[26.03] Nathan Wachtel Intro a LOS VENCIDOS (1)

5/14/2018 [26.03] Nathan Wachtel Intro a LOS VENCIDOS (1) - slidepdf.com

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Alianza Universidad r Nadlan \VadlteI

, , ' r

Los vcncidos

Los irl.dios 'del Perl!

lrente a l a conquista

(1530-1570)

Version espanola de;

Antonio Escohotado

Revisor recnico:

Enrique Tandetet

Alianza

Editorial



1

Guaman Poma de Ayala: Buell Gobierno. A Topa Amaro le cor/an fa

cabeza en El Cuzco.

INTRODU(;CrON

l\

La historiogralfa occidental ha it:s'tt;urado mucho tiernpoa Europa como centro de referenda respecto del cual se ordenaba

In historia dela hurnanidad. De acuerdo con una represcntacion

simple Y unilateral del devcnir, todas sociedades debian pasar

pot las 1111S111, ]3 ctapas en el camino de.! progreso y la civilizacion,

cuvo modclo mas acabado 1 0 en dicha travectoria:

la; socieclacles no europeas se como ejernplos

Estados de civilizacion inferior. una ideologfa

ficativa de la expansion mundisl y de su hcgcmonia.

~Es acaso un azar que la historiograffa a America Latina

sc centre sobrc toclo en latnicntras que la

historia del rnundo it1CUgCIH1., basta nuestros

dias, permanezca, por as! decirlo, Es precise .esperar

a los ticmpos actuales, al fin de In hegemoniaeuropea y a l o s , movi-··fiiientos d~ ' .descolonizacion, para ,que Occidente tenga condenda

que tambien existen otras sociedades, es decir, que rienen su his-

totia particular y de que esta no sigue necesariamenre las huellas

del modelo europeo. Con el desarrollo las ciencias antropologi

cas, sociologicas e historicas, e l mundo llamado «subdesarrollado»

(en relacion con Occidenre) su originalidad ' y corn-

plejidad: el campo de las ciencias se ve trastornado por lacaida del eurocen trismo.

c Pot que la vision de los vencidos y par que los indios? Las

dvil izacioncsprecolombinas ejercen unai.especie .defascinad6n.

2 3

" ~: .... '~..~~ ~l.I-_:'· ._- -.-- -~ ~ .-=. _~~ _

I ..,.......'t!--• I, ,,-"•,.... • _ _ __ _-- -



que cons-

dominic de las

sobre sf mis-

el cheque

(_C 6m o r ea c-

La historic-

\ co mo 1 0de los vence-

para los indios,

s ign ifi es la ru ina

(C6mo la han

en la m emo ri a .

En relaci6n con el resto delculturales y los tr asiegos de

interior del continente americano,

Ia lta decir que la s influen-

desarrol laron ampliamente en el

de un rnundo marginal, reservado generalmente a los especialistas

deIasrsociedades llarnadas «primitives». Se tratara, entonces, de un

ensayo de «ctnohistoria». este un genero bastardo, vana-

mente Evitemos encerrarnos En querel las de palabras;

Ia cuestion .110 se reduce al vocahulario, que es aqui simple eon-

vencion. cCual es el sentido Ide nuestra doble aproximacion me-

rodologica?La oposicion entre historia y etnologia proviene, en realidad,

Suele considerarse el historiador

e n gent::tal es.critos,qm'? deiaron t r a : : ;escapan las sociedades «prirnitivas», desprovistas de

escritos ---pm tanto, de.iarchivos-c-, que ~~tan reservadas al

logo.Lo que obligaa este ultimo. fl buscar el objeto .de su estudio

sobre eI terreno; se trata de sociedades vivientes, 0 supervivientes

en la actualidad, cuYQPasa~Io ~Qlo esta inscrito en sus tradiciones

orales 2 ; No es que el ernologo se desinterese de la historia por

cuestion de prindpios;es que a menudo le resulta inacccsible;ha

dedescribir elementos cuyo conjunro gmp() soCialobservado, y se prn~lJnta l a~nf l ac iones que unen d i choselementos tl~la s incronia; vpoi; 1 0 genel:al , intentacEir menta

-varianles. de estas relaciones comparando sobre. un plano teorico

diversos tipos de sodtlhHles. surna, [a, historia - e s "den cia de la

continuidad (0 dela solucion de continuidad ) de las en

el tiempo; la etnologfa es ciencia la diversidad de Ias sociedades

(Ilamadas «primitivas» ) en el espacio 3; Sin embargo, lo s historia-

dores saben desde ahora que el tiempo historico sigue un ritmo di-

ferenciado, pluridimensional, y se enfrentan al problema de las re-

laciones sincronicas () de los desfases entre los distintos niveles

(econ6micos, sociales, poli ticos, erc.) de las sociedades cuyo devenir

estudian, Los etnologos, pot 5U parte, saben que las sociedades sin

historia no existen, y, siglliendo un itinerario inverso, tropiezan con

el problema de la evolucion .e n relaciones que anal i zar i dentro

d e un cuadro (0 de acuerdo con uns 16gica intemporal ). Di-

cho de otro modo, la oposicion entre las dos disciplinas no se

reduce, como a menudo se cree, a [a de la sincronia y la diacronia,

2 A monos que existan vesugros descubie rtos por la srqueologia: la prehis-tori a consrituye, asl, una especie de eslalxin intennedic- -ntre las dos dis-ciplinas .

. ; Acerca de estas corrclaciones y oposiciones, ct. la clasificacion de ClaudeLevi-Strauss en «Histoire er ethnologic», en Antbropologie S'trticturale, Pa-ris, 19.58, pllgs, 3-.35, Cf. la bibliograf fa para las rctcr cncia s de la s ve rsionesespafio las de las obras cit adas,



26 Introduccion

a 1a de la estructura y la praxis, a la de 1 0 formal y 1 0 concreto;

estas dualidades definen problemas internos tanto de la historia

como de la etnologia. Toda ciencia precede desligandose de los datos

inmediatos para conseguir objetos abstractos mediante los cuales

express en £61 '111u1as rigurosas las re laciones cxistcntes entre los

datos; pero los conceptos pierden, par 10 mismo, d sabot tinicode 10 inrnediato. En. etnclcgia, }II igual que en historia, dos ac-

titu~les,s!tl!c\!ltJinearpf;llt£.~~Op~o?::7:,y' se cornpletan: fmr- una parte,ra

restltuclOn _A.s;.!l!.J_•$mg~!1~1:,·.~le~JgYlY1CllJi~Y,u r ' G lmpaf le , l a a sp ir ii -< : i6 n a n f! :; :j I, I" ,, !- tJ q ul ] iv e rs a l. . .m etnologo r evela Ias es tr ucturas d e'las( )dedadt?s~mf@,o 10sY:i tlculos de parcntesco, 0los relates inito-

16gicos'llPoyanclQ_sc sohre.liila.:descripci6n.minuciosa de da tQs em

piricos s.. q q~..~ ~ I , . a D . a l i ~ . i . e. inteil.f}\)l uegQ,)n tegrar . G t l . . t<.]d..<;g;~tlS.' s pectos ,

aUllql.1e.~_o!r9, ...nivel . iEl historiador evoca 1 ;1 «siglo de L uis X IV »descnb1end<::l ~lfasto de Versalles, el ordcn clasico, la miscria dc las

guerras, etc.; pero 110 pot ello deja de elaborar curvas de precios,

de salaries 0 de beneficios, 0 de investigar el movirniento de Innatalidad y la mortalidad con arreglo a categortas totalmente igno-

radas pot los contemporaneos. Se trata de dilerentes cortes de unamisrna realidacl. El problema es relac ionar todos e80S .lenguajcs en un

it y venit entre. el ana1is~sy 10 concre~o. It y venit,porque no

podem()s.gQrc:;b~J}dcr sinl~l!talleal11enteJa originaliclaci de 10 vivido

y la generalidad de Ia ·abs.tras;don.\ Son las modalidades y Ia orion-

tacion de este itinerario las que difieren en .Ia.Iiistoria y en la

e tnologla, la primera procura, en definitivaj~retornaJ: a.Jo isingulat;

Ia segunda reintegra 1 0 singularaLseno de 1 0 genera l . inevitabledivision de la ciencia en sectores mas y mas especializados acennia

estas divergencies. Pero por el hecho mismo de que la historia y

Ia etnologia se concentran en las mistnas cuestiones, aunque abor-

dandolas desde perspectivas opuestas, quizri les sea posible ofre-

cerse una ayuda tedproca:nna investigacion que asociara los m e to-dos de arnbasdisciplinas,_ para hllcerl£ l8 .1 TIutuam cnte fecund as , ses~tuada en un Jugal' estrategico-dentto del_ptcsente campo de las

ciencias humanas. ~

La~!1~d6:nde acultutaci6~:'Glcupa uno de esos lugares estrategi-

cos 4. Elt,~l'miI1o,'surgrdoa fines del siglo pas ado en 1 a [iteratura

etnologica anglosajona, designa todos los fenomcnos de acci<5n re-

c iproca que resultan del contacto entre do~ 'culturas. Practicaruente,

4 Cf. Alphonse Dupront , «De l 'accul tura tion» XIIe COlIgl 'C's lniernationaldes sciences bistoriques, vol, I, Rapports, Viena, 1965, pugs. 7-J6; ed, italians:L'accultt l1 ' l lziof;e. Pet' un nu ou o rap po rto ira r ic er ca s to rie s c s cie nz e tt/JIClI1e,

Turin, 1966.

Introducci6n

5 Cf Melville r. T!crskovits,New York, 1968.

\of cul ture COlt tact,

"



28 Inrroduccion

pensar que se

de la historia como

Ia tension entre la

de Ia experiencia

una cultura;- definir etapas

(128 esta una ant inomia

con mementos ya supe-

la etnologia, Pero ilustra una

abstraccion d el analisis teorico

vivida,

En redo estudio historico, Ia eleccionconscienternente 0 no, U?H . ,

tema y determine [a orientacion de

cernes, pues, estableciendo una

de los documentos im-

particular acerca del

la investigacion, Empe-

de las fuentes dispo-

Introducci6n

nahuatl quiche 0 cakehiquel, mientras que en el Pe ru las cr6nicas

indigenas fneron l'edacwdas en un espafio] ma s 0 menos mezcladode Cluechua.

Ell l \tex ico , l os primeros cantos nahuarl que evocan la derrota

estan fechados inmediatamente despues de este acontecimiento;

habrian sido compuestos, segiin Angel M. Garibay, en los

a nos

1523-15249. El manuscriro de TlateJo!co, redaciado pOI' personas

anonimas hacia 1528, presenta un relato de conjunto de la cafda

de Mexico Id t vL' i s a 1 1 1 [> li o tndavia es eJ tes timonio de lo s informantes

de Sahagun, cuya primera version, desgraciadamente perdida, esta

fechada en 1555; existe una segunda reelaccion, terminada en 1585,

que constituye el libro XII del Cddice Florentino) donde se reiinen

i lus t rac iones indfgenas, a lgunas veces influid as po r I I I tecnics es -

pafiola ll. Las ochenta ilustraciones del Lienzo de Tlaxcala> pintadas

a mediados del siglo XVI, refJejan el punto de vista de los indios

aliados de Cortes 12. Es precise mencionar, ademas, los relatosde

cronisras como Alvarado Tezozi'irnoc, Domingo Chimalpain Cuauh.

dehuani lZin 0 Fernando de Alva Txdilxochitl, que escribieron a fines

del siglo XVI y a cOInienzos del XVII, perc sobre la base de docu.mentos IDaS antiguos 13_

Los m a Y 1 1 S de las altus derras de Guatemala nos han legado los

Titulos la casa Ixquin Nebtt ib, de los cua les poseernos sola mente

una traduccion espanola del siglo XVIII, pew que fueron, sin duda,

redactados (en quiche) desde [a prirnera mitad del siglo XVI. Este

documento describe 1 2 1 carnpafin de Alvarado y su baralla contra e 1

9 C:L Angel M. Garibay, Hiltor il l de III literalura naliuatl, Mexico , 1953-19.54, torno II, pags. 90-')2-

w 1;:5te manuscrrio (C<)!1Servado en Ia Biblioteca Nacional de Paris) esta

cdirado en facsirnil en el 101110 II del COI'pm Codicum Americanorum Medii

Aell!; la parte relat iva a fa conquista esra traducida al espariol y publicadn porA. M. Garibay en la edici6n de B. de Sahagun, Hi s/a ria General de las COJ'asde N uc ua E sp aiia , Mexico, 19. '56, rorno IV, pags. 167-185_

IIFlore iu in» Code>;; , edi tado por Dibble y Anderson, San ta Fe, 1950-1957;

r r aduc ido ell CS pfU 10 ] Y pllb li[wlu po r A . l 'vL Garihay en In edici611 d e B. C !,

Sahagun, ob. cit, rorno IV, pags_ 78·165; las i lusr rac iones han sido public-adasen facsimit por Del Paso y Troncoso, l 'vludrid, 1905, vol, V.

12 Lienzo de Tli lxcali l, Ant igii edadeJ Afexictll1t25, M exico , 18 92 , 2 vo l .,d. F. Mazihcalzin, «Descripci6n del Lienzo de T laxcala», ell Revista Alexican,]

de EstI1t i ios Historicos, Mexico, 1927, ap. a los numeros 2 y .3 del iorno 1,paginas 59-88.

B Domingo C:himalpain Cmmhtlc:huanitdn, Sixieme et sc ptieme Relation0528-1(12), [lliblicauo y rcaducido pOl' Remi Simeon, Pads , 1889; Fernandode Alva Ixtlilxocbitl, OblilJ com pietas, Mexico , 1891-1892, 2 vol.; F. Ah.':1I:.do

C 'r 6/ 1i ci / f \1 cxu.ma, i \" !. 5 xi co , ] 94-1.

29



30

jete indio Tecum Uman 14, E1 Memorial de Sololl t cucnta (en cak-

chiquel) los acontecimientos hasta 1604, pew es probable que To

relative a In invasion espanola se rcmonte igualrnente 11 los tiempos

de la Conquista 15, En el Yucatan, la cronica maya de Cbak~ XUllihChen fue compuesta par un ide ind igene, All Nakuk Pech, que sc

presenra a sf misrno can insistencia como un testigo de los aconteci-

miento s !(" Par ultim o , y a pes a r d e habet s id o transm i tid o s y re-copilados en numerosas versiones a 1 0 largo de t o do el perfodo

colonial, los celebres libros elel Cbilam Balarn de Cbumayel incluycntextos que datan tarnbien del siglo XVI 17

En Peru, las fuentes i1}9igenasparecen menos numerosas y masta rd ias . Sin emba rgo , 1 a degfa ·Apu Inca Ataural lpaman, que llo ra lamuerte de Atahua lpa, noparece rnuy poste r io r a la ejccucion del

inca en Cajarnarca, en 153313• EI relata d e Titu Cusi Yupanqui, que

reino en el Estado disidente de Vileabamba, de 1557 a 1510, Iue

recogido pot el rnisionero espafiol Diego de Castro, 1 0 que no le

impide reflejar ciertas reacciones autenticamente indigcnas !9, En

cuanto a Juan Santa Cruz Pachacuti, redacto su cronies a comien-

zos del siglo XVII y describio sabre todo la socicdad inca , PC1:0

dedica ciertos pasajes a la invasion espanola 20. Sin embargo, debe-mas a Gusman Porna de Ayala (nacido bacia 1526) 1In documento

fundamental, tanto para el conocirniento del mundo precolornbino

como pot 10 que respects al del Peru en el cornienzo del periodo

colonial: las mil paginas de sn admirable cronica y los trescientos

14 Tltu lo s de lit C asa l xqu in N eb aib , en C r on ic as in dig en «: d e G ua te ma la ,edi t ado po r Adrian Recinos, Guatemala, 1957 ,15 M em or ia l d e S olo ta , A na le s d e lo s c ak cb iqu ele s, traducido y edi tndo por

Adr ian Rec inos, Mexico, 1950,16 C ro nic a d e Cha k Xulub Chel l (traducida por Hector Perez Martiuez ).

en C ron icas de la C onquista de Mexico , cditado pot Agustin YMkz, jVlexi·co, 1950 .

17 Cbi lam Balam d e C h l/ m ay el , traducido y editaclo por Antonio Mcdiz

Bolio, San Jose, 1930; E l l ibr o de los libr os de C hila l/! B a lam , edit ado porAlfredo Barrera Vcizquc?: y Silvia Rendon , Mexico, 1948; The lloo k o f C h i/a lii ,_

Bolam de Cbumayel, editado por Half L. J<oys,Washingtotl, 1940. En [ranees [puede consultarse la t raducc ion de Benjamin Pero t , Livre de Cbila»: Bolam !de Cbumavel, Pads, 195.5. <" I.

IS Apu Inca A tai oa l pama«, elcgla qi'lechna anonima, trnducida por JoseMaria Arguedas, Lima, s, L; reproducida por Miguel LeonPortilla en E L re

vers o de l a Conquis ta. Rel aciones az tecas , mayas e i ncas , 2.' ed. Mexico, 1970, 1<

paginas 179·184.

19 Diego de Castro, ' I' itu Cusi Yupangui, R cla cio n de L a C o nq uis ta de l. P 6U 1y becbos de l In ca Melllca L l , Lima, 1916, ..,' '. !

2Q Juan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua, Rclaciones de all li- /'

g iie da de s d es te R eyn o d el P er tl, en T re s r el ac io ne s d e a nti gu ed ad es p er ua na s,

Madrid , 1789.i r

.3 I

2.° o. tra catcgotfa dcJuel1tcs son J. 1 d .. '. 'tra.c16n e.spafioJa, E I co br o d el tr i.l. t ...... ' ". «· <1 . . " '; -. ?_a.rmnls -b lem . I' I . '. . . .. . . . . . . )U9, .. <1 evange 1zaC1011'. . Ios pro·f Cll,:,lS (~. g._.o....c1rnc.}n general cot1c.lujcron 105 .mi.s.j~.11e;;sa lo sU11clOnanos rea es V .hasta a Sl111I)}"S ' f ' . r-: «

de las '1 tiruci "d' . t ~. a lIlotrnatse acerca. S 1 lS 'ltuC!Ol:e~ 111" Igenas ..lCiterno s en especia l l a ~ " tJisil(lr con-

fiacla~.a. los J~d1rttnlstradores e,l~cargac los Imifica r las infor~]acio-nes . ,lec. rca . . (.Ie tal 0 cua l reg. 10 11 con ' . .I iza t. ',. ! I ,., ,... rca tzaoan suen~.uesLl s o i re .a ba se d e un cuestional'io),. 1 ;"s ena r cna lqu if'l ' tip 1 . 1. I . ' . ' ' . . 1·eta p o e I an Ie·cias F·' < . l' .? oe le(.lOs slgrnhcallvos, seg iin las circunsran-' : . , .~n,t re ,~1,S. utsita: pub~l: :aJas sefialcmos , para cI Peru, la de

g ~ t :..(d e ,Z1ll1~g~, en la regIOn d e H w lr H.!C o (J562), y [a d e Gard

. . rez c e S an IvIIgucL en Ia rqricSn (). . .tu ye J . 1 verdadctl .Js . cstudios de l ' j lJO :.n T7 .. ) que lcons...l -ClInWI t ' , . < . . .,8t08 son. os d o -, .J os T~e tenctnos m as p os ll 'l lJ da d es de encontrar en los c!f>P"-

Slt(~S Y a rCI JVOS, y. aquellos capaces de renova r todos nueslros ~e~

tuehos de ctnolustona. Entre las innumerab!es uisit a: in6ditas,' cit~m:)~

~~ Gl lnl1l~n Pcnna de Ayal a, ' Nueva13 I~:a Garcil aso de : :', Vega; Ohf(IY"Iwgo ( : 1 til, de ZunIga, V i sitn de

ell L62, lIuanuco, 1967; esta oisita haR cu lJ '!a d el ;11'(./l i1l0 Nm:irll1ril delld e S an Migtl V" I 1

f . " . . . re , ts ita veco « a in provincia.tm a, 1 96 4.

HI/anumanretiorrnctlte en If !

1955-1961 Gater Db

en el aiio 1567,

, <



32Introduccion

las del valle de Yucay (cerca de Cuzco), en 1558 y 1.571, y

val le de Huaura [cerca de Lima), ell 158324 Mucho nuts amplias

son las el conjunto de laen los afios

o eclcsissticos),

compuesro d e cincuenta

veces asornbroso: se refie-demografia y et-

a un

un «modernismo»ren II multiples problemas d e geogratia,

nograf la 2\

3 ," POl:' u lt ir no~ - - e$h in 10s - 'cronistas ' espafioles, es decir, , las

fuentes «cl a si (~a s» que' lo s historiadores han utilizado con mas f!'e-

euencia hasta el presente. Pero el recu:so a estos doeumer~tos,ext~e

nuestra parte una extrema prudencia; en Hernan Cortes

Bernal Diaz Castillo (para Francisco PiZ,:l:O, M.:,.de

Estete 0 F. (para Peru), se contentan con describir la Con-

punto de manera que sus textos,

nuestra perspectiva, nos en la medicla en que

permitan precisar la s informaciones indigenas. AIcontrario, autores como 8. de SahHg{m P. de Cieza

de Leon, Polo de Ondegardo, F. de Santillana, C. de Molina y

B. Cobo (para Peru) se apasionaron por el mundo indigene, y sus

informaciones enriquecen los datos de los cronistas indigenas tanto

como la s d e lo s archives espafioles.

it [a vez de la naturalezadel terna tratado.

ind igeDfls , COIl

e 1 fin,d eto .maLco ntacto d ir .ecto co n .,J95 ye l 1 ddp s . Y .

tuar asi, de modo ..brusco, el desplazamiento mental cuya ..necesidad~ef i a l abarnos antes. Esta es la " r a z 6 n de que utilicernos en principio

las'''fuentes de la primers categoria, p ar a d e sc ri bi r los acontecimien-tos tal como indios los han visto ( los docurnentos del

siglo XVI) Y como los yen ho y ( actual). Aeon ..la l legad a d e d er ro ta y su in ,

Ellas

la presente obra

y de los problemas

de Sayri Tupac:encuentran en el

manuscr iros ciiados

24 Cf .en la Bibllotecatexto y en laen el prescnte

25 RelacionesEspada, Madrid,

Archive histor ico delNacional de Lima el m~ml .l scri!o

todas las

gcogni /icaJ de Indias, editadas por Marcos Iunenez de Ia4 vols., 1881-1897 (nueva edicion en 3 vols. 'Madrid, 19(5),

Introduccion 33

terpret acion. ; g f l _ ~~tt;miTJ!~Lffi()l1lr;nTg.JkJ!llPyestigaci6rl, lo s ejern-

plos tienen pOl' fun~:iclfl evocar ~1c oncr e t( ~ h i s t6 r i, ;; o ; pero su cotejo

y analisisdebe-permirir tarnbien el enunciad« de hipotesis. P O T tan-

to, en la pr i rnera, pa~_te.<iel estudio recor rernos decididamente una

vasta area geografica que engloba nl lc l \:ps azteca, maya e inca,

_con el Iiq!. ie·rp1lItinJic:a r los datos particulares cuya comparacion

conduce a delimirar hechos 0 problemas de caracter general.Ahora bien, esos problemas l 'eenvl!lOl ' l l . c()ntext() gl()ba l . de las

diversas ..soc i edades i i : id igenast .. Contexto ' global" e s . ded r , . [a C o n -. , q ui sta en' ' senr ido ampl iQ~~nQ~_l iQl . i !mej i te: :Ja_J lega.da~.. d e ,J Q s = _ b l a n r q § . .

y la (kn'Qta .deJ9~,!Ddi9..s . , . sinPtamhi~fLla .LC;QI?secuendas (politicas,

:sO~!(i1~~Ly,econ6micas )..d~l,Jl(;Q!1t . : .s imi~n!9.~{LCada-:casQ cO"l ls idet ' ic l( ; i .El estudio d e . [a vis ion d e los ven<: ; i dos con esa orient acion , para

el conjunto d e America y para todo e1 p e ri c do que s e e x ti en d e des deel siglcxviTiasta f l t les t l :osd£asj supera.i.evidentemente, .las posibi-

/ lidades 4 e ~ 1 l 1 solo investigador: .nQS .vem9~ ( ; ( ) t 1 d n d d Q . ~ a. f e : > t r i n g i rel campo d e ( ) b ~ e r l l a d Q n y aescoger.Ut'j ejemplo limitado, con elfin d e sorneterlo 1 1 JJn ~1na l i s i s ma s detilUadg. Es por eso que exa-

minarnos, en la tiegundapafte deLest l ldiQ, l Q s ( , ' a m b i ~ i s j ;Q < ; : i ( ll e $ ; : e nel P~:ruciLlranlehLl1tIlllen-l,Jase,.".deL'pedodo".cQk)nialf que ap rox i rna -damente cubre desde)530 a 1570,,15.8Q;\Aqui conviene utilizer lastres categorias de fuerites 'antes mencionadas, pero mas particular-

mente las de la segunda categoria -"las «visitas»- en raz6n d e 5U

caracter monograf ico ._Esbozamos prirnero, den1~}99'Sli1l1ario .1as

es t ruc tu ra s . .( I e :Lr :~ l~do if!~''lJlfltes_de In l leg~dilde: 19§~~ i ;a no l es ~ ' pa r a"seguir las ,tra'lsf()Im'ldope:>(int~rpasJ de ... ..:sta~ .estr9c:turas .como .

..consecuencia d e 1a Conqlli~tl:l..Caconteciinknto d~()r!ge:n externo ).

'Lleg(1fl1OS entonces a un resultado irnportante: ap~s~.r - d e : I adesestructuracionde. $ 1 1 . . :;ocir;dadl los indio§clel P e P . ' l Is:§i~ten alpro ceso .d e ..a,Cl1l} 1If!:1{i,6nmpm ~stq,pm :Jp~ esp_~ln()le~?aLlTI~r:os"_ent;cuanto a Jareligi6n. JS e trata d e un fen6rnenc~._de;;,Iechazo ?~:En 1a .

terceraparte del estudio emprendernos el~ia"men de los movimien-, ___tos deres.istencia,- de las gys:ua§y,,)a~, ._~~ b_~l i<i§ei ' : : 'q__~~J9~__in9i()s,_opusieron a.Jo~ '.espafioles.j Dicho de..qg.9_i l l9 . ; IQ,Jglvemos entonces

a 1a desedi)(:i6ny'aran~iIi~is- d e 1()~ . i lC9ms:c; imjef1tos; - -P<;Jo se t rata

aho ra d e\lco ntecim jen to s d e o rige n. i n t eJ [1 ( ), . 1 1 fl c i dQ s . .deJapra~i:?de;.".los .indios ..<J1,l\;,wnformt::.~l modalid.~desdjversas,Iucba'lcontraJa".dominacion colonial. lLas Iuentes provienen a q u f , talnbien, d e las

tres caregorias . Desde elpuntode vista 8eografico!~I. nu(';leo central

sigue sicndo el Peru; peio al st;:rlos'lllovimientos de resistencia

26 Conviene, por supuesto, matizar este resulrado, cosa que iremos ha-

ciendo en el curso de la invesrigacion,

, -

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lntroduoion

contra . 1~s l ( )f l}i l1aC!cSl le~p?f iola_l ln fenomcno genel'~ljen el conjuntoa(r~'Alncrica,nos permitimos, a t itulo d e i lustracion _·:nmque tarn--

bi~n con fines comparativos-c-, extender nuevamente el campo de

observacion hasta abarcar incluso Mexico , y bastantc 11111 , "llri, lle-

gando H regiones que no habiamos tocado, es deci! ' , al norte de

Mexico y nl sur d el Pe ni, en estas zonas de «Irou teras» donde lo s

chicl i i rnecas , par una parte, y Ips_.[lrgpcanos,por olra,jograronrrotar ..a, Ig~'t':spaiioles. .' . -".-,----.-

''''''AI s ituar as flns ' ires pa r tes d el presente ensayo ba]o el s igno

de los acontecimientos O a Conquista en sentido estricto, vista por

lo s i nd i o s ) ,de la s estructuras Jlns- de l a . .s oc i cdad pcruana. i .despuesdc Ia Col1Quhitaenscntidc)_awpJiQ) y de la prax is (en un G1SO privi-

leg iado , el d e la s rebel iones indfgetlas) ,t~Qpretendemos. de ningun,

modo, desernbocar . .en unajn, terptetacion Iilosoiica de la historia; ,,5C.

trat~,eq(adg.qlsO, .dC_:l~p,es:t()Lpatciaks.cllya_ <:hstincicJ l l_lWs es die:

tadn pot los ..divctso~lnqmentQ§'Jl1e:todo16gicos. de 1 a invcst iga<. : i (?[~ ,pew que son complementarios y estan estrechamcnte mezchdos-

en la rea lid ad ,A fiilC lahio sclne laescasez d e la s Iuentcs y s u natu-raleza Iragmentaria ccnlieren a nuestros resultados un canictcr am -

pliarnente hipotetico ; !JQLtantoi no n o s p r op o ne rn o s sino un es bo zoque alcanzani sa objetivo si. isuscita otros tt:abajos que 1 0 corrijan

y s u pe r en , \

1 Prinlcra parte

ACON'l'ECIMI_EN'ros

EL T 'RAU IV IAT lS Iv 1 0 IJ['~

En nucs!:ra memoria colcctivn, 1 0 1res ev oca inI<lgcnes d e tr iunlo ,

co~nc~ un a C po peY 'L La hi~;tot iogt:Hffa

br i rnienro d cA rnctica» a lo s concepto s«tiempos modernos»: fa expedici6n·

con cl comicnzo de una nueva era.para Europa, Desde la

q uis ta s ig llific a un final: la ruina de

cubrir» rCalnlCtlte America , el .los venccdorcs (Idle despojarsc

m od o, s~ l ir~e d e s f. r , n is l l i o . . Pregunternoslucntes ,iI1ci1gcnas, En un principio ,

los siguicndo los (!oOJIl1Cnl()~dci

z ar em o s s u p re se nc ia ell el folk!OlC

r~o, seguido tanto en el cspacio (dcsdetternpo (desdc los' acontecitn ienros del

en el fo lklo re contempo raneo ), tevela un

llas se perpetrian hasta nuestros dlas,

d e 10,) conquistado.

glo r ia , v

d, . < 1~ {enac ir n ie n t: o » y

Cnst()bal Colon coincide

d e una era nuevavencid os , Ia Co n-

Para

la sociedad

y, en cierroentonccs a

los acontecimien.

I); fuegou:a t P er u) como en c I

XVI a 811 represenracion

traumatisrno cuyas

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[26.03] Nathan Wachtel Intro a LOS VENCIDOS (1)