logra la eman-cipación de la política. La rebelión delas antiguas colonias británicas y ladecapitación de Luis XVI simbolizanla secularización de lo político y laexistencia, por primera vez, de unaesfera de acción pública. Al mismotiempo, surge un «vacío simbólico delpoder político real» que es contrarres-tado con la coetánea declaración delos derechos del ciudadano. En ellase posibilita a cada hombre ser deten-tor del poder político, aunque en unprincipio se excluyan a las mujeres, alos negros y a otros grupos sociales.El sustrato sociológico de todos estosacontecimientos es la gestación de unasociedad civil pluralista que culminacon el «pacto constitucional»: el go-bierno de la mayoría intenta suprimirel escenario público a las minorías.Sin embargo, y en esto los autoresponen un especial énfasis, las «garan-tías constitucionales» —la libertad deopinión, de prensa y de asociación—permiten la libertad de la comunica-ción política, dejando de esta formaespacio público para la articulación yacción de los «ciudadanos activos».Es, por tanto, el sustento de todos losmovimientos sociales de protesta dela historia de la democracia: la libe-ración de los negros norteamericanos,el sufragio universal, los movimientospacifistas, feministas y ecologistas.Aun así, y a pesar de más de doscien-tos años de desarrollo de la historiademocrática moderna, hubo socieda-des en que se destruyó la libertadpública. Se perdió de esta forma la«dimensión simbólica de la democra-

cia» y se desembocó en un «totalita-rismo», llámese jacobinismo, fascismo,nacionalsocialismo o estalinismo. Eneste último caso ven una unidad sim-bólica del partido, el Estado y la so-ciedad. Ello derrama en la dictaduradel aparato burocrático, que es, den-tro del continuum de la secularizaciónpolítica, el polo opuesto de la repú-blica democrática (p. 85).

Dicho en otros términos, la «di-mensión o dispositivo simbólico de lademocracia» es la auto-institucionali-zación de una sociedad civil autóno-ma a través de la creación de unaesfera de lo público que se contra-pone al vacío del poder político.Al mismo tiempo, se cristaliza la se-paración entre el poder, el derecho yel conocimiento (ciencia). Todo elloforma la base de la república de-mocrática y la historicidad de la so-ciedad. Pero dicha sociedad civil estáconstantemente expuesta a una con-flictividad real de intereses, debidoa la estructura social jerárquica y ver-tical, que en el nivel simbólico puedefavorecer una política de «exclu-sión» y negar la autonomía e igual-dad de todos los ciudadanos; es de-cir, anular la estructura política ho-rizontal e igualitaria. Aquí reside laimportancia simbólica que dan losautores al derecho «electoral». Conel sufragio universal se actualizan pe-riódicamente los representantes de lasociedad civil, se mediatiza los intere-ses plurales, se domestica los conflic-tos sociales y se posibilita el consen-so. Por otro lado, se facilita, de unaforma simbólica, la identificación co-lectiva: en un mundo desacralizadolos individuos participan en el proce-

210

Page 7: CRÍTICA DE LIBROS. (REIS Nº 46. CRÍTICA DE LIBROS)

CRITICA DE LIBROS

so de formación de la voluntad (Wil-lensbildungprozess) que se convierteen un proceso continuo de aprendi-zaje de identidad.

Finalmente, los autores profundizanen las divergencias entre la cuestióndemocrática y la cuestión social. Laobligación de todos los miembros dela sociedad civil de crear un espaciopúblico para que puedan expresar susopiniones y discutir sus conflictos in-cluye la cuestión social. La «políticasocial» como solidaridad civil, exigeal ciudadano que se exprese política-mente si requiere ayuda. Por lo tan-to, el problema de la pobreza, deldesempleo y de la falta de viviendano es solamente un caso burocráticoque hay que administrar, sino que seconvierte en un tema a debatir porlos afectados en la esfera pública ycuya solución hay que consensuar ra-

cionalmente. Así, la cuestión social seconvierte en una parte integrada en lacuestión democrática. Esta visión dela cuestión social, idealizada y clara-mente influenciada por la teoría de lacomunicación activa de Habermas,nos puede servir como una respuestaal problema de la actual crisis del «Es-tado de Bienestar». No hay que se-parar la participación política de laparticipación social, las dos esferasconstituyen al «ciudadano activo».Así, al tratar la política social comoun asunto público, se actualizan lasconstantes tensiones entre el «dispo-sitivo simbólico de la democracia» yla «realidad social», de tal forma quese encuentren soluciones para la ac-tual crisis del Estado de Bienestar sinque haya una determinación previa.

Julián ATIENZA ALEDO

JUAN DEL PINO ARTACHO (ed.)

El Conflicto Social(Málaga, Universidad de Málaga, 1988)

Entre los años 1984 y 1986, elprofesor Del Pino organizó un ciclode conferencias en torno al tema delconflicto social. El ciclo lo patrocina-ron simultáneamente el Centro Aso-ciado de la UNED, en Málaga, y elDepartamento de Derecho del Estadoy Sociología de la Universidad deMálaga.

Fruto de aquel ciclo es el libro queaquí presentamos. En él se dan citaalgunas de las más prestigiosas plu-mas que hoy posee la Sociología es-

pañola, reunidas todas en torno a untema: el conflicto social. El tema estátratado desde ópticas diversas, teóri-cos y empíricos, donde se hace refe-rencia a aspectos sociales en los quepueden darse situaciones conflictivas.

Almaraz, en su participación «con-flicto y teoría sistémica: el conflictoen el último Parsons», pone de ma-nifiesto la necesidad de establecer unadiferencia con las fases anteriores delsociólogo americano; donde Janza elinterrogante de si sería necesario des-

211

Page 8: CRÍTICA DE LIBROS. (REIS Nº 46. CRÍTICA DE LIBROS)

CRITICA DE LIBROS

cubrir en este autor una teoría delconflicto en la medida en que su obratiene elementos que implican la pre-sencia del conflicto social.

Junto a la idea parsoniana del con-flicto se presentan los puntos de vistade otros clásicos del tema, buscandosimilitudes y confrontaciones. Parallegar, por último, a la cuestión fun-damental: ¿existe una teoría del con-flicto en el último Parsons?

El libro presenta, a continuación,una reflexión sugestiva de Diez Nico-lás, donde se trata la relación entreequilibrio y conflicto en el modeloteórico de los ecosistemas sociales ylos conflictos sociales que se derivande los elementos de tales ecosistemas.En este trabajo se demuestra cómo elenfoque del ecosistema se evidenciacomo un instrumento adecuado paracomprender la realidad social. Loselementos del ecosistema (población,recursos, organización social y tecno-logía) contribuyen no sólo al mante-nimiento del sistema, sino también alas relaciones conflictivas y, comoconsecuencia, al impulso del cambiosocial.

Por su parte, José Castillo realizaun exquisito ensayo sobre la rupturageneracional con su colaboración «ex-traños, adversarios, enemigos». Enella se expone la posibilidad conflic-tiva que presentan las diferentes po-siciones sociales y los status que ge-neran: adscritos y adquiridos. Asícomo las contradicciones íntimas se-gún cual sea el acomodo del indivi-duo en la estructura social.

El cuarto ensayo es una reflexiónde García Cotarelo sobre el conflictode intereses o la lucha de clases, y

cómo la existencia de tales antagonis-mos se presentan como un elementoesencial para la explicación del cam-bio social. Aunque, sin embargo, lavalidez de los modelos teóricos depen-den de la función que se le otorgue alos grupos sociales, puesto que sonlos grupos y las colectividades los ver-daderos portadores de los antagonis-mos y enfrentamientos en la sociedad.Por otro lado, para que la sociedadpueda continuar su curso necesita deestos conflictos. De ahí el proceso me-diante el cual se institucionalizan. Así,G. Simmel considera la lucha comouna de las formas de socialización; yDahrendorf deja suficientemente claroque la sociedad es el ámbito dondese institucionalizan los conflictos. Enrealidad, el modelo del conflicto deintereses se elabora en gran medidacomo una respuesta a los postuladosdel marxismo en un intento de paliarsus defectos.

En la siguiente colaboración «la so-ciedad industrial avanzada y sus con-flitcos», el profesor Garmendia expo-ne cómo la nueva sociedad industrialencierra en su seno nuevos conflictossociales, los cuales son fruto y expre-sión de las nuevas contradicciones queen ella se producen y cómo éstas secompaginan con las antiguas contra-dicciones sociales. Para explicar talesenfrentamientos examina tres puntossobre los que inciden tales conflictos:el primero de ellos es la nueva socie-dad postindustrial que se está gene-rando y que nada o muy poco tieneque ver con la sociedad industrialque conocemos. En segundo lugar, losnuevos conflictos sociales que se danen este tipo de sociedad, y por últi-

212

Page 9: CRÍTICA DE LIBROS. (REIS Nº 46. CRÍTICA DE LIBROS)

CRITICA DE LIBROS

mo, como conclusión, la relación con-flicto/marginación que se producenen la sociedad postindustrial.

En la sexta colaboración, Julio Igle-sias de Ussel realiza buen análisis em-pírico de los conflictos matrimonia-les y de la desorganización familiar.Para ello analiza el importante aumen-to de las tasas de divorcio. Aunque eldivorcio tan sólo constituye una mo-dalidad de una realidad mucho másamplia, compleja y diversa que sonlos conflictos matrimoniales. Para es-tudiar la desorganización familiar, elprofesor Iglesias sigue el esquema deW. J. Goode, adaptado a la realidadespañola, compuesto por los siguien-tes puntos: la ilegitimidad, como uni-dad familiar incompleta; la disolu-ción de la familia por separación,nulidad, abandono o divorcio; las fa-milias vacías; la ausencia involunta-ria, por crisis externas, y los fallosinvoluntarios en su funcionamiento.

La siguiente reflexión sobre el con-flicto viene realizada por Elisa PérezVera, que diserta sobre «el conflictointernacional». Analiza los conflictosque se dan entre los sujetos de dere-cho internacional y, dentro de ellos,realiza un repaso de los principalesconflictos que existen actualmente enla sociedad internacional. Así, porejemplo, el conflicto de origen ideo-lógico entre el Este y el Oeste; o ladesigual distribución de la riqueza queda lugar a las hostilidades Norte-Sur,y las posibilidades de la aparición deun nuevo orden económico internacio-nal que palie estas diferencias en lasrelaciones internacionales. En fin, laproblemática de los conflictos inter-nacionales y de su deseable arreglo

pacífico se muestra como algo espe-cialmente complejo en el seno de unasociedad poco articulada como la so-ciedad internacional actual.

Por su parte, el profesor Del Pino(editor de la obra) presenta un ensayosobre «el conflicto en la teoría socio-lógica», donde trata los diversos con-textos teóricos en los que el conflictosocial tiene vigencia. En primer lugar,los planteamientos del darvinismo so-cial y el marxista que dominaron enla teoría sociológica en la primera mi-tal del siglo xx. El funcionalismo y elconflicto, donde se vincula la catego-ría de función a la de necesidad y seconsidera el conflicto como una des-viación patológica de algunos elemen-tos de la estructura social. Desde estepunto de vista, el conflicto es algoadvenedizo y periférico para los fun-cionalistas. Por otro lado, se analizael paradigma del conflicto, cuyo prin-cipal representante quizá sea Dahren-dorf, el cual argumenta su plantea-miento en cuatro tesis: la estabilidad,el equilibrio, el funcionalismo, y elconsenso. Otro contexto teórico des-de el que se puede tratar el conflictoes el dialéctico-crítico, cuyos máximosrepresentantes se encuentran en la Es-cuela de Frankfurt. Por otra parte, elprofesor Del Pino analiza en su tra-bajo la violencia que puede engendrarel conflicto social, así como los facto-res de estabilidad que pueden darseen una sociedad conflictiva; es decir,aquellos valores o bienes alternativosque compensen la privación que su-pone una situación conflictiva.

El noveno ensayo del libro es untrabajo de carácter empírico de JoséJuan Toharia sobre «el conflicto y liti-

213

Page 10: CRÍTICA DE LIBROS. (REIS Nº 46. CRÍTICA DE LIBROS)

CRITICA DE LIBROS

gación en España», donde se tratade analizar la evolución de la litiga-ción en España durante la década delos setenta. Pero antes de entrar enel análisis propiamente dicho, resuel-ve dos cuestiones que considera im-portantes: ¿Cómo evaluar, de formafiable, el volumen de litigación ycómo explicar las fluctuaciones a lolargo del tiempo en el volumen delitigación? Los litigios son, pues, re-laciones jurídicas que han degeneradoen enfrentamientos y conflicto. Paraver cómo estas relaciones jurídicas de-vienen litigios se establece un modelodel proceso que siguen tal tipo de con-flictos. Aquéllos, cuando se dan, pue-den originar perjuicio, reclamación,disputa y, finalmente, litigio. Porúltimo, se analiza el volumen delitigación civil: ¿poca o mucha liti-gación?

La última colaboración es la deJosé Valles sobre la financiación delas haciendas locales y los conflictos ydesigualdades que generan. El análisisse realiza de una forma tripartita.En la primera se esboza el marco teó-rico en el que se mueven las hacien-das locales: los objetivos a los quedeben servir; los aspectos de su finan-ciación; el saneamiento de estas ha-

ciendas públicas, etc. En un segundolugar se presenta el estado real delas haciendas locales y provinciales enEspaña; la evolución y necesidades delas que son objeto; los problemas quepresentan, etc. Por último, se analizala urgencia de la necesidad de unanueva ley de financiación de las ha-ciendas locales, así como las conside-raciones sobre nuevas fuentes de in-gresos locales, los principios a teneren cuenta en la elaboración de dichaley. Todo desde una óptica no exclu-sivamente jurídica.

Se trata, por tanto, de una obraque, aunque heterogénea en su enfo-que, sin embargo presenta una pano-rámica lo suficientemente amplia parahacerse a la situación de cómo se en-cuentra actualmente el tema del con-flicto social. El libro tiene todas lasventajas e inconvenientes propias deuna obra colectiva basada en confe-rencias orales; no obstante, puede ser-vir como obra de consulta en la quese pueden encontrar tanto reflexionesteóricas como análisis empíricos.En fin, estamos ante un texto queconsigue dar al lector una visión con-junta de este no siempre bien vistotema.

Félix REQUENA SANTOS

LUIS MARTÍN SANTOS

Diez lecciones de Sociología(Madrid, Fondo de Cultura Económica, 1988)

Respondiendo a su título, este librotiene un índice general que consta dediez capítulos referidos todos y cada

uno de ellos a temas claves de la So-ciología contemporánea.

Dada la diversidad y sustancialidad

214

Page 11: CRÍTICA DE LIBROS. (REIS Nº 46. CRÍTICA DE LIBROS)

CRITICA DE LIBROS

de los contenidos que se nos ofrecen,he considerado conveniente presentar,una por una, todas estas lecciones quemerecen en su totalidad, sin duda al-guna, el calificativo de magistrales.

Las lecciones que están estructura-das en torno a sugestivos encabeza-mientos constan de: unas citas preli-minares dotadas de intención, lecontenido de la cuestión y sus argu-mentos y, por último, unos textoscomplementarios (hecha la excepcióndel tercero); todo ello expuesto deforma original, didáctica, imaginativay brillante.

El manual Diez lecciones de Socio-logía constituye algo más que una in-troducción a la disciplina, pues, ade-más de facilitar el acercamiento a latemática, lo realiza de tal manera queno fija o reduce al neófito a un con-creto y específico paradigma socioló-gico, sino que, por el contrario, lolleva a la adquisición de unos cono-cimientos sólidos por sus fundamen-tos, abiertos por la amplitud del «mi-rar» y flexibles porque aquí, está cla-ro, no caben los dogmatismos.

Es una obra muy recomendablepara los que se inician en la Sociolo-gía y una referencia a tener en cuentapor los expertos. En suma, es una pro-ducción que motiva la imaginación dellector produciendo lucidez sociológica.

Por lo demás, decir que son lasaportaciones metodológicas y episte-mológicas que se vierten en las pági-nas de este texto lo que ha motivadola presente recensión.

Hechas estas alusiones a la obra ensu conjunto, ahora procedo a destacarde forma muy breve lo mucho que senos transmite.

La primera de las lecciones es unareflexión sobre el objeto que produceel quehacer de los sociólogos.

Entre los medios disponibles paraalcanzar conocimeintos sobre la reali-dad se opta por un singular tipo de«mirada». Esta tiene una serie de cua-lidades que la distinguen de las otrasmiradas que muy bien podríamos ca-lificar —por comparación— de redu-cidas.

Rompe con el tipo más común —nopor eso más válido— de discurso so-ciológico, y ante la insatisfacción inte-lectual de lo producido sociológica-mente insta por una vuelta al «mirar»transparente sin mediatizaciones que,de una u otra manera, nos dejan nosólo más acá de la realidad, sino, almismo tiempo, en manos de los me-diadores-mentores, de turno, de unadeterminada realidad.

Propone la «disfunción» (p. 11), la7<rupíura» (p. 11) como punto de par-tida de la «mirada» (p. 11) y arguyeque en un mundo fraccionado sólocabe proceder por fragmentos. Tal esla fórmula (algo de ella) que nos pue-de solventar de las dificultades queofrecen otras posibilidades, en nuestroobjetivo de conocer rigurosamente, ycada vez más, la realidad que nosrodea.

Dados los supuestos de su argu-mento, se adelanta a las posibles crí-ticas que pueden provenir tanto delfuncionalismo (insistencia en la fun-ción) como de aquellas otras que emi-tan cientificistas y estructuralistas,con fundamentos consistentes que lasdejan suspendidas en el vacío de loinefable.

De este capítulo merecen ser cita-

215

Page 12: CRÍTICA DE LIBROS. (REIS Nº 46. CRÍTICA DE LIBROS)

CRITICA DE LIBROS

dos, por su relevancia y trascendencia,las siguientes proposiciones del autor:«el espacio de la sociología no estáencerrado en ningún discurso» (p. 8),«la Sociología no se puede aprender,hay que inventarla» (p. 8), «dispon-gámonos a mirar lo que miran los quese llaman a sí mismos sociólogos, de-jando aparte sus pensamientos y sumodo de exponerlos» (p. 9), «claroque la mirada que proponemos no esuna mirada pasiva, sino activa, y estono es extraño, puesto que la miradaes conocimiento y todo conocimientoes activo» (pp. 9-10), «es esta disfun-ción la que "pone en pie" la miradahabitualmente distraída y desencadenala dinámica interrogante» (p. 11), «lamirada deberá de mantener la "dis-tancia " para que no se produzcan dis-torsiones» (p. 15), «las ciencias hu-manas no tienen más remedio que co-menzar desde experiencias concretasy fragmentarias» (p. 16), «Con la mi-rada del sociólogo sucede lo mismo.Trata de no suponer nada previo, perodespués del encuentro con su objetosigue paso a paso hasta descubrir todala complejidad social que pueda alcan-zar. Y es a través de la complejidadcomo las ciencias humanas adquierenun tipo de unidad sui generis» (pp. 16-17), «La práctica de la mirada cons-tituye un goce creador que, por reve-laciones sucesivas, va llenando un cua-dro, complejizándole y, paradójica-mente, haciéndolo más transparente»(p. 17).

Finaliza la exposición ofreciendocomo texto complementario un breveresumen del famoso pasaje descritopor G. W. F. Hegel en su obra Lafenomenología del espíritu, El señor

y el esclavo, que en palabras del autor«es quizá el ejemplo más insigne delo que hemos llamado la "mirada delsociólogo"» (p. 18) porque es positi-vo y enriquecedor para los estudiososde las llamadas Ciencias Sociales«acostumbrarse a las complejidades delas relaciones humanas» (p. 18).

En la segunda intervención trata deponer en evidencia la inexcusabilidadque existe de disponer de una epis-temología que sea eficaz, coherente yreal.

Partiendo del análisis de las pala-bras «individuo» y «sociedad», tanprolífica y superficialmente utilizadas,se llega a la conclusión de que «co-menzar el estudio de la Sociología porel individuo presenta dificultades nosuperables, pero lo mismo va a suce-der si intentamos hacerlo desde el con-cepto cotidiano de sociedad» (p. 28)y esto es así porque «el individuo yla sociedad son simplemente lo que sebusca» (p. 29).

Ante las insuficiencias que resultande estos términos se opta por la no-ción de «campo» (p. 29), que no esmás que el «espacio social» (p. 29),pero, eso sí, insistiendo en la impor-tancia que tiene para el científico noperder de vista al otro elemento de larelación que es el «anticampo» (p. 33)y que conjuntamente —«campo» y«anticampo»— producen lo que se de-nomina: «espesor del campo social»(p. 33).

En un nivel simplemente anecdóti-co, llama la atención el que mientrasen la gran mayoría de las introduc-ciones a la Sociología figuran los te-mas referidos al individuo y a la so-ciedad tan sólo —que yo sepa al me-

216

Page 13: CRÍTICA DE LIBROS. (REIS Nº 46. CRÍTICA DE LIBROS)

CRITICA DE LIBROS

nos—, en estas Diez lecciones de So-ciología y en la Introducción a la So-ciología, de E. Tierno Galván, existe—dada su importancia— esta referen-cia explícita al concepto de «campo».

El «campo» incluye las funciones yel «anticampo» las disfunciones, deahí la importancia de ambos en cual-quier tipo de análisis. Por eso el ol-vido del «anticampo» ocasiona parcia-lidades insuperables tal como le ocurreal funcionalismo, «que no es ni si-quiera una sociología, o, si lo es, essólo una sociología mutilada en la quefaltan por encajar los fenómenos deresistencia, violencia, las disfuncionesy las fisuras de la realidad» (p. 37).

En la tercera, y a partir de la no-ción de «campo» (funciones y disfun-ciones) se analizan las principales co-rrientes sociológicas que operan en elespacio que comprende dicho «cam-po». Es, a fin de cuentas, una contri-bución al método sociológico.

Además de la tendencia del produc-tivismo» (p. 209), que tiene como ele-

. mentó clave la «producción» (p. 41),y del «reproductivismo» (p. 209), queinsiste en la «reproducción» (p. 42),presenta la perspectiva de la «bifur-cación» (p. 42) como alternativa capa-citada para explicar una serie de even-tos o hechos sociales detatendidos, dealguna manera, por las demás concep-ciones.

Dice el autor que «una sociologíacompleja que no busca el sistemasocio-sémico, sino la clarificación delo sociológico, puede acumular pers-pectivas sin contradicción y con laapertura conseguirá la iluminación in-tegral» (p. 43) porque «las tres ex-plicaciones tienen su fuerza y su opor-

tunidad, y una sociología compleja po-drá utilizar una u otra, según los ca-sos, pues para ella los vectores y lasideologías son andamios o instrumen-tos, no últimas definiciones de la rea-lidad social» (p. 49).

En la línea apuntada anteriormentecontinúa ofreciendo más transparen-cia a las categorías —en este caso el«trabajo, la adaptación y la catástrofe»(p. 50)— que son de gran utilidad,siempre y cuando hayan sido estable-cidas en sus justos y limitados térmi-nos como herramientas o medios teó-ricos que permiten alcanzar aproxima-ciones cada vez más plenas a las di-mensiones concretas de la realidad so-cial.

En la cuarta alude a que «entre lanegación, la tachadura del hombre ysu contrario, el protagonismo abusivo,hay una posición que es la que man-tenemos y que hemos denominadocomo "retorno del actor"» (p. 59), esdecir, «por una parte, el hombre nopuede ser olvidado, ni debe ser abso-lutizado; pero, por otra, es un actoren un escenario que ya tiene su es-tructura, su orden y sus limitaciones,y es dentro de ese escenario dondedebe evolucionar, recitar papeles, ha-cerse preguntas. Y al final, quizá lomás suyo sean sus errores y una ló-gica dubitativa con la que pretendeinstalarse en el mundo» (p. 59).

Sin caer en los extremos de uno uotro signo que denotan las produc-ciones de algunos sociólogos, el autorretoma creativamente aquella perspec-tiva que oferta, hasta el momento, eltratamiento más adecuado del hombrey que no es otra más que aquella queagrupa ciertas dosis de las tres, aun-

217

Page 14: CRÍTICA DE LIBROS. (REIS Nº 46. CRÍTICA DE LIBROS)

CRITICA DE LIBROS

que con cierto predominio de la queformula que el hombre es un «resul-tado social» que actúa e interactúa enel complejo de elementos que compo-nen su entorno económico, social, po-lítico-ideológico y cultural. El hombrecomo «actor social» cumple —o no,pero entonces desempeña otro papelproducto de su nueva posición deter-minada por el incumplimiento— conlos papeles sociales implicados por susposiciones en el sistema —o subsiste-ma—, del cual, irreversiblemente, for-ma parte: el hombre se reduce encuanto hombre y, al mismo tiempo, seacrecienta socialmente como miembroactivo-adaptado de la sociedad.

Entre las múltiples y diversas for-mas de agrupamiento social que exis-ten, hace una referencia enriquece-dora de la familia, el grupo, la clasey la asociación.

Critica las limitaciones, tanto de lasposiciones estructuralistas como lasdebidas a la denominada «sociologíaespontánea».

Es necesario, por razones de espa-cio, reducir las referencias a\ resto delas lecciones, lo cual espero que no seaóbice para restarle importancia, pues,al contrario, pienso que algunas deellas están entre las mejores que com-ponen el libro.

Una vez hecha la advertencia enlo que sigue me limitaré a ofrecermuy poco más que los títulos y es-quemas de lo que falta por comentar,y digo comentar puesto que cabenmuy pocas opciones, salvo la de su di-vulgación a la crítica en una obra tanelaborada.

El título de la quinta lección, «Ma-sas y élite (auge y declinación)»

(p. 91), expresa significativamente elcontenido de la misma.

Es quizá, en mi opinión, la menoslograda de las disertaciones presenta-das por el autor porque, sobre todo,en el tratamiento de las «élites» nofiguran las referencias a destacados co-nocedores del tema tales como W. Pa-reto, G. Mosca, R. Michels e inclusoM. Weber.

En cuanto a las «masas», estableceuna acertadísima y transparente distin-ción entre «masa emergente» (p. 92),«masa creadora» (p. 92) y, finalmen-te, «masa digitalizada» (p. 93).

En el apartado de las élites, entreotras cuestiones, analiza y diagnosticael futuro de los intelectuales: en lacontemporaneidad desarrollada no hayespacio —a no ser el estético o tes-timonial— o éste es mínimo para losplanteamientos que vayan más allá dela eficacia y utilidad que exige el sis-tema y sus elementos componentes.De ahí que el intelectual a la viejausanza sea sustituido, y cada vez enmás parcelas o sectores, por el ex-perto.

«La ciudad y el hombre» (p. 115)es la sexta lección y ésta se encuentramuy bien compendiada en el epílogoque la precede: «La ciudad fue pri-mero un espacio mágico (Mundo An-tiguo), después pasó a ser un universode fraternidad (Edad Media). Cuandoperdió sus murallas y su identidad (si-glo xix) pasó a ser una manufacturade delirios, de mediocridad, dondetoda esperanza es difícil» (p. 115).

Es una excelente aproximación ala ciudad y sus tipos, usos, costum-bres, culturas y habitantes, sin dejar

218

Page 15: CRÍTICA DE LIBROS. (REIS Nº 46. CRÍTICA DE LIBROS)

CRITICA DE LIBROS

de lado, por supuesto, su problemáticay en cierta forma sus posibilidades.

Se acompaña, accesoriamente, poruna serie de referencias de distintosautores sobre la ciudad.

«Universo comunicacional y "massmedia"» (p. 145) es la séptima y unade las lecciones más completas.

Partiendo de las bifurcaciones quehan tenido lugar en el transcurso de lahistoria del hombre, establece a éste:primero como «habitante de la téc-nica» (p. 145); posteriormente, y ade-más, como «habitante de la cultura»(p. 145) y, por último, también, en loque nos hemos convertido hoy en día,es decir, en «habitantes del universocomunicacional» (p. 145). Participa-mos simultáneamente de los y en lostres mundos. Ahora bien, esto es po-sible —habitar de y en tantos mun-dos— porque: «El hombre no ha sido,y es, capaz de vivir en tres universosdispares: universo de la técnica, uni-verso de la cultura y universo lingüís-tico. Capaz de vivir en ellos y en otrosmuchos porque el deseo no se compro-mete jamás de una manera absoluta»(p. 146).

Seguidamente expone los puntosque completan el tema: «Fenomenolo-gía de la comunicación» (p. 146), «Elimpacto ideológico» (p. 149), «Mode-los ideológicos» (p. 150) y «La co-municación, el poder y el deseo»(p. 159).

«La apuesta tecnológica y» el dere-cho al trabajo» (p. 169) constituye lanúmero ocho, y en ella se trae a co-lación la ya clásica polémica entre«humanistas» y «tecnólogos», presen-tando las razones que aducen unos yotros en una querella que, dadas las

circunstancias y condiciones objetivasactuales —y a su vez las tendencias—,se decanta irreversiblemente a favorde los adictos a la eficacia instrumen-tal y utilitaria.

La tecnología, no cabe duda alguna,ha reportado y está logrando una se-rie de beneficios para la humanidad.Pero tales logros, hasta la fecha, estánacompañados —dados los diversosusos que se pueden hacer de la tec-nología— por un cúmulo de resulta-dos adversos que, entre otros, vandesde las rupturas de equilibrios eco-lógicos hasta la disposición de unacapacidad de aniquilar a la especie.Esto, que no quepa duda alguna, esmotivo de preocupación, y como muybien refiere el autor: «Mientras queel capitalismo mantenga las directricesactuales, no hay ninguna razón parael optimismo. El despilfarro de hom-bres y de materias ha sido siempre sucaracterística» (p. 177).

Al mismo tiempo es tratado el temade lo que es actualmente el saber —loque funciona, lo que sirve, etc.— yde sus presupuestos que no cuentan,como ya es sabido, con la literaturacomo fundamento.

De esta lección, la novena, cuya de-nominación es «El vínculo político:reforma y revolución» (p. 183, des-taco y transcribo la fértil distinciónque realiza tanto de los vínculos comode su definición, carácter y naturaleza.

Señala el autor que: «Los vínculossociales están estratificados. En pri-mer lugar, nos encontramos con unvínculo, muy primario, de caráctergregario» (p. 183). «Un segundovínculo está constituido por lo queHegel llamó la "sociedad civil"»

219

Page 16: CRÍTICA DE LIBROS. (REIS Nº 46. CRÍTICA DE LIBROS)

CRITICA DE LIBROS

(p. 183). «El tercer vínculo es elque podríamos denominar "político"»(p. 183), «el vínculo primario se vive,se siente y se aloja en el cuerpo ente-ro; el vínculo civil se conoce de unamanera sensible, y se retiene por lamemoria; el vínculo político es unaconstrucción realizada por la mente.Sólo mediante imágenes, hipótesis,que están más allá de la diferencia, sellega a captar su naturaleza abstracta»(pp. 183-184),-y por último, advertirque: «Así como los vínculos primarioy secundario son estables y están re-lativamente definidos, el vínculo polí-tico está siempre en proceso de defi-nición» (p. 184).

La última de las lecciones, «Podery Deseo» (p. 209), es la más impor-tante y trascendente de todas; por esorequiere citar al autor exclusivamentepor no mediar de alguna manera loque escribe. Pienso que toda interpre-tación, como tal, lleva impreso el sig-no o la marca del intérprete y, por lotanto, de alguna manera posibilita elsesgamiento de lo interpretado. Es,además, una necesidad deseada, ya quelo que nos comunica es una auténticaaportación a nuestra disciplina (¡tannecesitada de ellas!): los pilares o fun-damentos para una Sociologa deldeseo.

Tan sólo presentaré alguna de lasmuchas proposiciones-contribucionesque tanto abundan en este capítulofinal: «El aumento de sociedad hacesurgir una pregunta: ¿por qué la so-ciedad crece? Pregunta que puede serrespondida de muchas maneras con-cretas (desde el productivismo, el ré-productivismo o el bifurcacionismo),pero que también ha de ser contes-

tada de una manera general y teórica.La razón del aumento parece ser laperpetua derrota del poder, su luchacontra el deseo, lucha que exige reajus-tes que provocan la aparición de nue-vas formas de relación social. Es unadialéctica móvil, siempre adelante.Una dialéctica compleja y progresivaentre dos formas fundamentales: elpoder y el deseo» (p. 209). «Más alláde la Teoría Política, de la teología,de la física o la metafísica, para unasociología amplia y crítica, el podernacerá de su enfrentamiento con eldeseo, bajo la forma de anti-deseo, o,por lo menos, como una regulación ocontención de éste» (p. 212). «Hemoscomenzado hablando de una sociologíacompleja, que avanzaba por distintoscaminos. Era una razonable propuestametodológica. Pero a lo largo de estasdiez lecciones hemos ido avanzandohacia una noción central: el deseo.¿Es posible hablar de una sociologíadel deseo?

Si en vez de los métodos pensamosen el contenido terminal de la sociolo-gía que hemos esbozado, no sólo seráposible, sino coincidirá con la tenden-cia que se insinúa en la sociología con-temporánea.

Desde esta sociología, podríamosinvertir el camino y alcanzar, al final,lo que fue nuestro punto de partida:la mirada del sociólogo» (p. 222). «Sila sociología del deseo desemboca enuna pedagogía de la lucidez, de laprofundización de la mónada, frentea esta pedagogía, también de una ma-nera igualmente lógica, se presenta enel campo de las posibilidades teóricasuna ética. Esto es así porque nuestraposición frente al poder exige una res-

220

Page 17: CRÍTICA DE LIBROS. (REIS Nº 46. CRÍTICA DE LIBROS)

CRITICA DE LIBROS

puesta» (pp. 222-223). «La polariza-ción frente al poder daría un caráctera esta nueva ética: sería una éticade la lucidez y nunca de la obedien-cia o de los valores. Una ética conun solo precepto: desear verdadera-mente» (p. 223).

Esta dilatada recensión, humildehomenaje a una obra que lo merececon creces, que abunda intencionada-mente en citas, llega a término. Sinembargo, antes de poner el punto fi-nal, deseo expresar unas palabras so-bre el autor y su obra: En principiolamentar la irreparable pérdida quehemos tenido con el fallecimiento detan insigne persona, figura intelec-tual relevante en diversos campos, des-tacado profesor por su imaginación,

lucidez y saber y entrañable amigo.Don Luis Martín Santos realizó

—aún no somos conscientes de su al-cance y posibilidades— una valiosacontribución a la Sociología, pero detal envergadura, que la enriquece yhace progresar: ¡ya se vislumbran sa-lidas!

Su muerte, en exceso prematura,nos ha dejado el enorme vacío queprovoca la ausencia de...; sin embar-go, nos ha quedado su palabra y unextenso legado.

Sólo resta decir que, dada la tallade esta obra y la de otros autores tam-bién españoles, está claro que pode-mos ser autónomos y no tan depen-dientes como resultamos ser.

M. J. RODRÍGUEZ CAAMAÑO

LLUIS RECOLONS

Regions d'Europa: població i territori de l'atlántic ais urals(Barcelona, Fundació Jaume Bofill, 1987)

Los libros de población se refieren,en general, a unidades estadísticas fre-cuentes como los estados o las provin-cias. En este caso, y una de las ven-tajas de este libro, es que la divisiónde Europa se hace en regiones. Porencima de las categorías administrati-vas más usuales, existen otras quetienen mayor sentido y coherenciacuando se emprende un estudio de losocial. La homogeneidad de las regio-nes está fundada en semejanzas cul-turales que redunda en una profundi-zación de las diferencias entre ellas.

El libro ha sido publicado en cata-lán. Consta de una Introducción gene-

ral donde se sitúa a Europa como con-tinente frente al resto del mundo. Unavez que tenemos la visión de la tota-lidad, el autor desagrega la primeraunidad de análisis en unidades geo-gráficas, pasando de los estados a lasregiones, e incluyendo otras unidadesadministrativas menores. Comprendeuna parte especial dedicada a la Euro-pa de los Doce. En Anexo figuran lastablas que completan la informacióndel volumen.

El tema de la relación entre pobla-ción y territorio no es nuevo en esteautor, ya se había ocupado de él enanteriores publicaciones referidas a

221

Page 18: CRÍTICA DE LIBROS. (REIS Nº 46. CRÍTICA DE LIBROS)

CRITICA DE LIBROS

Cataluña. Esta forma de entender elasentamiento de la población en el es-pacio constituye una de las posibili-dades de análisis y de comprensión delos fenómenos demográficos.

El libro es un manual de consulta,muy didáctico por su presentación ydesarrollo. En la contratapa se enu-meran las regiones de la «Europa delos Doce», como ayuda para poder in-terpretar adecuadamente los mapas in-sertos en el texto. En la Introducciónse describe detalladamente el conteni-do de cada una de las partes de laque consta el libro. Incluye tambiénun apartado metodológico donde sejustifica la cronología adoptada y seenumeran las fuentes estadísticas uti-lizadas. No es frecuente que la grancantidad de datos que elabora la Co-munidad Europea sean utilizados. Laserie de Eurostat es una de ellas y haconstituido una de las bases de datosmejor aprovechadas en esta investi-gación.

En la primera parte, el autor pre-senta a Europa como un conjunto depoblación heterogénea, donde debeconsiderarse al menos cuatro catego-rías o agregados, fundamentales paracomprender el libro. De esta manera,se manifiesta en contra de las catego-rías más usuales —primer, segundo ytercer mundo—, que pueden ser re-duccionistas o simplistas para el estu-dio propuesto. La comparación de lapoblación no se detiene en la densi-dad, sino que incorpora la proporciónde menores de quince años respectodel total. A partir de un gráfico seelabora una tipología en función delas dos variables mencionadas que sir-ven para describir-la situación de los

distintos continentes y subcontinentes,respecto de la media mundial. La evo-lución de la población mundial se ana-liza partiendo de las previsiones rea-lizadas en el pasado y continuandohasta el fin de este milenio. En esteúltimo apartado sí se recurre a la ca-tegoría dicotómica clásica de paísesmás o menos desarrollados. En esteestudio de la evolución no sólo entrael análisis del crecimiento natural,sino también la tasa de reproducción,la esperanza de vida y una referenciaa los asentamientos urbanos.

La segunda parte constituye la ra-zón de ser de este texto. La identifi-cación de las regiones ha constituidouna etapa importante de este trabajo.Buscar criterios de equivalencias, res-pecto de las categorías contenidas enla población Eurostat, ha sido unaardua tarea. Las regiones de los res-tantes estados, que no aparecen en lacitada publicación, han tenido que serequiparadas con las ya existentes dela Comunidad Económica Europea.El autor ha optado por la homologa-ción y la posibilidad de actualizaciónde los datos de esas regiones, tenien-do como base criterios administrativosy operativos. El análisis de las regio-nes europeas, su comparación y con-traste con otras categorías más am-plias satisface los objetivos priorita-rios de esta investigación. La mayoríade los mapas contienen datos de den-sidad de habitantes, pero también sepresentan otros sobre regiones econó-micas de la URSS europea que per-mite comprender mejor las concentra-ciones de población.

La tercera parte está especialmentededicada a la Comunidad Económica

222

Page 19: CRÍTICA DE LIBROS. (REIS Nº 46. CRÍTICA DE LIBROS)

CRITICA DE LIBROS

Europea. En el caso de España seutiliza la división en comunidadesautónomas, pero también se describenlos grandes núcleos metropolitanos.La extensión de este apartado parecebreve, para la necesidad de informa-ción sobre nuestro país. Pero es com-prensible que se haya tratado a todoslos estados por igual. Si deseamos pro-fundizar en el caso español debemosrecurrir a otro texto, ya que en éstese le analiza en función del caudal deinformación que existe para todas ycada una de las regiones de Europa.

El apartado de tablas estadísticasmerece una mención especial. Los da-tos provienen de fuentes internaciona-les. Los indicadores han sido calcu-lados por el autor. Se incluye infor-mación sobre las proyecciones, de talmanera que para situar la evoluciónde la población mundial podemos lle-gar al año 2000, tal como se comentaen el texto. Estas tablas contienensólo información general sobre la po-blación, su número y densidad. El ob-jetivo del libro era tratar los habitan-tes y su ubicación en el espacio, de talmanera que satisface esa propuestasin caer en datos adicionales que nohubieran sido analizados.

El libro finaliza con varios índicesdetallados de tablas, gráficos y conte-nido del texto y una síntesis en in-glés, similar a la Introducción, perocon información adicional.

Este texto resume y analiza una se-rie de datos dispersos, sobre todo defuentes internacionales. En mi opi-nión, constituye una excelente intro-ducción al tema de las regioneseuropeas. Plantea una alternativa a lostextos clásicos que sólo comparan es-tados, demostrando la variedad de si-tuaciones que existen dentro de esaunidad geográfica mayor. Analiza elasentamiento del hombre en el espa-cio, sin entrar en otras consideracio-nes. La información que se manejaestá presentada de forma clara y di-dáctica, lo que facilita la consulta decada una de las unidades de forma in-dependiente. Si deseamos informaciónbásica sobre algunas regiones, es eltexto adecuado para situar esas unida-des en relación con las otras o con unagregado mayor, como pudiera ser laEuropa Comunitaria o todo el conti-nente.

Graciela SARRIBLE

223