Wachtel Wachtel Los Vencidos Los Indios

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  • 8/16/2019 Wachtel Wachtel Los Vencidos Los Indios

    1/8

    Alianza Universidad

    ,

    1

    r

    ¡

    Nathan

    .

    \XlachteI

    Los VCI1Ci< lc

    )s

    Los iI1dios

    del

    I)erú

    frente

    a la

    conqllista

    1530

    -1570

    )

    Versión espafio la de:

    Antonio Escohotado

    Revisor técnico :

    Enrique Tandeter

    Alianza

    Editorial

  • 8/16/2019 Wachtel Wachtel Los Vencidos Los Indios

    2/8

    Guaman Poma de Ayala: uen Gobierno A Topa

    lnaro

    le corlan

    la

    cabeza

    en

    El Cuzco

    IN fRC)DUCCION

    i

    La hístoriograGa occidental ha instau

    rad

    o hace mucho tie

    mp

    o

    é Europa

    como centro de referencia respecto del cual se ordenaba

    la historia de la humanidad . De acu

    er

    do con una

    representación

    simple y unilateral del devenir, t

    od

    as las sociedades debían pas ar

    por

    las rnismas

    Napas

    en el camino del

    pr

    ogreso la civilizaci

    ón

    ,

    cuyo modelo más acabado lo enco

    ntr

    aba

    Euro

    pa en dicha trayectoria ;

    las sociedades no europeas se situaban detrá s,

    C011.10

    ejemplos

    de

    Estados de civilización

    inf

    e

    ri

    or: se

    trataba

    ele

    una

    ideología

    just

    i

    ficativa de

    la

    expansión mundial del Occidente y ele su hegemonía.

    ¿Es acaso

    un

    azar

    que

    la histo riografía referida a América

    Lat

    ina

    se centre sobre todo en la civ j i

    za

    ci

    ón

    española, mientras

    qu

    e la

    historia del

    mundo

    indígena,

    de

    sde la Conquista hasta

    nuest

    ros

    días, permane  ca,

    por

    así decirlo, descollOcida? Es preciso __ esperar

    a los tiempos actuales, al fin d e

    la

    g t n o n í

    r o p ~

    a l.

    osmo

    vi-

    e mientas de descQl cOizacióll, para .qu e .Occident e tenga _onciencia de

    que también existen

    otras

    sociedades, es

    de

    cir,

    que tienen

    su his

    toria patticular y de que ésta no sigue i1ecesariamente las huellas

    del modelo europeo. Con el desarrollo de las ciencias

    antropol

    ógi

    cas, sociológicas e históricas,

    el

    mundo lla

    mado «subdesarrollado

    »

    (en relación con Occidente em

    er

    ge en toda su originalidad   com

    plejidad:

    l

    campo

    de

    las ciencias humanas se ve

    trastornado

    por la

    caída del euroc

    entri

    smo.

    ¿

    Por qué

    la visión

    de

    los vencidos y por

    qué Jos

    indios? Las

    civilizaciones precolombinas ejercen una _especie

    __

    de fascinación :

    23

  • 8/16/2019 Wachtel Wachtel Los Vencidos Los Indios

    3/8

    1 rruducció lI

    dur ante milenios VIVIeron aisladas del

    t o d ~ 1 l l 1

    t m d 0 1 ~ i t ; I H H } ? " .

    qut,:

    i ~ d a d

    en -AfríCa) en Asia t

    Eur

    o

    pa

    ; co'nocieron,

    a pesar de las distancias, el . juego de las dIfusIOnes L l l t l l n l e s y

    de

    las c ; i ª .

    ~ < . ; í

    p r o c a s Cu

    ando

    los descubr; eron

    en

    América otra human idad) su estupefacción fu e SIn duda mas grande

    de lo

    que

    sería la nuestra si encontrár amos seres pens.antes en pl

    a-

    netas

    lej anos

    .,

    e r o e s t e ~ h ( } q u e

    de dos

    mU

    ,ndos radIcalme

    nt

    e

    traños coincide

    e l s i g l o xv

    It \COn los de la e X ~ ) < l n S l O n

    euiüpea

    '- P 6 f

    consigui

    en

    te, el pr0'yecto Inv

    er

    tir

    la perspectiva eurocent dsta se sitúa aquí en OrIgen m1Sfno de. la

    hegemonía occid

    ental

    y resulta aplicado a s

    OCle

    dades cuya evoluclOn

    hi stórica segu ía caminos totalmepte independientes de los del mundo

    antig

    uo

    . N os enco

    ntramo

    s ante un fenómeno , qui zá úni co,.

    que

    cons

    tituye una verdadera base de experimen tación en el dOmInlO ~ l e l.as

    ciencias

    hu m

    anas: sociedades ha sta en tonces cerradas sobre

    sI

    mIS

    mas

    1 s u f r ~ n ~ Q n la

    irl \lP

  • 8/16/2019 Wachtel Wachtel Los Vencidos Los Indios

    4/8

    26

    Introducción

    a la de la estructura y

    la praxis,

    a

    la

    de

    lo formal

    y lo

    concreto;

    estas

    dualidades

    definen

    problemas internos

    tanto

    de

    la

    historia

    como

    de la etnología, Toda ciencia ptocede deslig,ín

    dose

    de los

    datos

    inmediatos para

    conseguir

    objetos abstractos mediante

    los cuales

    expresa en fótmulas

    rigurosas las relaciones

    existentes

    entre los

    datos; pero los conceptos pierden,

    por

    lo rnismo, el sabor

    único

    de lo inmediato,

    En

    ,

    etnol

    Qgía

    J

    al

    igual

    qU

    ,e

    en

    .

    historia,

    dos

    t i t u ~ C : ~ ~ ' . ~ ~ J t á l ) e a r p ¿ 1 - l o p 0 t l e n   se completan : 'POl:'

    una

    p a r t ~ , la

    res

    tlt

    UClO11

    ~ m g 1 : : h n Y i 4 . P ' ptH t

    rrn

    r15afté,l:i

    aspira-o

    < ; i ó ~ a

    = h - c

    J < ? "ul1ivers,aL,Hl

    etnólogo

    reyelalas

    e s t r u c t u r a s d ~

    socledad

    "2.2f.QtGJ¡o n c u l o s ~ e p a r e n t e s c o , o

    los

    relatos tDlto

    lógicos,

    a p o y á l 1 d . Q . ~ e

    s o b r

    a e s c t i p d 6 n

    q l Í n ú d ( ) s

    de

    elatos em

    p í r i C Q s

    ª - t ?

    á H ~ i ? J n t c : i i I ª n t e g r a r QdQ,s aspectos

    a U h q ~ ~ , < ? ~ ~ 9 n l v e L ; E l

    historÍadorevoca

    s j g l o de

    Luis XIV»

    descnblend2 , l J ? ~ t . de Versalles, el orden clásico, la miseria de las

    guerras,

    ete.; pero

    no

    por ello

    deja de elabo

    r

    ar v a s de

    pr ecios,

    de salarios o de beneficios, o de inves tigar el movimiento' de la

    natalidad

    y la

    mortalidad con

    arreglo a categorías totalmente igno

    radas

    por

    los contemporáneos. Se trata de

    diferentes

    cortes

    de

    una

    misma

    realidad,

    El problema

    es relacional' todos esos .knguajes

    en

    un

    ir y venir entre . el análisis y

    lo

    c O l 1 c r e t : o ~ Ir Y Venir,porque no

    podemq§. 1 2 s : b ~ l : ~ e r

    ~ i m l ~ º e a á i e n t e l a

    ()dglnaHdad

    de lo

    vivido

    y la

    generali9ad

    la. á b ~ r f l 5 ; d ó n Son las

    modalidades

    y la orien

    tación

    de este itinerario

    las

    que

    difieren

    en Ja

    .

    JÚstoria y

    en

    la

    etnología;

    la primera

    procura,

    en definitiva, ·retornar a lo ~ i n g u l a r ;

    la s

    egunda reintegra

    10 singu1ar

    .

    ,

    aLseno de 10

    gencral. \ La inevilaJ)le

    división

    de

    la ciencia

    en

    sectores más y más especializados

    acentúa

    estas

    divergencias, Pero por

    el hecho mismo de que

    la

    historia

    y

    la

    etnología

    se

    concentran

    en las mismas cuestiones,

    aunque

    abor

    dándolas desde perspectivas

    opuestas, quizá les sea

    posible

    ofre

    cerse

    una

    ayuda recíproca: .una investigación

    que

    asociara los

    méto·

    dos de

    ambas

    ,

    disciplinas,

    pará

    h a c e r 1 ~ s

    m u t u a ~ n

    e n t e

    fecundas;

    se

    situaría en

    .u?Jugares trat·

    égkü

    '·-dentro

    d e t p , r ~ s e h t e campo

    detas

    ciencias

    humanas,

    ' -

    I.a,

    rloC16ñ

    -

    d¿

    a c u l ~ ~ r ~ c i ó

    c u p a uno de

    eso s lugares esttatégi-

    cos

    4,

    E L I ~ n n i 1 5 ;

    s t i r g

    fines deL siglo

    pasado

    en la literatura

    etnológica

    anglosajona, designa

    todos

    l()s f ~ l 1 ó m e n o s dcacción re

    cíproca

    que resultan del contacto egtre c u l t u r a s

    Prácticamente

    .

    , ..   ... 

    ......

    '

    ....

    ' ,

    4 ef. Alphonse Dupront, «De l'acculturation» XHe

    Co/tgres 111lentalional

    des sciences historique

    s vol. 1, Rapports, Viena,

    1965,

    gs

    .

    7-36; ed.

    italiana:

    L ac,culturazione, Per

    un

    nuovo rapporto tra ricer

    ca

    storica e scienze umane,

    Tunn, 1966,

    t

    I

    ¡

    Introducción

    27

    los e s t u d ~ o s de

    aculturadq11_

    e

    reJado tl ' ,

    ~ l l e

    ttltmfa

    eli 1 ~ 1

  • 8/16/2019 Wachtel Wachtel Los Vencidos Los Indios

    5/8

    28 Introducción

    ele

    mento

    s significa olvidar el todo de una cultura; definir etapas

    es re

    l1

    l nciªt .

    j Lg

    jn.amismo"

    deJaa

    culturación. ¿Es ésta

    una

    antinomia

    insoluble? Podemos pensar que se relaciona con momentos ya supe

    rados, tanto

    de

    la historia como de la

    et

    nología. Pero ilustra

    una

    doble exigencia: la tensión entre la abstracción del análisis teórico

    y la com

    pre

    nsión

    de

    la experiencia vivi

    da

    .

    En

    todo estudio

    histórico, la elección de los documentos im

    plica, cons

    cientemente

    o no,

    una

    perspectiva particular acerca del

    tema

    tratado y

    determina la orientación de ' la investigación . Empe

    cemos,

    pues, estab

    leciendo

    un

    a clasificación

    de

    las

    fuent

    es dispo

    nibles.

    1.° Existen

    fuent

    es auténticam

    ente

    indígenas 6, Antes de la lle

    gada de los españoles, los indígenas tenían ya costumbre de per

    petuar el rec

    uerdo

    de los principales acontecimientos de su histo

    ria. En

    Perú

    ,

    donde

    los iDeas ignoraban la esc

    ritura

    '7, se

    trataba de

    una tradición oral;

    pero

    en México, los

    az

    tecas y los mayas escribían

    en caracteres ideográficos crónicas

    que

    conservaban en verdaderas

    bibliotecas . Así 10 asegura Antonio de I-Ierrera , el cronista oficial

    de Felipe

    11

    : «Conservaban las Naciones de Nueva-España) la me

    moria de sus an tiguallas: En Yucatán,

    i

    en Honduras, havía vnos

    Libros de

    Ho

    jas , enquadernados, en que tenían los Indios la distri

    bución de sus tiempos,

    i

    conocimiento de las Plantas, i Animales, i

    ot ras cosas naturales. En la Provincia de Mexico, tenían su Lib re

    ría, H istorias, i Kalendarios » 8. Después ,

    bajo

    la dominación espa

    ñola , los aztecas y los mayas asimilaron en algunos años el alfabeto

    latino y lo

    ut ilizaron

    pa

    ra t rans

    cribir

    ca

    nt

    os y relatos

    en

    lengua

    6

    En

    la clasificación que sigue no entramos en el detalle de la crítica de

    las

    fuen

    tes,

    notablemente

    efec

    tuada po

    r Miguel

    León

    -

    Port

    illa en sus dos com

    pil

    aciones antológicas, Visión de los vencidos. Relaciones indígenas de la con

    quista, México, 1959

    (trad

    , en francés

    por

    A, J ou c:la-Ruau, bajo

    el títul

    o

    Le Crépuscule des A:J.teques, París, 1965), y El reverso de la Conquista. Rela

    ciones aztecas, mayas e incas, México, 1964,

    Las cit as de la presen te edición esp añola rem

    it

    en a las segundas ediciones

    de

    ambas antologías, La

    Habana,

    1969,

    y

    México, 1970 , respectivamente,

    7

    En

    el imperio inca, los

    quipu

    o cordel es con nudos , servían

    para

    la con

    tabilidad y las estadísticas , y eran considerados documentos de archivo; pero

    es poco proba

    ble

    que estos

    instru

    mentos hayan

    permitido

    registra r rel atos, 1

    8

    Antonio

    de

    I-Ierrera , Historia General

    de

    los h

    ec

    hos de los castellano s

    en las Islas y Tierra Firme del Mar OarUJo,

    Bueno

    s Aires, 1945-1947, lOmo IV, I

    páginas 130-131; citado por Miguel León-Po r till a, Visión de los vencidos, Rela- i

    do nes indigenas de la Conquista, 2.

    a

    ed.,

    La

    Haba

    na, 1969, pág. XVII,

    f

    -

     

    Introducción

    .29

    nahuatl, quiché O cakchique1 míe

    t . 1 . ,

    indígenas fueron redactachs

    u :

    ras

    ~ u l

    er: e

    Peru

    las crónicas

    de quechua. ' espano mas o menos mezclado

    En México

    1 , ,

    están fechado;

    i ~ ~ ~ ~ J i ~ ~ ~ : ~ ~ n ~ : n t d s

    n a ? u a ~ que evocan la. derrota

    habrían sido compuestos , e s p u e s e este aconteCImiento;

    1523-15249 El : segun Angel

    M.

    Garibay,en los años

    a n ó n i ~ a s

    h ~ c i a

    l ~ ~ ~ u s ~ n t o

    de Tlatelolco,

    r e d a c t ~ d o

    por personas

    de 1\1 " 10 , '

    . . .

    ' .1 resenta, un relato de conjunto de ]a caída

    de

    S

    ,e

    x/«:

    ,Mas a m ~ 1 1 0 todaVl

  • 8/16/2019 Wachtel Wachtel Los Vencidos Los Indios

    6/8

    JO

    r

    ntrodlJcción

    jefe

    indio Tecum Uman 14, El

    Memorial de Solalá cuenta (en cak

    chiquel) los acontecimientos hasta 1.604, pero es

    p r o b a b l e ~ u e

    10

    relativo a la invasión española se

    remonte

    19ualmente a los ttempos

    de la Conquista 15. En el Yucatán, ]a crónica maya deChak Xuluh

    Chen fue compuesta

    por un

    jefe indígena, Ah N.akukPeeh, que s:

    presenta a sí mismo con insistencia como un

    ~ e s t l g o ele

    l ? ~ a c o n t e ~ l -

    mientas 16, Por último, y a pesar de haber sIdo transmltldos Y

    1e

    copilados

    en

    numerosas versiones a lo largo

    de

    todo

    el

    pe

    nado

    colonial, los célebres libros del Chilam Balam de Chumayel 1l1cluyen

    textos que datan también del siglo

    XVI 17. ,

    En Perú las fuentes ingígenas parecen menos numerosas Y mas

    tardías, Sin ~ m b a t g o , la e l é g í ~ A p u Inca Atau:allpaman, ,que

    ~ o r a

    la

    muette

    de Atahualpa, no' parece muy p o s t e ~ l O r a eJccUClO l del

    inca

    en

    Cajamarca, en 1533

    Hl. El

    r ~ l a t o

    de

    Titu CUSl Yupan,9ul,

    que

    reinó en el Estado disidente de Vtlcabamba, de 1557 a

    1)70,

    fue

    recogido 1)or el misionero español Diego de Castro, lo que no

    }e

    . . l'

    19

    En

    impide reflejar ciertas reacciones

    ~ u t e n t l c a t ; J e n t e

    1,nc,l,genas " . '

    cuanto a

    Juan

    Santa Cruz Pachacutl, redacto su c ~ o l 1 l c a ,a com1en

    zas del siglo

    XVII Y

    describió sobre todo la

    s ~ c l e d a d

    mea, pero

    dedica ciertos pasajes a la invasión española

    20.

    Sm embar

    go, debe

    mos a

    Guaman Poma

    de Ayala (nacido hacia 1526) un

    d o c u , n e ~ 1 t o

    fundamental, tanto para el conocimiento del m u ~ d o p r e c

    l o m ~ ) 1 n o

    como

    por

    lo

    que

    respecta al del

    Perú en

    el C?tnlenzo del p ~ r l o d o

    colonial: las mil páginas de su admirable crón1ca Y los tresClentos

    4

    Títulos de

    la

    Casa Ixquin Nehaib, en Crónicas indígel1as de Guatemala,

    editado por Adrián Recinos, Guatemala, 1957. . ' . .

    1:5

    Memorial

    de

    Sololá, Anales de los cakchiqueles,

    tradUCIdo y editado por

    Adrián

    Recinos, México,

    1 9 5 0 .

    . , .. . ) .

    . 1\

    11

    ..

    . )

    6

    C , . d Chak Xtflub

    Ch

    en

    (traductda por

    Hect o  1

    Cle?

    n a l tt n C7 ,

    romca

    eJ . . A

    Y

    -

    M"

    en

    Crónicas de

    la

    Conquista de México,

    editado por gusttn anc

    z,

    ex -

    ca, 1950. , l 1 A t . M li '

    t7

    Chilam

    Balam de

    Chumayel,

    tradUC ido

    y

    o por . n

    on.1O . . ce

    . B

    r

    S n

    José 1930

    El libro de los libros

    de

    Clulam a

    lam

    cdaado.

    por

    A l ¿ ~ d o Batrera Vázqu'ez y Silvia Rendón, México, 1 9 ~ 8 ; lIJe 1300k ?f

    C

    hilm;1

    Balam de Chumayel,

    editado por Ralf L. Roys , W a s h t n ~ t o n 1949.

    J:

    n frances

    puede consultarse la traducción

    de

    Benjamín Péret, LlOre de

    Clnlam

    Balam

    de Chumaye

    l,

    París , 1955,

      ,

    18 Apu 1

    cCl Atawalpama1t,

    elegía . ~ e c h u a ~ n ó n j m a " t t ~ c h ~ . l d a por ose

    Maria Arguedas, Lima, s. f.; reprodUCIda por M g ~ e l Leon-I

    (l

    l l ~ ~ n U re

    -

    verso

    de la

    ConquÍJta. Relaciones aztecas, mayas

    e mcas,

    2." eel.,

    Mexlco, 1970,

    páginas 179-184. . d l C  . d p   ;

    19 Diego de Castro, Titu Cusi Yupangui, l a c i ó l 1 ~ J

    onqulStt1 .

     

    e

    ' .

    y

    hechos del Inca

    M a ~ 1 c o Il Lima?

    1916. . ' . .

    2Q

    Juan

    de Santa Cruz Pachacutl

    ,Yamqm

    S.alcamaygua, . R ~ l a c t O ' de

    antt-

    güedades deste Rey1to del Pertí,

    en

    lres re/dctOneS de ontlguedades peruanas,

    Madrid, 1789.

    T

    Introducc ió ll

    3

    ?ihujos que

    la

    t t ~ n constituyen

    en nmbos sen tidos

    una fuent

    e

    tnagcotab,le

    21.

    Q;leJa la (:bra célebre de c i l a s ~ ) de la Vega (1539-

    1 . 6 ~ ~ l y O . S / l t a r z o s rea les tra zan

    un

    brIllante cuadro de la

    c ~ v d l z a . C i o n

    Inca, ln1entras su II istoria general del Perú describe la

    ConqUI

    st

    a ~ p a ñ o y ~ u s consecuencia ; 12; pero G arcilaso (a

    pesar

    de sus propl.as .HÍtrma clOlles) expresa menos el punto de vista di

    recto. de

    U1:

    mdlO

    q u ~

    una reconstrucci

    ón

    del pas ado hecha

    por

    un

    rnestlzo emIgrado H

    , ~ p a ñ a ,

    a la lu z de una cultura europea asimi-

    lada . en

    todos sus matices. . /

    Señalemos,

    po

    r

    último, un tipo

    '

    particular dedocnmentos

    sumi-

    nisttados. por , t i e m l ~ o presente; 'se trat a del floklore i n d i g ~ n a

    ,actual. lvlexlCo y (juH.t:emala, así como en Pe

    ní ,

    _ s t ~ ~ l

    ,de . r o , a la : , e ~ reCitadas,. cantadas y danzadas,

    qu(;

    hace

    ii.

    r e v l v l ~ Jos ? C o n t e c l l n l e n . ~ < ? s : I ~ ~ n p o de la Conquista .y cuya

    xepre

    - .

    . sentaclOn. ~ l e n e ~ n 5 1 e ~ i ~ s r egio.n

    es,lJp3

    al a.ño r e g u l a ~

    m ~ n t e . Sll1 duda, la fecha de estas piezas es incierta; pero tnuchas

    ' veces .pa ece ,muy antigua e incluso remontarse hasta el siglo XVI ;

    dan testlm01110 de la conservación del pasado

    en la

    memada co-

    lectiva de los indios. .

    2.° _.Otracategoría .

    de

    ,

    Juentes

    soq los archivos

    de

    la adminis

    tración e s p a ñ o l ~ EL .cobrp .cleI . tributo, .

    lá·

    v a n g e l i z a c i c S ~ • Pto

    blel1:as gobIerno en general condujeron a los mis ioneros,

    .,.

    a . los

    funclOnanos r ~ a l e

    y

    hasta a simples via jeros .a

    informarse

    acerca

    de las instituciones indígenas

    l

    Citemos en v i s i l a con

    fiadas a los administradores encargados de 'lmi J1car las informacio

    nes acerca de tal o cual región, con fines fiscales; rea lizaban su

    en:uesta s o h ~ · e la. base de un cuestionario pteciso, pero podían re

    senar cualqUier tIpo de hechos significativos, seg

    ún

    las circunstan

    cias. Entre lRs visitas publicadas señalemos, pa ra el

    Perú

    la de

    Orti:>: de Ztíñiga, en la región de lIuá nuco (1562),

    y

    la

    Garcí

    Díez de San Miguel,

    cn

    la región de C

    hu

    c

    uito

    (1567),

    que

    consti

    tuyen verdaderos estudios de tipo monográfico

    13.

    Es tos son los do

    c ~ m e n t o s q l ~ e ten emos más posibilidades de enc

    ontrar

    en los depó

    SItos y archIVOS, y aquéllos tapaces de renovar todos nuestros es

    tudios de etnohi storia. Entre las

    innum

    erables visitas inéditas, c

    itemo

    s

    GlJ

    am

    an o J 1 1 a de Ayala, ' NuelJa Corr5;1ic 1 y 3 u e n G ' º b i f 1 l 1 0 P a r í s ] 936.

    23 I ~ ~ a G a r c ~ l a s o : : . Veg ;1 , .

    ?

    hra

    s

    c 0 f f t

    ) l i ? l á

    vals

    .,

    Madrid, 1960.

    lnlgo ( ~ r t l l de

    ZUI1lga,

    1/wtd

    de la provincia de León de Huánuco

    en 1562, Huanuco, 1967; esta visita ha ' sido publicada anteriormente en la

    ReUl ta d e ~ ; ~ ) , Nacional

    del Perú,

    1920-J925

    y

    19 55- 1961. Gard Díc'l

    San MIguel,

    Vwta hecha a la provincia de Chucuito en el alío 1567

    LIma, 1964. . . ,

  • 8/16/2019 Wachtel Wachtel Los Vencidos Los Indios

    7/8

    32

    Inuoducci

    ón

    las del valle de Yucay (cerca de Cuzco),

    en

    1558

    y

    1.571, Y

    del valle de Huaura (cerca de en 1.583

    24

    • Mucho más amplias

    son las geográficas  porque cu

    bren

    el

    conjunto

    de la

    América española; se trata de descripciones redactadas en los añ.os

    1578-1585

    (por

    funcionarios reales , encomenderos o eclesiásticos),

    respondiendo a

    un

    formulario de Felipe II compuesto de cincuen ta

    pre

    guntas de

    un

    «modernismo» mu

    chas veces asombroso: se refie

    ren a múltiples problemas de geografía, historia, demografía y et

    nografía 25 .

    3 .° .Ú paflQ es, es decir, las

    fuentes que los historiadores han utilizado con más f::e-

    cuencia hasta el presente. Pero el recurso a estos documentos eXlge

    de nuestra parte una extrema prudencia; en efecto, I-Iernán Cortés

    o Bernal Díaz del Castillo

    (p

    ara Mé xico),

    Fra

    ncisco Pizarro, M. de

    Estete

    o F . de

    J ~ r e z

    (para Perú

    ),

    se contentan con describir la Con

    quista desde el punto de vista español , de man era que .sus textos,

    desde nuestra

    perspectiva, sólo nos

    interesan

    en la medida en

    que

    pe rmitan precisar las informaciones de los ~ s ~ a s i n d í g e n a s ~ . Al

    contrario

    autores

    corno B. de Sahag

    ún

    (pa ra Mexlco),

    P.

    de Cleza

    de León:

    Po

    lo de Ondegardo, F . de Santillana, C. de Molina

    y

    B.

    Co

    bo (para Perú) se apasionaron por el

    mundo

    indígena, y sus

    informaciones e n r i q u e c ~ n los datos de los cronistas indígenas tanto

    como las

    de

    los archivos españoles .

    * * *

    El plan la presente obra resulta a la vez de la naturaleza

    de las

    fuente

    s y

    de

    los .

    problemas propios

    del tema

    tratado.

    Parece lógico comenzarJé;yé;ndo .. qs .. 0 q 1 m ~ n t Q § j n d { g ~ n ª s , _con

    el

    fin tºwar Q n t a c t Q c t o con

    v ¡ ~ i 9

    .. m : i d Q s ..y . f e c ~

    t u ~ i a s í ,

    '

    de

    m

    odo

    .

    br

    u?co,

    el desp

    lazamieI?to

    mental

    cuya

    .

    ~ c ~ s i d a

    señalábamos antes.

    Esta

    - es la iáíón ' de

    que

    utilicemos en principio

    f u e n t e s de la primera categoría) para describir los acontecimien

    tos

    tal c

    omo

    los indios los han

    vist

    o (seglin los documentos del

    siglo como los ven (

    el

    folklore actüal).

    Ac

    on

    -

    tecitnientos  es decir, la llegada los blancos, la

    derrota

    y su in-

    24 Cf. en

    el

    Archivo hi stórico del Cuzco

    la ene logía

    de Sayri Tllpa

    c;

    en . la Biblioteca Nacional de Lima

    el

    manuscrito A 629 . Se encueritran en

    el

    texto y en la bibliografía general todas las referencias a los manuscritos ci lados

    en el

    presente trabajo.

    :zs Relaciones geográficas

    de

    Indias, editadas por Marcos Jimén.ez de la

    Espada, Madrid, 4 vols.,

    1881-

    189'7 (nueVOl edición en 3 vols" Madud, 1965).

    l

    1

    I

    t

    l

    \

    r

    I

    /

    ¡

    I

    r

    Introducción

    33

    terpretacÍón .g l_ , ~ t e :

    P J i r n ~ r . . m º m é ; r l ~ J f l i p y e s t i g ª c i ó q l

    los ejem

    plos tienen'

    p o r f ~ ~ n < : = ~ 9 n t : v o < ; ~ r ~ l

    c ( ) n c r ~ t ( ) h i s t 6 ~ c o )

    pero

    ' su cotejo "

    Y-

     

    análisis-debe' permitir también 'er enunCiado hipótesis. Por tan

    to) 1 ~ P ~ I I ~ e ~ . parte del

    estudio

    recorremos decididamente una

    ~ a s t a ~ r ·geográfica··-gue

    ...

    englóba1óf azteca, maya e inca"

    , ~ 4 ~ § 1 § t e n .

    p r o c ~ ~ o .

    c l ~ } J ~ p W i

    9 1 1

    ..

    j m p H ~ ~ t Q P º ~ J B § . ~ ? ~ ~ ~

    ? e ~ o s

    __ , ~ : .

    cuant()

    r e h g l O n .

    , Se .trªta de

    un

    . e n o m ~ I }

    º - 9 ~

    I ~ c h a z o

    En

    la '

    tercera

    parte

    del

    estúdio

    e m p t f

    n d e Í Í ú ) s

    x a m e n

    de los movimief :

    . __

    tos

    i s t e n c i a ,

    de las. . ~ t n ~ ~ .. y J a s . l ? ~ l ~ ~ i ~ ~ ~ ~ ~ i n d i o s

    opusleron . a,.Jos, españoles.}Dicho dC "qtrQ.,

    ffi9QQ"- ,,

    yglvemos entonces

    .a. la descripción y ª ~ á l i ~ i ~ (le J Q § ª c º n t ~ c ; i m i ~ n t o s ; p ~ o se

    trata

    ahorí:l d e f t < : : ( ) n t ~ x i m j e n t Q s

    o r i g e n j n t e . r 1 º )

    n a c . i d Q s d ~ J ª

    ..nIª:x:i§ .

  • 8/16/2019 Wachtel Wachtel Los Vencidos Los Indios

    8/8

    l

    ,

    '

    ¡' ,

    34

    Introducción

    contra . . 4 Q m ü ) . ª C 9 g l . f i o J a

    fenQmeno

    g e n ~ l : é t l ) : ~ n

    el

    c o n j u . n ~ ?

    ae 

    "A-mérica, .AQs . permitimos, .a . título

    de

    ilustración -aunque tam-

    .

    bién con fines

    comparativos-, extender nuevamente

    el campo

    de

    observación

    hasta

    abarcar incluso México, y bastante mlÍs allá, lle

    gando a

    regiones

    que no

    habíamos tocado, es

    decir,

    al

    norte ele

    México y

    al sur

    del Perú, en estas zonas

    de «fronteras»

    donde los

    chichimecas,

    por

    una parte, y

    lGs

    _ar,wsanos,

    porona,

    J